2. Un rey tenía un fabulista que le contaba cada noche cinco historias. Llegó una noche
en que el rey no pudo dormirse y pidió escuchar algunos cuentos más. Él le contó
entonces tres más, pero breves. El rey pidió aún más. Pero el fabulista se negó, le
pareció que ya le había contado muchos.
Me has contado muchas
historias, pero eran muy
breves. Yo quisiera que
me contaras una que
tenga muchas palabras y
"".
entonces te dejaré ir a
dormir.
Vale.
Había un aldeano que
poseía mil monedas. Éste
partió para una feria
donde compró dos mil
ovejas, a seis denarios
cada una. Mientras volvía,
se produjo una enorme
inundación…
3. Al no poder pasar por el
puente, muy preocupado, se
puso a buscar a alguien que
pudiera ayudarlo a pasar a
sus ovejas. Encontró
finalmente una barquilla que
no era capaz de llevar cada
vez más que al aldeano con
dos ovejas. Pero, obligado
por la necesidad, metió dos
ovejas y pasó con ellas.
4. !Termina el
cuento¡
Se trata de un río muy
grande, la embarcación es
muy pequeña y el rebaño
muy numeroso. Deja pues
que el paisano pase a
todas sus ovejas y cuando
termine contaré la historia
que he comenzado.
5. Así calmó el fabulista al rey que quería oír fábulas largas.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
MARÍA SOLEDAD CATALÁN MARÍN