3. ¿Qué es un premio?
• Es todo acontecimiento que, seguido a
una conducta, aumenta la probabilidad de
que esa conducta se repita en el futuro.
4. CONDUCTA seguida de una Es probable que la conducta
EXPERIENCIA SE REPITA
AGRADABLE en el futuro de nuevo
Estoy La Es probable que se mantenga
sentado + profesora
trabajando me sonríe trabajando más tiempo
CONDUCTA seguida de una Es probable que la conducta
EXPERIENCIA NO SE REPITA
DESAGRADABLE en el futuro
Carlos Probablemente no vuelva a
juega con + Se quema
las cerillas jugar con cerillas
5. ¿cómo saber cuándo premiar y
cuándo castigar?
Los niños deben tener:
• Un castigo para:
– Conductas muy negativas y poco frecuentes.
– Por incumplir con una buena conducta que ya estaba
establecida y ya no requiere refuerzo mantener.
• Aprobación sin más para aquellas conductas
positivas consideradas ya adquiridas y no
requieren un refuerzo especial.
• Un premio para conductas que requieren
esfuerzo
6. Tipo de premios
• REFUERZOS MATERIALES
– COMESTIBLES: dulces, helados, chocolate, frutas,
pasteles, refrescos...
– JUEGOS: cromos, rompecabezas, tebeos...
– JUGUETES: piezas de Lego, hojas y sobres de
colección, muñecos, miniaturas, disfraces, juegos
para la videoconsola, DVDs...
– FICHAS: puntos escritos en papel que se le entregan
al niño acorde a su comportamiento y que puede
cambiar por otro tipo de premios (p.e., caramelo = 1
punto; ir al cine = 15 puntos)
7. • REFUERZOS SOCIALES
– ATENCIÓN DE LOS PADRES, en cualquiera de sus
formas, tanto positivas (besos, abrazos, guiños,
reconocimiento público...) como negativas (castigos,
regañinas acompañadas de atención, cuando el niño
no consigue atención de otro modo más positivo)
– APROBACIÓN DE LOS DEMÁS (un aplauso de los
compañeros, un comentario del profesor, una
felicitación de los tíos...)
– ENTRETENIMIENTOS con los amigos o con los
padres (ver la TV, ir al cine, escuchar música, ir al
fútbol, pedir una pizza...)
– DEPORTES (montar en bici, baloncesto, ping-pong, ir
a la piscina...)
– EXCURSIONES O ACTIVIDADES (hacer fotos, traer
a casa un amigo el fin de semana, ir al zoo...)
8. Cómo deben aplicarse los premios
• Deben estar relacionados con la conducta.
• Deben ser algo deseado por el niño.
• No es necesario que sea algo caro (el
niño puede ganarse puntos para obtener
privilegios)
• Un premio demasiado deseado puede
crear ansiedad e impedir un buen
rendimiento.
9. Cómo deben aplicarse los premios
• Premiar el proceso es más útil que
premiar el fin.
• Cuanto más pequeño sea el niño, más
inmediato debe ser el premio.
• Un premio conseguido por una conducta
no puede servir de castigo por otra
conducta distinta.
• Si el premio deseado no puede ser
inmediato, podemos utilizar puntos.
10. Cómo deben aplicarse los premios
• Al principio, los premios se deben
conseguir con poco esfuerzo para que el
niño gane confianza en sus propias
posibilidades. Después, para CONSE-
GUIR EL MISMO PREMIO deberá hacer
algo más difícil o de igual dificultad, pero
durante más tiempo.
• AUTORREFUERZO: en la medida de lo
posible debe ser el mismo niño el que
anote los puntos.
11. Cómo deben aplicarse los premios
• Los puntos o premios materiales deben
tender a extinguirse, exigiendo al niño un
esfuerzo mayor para conseguir un mismo
tipo de premio (sino sería un “chantaje”)
• Cada conducta que deseamos cambiar
deberá tener su premio independiente.
