Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
Educacion pedagogia y etica 211006
1.
2. Al enseñar muchas veces no se
establece relación con el
pensamiento del estudiante; en
otros términos, no se le respeta,
ni se le reconoce como a un ser
pensante, y el niño es un
pensador. Hay que difundir y
enfatizar la observación de Freud
en el sentido de que el niño
es un investigador.
Reprimirlo, obligándolo a
memorizar y repetir cosas que no
le interesan o que él no puede
investigar, no es algo a lo cual se
pueda llamar educación.
3. Bien merece un comentario la
diferencia apreciativa que hacen
los niños entre la clase y el
recreo. Desde primaria
aprendemos que hay dos cosas:
una aburrida y útil llamada
clase y otra maravillosa e inútil
llamada recreo. Por tanto, el
saber no es un
disfrute, aprender es
lo contrario de
disfrutar; disfrutar es lo
contrario de aprender. La única
motivación sería entonces un
interés exterior, no un interés
por la cosa misma.
4. Cuando al alumno le enseñan
que dos más dos son cuatro, que
menos por menos da más, el
alumno no entiende ni
comprende el por qué; él
solo sabe que si lo repite obtiene
buenas calificaciones. Mientras no
sepa la razón por la cual menos por
menos da más, no hay una
apropiación del proceso
que conduce a dicho
resultado, lo que demuestra
que también las matemáticas
pueden ser un dogma, al igual que
la religión.
5. Desde la primaria al estudiante
se le educa en función del
examen, sin que la enseñanza y
el saber le interesen o se
relacionen con sus expectativas
personales. En nuestro sistema
educativo la gente adquiere la
disciplina desgraciada de hacer lo
que no le interesa; de competir
por una nota, de estudiar por
miedo a perder un año. Más
adelante trabaja por miedo a
perder el puesto. Desde la
niñez el individuo
aprende a estudiar por
miedo y a resolver
problemas que a él no le
interesan.
6. Ética y educación: Este es
un país sin ética. Aquí no hay
propósitos plausibles que sean
compatibles con una vida
organizada, faltan reformas de
fondo pero la que debe informar a
las demás es la de la
educación, porque aquí no
hemos sido educados como
sujetos autónomos que
identifiquemos valores y nos los
apropiemos sino que todo ha sido
impuesto. No hay nada más libre
que elegir rumbos para darle
sentido a la vida y aquí no ha
habido espacio para eso.
7. Nos dicen que ser educador es estar al servicio de la construcción
y de la conquista del ser humano, de su propia identidad y
realización más radical en la armoniosa y responsable convivencia
en el ecosistema. Este es el desafío que la ética
lanza al ser humano. Es la conciencia ética la que
posibilita en nosotros frente a una cultura de muerte la indignación
y la construcción de formas alternativas y nuevas de vivir con
calidad.
La ética viene a responder al llamamiento fundamental intrínseco
al ser humano que busca siempre ser más. Somos seres
inacabados, somos barro, abiertos a una trascendencia infinita.
La ética nos recuerda cotidianamente que la
vocación humana en el cosmos, en el mundo
no es la de pisotear, dominar y destruir sino la
de convivir armoniosamente, de
administrar responsablemente la
vida en su proceso de desarrollarse hasta la
máxima expresión de sí y así, realizarse en la
realización de otras vidas.
8. El Filósofo - y todo maestro debe ser
filósofo - es alguien que despierta en
nosotros la alegría de aprender a pensar:
Pensarnos a nosotros mismos, pensar la
realidad, pensar a los demás, pensar a
Nuestro Dios. Es la dicha de pensar la vida
pero no simplemente para contemplarla
sino para transformarla como Dios quiere.
Nos ayuda a descubrir en nosotros la capacidad de
admiración, de interpelación, de análisis. Nos impulsa hacia
la interpretación y la hermenéutica. No nos enseña lo que
dijeron otros sino que nos invita a confrontar lo que ellos
dijeron con lo que hoy pensamos, decimos y hacemos
nosotros para comprometernos con lo nuestro pero con
razones y argumentos.
