Documentos de Virginia Murillo Soto

1. Universidad Estatal a Distancia<br />Escuela de Ciencias de la educación<br />PROGRAMA DE LICENCIATURA <br />EN<br />DOCENCIA<br />Código 9722<br />ENSAYO<br />Tema: Rizoma: Educación para la Transformación Planetaria<br />Centro Universitario 01<br />Nombre: Virginia Murillo Soto<br />Fecha sábado 30 de abril<br />I Semestre 2011<br />Las acepciones así como personas que quieran definir o idealizar la educación son infinitas. Sin embargo los conceptos en si ya tienen un significado específico por lo que podríamos decir que las interpretaciones son las que varían. <br />Sin embargo y sin restarles importancia a todos esos pensadores, historiadores o estudiosos del tema, necesitamos hoy día, más, de los buenos resultados de las teorías que de las teorías mismas.<br />Pensar en una transformación planetaria es de los proyectos más ambiciosos de los que se haya escuchado. Suena casi como una utopía, la cual requiere que cada una de las comunidades educativas existentes en el mundo entero tengan al unísono las mismas visiones y objetivos claros por alcanzar.<br />Cuando surge una meta por alcanzar visualizamos claramente una luz en el horizonte, es claro que siempre debe de existir alguien para iniciar los proyectos por más locos o irrisibles que parezcan, eso en ya un principio lo que nos, da una esperanza y por ende surge un líder con una visión clara de hacia donde debemos de dirigirnos hacia el cambio y la innovación.<br />Desde la creación del mundo en diversos lenguajes, mundos, épocas se tiene claro que todos los hombres somos iguales, que compartimos físicamente y fisiológicamente las mismas características, todos tenemos cerebro para pensar, hígado, riñones, venas, arterias, que, en general poseemos dos piernas, dos manos etc., pero que es el espacio en que nos toca o nos ha tocado vivir el que marca claramente la diferencia entre los seres humanos, en sus maneras de pensar en temas como religión, política, sentimientos, forma de vida, valores y demás normativas que deben de regir nuestro diario vivir.<br />Es un hecho que la humanidad está viviendo un cambio de era, algunos se atreven a decir que es el cambio de era más importante de la historia del mundo (Corominas, 2001). Arnold Toynbee señala: “…han existido más de veinte civilizaciones desde los principios del hombre y hoy es la primera vez que una de ellas, la Sociedad Occidental, ha logrado dominar la tierra…” estamos siendo testigos de ello ya que incluso las culturas milenarias están cediendo ante la atractiva forma de vida de occidente.<br />Por tanto es un hecho que EDUCAR HOY ES DIFERENTE, y es aquí en donde la propuesta de educación para la transformación planetaria tiene sentido porque estamos siendo testigos, en el campo de la educación, de un cambio espectacular.<br />Primeramente hay que hacerse de la idea de que todos vivimos en el mismo lugar, es decir el planeta tierra, y esta noción de pertenencia es hoy día más clara ya que gracias a las comunicaciones avanzadas y con sólo un clic en el mouse del computador podemos trasladarnos a los rincones más recónditos del planeta.<br />Entonces lo primordial es establecer que es lo que mueve realmente al mundo entero, que tiene cada ser humano en común y concluimos en que es El Amor la respuesta.<br />Una vez llegada a esa conclusión se debe de focalizar la forma idónea de trabajar para unir al mundo entero a través de ese sentimiento único del ser humano.<br />Resulta evidente que muchas personas con un alto CI pero de escasas aptitudes emocionales se manejan en la vida mucho peor que otras de modesto CI pero que han desarrollar otras aptitudes. (Aguiló 2002). <br />Aunque a principio de siglo se apostaba por una cultura que insistía en el desarrollo de las habilidades académicas, este modelo está en crisis desde hace años y hoy día existen todavía personas que prestigian en exceso el CI en detrimento de otras aptitudes o capacidades que luego se demuestran más importantes.<br />Estamos viviendo una crisis de valores que conduce a salirse de los caminos naturales y el resultado es la autodestrucción. Hay que volver a dar importancia a la educación de las personas en su sentido más profundo y trascendental.<br />El papel del maestro hoy día se ha desvirtuado por la exigencia misma de la sociedad que ha querido automatizar todo y convertir a las personas en fuentes de información dejando de lado valores intangibles que es preciso mantener para que la educación sea real y completa.