J. Stuart Mill fue un filósofo utilitarista inglés que defendió que las acciones son moralmente correctas si producen el mayor bienestar para el mayor número de personas. Según Mill, la utilidad es la capacidad de las cosas para producir placer o felicidad y evitar dolor o infelicidad. El utilitarismo se basa en el principio de la mayor felicidad y juzga las acciones en función de si producen bienestar o malestar.