La nueva ley de servicio público reordenará a los trabajadores estatales en una sola planilla y mejorará su situación a través de un ordenamiento que se implementará en tres grupos en un plazo de siete años. Los funcionarios serán evaluados y se premiará a los competentes mientras que los ineficientes serán despedidos. Todos los empleados temporales tendrán que pasar por un concurso voluntario para los de carrera y aquellos que no participen no recibirán incrementos.