La megarexia es un trastorno alimenticio en el que las personas son obesas pero no reconocen ni aceptan su exceso de peso. Se caracteriza por una distorsión en la percepción de la propia imagen corporal que conduce a una mala alimentación y aumento de peso. Los megaréxicos corren el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes y problemas cardiovasculares debido a su sobrepeso y nutrición deficiente. El tratamiento requiere ayuda psicológica y nutricional para que reconozcan su problema y establezcan
2. • Si las personas que padecen anorexia se miran
al espejo y se ven obesas, aunque se les
marquen los huesos bajo la piel y sufran una
delgadez límite, a los megaréxicos les ocurre
exactamente lo contrario, no son capaces de
percibir su exceso de peso, encuentran su
físico agradable, y no sólo no se preocupan por
la línea, sino que se atiborran de comida poco
saludable, como dulces y grasas. Son obesos
malnutridos, que cada vez comen más y peor.
3. • La megarexia es un trastorno alimentario, menos
conocido que la anorexia, la bulimia o la
ortorexia, pero no por ello menos grave. Además,
teniendo en cuenta que la obesidad es un
fenómeno en aumento, que afecta ya a más de
500 millones de personas en todo el mundo, es
posible que muchos individuos con sobrepeso
sean megaréxicos no diagnosticados, que
terminarán siendo obesos si no toman conciencia
de su problema y rectifican su estilo de vida a
tiempo.
4. • El nutricionista español Jaime Brugos fue
quien dio el nombre de megarexia a un
desorden del comportamiento alimentario,
que consiste en ser obeso sin querer verlo ni
admitirlo. Se trata, en realidad, de una
distorsión en la percepción de su propia
imagen corporal y, por lo tanto, es un
problema de origen psicológico que tiene
como consecuencia el aumento de peso y la
malnutrición en aquellos que lo padecen.
6. • El sobrepeso y, sobre todo, la obesidad, son
factores de riesgo que incrementan
significativamente la posibilidad de sufrir
numerosas enfermedades como síndrome
metabólico, diabetes, enfermedades
cardiovasculares, apnea, gota, cáncer…
7. • Los megaréxicos, además, como consideran que su
talla es correcta y que no tienen ningún problema de
salud, no se preocupan por incluir en su dieta
alimentos nutricionalmente adecuados, sino que
comen aquello que más les gusta y apetece, y que
suele consistir en fritos, carbohidratos, grasas, dulces,
pizzas, y todo tipo de alimentos que aportan lo que
los expertos consideran como calorías vacías, por lo
que además de obesos, otra de las consecuencias de
las personas que padecen megarexia es que están
desnutridos y suelen padecer anemia por la falta de
nutrientes.
8. • Independientemente del aspecto físico y de la talla
que llegan a alcanzar los megaréxicos, una
alimentación desequilibrada provoca falta de energía,
por lo que los afectados recurren a la comida para
sentirse mejor, y así se forma el círculo vicioso. Por
otra parte, tanto los kilos de más como la escasez de
energía, no invitan precisamente a llevar una vida
activa, y el sedentarismo incrementa aún más el
exceso de peso y los riesgos de padecer otras
enfermedades asociadas.
9. • n el caso de los megaréxicos se considera que
la obesidad, además de representar un
problema de salud en sí misma, es un
síntoma de malnutrición.
11. • Como ocurre con el resto de los trastornos
alimentarios, que tienen un origen
psicológico, para poder hacer frente a la
megarexia es necesario que el paciente
reconozca que tiene un problema.
12. • Pero, como en el caso de los anoréxicos, la imagen
que refleja el espejo, y que no coincide con la
percepción que tienen de su propio cuerpo, no les
hace cambiar de opinión, por lo que es necesario que
su familia les ayude a ver la realidad, y normalmente
necesitarán ayuda de un profesional médico (médico
de familia, psicólogo…) que les oriente sobre el
trastorno que padecen, y de un especialista en
nutrición que determine las pautas de una buena
alimentación para que empiecen a perder peso
mejorando al mismo tiempo su deteriorado estado
nutricional.
13. • Para conseguir y mantener un peso adecuado, este
experto en nutrición recomienda repartir los
alimentos en cinco o seis tomas al día, convertir el
desayuno en la comida más importante, no empezar a
comer menos sin consultar a un especialista porque
podríamos restringir nutrientes esenciales para el
organismo, y reducir sobre todo la ingesta de
azúcares. También aconseja evitar los alimentos
energéticos (como dulces o carbohidratos) poco antes
de acostarse, ya que durante el descanso nocturno no
seremos capaces de eliminar ese exceso de energía,
que se acumulará en nuestro organismo en forma de
grasa.
15. • La mejor prevención contra los trastornos
alimentarios, incluida la megarexia, es establecer
desde la infancia un estilo de vida saludable, que
incluya la práctica de ejercicio físico de forma
regular y una alimentación equilibrada, en la que
no falte ningún alimento, pero que limite al
máximo la ingesta de productos hipercalóricos y
poco nutritivos.