La Psiconeuroinmunología (PNI), es el estudio de la interacción bidireccional que existe entre la psique (mente y emociones), sistema nervioso, sistema endocrino y sistema inmunológico.
4. Es el estudio de la interacción bidireccional que existe entre la psique ( mente y
emociones), sistema nervioso, sistema endocrino y sistema inmunológico. Tanto el
sistema inmunológico como los sistemas cardiovascular y nervioso han sido estudiados
en forma aislada e incluso como sistemas autónomos y es recientemente con los
avances de la medicina experimental, que se ha tendido hacia la integración en el
estudio de dichos sistemas
5. Nociones de inmunología: Es una rama de la medicina
que estudia específicamente la inmunidad esta corresponde a
la capacidad natural o adquirida por el cuerpo humano para
luchar contra un agente patógeno, llamado antígeno, gracias a
la puesta en marcha de defensas inmunitarias adaptadas.
Tanto el sistema inmunológico como el sistema cardiovascular
y nervioso han sido estudiados en forma aislada e incluso
como sistema autónomos y es reciente como el avance de la
medicina experimental se han integrado los sistemas.
6. El sistema endocrino:
Es un conjunto de órganos
y tejidos del organismo encargado
de segregar hormonas. Se
distribuye por el organismo de
manera similar al sistema
nervioso sólo que, en este caso, lo
hacen mediante sustancias y no a
través de impulsos nerviosos.
A los órganos del sistema
endocrino también se los conoce
como glándulas.
14. Conducta :esta relacionada a la modalidad que tiene
cada persona para comportarse en diversos ámbitos
de su vida .
Inmunidad :Estado de resistencia natural o
adquirida que poseen algunos organismos frente a
una determinada enfermedad o al ataque de un
agente infeccioso o tóxico.
Sistema inmune : Es un sistema formado por
células especializadas y sus productos solubles (ej.
proteínas) capaces de diferenciar lo propio de lo no-
propio (ej. darse cuenta de la presencia de
microorganismos en el cuerpo, y tratar de
eliminarlos)
15. La actividad del sistema inmune puede alterar la conducta normal (pensemos, por ejemplo, cómo nos
encontramos cuando enfermamos de gripe), y viceversa (por ejemplo, hay cierta evidencia de que el estrés
altera la inmunidad).
- Cuando se produce una infección, ¿cómo sabe el sistema inmune qué microorganismo nos ha infectado?
No lo sabe y, sin embargo, el sistema inmune ha de actuar de inmediato para evitar la proliferación y
difusión por el cuerpo de los microorganismos. Por consiguiente, al poco tiempo de la infección, por
cualquier microorganismo, el sistema inmune pone en marcha unos mecanismos para:
-Circunscribir la infección al sitio de entrada de los 9 microorganismos, evitando así que se distribuyan por
todo el cuerpo
-
Eliminar los microorganismos (si se puede) y atraer más células del sistema inmune al sitio de la infección
16. Si los anticuerpos confieren una protección efectiva contra los
microorganismos.
¿por qué hace falta otra forma de inmunidad (la inmunidad celular)?
Básicamente porque muchos microorganismos son resistentes a la acción
de los anticuerpos y esos microorganismos no son eliminados (dan lugar a
enfermedades crónicas).
¿De qué forma evitan los microorganismos su eliminación por los
anticuerpos?
En principio, de dos formas: (a) escondiéndose dentro de las células (en el
citoplasma), con lo que quedan fuera del alcance de los anticuerpos (éstos
no atraviesan la membrana de la célula viva), y (b) haciéndose resistentes a
la acción de los anticuerpos (aunque los anticuerpos se unan a los
microorganismos, los anticuerpos no pueden eliminar los
microorganismos).
