El documento trata sobre el reconocimiento de todas las víctimas de la violencia de motivación política en el País Vasco en los últimos 40 años. La autora, directora de Derechos Humanos del Gobierno Vasco, expresa el compromiso del Gobierno con todas las víctimas y la necesidad de distinguir entre las vulneraciones cometidas por el Estado democrático y las de regímenes no democráticos sin establecer falsos paralelismos. Reconocer a todas las víctimas es un acto de justicia y expresión de una sociedad
Horarios de cortes de luz en Los Ríos para este lunes, 22 de abril, según CNEL
Reconocer todas las víctimas de la violencia en Euskadi
1. M
iembros del colectivo
Argituz, entre los que
se encuentra mi ante-
cesorenlaDirecciónde
Derechos Humanos del Gobierno
vasco,JonLanda,reclamabanenun
artículo (EL CORREO, 8-7-10) un
reconocimiento «equitativo y plu-
ral»detodaslasvíctimasquelavio-
lenciademotivaciónpolíticahapro-
vocadoenEuska-
di en los últimos
40 años. Resu-
miendo, su plan-
teamiento viene
a decir que mien-
tras las víctimas
del terrorismo de
ETA han visto re-
conocidossusde-
rechos en leyes y
se ha impulsado
para ellas un dis-
curso público de
reconocimientoy
reparación, otras
‘víctimas de vul-
neracionesdede-
rechos humanos
derivadas de la
violencia de mo-
tivación política’
(por utilizar la misma terminología
delinformequeelpropioLandaela-
boróenjuniode2008)aúnesperan
salir del olvido institucional. Con
‘víctimas de violencia de motiva-
ción política’ el colectivo se refiere,
básicamente, a personas asesinadas
o heridas en atentados llevados a
caboporagentesdelaautoridad,gru-
pos parapoliciales o de incontrola-
dos, y a víctimas de torturas en de-
pendencias policiales.
ComoresponsabledelaDirección
de Derechos Humanos, quiero de-
jar constancia del firme compromi-
so del Gobierno vasco con todas las
personas que han sido víctimas de
violaciones de derechos humanos
en Euskadi, así como con la defen-
sa de los principios de libertad, plu-
ralismo político y respeto a la lega-
lidad.Toda forma de tortura, abuso
depoderoextralimitaciónporagen-
tes de seguridad, en el marco de la
lucha antiterrorista o en cualquier
otro ámbito, debe ser perseguida,
denunciada,investigadaycondena-
da en los tribunales.
El futuro de nuestra convivencia
deberá ser construido ineludible-
mente sobre la memoria de las víc-
timas. De todas. Los vascos quere-
mos poder mirarnos mañana a los
ojos y recordar a quienes más han
sufrido para que la historia, nuestra
historia, no se repita. El reconoci-
miento de todas las víctimas es, en
consecuencia,nosólounactodejus-
ticiasinolaexpresiónsinceradeuna
sociedadquenoquiererevivirnun-
ca más el sufrimiento injusto que
ellas han padecido.
Dichoesto,esimportantequelas
instituciones actuemos con rigor a
la hora de reconocer todos los sufri-
mientos padecidos en Euskadi para
no incurrir en paralelismos y equi-
paracionesinjustas.Estoes,parano
alimentar el continuo y reiterado
recurso a la teoría del conflicto po-
lítico del que se derivan, como ma-
nifestacionesinevitablesdeviolen-
cia paralelas, el terrorismo de ETA
por un lado y las vulneraciones de
derechos humanos por otro.
Este tipo de planteamientos que
presentan dos violencias enfrenta-
das, como fenó-
menos interde-
pendientes o
concausales,ade-
másdeofenderla
memoria de las
víctimas del te-
rrorismo, ignora
y oculta que, en
el ámbito inter-
nacional, las en-
tidadesyorganis-
mos que tutelan
los derechos hu-
manos distin-
guensiempreen-
tre su vulnera-
ción en Estados
democráticos y
en los que no lo
son.Porejemplo,
Amnistía Inter-
nacional reserva la calificación ‘de
motivación política’ a las víctimas
de dictaduras y regímenes totalita-
riosquenocumplenlospresupues-
tosbásicosdeunEstadodeDerecho.
