El documento discute las diferentes visiones de lo que Chile necesita en un profesional médico, incluyendo las facultades de medicina, el Ministerio de Salud, alcaldes, estudiantes y la población. Propone un médico con una sólida formación humanista que pueda empatizar con los pacientes, ser flexible ante los cambios en los requerimientos de salud y comprometido con la población, además de especializarse para ofrecer una medicina de alto nivel acorde a las necesidades del sistema de salud chileno.