Ocurre por desgracia que muchos profesores se han
convertido en simples repetidores. Es nuestra desgracia nos
enseñan a repetir pero no a crear.
9. Generalmente la educación
precisa ser la lucha para la
construcción de nuevas
posibilidades, aún adormecidas
por una ideología capitalista, utilitarista
y consumista.
El ser humano tiene en sí mil
potencialidades. El puede y quiere ser
diferente, lo que le falta al niño y al
joven son referencias de adultos
significativos no mediocres.
Sólo maestros significativos
ayudarán a la reconciliación del niño y
del joven consigo mismo, con los
demás, con el ecosistema y con el
Dios de Jesús de Nazareth.
10. Hay dos maneras de ser maestro;
una es ser policía de la
cultura y otra es ser un
inductor y un promotor del
deseo. Ambas son contradictorias.
Un tipo de maestro es aquel
que me califica, pero sin consultar la
vivencia que yo tengo de la vida.
Otro tipo de maestro, es
aquel que consulta mi vivencia de la
vida. Es un maestro difícil de
encontrar, pues debe entrar en
contradicción con las exigencias del
sistema en que vivimos.
11. Indigestión es un estado del
cual se tiene que salir para poder
tener nuevamente apetito. En
educación, lo que Platón llama la
ignorancia no es una carencia, sino
por el contrario un exceso de
opiniones en las que tenemos
una confianza loca. La
educación efectiva tiene
que partir por crear una
necesidad del saber y
una necesidad de pensar
por sí mismo. Una
necesidad de aprender,
desaprender, aprender.
Formular preguntas por si mism@.
12. La Pedagogía de Jesús viene caracterizada por la actitud de hacer brotar de
dentro del ser humano su ser más íntimo y por tanto educar toda la
potencialidad humana.
El ser humano está marcado intrínsecamente por una fuerza que puede ser fatal o vital,
según la manera como sea educada y orientada para la vida en comunidad.
La pedagogía del Maestro Jesús nos enseña que el
verdadero proceso de educación acontece por medio de
proyectos de vida que los educadores muestran en
su manera de ser y de actuar.
A los que se empeñan en el proceso educativo
de ser un adulto significativo en la vida
de los otros, les toca el desafío de ser en
primer lugar referencia cuestionadora de un
sentido común permeado por ideologías
alienantes; en segundo lugar proporcionar
alternativas de vivencias comunitarias,
acogedoras y liberadoras; en tercer lugar,
ensayar nuevas respuestas humanitarias que
busquen la defensa y la promoción de la vida en
medio de los nuevos desafíos que se derivan del
poderío técnico - científico.
13. Kant ofrece al maestro los principios
básicos del racionalismo como
pedagogía y filosofía necesaria en
todas las materias. Son tres las
exigencias racionales: una
es pensar por sí mismo, al
renunciar a una mentalidad pasiva que
recibe las verdades o simplemente las
acepta de alguna autoridad, tradición o
prejuicio; la segunda es ser capaz
de ponerse en el punto de
vista del otro, en la perspectiva
de llegar cada uno hasta las últimas
consecuencias, para ver en que
medida son coherentes consigo
mismo; y la tercera es llevar las
verdades ya conquistadas
hasta aceptar que podemos
estar equivocados.
14. La ética aplicada a la educación nos desafía para la
formación de una aptitud general y fundamental de
saber situar - se, referir - se a sí y a las preguntas
fundamentales de la vida en el ecosistema. Es
hora de pensar en el todo. Hora de
aprender a investigar todo con todo.
Es hora de saber salir de mi disciplina específica y
trascender.
Cuanto más sepamos trabajar la inteligencia que
articula el todo, lo general, más
preparada estará para las competencias
particulares y especializadas.