En los que sí lo son, como España
desde que entró en vigor la Consti-
tución de 1978, sus informes inclu-
yen estos supuestos en el apartado
de abusos o extralimitaciones del
poder por el Estado y sus agentes.
Ésta no es una mera distinción
teórica, sino que resulta sumamen-
teprácticaenelcasoquenosocupa.
En primer lugar, nos indica la nece-
sidad de fijar un límite temporal a
la violencia de motivación política
que hemos padecido en Euskadi en
ladictadura(1968-1975)yenlospri-
meros años de laTransición a la de-
mocracia. Sánchez Soler, en su de-
finicióndeviolenciademotivación
política, la ciñe en el caso español a
aquellos supuestos en los que hubo
unaactuaciónorganizadaoconsen-
tidaporelEstadoosusagentes,yli-
mitaelfenómenohasta1983.Esuna
fecha. Se podrían fijar otras poste-
riores, pero es importante estable-
cerelmomentoenqueelEstadoes-
pañol, apagados los rescoldos del
franquismo, pasa a ser una demo-
craciaasimilablealasdenuestroen-
torno.
Y, en segundo lugar, por cuanto
no pueden equipararse realidades
que son sustancialmente diferen-
tes.Siendociertoquelavulneración
del derecho y la victimización se
producenconindependenciadelori-
gen de la lesión, a efectos del reco-
nocimiento y reparación del daño
noeslomismoquelaviolaciónpro-
ceda del ejercicio de un poder legí-
timamente constituido en un Esta-
do democrático, a que tenga lugar
enunámbitosociopolíticoquedes-
conoce y niega los derechos funda-
mentales y las libertades públicas.
Un Estado democrático goza de sus
propios instrumentos de reconoci-
miento y reparación del daño pro-
cedente de un anormal funciona-
mientodesusinstitucionesy,ensu
caso, la vulneración será un hecho
anormalyexcepcionalenelconjun-
to del sistema.Todo ello sin perjui-
cio de que deban reforzarse los me-
canismosdeprevenciónylasgaran-
tías en relación a eventuales vulne-
racionesderivadasdelosagentesdel
Estado.
Teniendo todo esto en cuenta y
sinperderdevistaquelaLeydeRe-
conocimientoyReparaciónalasVíc-
timas del Terrorismo ya reconoce
tantoalasvíctimasdegruposcomo
ETA,losGALyotrosdeextremade-
recha, como de personas individua-
les, desde la Dirección de Derechos
Humanos vamos a responder al
mandato parlamentario para aten-
derotrasviolacionesnocontempla-
das en la citada ley. Un trabajo que
debe ser riguroso y que requiere de
consenso político si queremos que
dé frutos duraderos. Sólo así contri-
buiremos desde los poderes públi-
cos a la tarea de construir la paz y
sólo así podremos compensar, en la
medida de lo posible, los olvidos y
la incomprensión que las víctimas
han sentido y sufrido durante mu-
chos años.
ANTÓN
Ausencia
comparseril
Estoy siguiendo con honda
preocupación las noticias so-
bre la propuesta que nuestras
simpares comparsas quieren
plantear, tras una honda re-
flexión de hondo calado, so-
bre la posibilidad de suspen-
der sus actuaciones –y de
paso sugieren que lo haga
toda la hostelería cascovieje-
ril– un día de la próximaAste
Nagusia, en protesta por la
prohibición de instalar dos
de ellas sus txoznas por su
–hay que recordarlo– exhibi-
ción de símbolos terroristas.
Creo que para ser plena y
hondamentecoherentescon-
tra semejante imposición, y
dada la magnitud del agravio,
nuestras consecuentes com-
parsas deberían parar no uno
sino al menos los nueve días
que dura la tal Semana Gran-
de. La higiene, el buen gusto
y los oídos de muchos bilbaí-
nos se lo agradecerían.
FERNANDO BARRIO. BILBAO
¡Ha sido Copa!
