2. El cuerpo diariamente necesita energía para poder realizar sus
funciones, vitales y no vitales.
Las necesidades de energéticas están asociadas a factores como el
sexo, edad, peso, talla y la actividad física del individuo, es por esto
que, cada persona requiere una cantidad distinta de calorías
diariamente.
3. La tasa metabólica basal (TMB) es la
cantidad de energía que necesita un
organismo bajo condiciones de reposo
absoluto, a una temperatura constante.
Esto significa que es la mínima
cantidad de energía que se requiere
para mantenerse vivo.
4. Nutrición del lactante
Al nacer y durante los primeros seis meses de vida es recomendable que
un bebé tenga lactancia materna exclusiva. La leche materna es
suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales del lactante,
además de proporcionar anticuerpos y un perfil de proteínas y de grasas
adecuado para el correcto crecimiento del niño.
5. la alimentación complementaria es un proceso que empieza
cuando la lactancia materna exclusiva no es suficiente para
satisfacer las necesidades nutricionales del lactante, por lo que
otros alimentos sólidos o líquidos son necesarios junto a la
lactancia materna; entre “otros alimentos”
6. Recomendaciones generales para la alimentación del lactante e
introducción de la alimentación complementaria, se debe realizar de la
siguiente manera:
• La lactancia es el alimento ideal durante los seis primeros meses.
• Al aconsejar la introducción de la alimentación complementaria se debe
valorar el ambiente sociocultural, actitud de los padres y la relación madre-
hijo.
• La alimentación complementaria no debe introducirse antes de las 17
semanas (cuatro meses cumplidos) ni más tarde de las 26 semanas.
• La introducción de la alimentación complementaria debe hacerse cuando
el lactante es capaz de mantenerse sentado
9. Es un periodo crucial de desarrollo mental y una
importante actividad física. El desayuno es una de
las ingestas más importantes en esta etapa.
Es importante que el niño no tome muchos dulces
en este momento, las opciones más adecuadas
serán: pan integral con aceite, cereales sin azúcar.
También es recomendable incluir una pieza de
fruta en este momento del día.
10. Las vitaminas y los minerales carecen de aporte calórico y su presencia
en cantidades suficientes se garantiza con una dieta variada. Dentro de
los minerales que deberán estar muy presentes en la dieta destacan, el
calcio por su importancia en la formación del esqueleto, el hierro con
necesidades aumentadas en los periodos de crecimiento rápido
11. Adolescencia
La adolescencia es una etapa de la
vida marcada por importantes
cambios emocionales, sociales y
fisiológicos (estirón puberal,
maduración sexual…), se trata de un
periodo difícil de la vida, supone una
transición entre dejar de ser niño y
empezar a ser adulto.
12.
13. Edad adulta
La alimentación durante la etapa adulta (19 a 59 años) tiene el objetivo de
promover un estado de bienestar, lo cual implica cubrir los requerimientos de
energía y nutrimentos, así como prevenir enfermedades. Existen valores
promedios de la cantidad de energía que se deben consumir, pero es
importante considerar que existen muchos factores que van a influir en este
requerimiento calórico por lo que la dieta debe ser individualizada acorde a
las características del individuo y tomando en cuenta las reglas establecidas
para la buena alimentación. Las necesidades promedio de energía para esta
etapa se muestran en la tabla
14.
15. Embarazo
Durante el embarazo una mujer ve aumentadas
sus demandas de energía y de nutrientes.
La organización mundial de la salud (OMS)
recomienda aumentar 300 kilocalorías extras
durante este periodo. Es normal que la mujer
gestante aumente unos 9-10 kilos de peso
durante el embarazo, debido a un mecanismo
compensatorio que permite utilizar la energía de
reserva cuando las demandas energéticas del
feto aumentan.
16. Tercera edad
El proceso de envejecimiento implica un deterioro
progresivo natural, tanto físico como psíquico, además
las necesidades nutricionales cambian y el gasto
energético es menor, aunque las demandas de ciertos
nutrientes aumenten. Todo esto puede comprometer
el estado nutricional del anciano. Para que esto no
ocurra la persona debe comer cantidades más
pequeñas que se digieran mejor, pero más veces al
día. Hay que evitar los alimentos muy calóricos que
tengan poco valor nutricional como los dulces, porque
esto quita el apetito, pero no satisface las necesidades
nutricionales. Hay que disminuir la ingesta de sal y
aumentar el consumo de verduras ricas en fibra y
antioxidantes También conviene adquirir una buena
rutina en la ingesta de líquidos, ya que a veces
disminuye la sensación de sed y aparece la
deshidratación.