El retrato surgió en el arte funerario egipcio hace 3500 años para representar al faraón de forma semihumana. En la época Helenística, el retrato pasó a primer plano con escuelas en Pérgamo, Rodas y Alejandría. En la época Romana, el retrato mostraba asuntos militares, eróticos y retratos. Hoy en día, los retratos fotográficos son comunes en eventos familiares y los políticos usan retratos para simbolizar el estado.