Suba evolucionó de un cacicazgo precolombino a un municipio en 1875, anexado a Bogotá en 1954. Tuvo un rápido crecimiento urbano desde 1960, convirtiéndose en una de las localidades más pobladas. Actualmente conserva algunos humedales y áreas verdes, además de su diversidad cultural producto de la migración nacional.