1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER PPULAR PARA LA EDUCACION
FUNDACION CONSERVATORIO VICENTE EMILIO SOJO
BARQUISIMETO ESTADO LARA
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Alumno:
Wilfredo Diaz
CI: 20410285
Prof.:
Luis Silva
3. INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo se tratara todo lo que concierne dentro de la
música venezolana a su historia y el desarrollo posterior a la llegada de los
instrumentos como la mandolina, bandola, violín y su adaptación a la cultura
y costumbres de nuestro país.
Tomando en cuenta lo antes dicho, se abordaran las temáticas sobre
el joropo y su ejecución en cada uno de los sitios donde se desarrolla y se
mantienes sus costumbres, se vera el como cada estado con sus diferentes
costumbres han adoptado diferentes instrumentos y formas de ejecución,
tiempos, principales interpretes, entre otros.
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4. HISTORIA DE LA BANDOLA EN VENEZUELA
La Bandola pertenece a la familia de los instrumentos Cordófonos,
estos son los de cuerdas que producen sonido al ser templados, la
ejecución se realiza por medio de frotado, rasgado, percutido o punteado;
está hecha de madera, sirve para tocar canciones tradicionales de la zona
en donde se toca.
De este instrumentos no aparecen referencias históricas en
Venezuela, sino hasta el siglo XIX. Las continuas guerras de ese siglo
arrasaron con archivos, documentos e icono-grafía local, impidieron quizá
guardar referencia concreta, algún dato sobre un constructor de este
instrumento. Ya en el siglo XX gracias a informantes regionales se ha
podido seguir su sonora huella, cuentan cronistas del llano que han
encontrado en el Estado Barinas su mayor expansión y su más elevado
número de ejecutantes. Fue en este estado donde nació el intérprete de
bandola más destacado y sin duda el que permitió su difusión nacional y
abrió las puertas de su internacionalización él es: Anselmo López “El Rey”
de la Bandola Llanera; Anselmo partió la historia del instrumento en dos: un
antes y un después de su fructífera obra, su depurada técnica de ejecución
caracterizada por el jalao o segundeo y su sonido virtuoso, entusiasmó a
nuevas generaciones de músicos que continuaron y enriquecieron ese
acervo. Es por eso que aunque el instrumento tuviese muy pocas
referencias, grabaciones o registros hacia 1950, y diera la impresión de ser
una manifestación casi extinta para ese momento hoy es un bien cultivado
en las grandes urbes de distintas zonas del país, y aparece en manos de
músicos jóvenes de Caracas y de otras ciudades no llaneras.
La bandola procede del laúd o ud persa de tres cuerdas, el cual se
convirtió en el rey de los instrumentos árabes antes de la conquista de
España en el año 710 de nuestra era. En Al-Andalus, como se conocía a
España bajo dominio islámico, se desarrolló la música y la danza que
trajeron los conquistadores del Imperio Árabe-Musulmán en compañía de
los bereberes norteafricanos. En la música Colombiana se acompaña de un
triple y una guitarra, en Europa Occidental se utiliza un instrumento muy
parecido llamado Mandolina, en Venezuela se ejecuta de manera muy
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5. completa y fuerte dándole un carácter de bravura. Hay varios tipos de
bandola:
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La bandola llanera
Es la que tiene mayor difusión en Venezuela gracias al trabajo de su
principal ejecutante, Anselmo López. Esta bandola posee cuatro cuerdas
(de tripa y nailon), que van en órdenes simples. Se tañe con una púa, uña o
plectro que puede ser fabricado con cacho de ganado. Por ser mayormente
difundida en los estados Apure, Barinas, Guárico, Cojedes y Portuguesa,
salen de su caja géneros como pajarillos, seis por derechos, chipolas,
corridos y toda la música llanera que se cruce en el camino.
La bandola oriental
Consta de ocho cuerdas de nailon o de metal organizadas también en
cuatro órdenes, y una caja de resonancia más grande y profunda que la de
la llanera. Generalmente en la parte superior de su caja es recta, es decir, la
pera está picada en su parte más angosta.
Sus cuerdas suenan con un plectro. Se ejecuta mayormente en los
estados Anzoátegui, Monagas, Sucre y Nueva Esparta, donde se le llama
también "Bandolín". En ella pueden sonar polos, galerones, malagueñas,
joropos con estribillos o diversiones orientales. Sus principales ejecutantes
fueron Cruz Quinal, el "Rey del Bandolín Morocho"; y Daniel Mayz quienes
dejaron de existir pero dejaron su legado en muchos discípulos. Un dato
importante es que la bandola oriental fue "exportada" hace ya varios años a
Trinidad y Tobago, donde se le conoce como "Bandola".