17. Se conoce la existencia de diferencias individuales en la conducta, y la pregunta ahora
es si esas diferencias individuales van asociadas a diferencias en el funcionamiento del
sistema inmune; por ejemplo, si las células NK de un ratón agresivo son más activas
que las células NK de un ratón no agresivo, o si un individuo extrovertido produce más
anticuerpos tras la vacunación que un individuo introvertido. Esta cuestión (asociación
entre las diferencias individuales en conducta y las diferencias individuales en
inmunidad) se ha estudiado en el hombre y en los animales de laboratorio.
18. Se trata de saber si los animales de laboratorio que
destacan en alguna conducta (agresividad,
deambulación, incorporación sobre las patas
traseras, etc.) también presentan diferencias en
alguna medida de inmunidad (anticuerpos
producidos tras la inmunización, proliferación de los
linfocitos inducida por mitógenos, etc.); también
puede plantearse la cuestión inversa: si los animales
que destacan por su alta, o baja, respuesta de
anticuerpos muestran diferencias en algunas
conductas. El método más potente para encontrar la
asociación de una conducta con un índice de
inmunidad es la correlación genética, que permite
averiguar si un gen influye a la vez en la conducta y
en la inmunidad. El procedimiento para encontrar
una correlación genética entre dos variables se basa
en la cría selectiva.
En el hombre, se ha utilizado el método
correlacional: se toma una medida
conductual
(ej. puntuaciones en una escala de
personalidad), se hace una medida de
inmunidad (ej. cantidad de anticuerpos
producidos tras la vacunación), y se
calcula el coeficiente de correlación de
ambas medidas, conductual e inmune.
Este procedimiento se ha hecho con
medidas de las principales dimensiones
de personalidad (extraversión,
neuroticismo, etc.) y con medidas de
otras variables relacionadas con la
personalidad (optimismo, actividad de
los hemisferios cerebrales)
19. MODELO EVALUATIVO
(el modelo de Lazarus y
Folkman; 1984)
El estrés se genera cuando las demandas de la
situación exceden los recursos para hacerles
frente (según Lazarus y Folkman, el estrés es
"una relación particular entre la persona y el
medio ambiente, que es percibida por la
persona como gravosa o que excede su
capacidad y pone en peligro su bienestar"); en
este modelo, la generación de estrés depende
de la percepción que tiene el sujeto de las
demandas ambientales y de su capacidad para
hacerles frente (y no de la intensidad objetiva
de la demanda), de forma que las demandas
grandes, pero percibidas por el sujeto como
pequeñas, no tienen por qué generar estrés.
MODELO BASADO EN LA
CONSERVACIÓN DE LOS RECURSOS
(el modelo de Hobfoll; 1989)
Es que la gente se esfuerza en mantener,
proteger, y construir recursos, y la pérdida,
potencial o actual, de los recursos se percibe
como amenazante. Los recursos se definen
como los objetos, características personales,
condiciones, o energías que son valiosas para el
sujeto (ej. maestría, autoestima, estado
socioeconómico, empleo). El estrés se define
como la reacción a un entorno en el que se da
(a) la posibilidad de una pérdida neta de
recursos, (b) la pérdida neta de recursos, o (c) la
falta de ganancia de recursos después de
invertir recursos. Por tanto, el estrés se genera
cuando se pierden recursos o cuando no se
ganan recursos (ej. la pérdida de empleo, de la
estabilidad económica, de la autoestima, de un
ser querido).
