El documento describe tres trastornos específicos del aprendizaje: trastorno de la lectura, trastorno de la expresión escrita, y trastorno del cálculo. Para cada uno, señala que las habilidades medidas mediante pruebas normalizadas se sitúan por debajo de lo esperado para la edad del sujeto, y que esto interfiere con el rendimiento académico o actividades diarias. Además, indica pruebas para evaluar cada trastorno y que exceden las dificultades asociadas a déficits