El documento compara el turismo 1.0 y el turismo 2.0, señalando que el turismo 1.0 dependía más de agentes de viajes e información estática, mientras que el turismo 2.0 permite a los viajeros opinar, participar y conectarse directamente con los destinos turísticos a través de las redes sociales y sitios web interactivos. También analiza las principales webs elegidas por los españoles para planificar sus viajes y reservas.