20. Estado patológico caracterizado por la alteración de los sentimientos. La forma
más simple de comprobarlo es comparar cuidadosamente los síntomas de la
depresión con los síntomas del comportamiento enfermo. Según el Manual
Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, versión 4 (DSM-IV), se
diagnostica un episodio de depresión mayor cuando el paciente presenta, durante
2 semanas, estado de ánimo deprimido, o anhedonia, y cuatro de los síntomas
siguientes: pérdida de peso o de apetito, insomnio, agitación o retardo
psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sensación de inutilidad, capacidad
disminuida de pensar o de concentrarse, y indecisión, pensamientos recurrentes
de muerte, o ideas de suicidio. Los síntomas del comportamiento enfermo
(inducido por la inyección de componentes microbianos a los animales) son:
fiebre, reducción de la actividad, reducción de la ingesta de comida, sensibilidad
al dolor aumentada, aumento del sueño, dificultad para ejecutar tareas de
aprendizaje. Se comprueba que muchos síntomas de la depresión y del
comportamiento enfermo son similares: anhedonia, disminución del apetito
(aunque se da aumento del apetito en la depresión atípica), menor actividad
(aunque se puede dar agitación en la depresión), aumento del sueño (en la
depresión atípica), fatiga, menor capacidad de concentración. Sin embargo, no se
sabe si, en el comportamiento enfermo, se da estado de ánimo deprimido,
sensación de inutilidad, pensamientos de muerte, o ideas de suicidio; además, la
fiebre no es un síntoma de la depresión, aunque sí del comportamiento enfermo.
Esta comparación de síntomas muestra que la coincidencia no es total.
DEPRESION
21. Se cree que la esquizofrenia es un trastorno del desarrollo del sistema
nervioso, y que este trastorno requiere varios genes y la interacción de
esos genes con el medio ambiente. Se han propuesto distintos factores
ambientales que podrían interaccionar con los genes; algunos de los
factores ambientales están relacionados, directamente o
indirectamente, con el sistema 48 inmune; concretamente, una
infección prenatal, nacer durante el invierno o al principio de la
primavera, y habitar en las ciudades.
¿Presentan los esquizofrénicos alguna disfunción del sistema
inmune? no se pudo dar una respuesta clara a esta pregunta, porque
los resultados de diversos estudios eran inconsistentes. (Se había
estudiado la alteración de la inmunidad en la esquizofrenia
comparando varios índices de inmunidad en los esquizofrénicos con los
mismos índices en los sujetos sanos: los índices medidos fueron la
respuesta de anticuerpos tras la vacunación (contra la gripe, contra la
fiebre tifoidea, etc.), la concentración de globulinas gamma en sangre
(nota 12), concentración de citocinas en sangre, producción de
citocinas por los linfocitos estimulados por mitógenos, etc.) Los
resultados obtenidos fueron tan dispares que no se pudo dar una
respuesta clara a la pregunta de si la inmunidad estaba alterada en la
esquizofrenia
22.
23. La Psiconeuroinmunología ofrece a los
profesionales de la salud un salto del
pensamiento dualista cartesiano aun
pensamiento unificado del hombre. La
Psiconeuroinmunología se muestra como
una oportunidad de trabajar
interdisciplinariamente, también
permite a los profesionales de la salud, desde
su propia especialidad tener una visión
sistémica e integral del ser humano, donde
se revaloriza la ética, la relación médico-
paciente, hacia una medicina más
humanista.
Los factores psicológicos influyen en un
amplio rango que puede ir desde la
vulnerabilidad para enfermarse hasta
mejorar la capacidad natural que tiene el
organismo de recuperarse de las
enfermedades y mantenerse sano.
24. Las relaciones funcionales entre el sistema nervioso
(SN)y el sistema inmune(SI) se pusieron en evidencia
con la destrucción o cloqueo por medios físicos o químicos de
algunas zonas cerebrales, que se observó que cursan con
alteraciones selectivas de algunos componentes del sistema
inmune.
El descubrimiento de la posibilidad de condicionar el
sistema inmune es uno de los hallazgos más significativos
en el área de las ciencias de la salud de los últimos 36 años ya
que demostró la íntima relación psique-soma del ser humano, y
rompió con el paradigma de un sistema inmune autónomo y
autoregulado, lo que abrió la posibilidad de poder
influir con técnicas psicológicas ese sistema, para
potenciarlo y que realice su acción más eficientemente contra
virus, hongos, bacterias y células tumorales o para inhibirlo en
el caso de enfermedades autoinmunes o trasplantes de
órganos para evitar el rechazo y en términos más generales
influir sobre las contingencias ambientales para propiciar el
óptimo desarrollo y funcionamiento del sistema defensivo.
