El sistema de salud francés es uno de los mejores del mundo según la OMS. Se creó un sistema de seguridad social en 1945 basado en la solidaridad y financiado a través de contribuciones proporcionales a los recursos. En 2004 se introdujeron cambios para mejorar la atención, incluyendo la elección de un médico de cabecera y un copago de 1€ por consulta. El estado francés supervisa la política de salud pública y la calidad del sistema sanitario.