Las empresas del Ibex 35 tienen poca presencia en las redes sociales y sus ejecutivos casi ninguna. Carecen de estrategias de comunicación efectivas para estas plataformas y tienen problemas para establecer conversaciones reales con los clientes. Aunque han incrementado su presencia en redes como LinkedIn, Twitter y Facebook, principalmente para difundir noticias comerciales, no fomentan el diálogo. Los bancos españoles son los que más usan las redes sociales, mientras que las constructoras son las más reticentes.