25. El sistema inmune integrado a los sistemas nervioso
y endocrino, en comunicación permanente, configuran una
Gestalt, es decir un sistema integrado de gran complejidad
(Dozmorov, 2011), que funciona como un sexto sentido, que
informa al organismo con una codificación
diferente a la forma como usualmente conocemos nuestro
entorno, ya que, por tratarse de realidades que se verifican
dentro del organismo, no se pueden escuchar, ver,
oler, saborear ni tocar; no obstante el
sistema nervioso no solo decodifica el
mensaje con exactitud, sino que adicionalmente
elabora una respuesta, con las cualidades requeridas para
movilizar al cuerpo a responder a este tipo de desafío
defensivo, (Blalock 2007) que puede ser una respuesta
efectora, bioquímica o conductual.
26.
27. Las evidencias experimentales obtenidas hasta el momento, parecen
indicar, que cuando la sumatoria de pérdidas resulta abrumadora, para la
persona y no se percibe posibilidad de reparación, es decir que no hay
esperanza, surge un estado de estrés crónico y depresión, que encierra
al sujeto en la metáfora de “esto no es vida” o “así no se puede vivir” que
lo expresa el sistema inmune por medio de la inflamación crónica y
presencia de IL-6 y Proteína C Reactiva (PCR) a consecuencia del estrés y
podría preparar las condiciones para propiciar una muerte programada,
ya que la inflamación crónica se ha reportado como un mecanismo
biológico clave que puede impulsar disminución de la función física, que
conduce a la fragilidad, la discapacidad y finalmente a la muerte
(Hamerman, 1999; Taaffe, 2000).
Este tipo de condiciones se ha documentado en los cuidadores únicos de
personas con enfermedades crónicas y degenerativas, en las que se
observa alteraciones de las células T, y envejecimiento acelerado
(Damjanovic, 2007) igualmente se ha encontrado alteraciones en la
respuesta proliferativa de las células T, reducción del número y
funcionamiento de las células NK, estos indicadores aumentan la
morbilidad y mortalidad de este grupo de personas (Castle, 1995). La
idea de que la psique se pueda comunicar con el cuerpo en general y con
el sistema inmune, en particular, con un lenguaje analógico o metafórico,
tal como lo aseguraba Freud, sigue siendo una hipótesis de trabajo muy
tentadora.
28. Como se ha señalado, a la luz de los desarrollos
de la PSICONEUROINMUNOLOGÍA, el núcleo de
la investigación psicosomática no consiste en
analizar el papel de los factores psicosociales
como causa directa de la enfermedad sino
como productores de alteraciones de
susceptibilidad a la enfermedad (Plaut y col,
1981) lo que apoya la visión antropológica que
afirmaba que la enfermedad implica la
participación del ser humano social como
totalidad compleja, vista como un hecho con un
profundo significado existencial.
29. La PSICONEUROINUMNOLOGÍA no es una
especialidad asistencial, más bien es un enfoque,
centrado en el estudio del conjunto de
interacciones entre los diferentes sistemas donde
participa la persona, desde los sistemas
biológicos hasta los culturales. Se aspira que
pueda transformarse en el enfoque
predominante de la asistencia a la persona con
alguna enfermedad y a la construcción de
acciones de prevención primaria o promoción de
la salud. En consecuencia no tiene métodos de
exploración, ni terapéuticos propios, así, son los
médicos, con su arsenal terapéutico quienes
guían su acción, desde el enfoque, al igual que
los psicólogos, los educadores y planificadores.
