La ruta metodológica define el camino a seguir durante el desarrollo del proyecto y está compuesta por cinco fases: descubrimiento, diálogo, identidad, diseño y ejecución y seguimiento. La ruta metodológica elegida se basa en las necesidades de la institución y el tipo de problema a resolver, con el objetivo de generar una propuesta de valor bien fundamentada que asegure el cumplimiento de los objetivos y metas definidos.