• Es muy eficaz utilizar a los demás como
reforzadores (aprobación o desaprobación
social, como parte del sistema de
regulación social)
12. Cómo deben aplicarse los premios
• Utilizar refuerzos internos (autosatis-
facción) más que externos (premios mate-
riales o sociales)
• Cuando sea posible, es preferible un
refuerzo social más que un refuerzo
material.
13. Los puntos o las fichas canjeables
• Los puntos en sí mismos pueden ser un
premio.
• Los puntos pueden cambiarse después por un
premio mayor, exigiendo cada vez más puntos
para conseguir el mismo premio.
• Se puede dar la misma cantidad de puntos
para conseguir un premio y aumentar la
exigencia cada vez.
• Se puede confeccionar un camino de puntos y
el niño recibe un premio cada cierta cantidad
de puntos y un gran premio final
14. La atención es el mejor reforzador
• Los niños prueban si los límites educativos que
les hemos impuesto son firmes (¿siempre
que...?) y estables en el tiempo (¿si lo vuelvo a
hacer...?) e independientes del contexto (¿en
casa no puedo, pero en...?)
• Lo que más le interesa al niño es acaparar la
atención, mecanismo instintivo, posiblemente
grabado en nuestro código genético que debió
servir para garantizar la supervivencia de las
crías.
15. La atención es el mejor reforzador
• Respecto a la necesidad de acaparar la
atención, los niños parecen seguir ciertos
principios básicos:
– ES ESTUPENDO QUE ME HAGAN CASO.
– SI NO TE HACEN CASO ES QUE NO TE
QUIEREN.
– SI NO CONSIGO ATENCIÓN POR MIS BUENAS
CONDUCTAS LA OBTENDRÉ POR LAS
MALAS.
– MÁS VALE QUE ME CASTIGUEN Y SENTIR
QUE SE OCUPAN DE MÍ, QUE PASAR
DESAPERCIBIDO.
16. ¿Cuándo se corre el riesgo de que nuestra atención
hacia las conductas negativas aumenten en lugar
de disminuir en el niño?
• Cuando sólo nos dirigimos a él para hablar de los
deberes, para mandarle estudiar o regañarle por
llegar tarde.
• Cuando sólo se habla con los padres por haber
suspendido.
• Cuando sólo proponemos un profesor particular
cuando el curso ya está mal, en vez de hacerlo para
que aprenda a organizarse al comienzo del curso, e
irlo eliminando después.
• Cuando nos olvidamos de él cuando hace las cosas
que debe, acordándonos de nuevos cuando nos
inoportuna o hace algo malo.
17. ¿Cuándo se corre el riesgo de que nuestra atención
hacia las conductas negativas aumenten en lugar
de disminuir en el niño?
• Cuando contamos a otras personas, delante de él,
las malas jugadas que hace, comentando sólo lo
negativo.
• Cuando, de los resultados de sus esfuerzos, sólo
destacamos lo que le sale mal.
19. ¿Qué es un castigo?
• Es toda experiencia u objeto que, seguido
a una conducta, hace que disminuya la
probabilidad de que la conducta se repita
en el futuro
20. Tipos de castigos
• Físico: pegar, sujetar del pelo hasta que se
levante, agarrarle impidiendo cualquier
movimiento, obligar a permanecer sentado en
una silla, poner de cara a la pared.
• Actividad desagradable: copiar la lección,
hacer cuentas, limpiar lo que se ha manchado...
• Suprimir una actividad agradable: dejar sin
recreo, suspender un premio prometido, quitar
puntos, anular una fiesta, salida o excursión.
21. Tipos de castigos
• Social: reprimenda, ridiculizar delante de otros,
insultar, colocar el error para que todos lo
puedan ver (el examen suspenso, la lámina
rota...), sentarle en el “rincón de los torpes”.