<br />Por tanto hay que dirigir la educación en un conjunto de aptitudes que tienen su origen en el amor, es decir situaciones que se tornan decisivas y que son relativas a la educación de los sentimientos y cuyo núcleo está constituido por el amor.<br />Uno de los medios más afectivos para mantener un cuadro de valores es la educación. El cuadro de valores así cristalizado, adquiere una cualidad única a la que pueden aplicarse correctamente los adjetivos “sagrado” o “santo”, ( E.Brenes 2005) lo que nos lleva a pensar en religión, iglesia, Dios, ser supremo llámese como se llame en cualquier cultura ya que es evidente que cada cultura o civilización ha tenido sus divinidades o dioses que se fundamentan principalmente en la aplicación del amor al prójimo.<br />Por tanto la iglesia ha jugado un importantísimo papel en el campo de la educación y es la vía idónea en la mayoría de los casos de llegar al alma y corazón del ser humano pues lejos de deshumanizar al hombre lo perfecciona y lo ennoblece, lo que nos lleva a comprender que el objetivo es el de humanizar y personalizar.<br />Para que esto de resultados, se debe de empezar por que los primeros educadores de los niños y niñas, es decir los padres, crea en ello secundados lógicamente por los educadores Por tanto un educador que se esmere únicamente en la formación académica de sus alumnos sin tomar en cuenta que la huella que realmente va a dejar será con la enseñanza de los valores debería de meditar sobre el verdadero significado de su profesión ya que evidentemente no está en el lugar indicado.<br />El mejor educador pondrá en segundo lugar “el lugar del saber” para darle más importancia a la educación en valores, en ética y en ciudadanía siendo el mismo más persona enseñando a las personas que están a su cargo a usar bien la libertad y a ser responsables de sus actos.<br />El amor mueve montañas, eso dice los viejos adagios, en tanto la persona tome conciencia de ello el manejo de los sentimientos nos llevara a un mayor comprender de habilidades como el conocimiento propio, el autocontrol y el equilibrio emocional, la capacidad de motivarse a uno mismo y a otros, el talento social, el optimismo, la constancia, la capacidad para reconocer y comprender los sentimientos de los demás entre otras cosas.<br />Para Daniel Goleman esto es la llamada inteligencia emocional, para el estudio que nos compete es llamada educar para la Transformación Planetaria, la denominación no importa, es importante aquí determinar que el producto de la puesta en marcha de estos conceptos o métodos es principalmente lograr que el individuo que goce de una buena educación de los sentimientos son personas que logran sentirse más satisfechas, son más eficaces, y hacen rendir mucho más su talento natural parte importante y fundamental de la naturaleza humana, y que la felicidad y la vida moral, tienen una estrecha relación con la esfera afectiva.<br />Por tanto una persona que con amor y conocimiento del mismo logra surgir en la vida logrará asimismo que en su entorno las demás personas logren lo mismo produciéndose una cadena que a la poste se volverá interminable.<br />Ahora bien, no tenemos que ver el sentimiento como una debilidad, existen personas que declaran el sentimentalismo como una debilidad y falta de voluntad.<br />Ser persona de mucho corazón, o poseer una profunda capacidad afectiva, no constituye sí ningún peligro. Y, si lo constituye, será en la misma medida en que resulta peligroso tener una gran fuerza de voluntad o una portentosa inteligencia: depende de para que se utilicen. (Aguiló 2002).<br />Como es lógico y resumiendo no se trata de sustituir la razón por los sentimientos, ni tampoco lo contrario. Se trata de reconciliar cabeza y corazón, tanto en la familia, en las aulas o en las relaciones humanas en general. Es un descubrir la manera inteligente de armonizar cabeza y corazón, razón y sentimientos, y de unificar a nivel mundial estos conceptos con miras a la formación de los llamados ciudadanos planetarios.<br />Bibliografía consultada<br />F.Corominas. Educar en positivo, Colección hacer Familia. Ediciones Palabra S.A 2001<br />A.Aguiló. Educar los Sentimientos. Colección hacer Familia. Ediciones Palabra S.A.,2002<br />E. Brenes. Teoría de la Educación. Editorial Universidad Estatal a Distancia, San José, Costa Rica, 2005<br />