La pedagogía del maestro debe posibilitar la
percepción, la inserción, la defensa
y la formación de la unidad plural de
todo. En todas partes late la misma vida. Es
preciso cuidar de la vida para que
ella nos de flor y fruto, para que
ella continúe siendo vida plena y
15. Llamaremos disciplina del
temor a los métodos arbitrarios e
impositivos de la escuela. Para que
los maestros logren despertar el
interés y la atracción del alumn@,
necesitan prescindir de esta
disciplina. Sería el mayor logro de
la educación. Se lograría que sus
clases, sus enseñanzas, sus
opiniones fueran tan interesantes
para sus alumn@s, los atrajeran,
como cuando van a hacer las cosas
que les son prohibidas. Que la
educación llegue a ser
atractiva, hermosa,
deseada, ésa debe ser
nuestra búsqueda.
16. Mientras el alumno y el
profesor estén convencidos de
que hay uno que sabe y otro que
no sabe, y que el que sabe
va a informar e ilustrar
al que no sabe, sin que
el otro - el alumno -
tenga un espacio para
su propio juego, su propio
pensamiento y sus propias
inquietudes, la educación
es un asunto perdido.
17. No se trata de enseñar fundamentalmente a
descomponer sino a recomponer. Se
trata de re - situar, re - orientar y
re - significar las acciones humanas
dentro de un ecosistema armónico.
Por tanto, la dinámica de la duda y del re -
pensar la propia forma de
pensar y de concebir las cosas
es el paso primero y constante
en el proceso educativo. Nos
interesa la orientación y la
actitud fundamental de todo
estudiante. No nos interesa llenar la cabeza
de informaciones. Armemos un ser humano
capaz de pensar y articular el todo,
preservando la integridad del todo en la
defensa planetaria de la vida en todas sus
dimensiones. Es un contenido actitudinal para
librarnos de la fragmentación que lo
desarticula todo. Que todo lo vuelve texto
fuera de su contexto.
18. Ocurre con frecuencia el confundir el
respeto con dejar hacer lo que al alumno
le venga en gana. Este tipo de respeto
conduce a un mosaico de
microdogmatismos, en el que
cada cual tiene sus puntos de vista y
«respeta» el ajeno con tal que no se
metan en el suyo. Respeto
significa tomar en serio el
pensamiento del otro;
discutir, debatir con él sin
agredirlo, sin ofenderlo, sin
intimidarlo, sin desacreditar
su punto de vista, sin
aprovechar los errores que
cometa o los malos ejemplos
que presente, tratando de
saber qué grado de verdad
tiene; pero al mismo tiempo significa
defender el pensamiento propio como los
19. En este proceso de siembra , el
contenido principal es el labrar del espíritu
humano. El proceso educativo debe ayudar a
enfrentar las crisis fundamentales que se le
presentan a todo ser humano: Crisis de
identidad: Quién soy? Hacia dónde voy?
Que puede ser asumida por la constante
de afirmación de la personalidad en
busca de sentido para su vida. Crisis de
intimidad: quién es el otro, cómo me
relaciono con él. Que puede ser vivida por la
constante de comunicación.
Crisis de participación: Cómo me
integro en la sociedad. Cuál es mi función en
ella? Que puede ser experimentada por la
constante de madurez política
para ayudar en la construcción de la Nueva
Sociedad. Crisis de trascendencia:
cómo salgo de mi mismo, cómo sirvo a los
demás, cómo perduro. Cómo venzo la muerte.
Qué solo puede ser superada por la
constante de realización personal y
comunitaria si me coloco al servicio de los
20. Qué debo hacer para
realizarme? Esta pregunta muestra
que somos seres inacabados no
determinados por la naturaleza. Tampoco
somos seres predestinados es decir
determinados por el destino o por Dios.
El ser humano debe por tanto construir o
conquistar su ser. No nace hecho, se hace
humano, se vuelve persona.
El gran desafío de nuestras
vidas, es el proceso de construcción de
nuestro propio ser, volvernos persona,
ayudar a construir una sociedad diferente y
alternativa, una sociedad con calidad de
vida para todos.