La bandola central o guariqueña
Posee ocho cuerdas de metal pero cuatro órdenes, es decir, están
organizadas en pares de igual afinación. Se ejecuta, al igual que todas las
bandolas, con un plectro. El principal ejecutante es el guariqueño Juan
Esteban García, quien puede deleitar a cantadores y bailadores con sus
cadenciosos pasajes o recios joropos con requisitos, así como cualquier
joropo tuyero.
6. 5
La bandola guayanesa
Posee cuatro órdenes dobles de cuerdas de metal y combina el
sonido de la bandola llanera con el de la oriental. Se conoció en Venezuela
gracias al trabajo de José "Cheo" Hurtado y de grupos como "Un Solo
Pueblo", "Convenezuela" y "Luango". En la bandola guayanesa pueden
sonar joropos, pasajes y últimamente, por su sonoridad parecida al tres
cubano, también se roba algunos sones de la isla caribeña.
La bandola andina
Es la menos conocida de las bandolas y posee de 12 a 16 cuerdas,
seis órdenes dobles (y triples), afinados en intervalos de cuarta y tercera; es
la auténtica bandurria española.
Se emplea para interpretar bambucos, pasillos y valses andinos.
Ocupa un lugar muy importante en la música tradicional de nuestro país
vecino: Colombia.
Dentro de los más grandes ejecutores del instrumento tenemos:
ANSELMO LOPEZ
Nacido en Chaparrito, Estado Barinas, el 21 de abril de 1934
El apodo que familiarmente le coloca un capitán de aviación, junto a
sus amigos Panchito Moreno, Chuy Garrido, Florencio Parra y Tirso Urbina,
es la mejor definición de lo que bien sabe hacer Anselmo López: ser El Rey
de la Bandola.
Aún cuando desde muy pequeño sentía una especial inclinación por
el arpa y el cuatro, su verdadero impulso musical aparece cuando tiene su
primera bandola entre sus manos, la cual construye, de manera muy
rudimentaria, a los doce años con una totuma. Desde ese momento,
Anselmo López se ha dedicado a extraer las mejores melodías de ese
instrumento, logrando rescatarlo del olvido en el que estaba sumido. Su
primera presentación como bandolista se da en el programa Fiesta Criolla,
transmitido por Radio Barinas, en el año 1963. A partir de allí, comienza una
7. ascendente carrera profesional, a lo largo de la cual graba más de 75 discos
en 45 rpm, 27 LP y 7 CD.
Su interés por la bandola le animó a dictar cursos de ejecución de
este instrumento en la Universidad Simón Bolívar, la Universidad Central de
Venezuela, la Universidad Nacional Experimental de los Llanos “Ezequiel
Zamora” y la Escuela de Música de Barinas. Adicionalmente, trabajó en
programas del Ministerio de Educación destinados a divulgar las bondades
de la bandola.
Anselmo López es, asimismo, el creador de una práctica técnica que
facilita la ejecución de este instrumento e inventor del método del jalao, “un
contracanto que se produce en el plectro o púa que se utiliza para tocar y
una uña de la mano derecha del ejecutante” (1). Esta estrella venezolana ha
participado en importantes festivales nacionales e internacionales y se ha
presentado en reconocidos escenarios de Cuba, Panamá, Estados Unidos,
Colombia, Francia y España, a los cuales ha llevado toda la belleza del
folklore nacional.
Además de bandolista y compositor, este barinés también ha tenido
incursiones en la actuación, logrando participaciones importantes en las
películas El Rey y la bandola, Doña Bárbara, Un solo pueblo y Agua
Sangre. Algunas de sus obras: Alborotao, Bandola de Chaparrito, Carnaval
espellejao, El gavilán primito, Galerón barinés, La catira vieja, Mi nostalgia
es una soga, Recordando a Portuguesa, san Lorenzo, Mi viejo querido, Las
tres damas, Te llevaste mi querer, Zumbador.
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Cruz Quinal
Hijo de Juan "Delvira" Montes y de Juana Quinal y nace el 3 de mayo
de 1934 en Botucal, caserío cercano a San Lorenzo. Considerado el rey del
bandolín, es el más destacado intérprete del joropo con estribillo de la
región de Cumanacoa y uno de los más brillantes de ese género oriental.
