2. MALA ALIMENTACION
INFANTIL
Cada vez hay más casos de
diabetes, hipertensión y obesidad
infantil debido a la mala
alimentación de los chicos, quienes
desde pequeños adquieren hábitos
poco saludables ya que los adultos
no les ponen los límites debidos y
no se toman el tiempo de explicarles
los daños que pueden padecer en el
futuro.
En los primeros dos años de vida,
cuando los niños toman habitualmente
lácteos, el colesterol es útil para las
hormonas, para la protección de la piel,
etc. Hasta esa edad no debe hacerse
una dieta carente de esas grasas, pero
después hay lesiones que se van
produciendo por la ingesta relacionada
con los productos industrializados. Toda
la promoción y las estrategias de
marketing que se utilizan tienden a
aumentar la ingesta de sustancias que
tienen altos niveles de colesterol, grasas
y azúcares, que son sustancias muy
ricas pero que no producen saciedad: y
es que uno se da cuenta de que está
saciado cuando ya se comió el paquete
entero de galletitas", explicó el
profesional consultado.
Algunos adultos no tienen idea de la
importancia que tiene la
alimentación, porque la subestiman
y creen que no altera el estado
general del ser humano. Si bien el
colesterol es una sustancia útil para
el organismo, cuando supera los
niveles normales empieza a producir
ciertas patologías. La introducción
de alimentos con altos niveles de
colesterol produce lesiones cada
vez más precozmente. Hay chicos
de 4 o 5 años que ya tienen lesiones
en las arterias con depósitos de
colesterol, que lo llevarán a lo que
en el adulto se conoce como
ateroesclerosis.
3. LOSEFECTOSDELAMALAALIMENTACIÓNINFANTIL.
COMPORT
AMIENTO.
La nutrición ciertamente
afecta la salud física del
niño, ¿pero sabías que
también puede afectar el
comportamiento de tu
hijo? Los estudios
demuestran que una
dieta pobre puede estar
asociada con el
desorden de déficit de
atención/hiperactividad
(TDAH), debido a los
conservantes, azúcares
y la falta de tiamina que
se encuentra en mucha
comida basura.
La falta de nutrientes
adecuados también puede
afectar a un niño de la
manera opuesta. Sin
suficientes hidratos de
carbono, proteínas y grasas
buenas, un niño puede
volverse aletargado e
irritable.
INTELIG
ENCIA.
El vínculo entre la
nutrición y la
inteligencia se ha
estudiado desde la
década de 1980.
En términos de la
capacidad cognitiva,
los niños que comen
una dieta saludable
serán más capaces
de concentrarse en la
escuela, lo que
significa que pueden
aprovechar al
máximo su potencial
de inteligencia.
CONSECUENCIAS A
CORTO PLAZO.
Comer es necesario para vivir, crecer,
movernos, jugar, estudiar… Por lo que un niño
que come poco se desarrollará peor, será
menos fuerte, se cansará antes y le costará
más estudiar, leer, concentrarse, etc.
El resultado más inmediato de una
alimentación pobre, escasa en vitaminas,
minerales y demás nutrientes es la
malnutrición, que no es lo mismo que
desnutrición. Un niño puede estar gordito y,
sin embargo, malnutrido si se alimenta
exclusivamente de bollos, hamburguesas y
pizzas.
Los niños malnutridos presentan alteraciones
en la piel, trastornos en la pigmentación del
cabello, problemas de visión, enferman
fácilmente y no se desarrollan adecuadamente
ni física ni mentalmente.
Otras enfermedades que
aparecen como resultado de la
carencia de ciertos nutrientes
son anemia, problemas de
tiroides, bocio raquitismo y
escorbuto.
Los primeros síntomas de este
déficit son el cansancio, los
calambres, los dolores de
cabeza, trastornos de carácter,
disminución de la capacidad
mental, adormecimiento, etc.
4. EVITA Y COMBATE LA OBESIDAD
INFANTIL.
CULTURA
ALIMENTICIA.
Explicar a los niños las
bondades de los
alimentos y destacar
aquellos que son nocivos
y los que ayudan a
mantener su cuerpo
saludable. En la escuela,
hay que apoyarse con
material didáctico como
películas imágenes,
charlas y trabajos que les
orienten a una buena
alimentación.
Alimentación complementaria.
La alimentación complementaria debe introducirse
en el momento adecuado, lo cual significa que
todos los niños deben empezar a recibir otros
alimentos, además de la leche materna, a partir de
los 6 meses de vida. La alimentación
complementaria debe ser suficiente, lo cual
significa que los alimentos deben tener una
consistencia y variedad adecuadas, y administrarse
en cantidades apropiadas y con una frecuencia
adecuada, que permita cubrir las necesidades
nutricionales del niño en crecimiento, sin
abandonar la lactancia materna.
Los alimentos deben prepararse y administrarse en
condiciones seguras, es decir, reduciendo al
mínimo el riesgo de contaminación por
microorganismos patógenos. Además deben
administrarse de forma apropiada, lo cual significa
que deben tener una textura adecuada para la
edad del niño y administrarse de forma que
respondan a su demanda, de conformidad con los
principios de la atención psicosocial.
La adecuación de la
alimentación
complementaria (en
términos de tiempo,
suficiencia, seguridad y
adaptación) depende no
solo de la disponibilidad
de alimentos variados en
el hogar, sino también de
las prácticas de
alimentación de los
cuidadores. La
alimentación del niño
pequeño requiere
cuidados y estimulación
activa, que su cuidador
responda a los signos de
hambre que manifieste el
niño y que lo estimule
para que coma. A esto se
le llama alimentación
activa.
5. DIETA:
si el niño es obeso, hay que cuidar su dieta a toda
costa, es decir, comenzar a darle alimentos que en
verdad lo nutran y no sólo que lo llenen. Hay que
evitar principalmente el abuso desconsiderado de
refrescos y comidas que contengan azúcares
refinados, productos procesados y frituras. Por
ejemplo, hay que comenzar por dejar de consumir
alimentos por su aspecto o sensación de saciedad,
alimentos que no llevan los nutrientes ni las
vitaminas necesarias para que los niños crezcan
fuertes y sanos.
LA EDAD PARA CONSTRUIR HABITOS
Recuerda que la infancia es la edad en donde se construyen los hábitos que muchas veces
persistirán hasta la etapa adulta. Si al niño se le lleva por un conducto firme y respetuoso, el
niño sin duda arraigará el hábito positivo.
6. FRECUENCIA DE CONSUMO DE
ALIMENTOS RECOMENDADO PARA UNA
SALUDABLE NUTRICIÓN INFANCIA.
Verduras y
hortalizas
Tanto en la comida como en la cena, como
ingrediente de los primeros platos o como
acompañamiento der los segundos.
Arroz, pastas,
legumbres.
2-4 veces a la semana
Patatas. 3-4 veces a la semana
Menos de 6 veces por semana.
Pescado. Mínimo 3-4 veces por semana.
Huevos. Hasta 3 veces por semana.
Frutas y lácteos. 2-3 veces al dia.
Pan. diario