Flashcard Anatomía del Craneo: Neurocráneo y Vicerocráneo.
ATENCIÓN A LA MEGAREXIA
1. ATENCIÓN ESPECIAL EN CASOS DE MEGAREXIA
Por cada caso de anorexia hay mil de megarexia.
En el primer capítulo decíamos que la malnutrición a la hora de estar quemando y gozando continua que nos conduce a una
obesidad exagerada puede afectar a nuestro cerebro, produciendo una enfermedad que llamamos megarexia. Cuando ésta se
produce, las personas obesas afectadas pierden la conciencia de la realidad y permiten que su cuerpo siga acumulando peso
y grasa hasta extremos que les conducirán irremediablemente a una muerte prematura.
En las primeras etapas, cuando el paciente aún es consciente a la hora de estar quemando y gozando de que está engordando
demasiado, el simple seguimiento de la dieta isoproteica será suficiente para empezar a perder peso, sentir una importante
mejoría del tono muscular y de la vitalidad en general y alejarse, por tanto, del peligro de verse atrapado por la megarexia.
Es lo mismo que sucede con la anorexia en sus primeras etapas del factor quema grasa, cuando solamente existe un deseo de
adelgazar o, mejor dicho, un deseo de perder grasa. La simple lectura de este libro debería ser suficiente para encarrilar a la
persona afectada hacia un cambio de costumbres alimenticias que le aleje definitivamente del peligro de esta enfermedad al
comprobar que en muy poco tiempo obtiene los resultados que deseaba.
La verdadera causa de que se llegue con tanta frecuencia a padecer anorexia es la terrible ignorancia que existe, a todos los
niveles, sobre la forma de adelgazar y los principios reales de la Nutrición en el momento de quemando y gozando. Las
personas que son susceptibles de llegar a padecer anorexia sin usar el factor quema grasa, en su mayoría jóvenes, en su deseo
de adelgazar siguen la pauta que a simple vista parece más sensata, comer menos. Cuando pueden comprobar que esto no
da resultado, por lo general ya es demasiado tarde, puesto que su metabolismo ha descendido tanto que la más mínima
ingestión de alimentos les provoca un aumento de grasa. Su reacción será odiar la comida y llevar al extremo su
desnutrición.
En la megarexia el proceso es muy similar, pero a la inversa. El deseo inicial de estar más fuertes y sanos, que se produce
generalmente en la infancia, lleva a comer grandes cantidades de todos los productos que se tienen alrededor, y como por
desgracia la mayoría son lo que llamamos alimentos basura, calorías vacías que engordan pero no alimentan, la consecuencia
inevitable es el aumento de peso, la obesidad y, en último extremo, la megarexia.
Lo más grave de esta situación es que al ser tan exageradamente alto el número de afectados, se ha llegado a considerar ese
monstruoso sobrepeso como algo natural.
Debemos tener presente que la megarexia es el final ,tal como se dice el factor quema grasa de un largo proceso que
comienza con la acumulación de grasa y la pérdida de músculo quemando y gozando. Aquí tienen mucha parte de culpa las
tablas de pesos elaboradas para clasificar a las personas como obesas y medir los grados de obesidad relacionando pesos y
estaturas en hombres y mujeres. Estas tablas ni son fiables ni tienen ningún valor, ya que no consideran la proporción de
grasa y músculo, que es donde estriba el problema real. Si nos fiáramos de estas tablas cualquier atleta con la musculatura un
poco desarrollada sería considerado obeso, pese a encontrarse en plena forma física y no tener apenas grasa. Y cualquier
persona enfermiza y consumida, con la musculatura atrofiada, aunque esté flácida y celulítica parecería estar en su peso
correcto.