1. Begoña Gros hace
notar la diferencia
entre trabajar solo a
trabajar con el grupo.
Además de poder
consultar a alguien
más experto.
2. La evolución de los
entornos virtuales ha sido
importante y,
actualmente, tanto las
plataformas de e-learning
como el uso del software
social permiten la
comunicación y el trabajo
colaborativo entre
estudiantes y profesores.
3. Las buenas prácticas
en el aprendizaje en
línea recomiendan una
pedagogía que dé
apoyo al desarrollo de
comunidades de
aprendizaje (Salmon,
2000; Garrison-
Anderson, 2005 ). Esta
perspectiva constata la
necesidad de adaptar
la tecnología para
mejorar los procesos
interactivos en la
formación en línea
como un elemento
clave para el aumento
de la calidad del
aprendizaje.
4. En la formación en línea es
muy importante crear
comunidades de aprendices
y para ello es fundamental
diseñar unas buenas
actividades para promover la
interacción, el intercambio y
el trabajo en grupo.
Como señala Wenger (1998),
una comunidad de práctica
se crea alrededor de tres
elementos básicos:
(1) comprensión
compartida, la cual es
constantemente
renegociada por sus
integrantes.
(2) compromiso mutuo, que
une a sus miembros en un
grupo cohesionado.
(3) un repertorio
compartido de recursos
comunes como resultado de
una práctica compartida.
5. La investigación sobre el aprendizaje en línea
evidencia la necesidad de cambios en la práctica
pedagógica y organizacional, Las dificultades que
supone el trabajo colaborativo, la producción
conjunta de conocimiento es elevada. Los
estudiantes no suelen estar acostumbrados a este
tipo de aprendizaje y, además, las herramientas
que se incorporan en los entornos virtuales,
suelen
estar poco pensadas para facilitar el trabajo
continuado y evaluativo de docentes y estudiantes.
6. Los procesos de aprendizaje colaborativo tecnológicamente
mediados dependen de tres elementos o factores básicos:
1.- Situación de aprendizaje. (La situación de aprendizaje consiste en
la tarea o conjunto de tareas a realizar por los estudiantes que han de permitir alcanzar la
construcción colaborativa de conocimiento. Se trata pues de uno de los puntos críticos en el
diseño de entornos colaborativos de aprendizaje.
Obviamente, el diseño de la tarea o tareas debe estar en sintonía con las características de la
herramienta que debe facilitar su realización, o como menciona Kirschner (2004), con las
prestaciones de la misma.
2.- Características del grupo que colabora. La organización
puede ser diversa en función del contexto y las actividades. Podemos generar grupos por
afiliación voluntaria o establecerlos en función de grados de homogeneidad (de interés, nivel
de conocimiento, formación previa, intereses, capacidades, etc.) o, por el contrario, optar por
grupos heterogéneos (nivel de conocimiento, formación previa, intereses, capacidades, etc.).
No hay una fórmula mejor que otra ya que depende mucho de la situación. Lo que es
importante es
establecer mecanismos de control para asegurar que si no hay un buen funcionamiento o se
dan discrepancias sea posible la regulación del grupo.
3.- Tecnología. Es importante que la tecnología
utilizada apoye o medie la colaboración. Por ello, no todo el
software que permite el uso de foros o de gestión de información en grupo es adecuado.
7. Bibliografía: Begoña Gros (Ed) (2011) Evolución y retos de la
educación virtual. Construyendo el e-learning del siglo XXI. Barcelona,
Editorial UOC, Licencia Creative Commons.
Presenta: Adriana Sánchez Lira Flores