La especialidad médica madre y heredera de la PSICONEUROINMUNOLOGÍA es la medicina psicosomática, aceptada desde el año 2001 como
subespecialización del campo de la psiquiatría reconocida por la Junta Americana de Especialidades Médicas y la Sociedad Americana de Psiquiatría, y se
señala a la PSICONEUROINMUNOLOGÍA como apoyo para este reconocimiento . Dentro del ámbito de la Psicología tenemos espacios de construcción teórica
y técnica que pueden adaptar su acción al nuevo enfoque. El espacio profesional más evidente es el de la medicina conductual, en cuanto a la asistencia a la
persona con alguna enfermedad, y visto el desarrollo del campo de la inmunología conductual, se abre un espacio ilimitado para la edificación de acciones
dirigidas a construir nuevas comprensiones y terapéuticas para la persona enferma, de la misma forma, la psicología clínica, que por su desarrollo,
predominantemente en espacios asistenciales y hospitalarios cuenta con el instrumental técnico y teórico, para ejercer una acción desde el enfoque de la
psiconeuroinmunología con un fin eminentemente asistencial, con técnicas y acciones para superar la enfermedad, cada vez más sofisticadas.
30. La psiconeuroinmunología no tiene un
desarrollo teórico integrador, hay
algunos intentos como el modelo
biocognitivo para construirlo a la luz
de esta interdisciplina, no obstante la
lectura de las evidencias
experimentales, pueden ser hechas
desde dos líneas de pensamiento
paralelas. Una de ellas se centra en la
reducción de lo psíquico a un conjunto
de neurotransmisores mensurables
vistos como determinantes de nuestros
comportamientos más complejos, en
consecuencia, la solución a la
insatisfacción, la infelicidad o el
desamor sería la conveniente
manipulación de ciertos
neurotransmisores, utilizando medios
físico-químicos, o convirtiendo las
cualidades humanas en recursos
técnicos.
La segunda línea de
pensamiento se apoya en la
emergencia de un nuevo
paradigma integrador en el
campo de la epistemología
para referirnos a la salud
desde un punto de vista
más global, con el objeto
de superar la visión dualista
del ser humano, para
hacerlo desde una mirada
que permita un
acercamiento en positivo,
desde su propia realidad
sustantiva, y no
simplemente como la visión
en espejo de la
enfermedad.
31. La PSICONEUROINMUNOLOGÍA muestra las interacciones entre cualidades o
expresiones humanas que afectan positivamente en forma total o parcial la
respuesta inmune, pero se deben conservar como tales, y no convertirlas en
artificios tecnificados y descontextualizados, en función de satisfacer el modelo
médico imperante.
Deben apoyarse como expresiones esencialmente humanas, por ejemplo, la risa
es una cualidad humana y debe estar presente en toda interacción hasta en el
ámbito clínico, sin que para legitimarla, pase a ser necesariamente “risoterapia”, al
igual que el baile como expresión genuina del ser humano, no es más, ni mejor,
porque se llame “bailoterapia”.
32. Las evidencias experimentales de la PSICONEUROINMUNOLOGÍA
pueden apoyar la construcción de un cuerpo teórico para planificar
acciones dirigidas a promocionar la salud, que consiste en apoyar
las cualidades humanas que actualizan y desarrollan las
potencialidades de las personas, y hacen más viable las expresiones
saludables, el disfrute de la vida y disminuyen el riesgo de enfermar.
Para ello debemos sacar a la psicología de la salud de los muros del
hospital, dejemos allí a la psicología clínica y a la medicina
conductual.
Huyamos de la mano de la psicología positiva, quien desde los
jardines del hospital nos seduce con la frescura de las cualidades
humanas que potencian realmente la salud de una manera global,
desde los espacios donde discurre la vida cotidiana, allí está la risa,
el movimiento, la espiritualidad, la imaginación, el reposo, los
sueños, fantasías, los encuentros y desencuentros, la creatividad y
todo el colorido del mundo emocional.
De este modo la PSICONEUROINMUNOLOGIA, como enfoque,
atañe a todos los espacios humanos en donde se genera
conocimiento o acciones sobre la persona, desde la filosofía, hasta
la política, pasando por la economía, ética y la estética, además de
las ya tradicionales, sociología, medicina y psicología.