2. !NO LLORES QUE NO ES PARA TANTO!
Estas son expresiones típicas que todos hemos vivido
en algún momento de nuestra vida, por no decir
siempre, cuado nos hemos caído de niños y nos hemos
hecho daño.
Vamos a pararnos a pensar: ¿Realmente crees que no
pasa nada?.
¿Cuando un adulto se cae y se asusta qué ocurre?.
Personalmente he visto a adultos llorando porque se
han hecho daño o porque se han asustado mucho,
entonces… ¿Esto que significa?.
Creemos que distrayendo la atención de los niños
lograrán superar ese hecho, que se distraen con otra
cosa y de esa forma evitaremos el llanto y por tanto su
completo mal estar. Concebimos el llanto como algo
negativo en todo momento.
Expresiones
más
comunes
¡No pasa
nada!
¡No llores
que no es
para tanto!
¡Ya eres
muy mayor
para llorar!
No te has
hecho
nada
Curasana,
curasana
2
3. ¡SI ES PARA TANTO!
Cuando un niño realiza mal una operación matemática, tiene faltas de ortografía, etc, no
decimos ¡Va! ¡No es para tanto!. Dejamos que el niño vea su fallo, lo asimile, y le
explicamos como se hace correctamente, ¿acaso se nos ocurre pensar que si lo distraemos
con otra cosa dejará de frustrarse y por tanto interiorizará mejor el aprendizaje?.
¿Un adulto nunca llora por que se ha hecho daño y por un gran susto?.
Si a los adultos nos cuesta dar sentido a nuestras emociones, y porqué nos sentimos de
una determinada manera en algunas situaciones, nos podemos imaginar lo que le puede
costar a un niño pequeño.
Igual que aprenden a contar, sumar, leer, ect, también debemos darles la oportunidad de
que aprendan a comprender lo que le pasa y cómo superarlo.
3
4. EL PAPEL DEL ADULTO
Debemos dejar unos segundos para que se den cuenta de que se han caído o se han hecho daño.
Debemos ir en su ayuda pero sin agobiar, una buena forma de iniciar el acercamiento es preguntándole si está bien.
La narración es esencial en estos casos, debemos contarle lo que ha pasado para ayudarle a estructurar la
experiencia:
- ¿Qué ha sucedido?, te has tropezado con esa cuerda, te has caído contra el suelo y te has hecho daño en la rodilla,
quizás es porque no estabas atent@ a tu cuerpo, duele ¿verdad?, sí ya se que te duele, es doloroso, la próxima vez
estaremos más atentos para evitar que nos vuelva a pasar.
Debemos acompañar este proceso, estamos ahí apoyando y consolando, sin reprimir el sentimiento ni el llanto.
El llanto es sano, las personas lloramos cuando lo necesitamos, descargamos así nuestras tensiones, tenemos
derecho a llorar, tenemos derecho a estar tristes, y son procesos por los cuales debemos pasar sin que nadie nos
condicione a pasar ese proceso más rápido de lo que realmente necesitamos.
De esta forma estaremos ayudando a los más pequeños a crear recuerdos coherentes y a dar un sentido racional a
sus experiencias, además de contribuir a que sepan diferenciar sus emociones.
4