El sindicalismo revolucionario surgió a fines del siglo XIX en Francia como una corriente sindical radical que se oponía al parlamentarismo democrático y buscaba que los sindicatos fueran la institución clave para proteger a los trabajadores y organizar la producción de forma autónoma. Más adelante, en algunos países se usó el término sindicalismo revolucionario como sinónimo del anarcosindicalismo. Hoy en día, los sindicatos enfrentan retos como la globalización, la precarización laboral y la informalidad