• Tiempo fuera de refuerzo positivo: aislar al
niño de lo que resulta gratificante (salir de clase,
dejarle en el cuarto cuando los demás están en
el salón, quedarse en el coche...)
– Esta lista incluye TODO TIPO DE CASTIGOS,
MUCHOS DE ELLOS TOTALMENTE INADECUA-
DOS.
22. Cómo deben aplicarse los castigos
• Un castigo debe suponer una señal para
que el niño se dé cuenta de que ha
franqueado un límite impuesto a una
conducta.
• Cuando los límites no se ponen a tiempo,
se puede llegar a tener la sensación de
que, cuando la conducta es castigada, no
funciona.
• El castigo debe tener relación con la
infracción.
23. Cómo deben aplicarse los castigos
• Si aplicamos un castigo y después el niño
se sale con la suya, no sólo el castigo
será ineficaz, sino que el niño se
acostumbrará a castigos desmedidos que
no significan realmente nada y cada vez
necesitará que sean más contundentes
para que sean algo significativo.
• El castigo no debe ser más perjudicial que
la conducta que se desea eliminar.
24. Cómo deben aplicarse los castigos
• Cuando aplicamos un castigo a una
conducta que se repite con demasiada
frecuencia es posible que debamos
sustituir el sistema por un premio a la
conducta contraria.
• Un castigo debe ser siempre aplicado con
coherencia y sistematicidad (siempre que
se produzca la conducta deberá
producirse el castigo)
25. Cómo deben aplicarse los castigos
• El castigo es necesario para delimitar
ciertas conductas y combinado con el
refuerzo o premio de las conductas
opuestas a las que queremos cambiar,
resulta muy efectivo.
• Los castigos ayudan a mantener las
conductas ya adquiridas, los premios a
instaurar conductas nuevas.
26. Cómo deben aplicarse los castigos
• La eficacia de los castigos es limitada.
Pasado el castigo, la conducta se puede
volver a repetir.
• Algunas formas de castigo son
inaceptables sea cual sea la conducta a
modificar.
• Sólo el castigo físico severo tiene efectos
duraderos, pero tal forma de castigo es
muy contraproducente (malos tratos)
27. Cómo deben aplicarse los castigos
• Los castigos físicos sólo se utilizan, de
forma moderada, en casos aislados y muy
extremos en niños cuyo comportamiento
es tan desajustado que el especialista los
recomiende.
• Lo que llamamos “una bofetada a tiempo”
no resulta perjudicial si es una medida
aislada en la vida del niño, simbólica, y no
es fruto de la descarga de rabia de los
padres.
28. Cómo deben aplicarse los castigos
• Las modificaciones que se producen
utilizando el castigo o la amenaza de castigo
sólo se mantienen mientras esté presente “la
persona que puede imponer el castigo”.
• El castigo social puede ser psicológica-
mente perjudicial para el niño, no
contribuyendo a mejorar la mala imagen que
tiene de sí, fruto de la cual se produce su mal
comportamiento. La humillación engendra
depresión o agresividad.
29. Cómo deben aplicarse los castigos
• Los castigos físicos y sociales severos e
irracionales producen sentimientos de rabia y
odio de los niños hacia la persona que los
aplica.
• Los castigos físicos irracionales o severos
generan comportamientos agresivos en los
niños y frustración y sentido de culpabilidad
en los adultos.
• Para que un castigo siga funcionando cada
vez debe ser más intenso.
30. Cómo deben aplicarse los castigos
• Cuando un niño sólo responde a castigos
severos debemos pensar que hemos
fallado en la forma de imponer la
disciplina. No todos los niños son igual de
dóciles, pero la falta de refuerzo positivo
hace que dependamos única y
exclusivamente del castigo. Sería aconse-
jable pedir una opinión concreta a un
orientador educativo (psicólogo o pedagó-
go).
