Un hospital requiere instalaciones especializadas como quirófanos que cumplan con principios de control de infecciones, seguridad y eficiencia. Los quirófanos deben separar físicamente las áreas limpias y contaminadas, y usar materiales no porosos para contener la suciedad. Además, deben proteger la seguridad de pacientes y personal contra accidentes e implementar prácticas que ahorren tiempo para tratar más pacientes de forma eficiente.