Un hospital de Johannesbur-
go ha comunicado que, tras
un parto delicado, siendo
como es primeriza, la selec-
ción española de fútbol ha
alumbrado un trofeo que será
bautizado con el nombre de
‘Copa del Mundo’. Felicida-
des a todos los que han cola-
borado en el gozoso alumbra-
miento. Ha pesado 6 kilos y
mide 37 centímetros aproxi-
madamente. Su pelo, aún es-
caso, es dorado y si le tocas el
ombliguito dice: ‘Aguafies-
tas, caca y pis’; una monada.
Y aquí concluye la trilogía
epistolar sobre mi pronosti-
cado, anunciado y razonado
final feliz. Ya habrá quien se
encargue de juzgar los pecu-
lios de algunos deportistas:
Unos dirán que para eso los
generan y crean empleos co-
laterales, y otros, que es un
agravio comparativo hacia
otras profesiones con más
grado de provecho para el
mundo y la sociedad. Nada
nuevo. Bueno, sí, hay algo
nuevo: Un runrún vuvucéli-
co-catalanistaacercadelaevi-
dente afluencia de jugadores
catalanes o del Barcelona. Es
lo habitual; el Barcelona es el
mejor equipo del momento.
Todos los seleccionadores si-
guen el mismo criterio en sus
países.Enotrostiempos,eran
elAthletic,Atlético, Madrid,
Valencia y Zaragoza los que
más aportaban. El éxito y el
fracaso son de todos. Hemos
‘subcampeonizado’ a una Ho-
landa protestona y violenta
en exceso. Un día inolvida-
ble para mucha gente. No en-
redemos las cosas.
ALBERTO F. ARAÚJO.
BARAKALDO-VIZCAYA
CARTAS
AL DIRECTOR
Osalan siempre ha sido y es una referencia para los profesiona-
les de la prevención, lo era antes con gobiernos nacionalistas y
lo es ahora con Gobierno del PSE sostenido por el PP. En el pa-
sado se han hecho unas cuantas guías de consulta y se siguen
haciendo más. Siempre en perfecta sintonía entre técnicos de
las empresas y los de Osalan. La ‘Guía de labores en espacios
confinados’ es una referencia en Europa. Por lo tanto, no pue-
do estar de acuerdo cuando ELA, por boca de su secretario ge-
neral, dice que «es un modelo inútil al servicio de la patro-
nal» (sic).A quienes estamos a pie de obra, muchas veces,Osa-
lan nos sirve de guía, consulta y ayuda, sea el gobierno del co-
lor que sea. Otra cosa es la verdadera estrategia de ELA, lo de-
más son milongas.
Ya desde Elorrieta, los secretarios generales de ELA han ac-
tuadocomo‘lehendakarisinpectore’.Elsindicalismoeraelme-
dio para hacer política, dirigida a dar vías de salida a la izquier-
daabertzale(supacto conLAB),paraapoyarlanegociacióncon
ETA o para apoyar el plan Ibarretxe. Su ‘modus operandi’ ha
sido siempre utilizar el sindicalismo para hacer política. Aho-
ra están en su particular ‘plan Ibarretxe’, tratando de poner en
unbreteelactual‘marcojurídico-político’,porquesolosnopue-
den liquidarlo. Por eso, cuando dicen que salen deOsalan por-
que «sólo sirve a la patronal», ésa es la excusa sindical para ha-
cer política. Pero en este país, donde nos conocemos todos, no
engañan a nadie; ni a ellos mismos. Y aunque ELA sea el sindi-
cato mayoritario, no tiene ninguna legitimidad para desca-
lificaraunainstituciónquesísirvealosprofesionales,quepue-
de ser manifiestamente mejorable, claro, pero también la la-
bor sindical. :: COSME A. LUZARRAGA. BERMEO-VIZCAYA
¿Sindicalismo o el plan
Ibarretxe?
Reconocer a las víctimas sin
paralelismos ni equiparaciones
INÉS IBÁÑEZ DE MAEZTU
DIRECTORA DE DERECHOS HUMANOS DEL GOBIERNO VASCO
:: JOSÉ IBARROLA
Miércoles 14.07.10
EL CORREO28 OPINIÓN