Un niño de 5 años acudió a emergencias con una lesión en el cuero cabelludo que causaba picazón y pérdida de cabello. Se diagnosticó inicialmente como un absceso bacteriano, pero no mejoró con antibióticos. Luego, se determinó que era una tiña inflamatoria debido al contacto con perros. El examen micológico mostró dermatofitos y cultivo de estafilococos. El tratamiento con antifúngicos, antibióticos, corticoides y shampoo mejoró los síntomas en 10 días.