El documento discute la evolución de la evaluación desde una perspectiva didáctica, considerando diferentes enfoques morales, conceptuales, cognitivos y metodológicos. Propone que una evaluación poderosa debe dar cuenta de un enfoque teórico actualizado, mirar las perspectivas en el tiempo presente y ofrecer una estructura original que conmueva y perdure. También debe reconocer los interrogantes y avances en el campo para seguir construyendo el conocimiento.