Además de excelente músico y compositor, se destacó también como
artesano llegando a fabricar más de diez mil cuatros de sonido perfecto, así
como bandolas, violes, escarpándolas y especialmente el bandolín
morocho: su obra maestra. Este nombre no es sólo el de este instrumento,
sino también del tema más importante de su inventario musical. Cruz muere
8. el 17 de julio de 1987 en la población de San Lorenzo a la edad de 53 años,
en el momento más productivo de su autodidacta carrera como artesano,
músico y compositor.
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Juan Esteban García
Fue un reconocido creador, maestro e innovador de la técnica de
ejecución de la bandola cordillerana o central. Nació en el caserío La
Cubanera, estado Guárico, Venezuela, el 24 de junio de 1922. Por razones
familiares, se muda desde muy pequeño a Los Cantiles, cerca de San José
de Guaribe, en ese mismo estado. Aprende a tocar la bandola en las fiestas
conocidas localmente como “saraos”, a las que asistía desde joven, de la
mano de quienes reconocía como sus maestros directos: Juan Rebolledo y
Manuel Marcano, famosos intérpretes de este tipo de bandola de ocho
cuerdas de acero, en cuatro órdenes, así llamada por su vinculación con los
pueblos de la Cordillera de la Costa venezolana. <
Juan Esteban comenzó interpretando el cuatro, con el que
acompañaba principalmente a Rebolledo. A mediados de los 50 se muda a
San José de Guaribe, luego establece su residencia en Altagracia de
Orituco, también en Guárico, y finalmente se radica en el estado Aragua.
Entre algunas de sus presentaciones más importantes pueden citarse
el Festival Folklórico Popular en el estado Anzoátegui y el Festival Nacional
de la Música Popular y Folklórica realizado en Yaracuy, donde representa al
estado Guárico con su conjunto, ambos en 1977; el I Festival de la Bandola
Oriental, en celebración del 50 aniversario de Valle de Guanare, en 1978; el
Festival de Música Folklórica en El Tigre y, luego, el Festival del Caribe
Carifesta ’79, como parte de la delegación de artistas venezolanos ese año;
su concierto en la plaza Altamira de Caracas, en el marco del Mes del
Artista Nacional, en 1994, y en la sede de la Fundación de Etnomusicología
y Folklore (FUNDEF), en 1997, hoy Centro de la Diversidad Cultural, entre
muchos conciertos más. Ese año, los Talleres de Cultura Popular de la
Fundación Bigott patrocinan una Cátedra de Bandola Central a cargo de
Juan Esteban, quien también aparece en la película Un Solo Pueblo,
En 1985. En el año 1999, su intensa labor musical es reconocida con el
Premio Nacional de la Cultura Popular y, posteriormente, es declarado
9. Patrimonio Nacional por el Poder Legislativo venezolano. Juan Esteban
graba su primer disco a finales de 1973, obra editada al año siguiente por
Luis Armando Roche y Arsiete, mientras que su segundo producto
discográfico, consistente en un álbum doble, es editado por Industria Láctea
Venezolana, C.A. (INDULAC), en 1988. Desde entonces, sus
interpretaciones y temas han formado parte de distintas producciones
discográficas y grabados por diversas agrupaciones musicales. Fallece el
19 de junio de 2005 en la población aragüeña de La Victoria, a los 83 años
de edad, la mayoría de los cuales los había pasado bordoneando su
bandola. Entre sus discípulos se encuentran artistas de la calidad de Ismael
Querales, Ricardo Sandoval, Ignacio Hernández, Argenis Sosa, Gregorio
Mota, Gaspar Solórzano y Régulo Hernández.
El tema seleccionado para su aparición en el catálogo discográfico
Venezuela Demo, como homenaje al aporte fundamental a la música de
este sencillo hombre del campo venezolano, procede de una sesión
grabada en 1998, que se encuentra en proceso de edición.
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JOSE CHEO HURTADO
Es hijo de María Alejandrina de Hurtado y Ramón Hurtado, quien era
un reconocido guitarrista y compositor. Hurtado, admirado por el
renombrado poeta y pediatra guayanés, Elías Inaty, fue alumno de Hernán
Gamboa y a los siete años su conocimiento del cuatro le permitió participar
como acompañante en un programa de radio y a los trece (1973) ganó el
Festival Nacional de Cuatro organizado en Ciudad Bolívar. Entre 1975 y
1983 enseñó cuatro, guitarra y mandolina en la Casa de la Cultura de
Ciudad Bolívar, en la cual fundó la Estudiantina Carlos Raúl Villanueva en
1977. Esta, más tarde, pasó a llamarse La Cuerda de Carmito, en homenaje
al compositor guayanés Carmito Gamboa. