2. En el estómago pueden darse diferentes patologías, dentro de estas se encuentran las úlceras. Éstas en general son conocidas como úlceras pépticas, entre las que se pueden distinguir las duodenales y las gástricas. En este caso vamos a desarrollar las ulceras gástricas, que se dan en el estómago. Éste es una continuación del tubo digestivo. Está dividido en fondo, cuerpo y antro. Externamente se encuentra cubierto por el peritoneo visceral y tiene capas de musculatura longitudinal, circular y oblicuas que facilita los movimientos necesarios para mezclar los alimentos con los jugos gástricos. Internamente está formado por una capa mucosa muy gruesa en la que se localizan las glándulas gástricas formadas por dos tipos de células, las principales que producen pepsinógeno y las parietales que secretan ácido clorhídrico. Muchas veces la protección de las paredes del estómago contra el ácido clorhídrico (HCL), no es suficiente y puede ocurrir que el jugo gástrico digiera la pared estomacal provocando llagas o úlceras
3. Las causas del origen de este trastorno son muy diversas: aumento de la secreción ácida en el estómago, alteraciones de la mucosidad que protege al tracto digestivo, ingesta de fármacos como AINES -antiinflamatorios no esteroideos- y aspirina, e infección causada por la bacteria Helycobacter pylori, entre otros. El síntoma principal de una úlcera es el dolor en la parte alta del abdomen que producen diversos síntomas que se conocen con el nombre de dispepsia. Este término, por lo general, incluye a las náuseas, vómitos, anorexia, timpanismo, además de dolor o incomodidad.
4. El diagnóstico de la úlcera péptica por lo general se basa en la localización del dolor, su carácter y los factores que lo exacerban o lo alivian. Es típico que el dolor ulceroso sea parecido a la sensación de hambre que produce una torsión y calambre que se sitúa en el hueco del estómago. En ciertos casos, sobre todo cuando la úlcera se asocia a una gastritis , puede ser menos agudo o parecido al escozor que produce una quemadura. La crisis dolorosa tiene una duración variable. En general, se prolonga de una a tres horas, pero también puede permanecer hasta que se efectúa una nueva comida. No obstante, cede con la ingestión de alimentos, aunque se trate de una pequeña cantidad: una galletita, un pedazo de pan, incluso un vaso de agua hace que en general el dolor desaparezca, si bien se renueva con las comidas siguientes y, después, al cabo de algunos días, cesa durante un período de remisión extremadamente variable. Sin embargo, debe destacarse que el dolor producido por una úlcera tiene siempre las mismas características y la misma periodicidad. Si la dolencia no se trata de una forma adecuada, las crisis dolorosas se hacen, por lo general, cada vez más frecuentes.
5. Existen muchos medicamentos diferentes que son efectivos, entre los cuales están un antagonista de los receptores H2, como famotidina o nizatidina , o un inhibidor de la bomba de protones, como omeprazol o esomeprazol para inhibir el ácido, combinado con dos antibióticos. Después de terminar los medicamentos, el médico probablemente ordenará un examen para asegurarse de que la infección por H. pylori haya desaparecido. A las personas que no tienen la infección por H. pylori se les puede prescribir medicamentos para curar la úlcera, como los antiácidos, los antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones, y es posible que sea necesaria la terapia a largo plazo. Si la úlcera sangra, la endoscopia puede controlar el sangrado en la mayoría de los casos. Se puede recomendar la cirugía para las personas que no responden a los medicamentos o a la endoscopia