31. Cómo deben aplicarse los castigos
• Los castigos sólo son útiles si constituyen
un límite para una conducta, si son leves y
relacionados con la conducta que se ha
infringido y si van acompañados del
refuerzo de las conductas positivas
contrarias a las que queremos eliminar.
• Poner límite a una conducta no quiere
decir que debamos fastidiar de alguna
manera al niño.
32. Cómo deben aplicarse los castigos
• Eliminar una actividad agradable o el
tiempo fuera de un refuerzo positivo son
dos medidas educativas que se pueden
emplear sin miedo y con frecuencia.
• El tiempo fuera de refuerzo positivo
resulta muy útil cuando sospechamos que
un niño se porta mal para que todos estén
pendientes de él. Consiste en retirar al
niño a un lugar en donde no pueda recibir
atención de los adultos.
33. Cómo deben aplicarse los castigos
• Para que el “tiempo fuera” funcione, no se
debe retirar al niño a ningún lugar que le
produzca “miedo”, asegurándonos que si
el comportamiento del niño empeora no
vamos a tener necesidad de intervenir
• Al eliminar una actividad agradable se
debe tener en cuenta que su suspensión
no debe perjudicar a otras áreas de
desarrollo del niño.
35. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
• Debemos tener en cuenta que igual que
los adultos podemos modificar la conducta
de los niños, éstos modifican de forma
intuitiva la nuestra.
• Las normas deben ser claras, estar bien
definidas, y ser adecuadas para cada niño
según su edad.
• No pedir cosas que el niño no sea capaz
de hacer.
36. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
• Es importante establecer diferencias entre
los hermanos. De otro modo los mayores
tienen la sensación de que crecer sólo
trae consigo obligaciones y no tardarán en
aparecer conductas regresivas (comporta-
miento infantil) y, por otro lado, los
pequeños no desearán crecer (¿para qué
perder los privilegios que tiene?
37. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
• No es injusto que un pequeño se quede,
por ejemplo, sin ir a una actividad o no
recibir “la paga”. De este modo deseará
crecer y hacerse mayor como su
hermano. Hacerse mayor será deseable
porque ser pequeño no trae consigo todos
los privilegios.
• Cuando exijamos al niño, no debemos
actuar de forma contradictoria.
38. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
• Debemos ser coherentes en la aplicación de las
normas:
– Si prohíbes algo, se coherente y hazlo siempre.
– Si crees que una situación merece una excepción,
explícaselo antes al niño.
– No cedas después de muchas súplicas, pensará que
se ha salido con la suya.
– Si te cuesta mantenerte ante la debilidad del niño,
plantéate si estás reaccionando así por tu propia
debilidad.
39. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
– Los castigos exagerados suelen ponerse en
momentos de rabia. Si lo hemos dicho, debemos
cumplirlo, pero en ocasiones puede ser muy difícil.
Cuando te sientas descontrolado, date tiempo para
pensar y no pongas un castigo desmedido que más
tarde te cueste hacer cumplir.
• Cuando se produzcan desacuerdos sobre
la forma de educar a los niños, nunca se
debe discutir delante de ellos.
• Evite centrar la autoridad en un solo
adulto.
40. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
– No delegue la autoridad en otro.
– No se desautorice nunca.
– No modifique los castigos una vez
anunciados (sobre todo si ya ha habido
alguna ocasión en que “se ha salido con
la suya”)
– Trate de evitar situaciones peligrosas.
– No castigue con algo que no pueda
cumplir.
41. Cómo aumentar las conductas
positivas y eliminar las negativas
– Haga la vista gorda cuando no se sienta
con fuerzas para mantener un límite que
ya ha puesto en otras ocasiones.
– Los castigos deben ser proporcionados
a la falta.
– Acostumbrar al niño a pedir permiso
para realizar las cosas (levantarse del
sitio, dejar de hacer una tarea, ver cierto
programa de TV...)
42. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si no termina las tareas, se dispersa y
parece poco motivado:
• Adaptar la exigencia de la tarea a su
capacidad de atención y control,
estructurando la tarea en tiempos cortos.
• Reforzar el trabajo terminado, especial-
mente el BIEN terminado.
• Trabajar en una mesa individual en los
momentos que requieren mayor
concentración.
• Reforzar con atención cuando está sentado
trabajando.
43. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se levanta continuamente del asiento:
• Ignorarle cuando acuda a nosotros sin el
trabajo terminado.
• Ir a su asiento a verle cuando esté
trabajando sentado, dándole un “respiro” si
vemos que necesita moverse.
• Reforzarle con puntos si trabaja sentado
(medir el tiempo si es preciso).
44. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se levanta constantemente para
enseñar la tarea no terminada:
• Repasar las normas antes de comenzar la
clase (p.e., “nadie puede venir a la mesa
del profesor sin tener el trabajo terminado,
para preguntar dudas se levanta la mano y
yo me acercaré a su mesa”).
• Si acude antes de tenerla terminada, le
ignoraremos totalmente.
45. Cómo mejorar la conducta en clase
• Cuando quiera llamar la atención
distrayendo a los compañeros,
molestándoles o haciendo tonterías,
aplicaremos “tiempo fuera de refuerzo
positivo”.
46. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se dispersa con facilidad. No escucha
cuando se explica algo en clase:
• Hacerle participar en la explicación
(sujetando algo, repartiendo materiales...)
• Hacerle preguntas frecuentes y fáciles para
que se anime al ver que sabe contestar las
respuestas.
• Acercarnos a su mesa y continuar allí la
explicación cuando veamos que ha perdido
el hilo.
47. Cómo mejorar la conducta en clase
• Apoyar nuestra mano en su hombro
mientras explicamos a todos.
• Concederle un punto por cada explicación
en la que haya atendido y participado con
interés.
48. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se frustra fácilmente, cuando no le
sale un ejercicio y lo rompe:
• Utilizar la técnica de la tortuga (para
ayudarle a frenar su rabia).
• Enseñarle formas alternativas de
reaccionar (pedir ayuda al profesor o a su
compañero)
• Las autoinstrucciones pueden ayudarle a
autoevaluarse y tomar conciencia de dónde
tuvo el fallo.
49. Cómo mejorar la conducta en clase
• Adaptar la exigencia a su poca capacidad
de control. No debemos sobrepotegerle
con actitudes compasivas cuando no le
salgan bien las cosas, pero sí deberemos
ayudarle a encontrar la solución más
correcta en cada caso, fragmentándole la
tarea y felicitándole por cada una de ella
que haga bien, emitiéndole el mensaje:
– CREO EN TI,
– COMO SÉ QUE PUEDES POR ESO TE
EXIJO, PERO COMO SÉ QUE TE CUESTA TE
LO RECONOZCO.
50. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si molesta a los compañeros:
• Conviene que en la clase haya algún
pupitre aislado, pegado a la pared, como
un lugar tranquilo donde poder trabajar
tranquilo.
• Si molesta para llamar la atención, tanto
del profesor como de los compañeros,
deberemos utilizar el “tiempo fuera de
refuerzo positivo”
51. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si juega con pequeños juguetes que
se trae de casa:
• Lo mejor es no permitir juguetes en clase.
• Para cuando los traen a clase,
deberemos establecer algunas medidas o
normas:
1. Situar un cesto donde puedan meter, a
primera hora de la mañana, los objetos que
hayan traído.
2. Los juguetes deberán permanecer fuera de la
vista para que los niños no se distraigan
mirándolos.
52. Cómo mejorar la conducta en clase
3. Cuando los niños salgan al recreo, los
juguetes se reparten y al volver se colocan de
nuevo en el cesto, hasta la hora de comer.
4. Podemos nombrar un encargado del cesto de
juguetes, de tal manera que no necesitemos
estar pendientes salvo excepciones.
