El documento regula la tributación de los prestadores de servicios de transporte terrestre y las aplicaciones informáticas que los conectan con los clientes. Establece que estas aplicaciones son consideradas parte integral del servicio de transporte. Designa a las aplicaciones como responsables tributarios y les exige retener parte de los ingresos de los choferes para el pago de impuestos. Además, establece los nuevos esquemas tributarios para choferes, aplicaciones y entidades no residentes que ofrezcan este tipo de servicio.