Los pequeños productores rurales no son conscientes de los efectos del cambio climático en sus sistemas de producción ni de las medidas de adaptación disponibles. Las estrategias gubernamentales se enfocan en métodos científicos a nivel nacional, descuidando contextos locales. Se desarrolló un proceso participativo con pequeños productores para que analizaran su vulnerabilidad climática y formularan planes de adaptación a nivel de predio, incorporando prácticas agrícolas sostenibles y adaptadas al clima.