La planificación ambiental y la ordenación del territorio implican el uso de técnicas y visión lógica para establecer objetivos y acciones a diferentes escalas espaciales, desde local hasta supranacional. Se justifica por la necesidad de optimizar los recursos, poner en explotación recursos potenciales, y optimizar actividades productivas y de consumo. La evolución histórica incluye antecedentes lejanos como las civilizaciones hidráulicas, el urbanismo moderno como las ciudades industriales y jardines, y el siglo XX con el