El documento propone escribir al menos cinco haikús, una forma de poesía japonesa que consta típicamente de tres versos de 5, 7 y 5 sílabas sin rima. Los haikús a menudo tratan de la naturaleza o el amor y tienen un tono melancólico. Un buen haikú describe primero la situación y luego incluye un elemento inesperado que contrasta con la descripción inicial.