21. Realmente es muy doloroso y triste percibir
que hoy, frente a problemas cada vez más
globales, planetarios, multidimensionales y
transdiciplinarios, la educación continúe marcada
cada vez más por saberes separados,
fragmentados, compartimentados entre disciplinas
- Con esta inhabilidad jamás se articula la
interdependencia de las partes con el todo.
Esta inadecuación fundamental que impide la
articulación y la captación del todo
refuerza la tendencia al suicidio colectivo de la
humanidad. Cada uno queriendo saber solamente de
si, se busca a sí por encima de todo y sobre todos.
Lo más grave de todo es que una educación que no
favorece la percepción global conduce al
debilitamiento del sentido de responsabilidad y de
solidaridad, una vez que cada saber solo responde por
«su pedazo». Es la muerte del todo.
22. Ser educadores es ser mujeres y
hombres comprometidos con labrar la
persona humana en vista de una convivencia
equilibrada. Ser educador es estar marcado
por el horizonte de la ética. Hablar de ética
es siempre hablar de un horizonte mayor.
Es establecer un compromiso con la
continuidad de la creación, transformando el
caos en cultura ordenada para un Reino de
fines, de valores inalienables.
La ética sirve para colocarnos en la dinámica
de la construcción de un mundo con calidad
de vida. Ella es la no conformidad, la no
indiferencia, frente a la situación que
perdura.
23. El terreno de la educación es tan solo el de la
siembra, donde se va gestando con hechos,
actitudes y proyectos el horizonte ético para
una nueva sociedad en todos los sentidos digna de
la condición humana, libre de poseer, acumular y
disfrutar egoísta e irresponsablemente.
Desgraciadamente la educación viene asumiendo
un aspecto demasiado pragmático,
preparando personas para la actual sociedad:
Consumista, exclusivista, capitalista, muy alejada
del Proyecto de Nuestro Dios.
La educación necesita asumir cada vez más la
función espiritual y trascendente, es decir,
cultivar un nuevo ser humano en una nueva
sociedad. Un ser que salga de sí mismo para
servir a los demás.
24. Una persona que pueda
pensar por sí misma,
apasionarse por la
búsqueda de sentido y
por la investigación, es
mucho menos manipulable...
Éste es el resultado que podría
provenir de una intensificación,
en nosotros mismos como
educadores, de la búsqueda de
una educación.
25. Verdaderamente la
enseñanza debe partir de los
ejemplos que el niño conoce a
través de su experiencia, para
mostrarle que lo que a él «le
parece» o ha vivido son también
problemas. Nuestra
enseñanza prescinde del
saber y la experiencia
del niño(a), y le ofrece
niño(a)
resultados finales del
conocimiento, que no son más que
verdades dogmáticas carentes de
vida o interés.
26. Y... finalmente si no se
tiene la posibilidad de
fracasar, tampoco se
tendrá la oportunidad de
triunfar, de vencer una
dificultad y sentir
satisfacción por ello. En
la educación es importante adquirir
el amor a vencer las dificultades
reales. Aquel que lo logra está
más lejos que nadie de la
tentación de las drogas, porque no
hay píldora alguna de la victoria
que sustituya la felicidad de haber
vencido con esfuerzo, con trabajo
una dificultad. Quien ama este
tipo de felicidad, no la buscará en
el consumo ni en el dinero.
27. Zuleta, el maestro y el
filósofo, experimentó en carne
propia que pensar por sí mismo
es más angustioso que creer
ciegamente en un líder.
Aprender a fracasar es algo
importantísimo en la vida. que
lo fundamental no es solo
realizar un trabajo sino saber
quién es uno y que sociedad
busca.
28. EN CONCLUSIÓN:
El mayor bien que
podemos hacer como
maestros no es el
de mostrarles a los
estudiantes nuestra
riqueza; sino el de
ayudarles a En este texto se siente la presencia de los profesores
descubrir la suya. Estanislao Zuleta, Celito Meier y Alberto Parra.