1. De Aquí al Cielo Lectura: Efesios 2:1-10 “ Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras.” — Efesios 2:10
2. Algunas veces, los atletas y entrenadores profesionales reciben algo por nada. Digamos que un entrenador firma un contrato de tres años y el equipo acuerda pagarle un millón de dólares al año. Pero en su primera temporada, el equipo juega terrible y la administración despide al entrenador. Así que éste se va pero aún le quedan dos años más de paga por recibir. Recibe los siguientes dos millones de dólares sin hacer nada. Como cristianos, debemos tener cuidado de no ver nuestra fe salvadora bajo esa lupa. Nunca debemos pensar: «Oye, soy salvo. Tengo riquezas eternas en camino. No tengo que hacer nada por Dios». Eso es parcialmente correcto pero también muy equivocado. Por un lado, nuestro viaje de aquí al cielo está pagado en su totalidad por medio del sacrificio de Jesús. No hay nada que podamos hacer para ganar la salvación. Pero hay otra parte de esto que debemos considerar. En Efesios 2:8-9, después de que Pablo claramente dice que no tenemos que «hacer» nada y que la salvación es un «don de Dios», él prosigue diciendo en el versículo 10 que ciertamente tenemos un trabajo que hacer. Como creyentes, somos «creados en Cristo Jesús para buenas obras». Dios ha planeado tareas que debemos realizar mientras estamos en este mundo -no para pagar nuestra deuda sino para honrar a nuestro Salvador. La vida de aquí al cielo no es un crucero de vacaciones; es un maravilloso privilegio y llamado para servir a Dios.
4. Lectura Bíblica: Efesios 2 Salvos por gracia 1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 2.8–10 Llegamos a ser cristianos mediante el don inmerecido de Dios, no como el resultado de algún esfuerzo, habilidad, elección sabia o acto de servicio a otros de nuestra parte. Sin embargo, como gratitud por este regalo, buscamos servir y ayudar a otros con cariño, amor y benevolencia y no simplemente para agradarnos a nosotros mismos. Si bien ninguna acción u «obra» nos puede ayudar para obtener la salvación, la intención de Dios es que nuestra salvación resulte en obras de servicio. No somos salvos solo para nuestro beneficio, sino para el de Él, para glorificarle y edificar la Iglesia.