2. Estatuto de la obra de
arte contemporánea
Sigue siendo objeto en el sentido de
Flusser pero con características
diferentes al objeto de obra moderno
No hay relación sujeto-objeto sino
operador-participante-consumidor. La
obra se actualiza, completa y transforma
constantemente en la operación
3. Estatuto de la obra de
arte contemporánea
El soporte material tiende a perder
importancia por sí mismo. Vale sólo
como dispositivo
El artista pasa a ser un inventor o un
constructor de un proyecto (diseñador).
Materializa su creación en una acción de
ingeniería más que en la plasmación
subjetiva.
4. Estatuto de la obra de
arte contemporánea
Su autonomía se diluye en el proceso
operativo de la construcción y la fruición
“Es un pasaje a través del cual se edifica
una relación o una actitud hacia el
mundo, y en el que se produce un
cambio importante de los paradigmas: de
la subjetividad se pasa a la
proyectividad…”[1]
[1]Zielinski Siegfried. 2004. Vilem Flusser: Breve introducción
sobre su filosofía sobre los medios de masas
5. Estatuto de la obra de
arte contemporánea
Creación -------- Construcción operativa
Plasmación--------Resolución sujeta a
fines. Proyectividad
Fruición----------Uso, Consumo,
Operación
6. Estatuto de la obra de arte
contemporánea. El arte electrónico
El arte electrónico desplaza al arte desde un estadío centrado en
el objeto a un estadío dirigido al contexto y al observador. De este
modo, se convierte en un motor de cambio que lleva de la
modernidad a la postmodernidad, esto es, tiene lugar una
transición desde sistemas cerrados, definidos por la decisión y
completos, a sistemas abiertos, no definidos e incompletos;
desde el mundo de la necesidad a un mundo de variables
manipuladas por el observador, desde la mono perspectiva a la
perspectiva múltiple, desde la hegemonía al pluralismo, del texto
al contexto, de la localidad a la no localidad, de la totalidad a lo
particular, de la objetividad a la relatividad del observador, de la
autonomía a la co-variación, de la dictadura de la subjetividad al
mundo inmanente de la máquina…”[1]
[1] Weibel Peter. 2001. 24. El mundo como interfaz. Elementos.
Ciencia y cultura. Año I vol 7 n° 40. Universidad de Puebla.
7. Estatuto de la obra de arte contemporáneo. La
obra de arte digital. La imagen como sistema
dinámico. Arte post-ontológico.
“…Sabemos que el vínculo común entre los medios
tecnológico/visuales del cine y la fotografía y los medios artísticos de la
pintura y la escultura reside en el modo en que se almacena la
información visual. Estos vehículos materiales hacen que sean
extremadamente difícil manipular esa información. Una vez grabada, la
información visual es irreversible. La imagen individual es inmóvil, está
congelada, estática. Cualquier movimiento es como mucho, ilusión. La
imagen digital representa el extremo opuesto. Aquí cada componente
de la imagen es variable y adaptable. No sólo se puede controlar y
manipular la imagen en su totalidad, sino que, y esto es mucho más
significativo, se puede hacer de manera local, en cada punto individual.
En los medios digitales, todos los parámetros de información son
instantáneamente variables…”
Weibel, Peter. 2001. 30. El mundo como interfaz. Elementos. Ciencia y
cultura. Año I vol 7 n° 40. Universidad de Puebla.…”
8. El estatuto de la obra de arte
contemporáneo. El papel activo del
espectador.
“…En las instalaciones de arte realizado con los nuevos medios
es posible incorporar uno o varios observadores humanos a
escenarios virtuales generados por ordenador, a través de
empalmes controlados por ordenador que revisten la forma de
interfaces multisectoriales. De este modo se acaba con el
tradicional papel pasivo del observador de arte; pasa de una
posición externa al objeto a convertirse en parte de su propio
ámbito visual observado, cuyos escenarios virtuales reaccionarán
a su presencia y a su vez lograrán una retro alimentación del
observador. La instalación interactiva ha socavado nuestras ideas
tradicionales sobre la imagen como objeto estático…”[1]
[1] Weibel, Peter. 2001. 32. El mundo como interfaz. Elementos. Ciencia
y cultura. Año I vol 7 n° 40. Universidad de Puebla.
9. Estatuto de la obra de
arte contemporánea
Si tomamos como referencia a Benjamin:
Industrias culturales: Paso de lo
contemplativo a lo expositivo
Cultura digital: Paso de lo expositivo a
operativo interactivo.
10. La obra de arte como objeto
justificado. Wittgenstein
Concepto de descripción suplementaria
Representación sinóptica
“…Arrancado del universo de la factualidad
contingente e investido de una significación. El
arte es, como la moral, una tentativa de hacer
significar el mundo. Pero si el sentido del
mundo reside fuera del mundo, es decir, de lo
que puede ser dicho, nada de lo que confiere
al objeto un valor estético puede aparecer en
la descripción de este objeto…”[1]
[1] Bouveresse Jacques. 1993. 33. Wittgeintein y la estética. Colección estética y
crítica. Valencia
11. El juicio estético. Un
juicio cultural totalizador.
