El Reino Unido ha acordado aumentar su contribución al Fondo Monetario Internacional para ayudar a resolver la crisis fiscal en la eurozona. El FMI necesita más fondos para realizar rescates, ya que no tiene suficiente capital propio. Aunque algunos países como Alemania y Estados Unidos se niegan a aportar más dinero, el Reino Unido ha accedido para desbloquear la ayuda externa necesaria.