La reforma procesal penal chilena introdujo un sistema acusatorio en reemplazo del anterior sistema inquisitivo. Los objetivos son lograr una justicia más eficiente, transparente, imparcial y respetuosa de los derechos fundamentales. El nuevo sistema garantiza principios como el juicio previo, la presunción de inocencia, y que solo el Ministerio Público investigue los delitos. La reforma afecta al odontólogo como ciudadano, experto forense, y clínico, al tiempo que introduce salidas alternativas que pueden evitar juicios orales en