“… Ciertamente, la apreciación estética es, entre todas
las utilizaciones posibles del lenguaje una de las que
justifican más la observación wittgensteineana, sino
imposible describir en qué consiste una apreciación.
Para describir en qué consiste, tendríamos que
describir todo el entorno (LC p70). O incluso: “describir
completamente un paquete de reglas estéticas
significa realmente describir la cultura de una época…”
(LC p72 nota 20). Un juicio estético no tiene sentido
tomado aisladamente, forma parte por necesidad de
un sistema…”[1]
[1] Bouveresse Jacques. 1993. 40. Wittgeintein y la
estética. Colección estética y crítica. Valencia
12. El arte como acción y no como
signo.
“…Si interesa el lenguaje estético no es por su
significado, que no lo tiene, sino por su inclusión como
acto de habla en el propio proceso de la creación o
contemplación artística. No por su referencialismo,
pues, sino como reacción espontánea inclusiva en el
proceso total del arte, y que se manifiesta
modélicamente en forma de integración. “Las palabras
son también acciones” (IFI 546)…”[1]
[1] Wittgeinstein. 1992. 15. Lecciones y conversaciones sobre estética,
psicología y creencia religiosa. Primera edición en inglés 1962.
Introducción a cargo de Isidoro Reguera. Paidos- ICE Universidad de
Barcelona. Barcelona.
13. El objetivo de la estética.
“… Las acciones y reacciones artísticas,
no las palabras e imágenes, son así, el
objeto de la estética. De una estética
analizada…”[1]
[1] Wittgeinstein. 1992. 18. Lecciones y conversaciones sobre estética, psicología
y creencia religiosa. Primera edición en inglés 1962. Introducción a cargo de
Isidoro Reguera. Paidos- ICE Universidad de Barcelona. Barcelona.
14. El concepto de modelo en la ciencia
moderna de la computación
“…La ciencia moderna de la computación define modelo como un
sistema matemático que procura poner en operación propiedades de un
sistema representado. El modelo es, por tanto una abstracción formal –y
como tal, posible de ser manipulado, transformado y recompuesto en
combinaciones infinitas –que busca funcionar como la réplica
computacional de la estructura, del comportamiento o de las propiedades
de un fenómeno real o imaginario. La simulación, por su cuenta, consiste
básicamente en una “experimentación simbólica” (Quéau, 1986, p 112)
del modelo. En los últimos años, modelos y simulaciones han proliferado
por todas partes, haciendo multiplicar mundos artificiales donde todas las
posibilidades pueden ser experimentadas sin movilizar un único objeto
real. Para los científicos, por ejemplo, la simulación por computador
permite reconstruir fenómenos naturales de tal manera que la imagen
visualizada en el monitor puede ser utilizada para predecir cómo la
naturaleza se comporta bajo determinadas condiciones…”[1]
[1] Machado, Arlindo. 2001. 115. Máquina e imaginario. El imaginario
numérico. Edusp. San Pablo
15. El nuevo concepto de
imagen
“…El mismo concepto de imagen se encuentra en expansión a partir de
su procesamiento en medios computacionales. Ya no se trata de
“ilustrar” conocimientos acumulados con esquemas gráficos confiados
a artistas convencionales. La imagen es ahora un instrumento con el
cual se hace la investigación pues ella es construida a partir de
parámetros (temperatura, velocidad, campo magnético, densidad,
presión, etc) fortalecidos por el propio sistema físico estudiado. Al
simular un objeto o fenómeno, nosotros no buscamos simplemente
“copiar” su apariencia visual (muchas simulaciones utilizan imágenes
estilizadas o incluso símbolos gráficos) sino sobre todo atribuir al signo
(parte de las) propiedades y/o capacidades del modelo real. La imagen
no es ya la sombra, el fantasma del objeto (real o imaginario) al que se
refiere, no está atada a él “miembro a miembro” como decía Barthes
(1986) a propósito de la fotografía, sino que se comporta realmente
como si fuese un objeto; ella es sombra que se desprende del objeto y
gana vida autónoma…”[1] (El computador programado puede explorar
realidades desconocidas).
[1] Machado Arlindo. 2001. 115-116. Máquina e imaginario. El
imaginario numérico. Edusp. San Pablo
16. La imagen como un
organismo vivo.
“…Otro aspecto de la imagen virtual variable
es fruto de las propiedades dinámicas en su
sistema inmanente. Puesto que el sistema es
igual de variable, se comportará como un
organismo vivo. Es capaz de reaccionar al
input que genera el contexto, alterando su
propio estado y adaptando adecuadamente su
output…”[1]
[1] Weibel, Peter. 2001. 31. El mundo como interfaz. Elementos. Ciencia y cultura.
Año I vol 7 n° 40. Universidad de Puebla.