5. Si un niño no entrega su juguete y se le
descubre en clase jugando con él (los
hiperactivos no pueden controlar tenerlo en la
mesa y no sacarlo), el profesor lo guardará
durante un día entero y lo colocará en el cesto
al día siguiente.
53. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si hace gracias para que todos se rían
de él:
• En las normas del aula debe quedar claro
que existen momentos para trabajar y
momentos de diversión, aplicando el
“tiempo fuera de refuerzo positivo” al niño
que inclumpla las normas.
• Si las llamadas de atención se producen
con frecuencia cabe pensar que es
posible que no esté recibiendo los
refuerzos positivos suficientes, por sus
buenas conductas.
54. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si cuando sabe algo que ha
preguntado el profesor, se levanta del
asiento con la mano levantada
diciendo “yo, yo, yo, seño, yo...”:
• Las normas de clase deben incluir una
descripción clara de la forma en que los
niños deben hablar en grupo, tanto si se
trata de un coloquio como si se trata de
contestar a preguntas del profesor. Si el
niño no cae en la cuenta de su acción
inadecuada, recurriremos a darle una
pista indirecta (“Pedro está sentado y...”)
55. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si quiere ser el primero de la fila y
acaba peleándose con todos:
• Establecer nosotros un orden en la fila u
ofrecer al niño alguna responsabilidad
que le impida bajar con todos (encargado
de cerrar la clase)
• Utilizar como privilegio el der el primero
en salir.
• Que el niño se ponga como objetivo
“respetar la fila, andando tranquilo y sin
empujar” en el cartel de autorefuerzo.
56. Cómo mejorar la conducta en clase
• Recurrir a un autorregistro sin casillas
ralladas, de modo que cuando el niño
consiga el número de puntos estipulado
(al comienzo pocos) recibirá una nota
para los padres felicitándole por haberlo
conseguido.
• Si el niño se pelea o da problemas en la
fila, además de no obtener puntos en ese
momento, le mandaremos al final para
que practique en “saber esperar”. En
ningún caso se quitarán puntos
conseguidos por mal comportamiento.
57. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se entretiene cambiándose de ropa
y sale siempre el último del gimnasio:
• Podríamos dar un punto o privilegio a
aquel niño que se cambie el primero.
• Podríamos dar un punto al niño “tardón”
por terminar de vestirse rápido.
• Poner como objetivo de todo el grupo la
mejora de esa conducta.
58. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si se acelera después de una
actividad agitada (juego en el recreo o
en Educación Física) y está “como una
moto” después:
• Procurar dejar los 5 ó 10 últimos minutos
de la clase o de la actividad para llevar a
cabo ejercicios de relajación (correr a
ritmo lento, tumbarse, sentir el latido del
corazón, agitar los brazos suavemente,
agitar las piernas, sentarse, mecerse
como llevados por el viento, hacer giros
con la cabeza...)
59. Cómo mejorar la conducta en clase
– Si corre y se desliza por los pasillos,
rara vez está en la fila:
• Permitir que baje a nuestro lado (o
dándonos la mano)
• Encargarle de cerrar la clase.
• Sancionar el incumplimiento de las
normas (que vuelva a realizar el camino
pero muy lentamente y varias ocasiones)
• Enviarlo el último cada vez.
• Reforzar la conducta contraria (dar
puntos cada vez que baje bien en la fila)
61. • Para mejorar el rendimiento escolar debe-
remos tener en cuenta las siguientes nor-
mas fundamentales:
Es más efectivo que el niño realice poco
trabajo muy frecuentemente que mucho a la
vez.
Si queremos reforzar la atención, deberemos
exigir tiempos de concentración cortos.
Debemos centrar la recuperación en aquellos
aspectos específicos que estén alterados.
Es imprescindible que el niño pueda
comprobar claramente que mejora.