La dinámica interna de la Tierra se debe a procesos de convección en el manto y núcleo, los cuales generan corrientes ascendentes y descendentes. Estos movimientos convectivos son los responsables de fenómenos como el magnetismo terrestre, el movimiento de los continentes, el vulcanismo y la sismicidad. La convección también causa la segregación de materiales en la Tierra debido a las diferencias de densidad.