La nueva ley de servicio público reordenará el sistema de personal del Estado en 12 etapas durante 7 años. Los funcionarios públicos serán evaluados y se premiará a los competentes, mientras que los ineficientes serán despedidos. Además, los 560,000 trabajadores públicos pasarán a un único régimen laboral con igualdad de beneficios. Los empleados temporales deberán aprobar un concurso de méritos para mantener sus puestos.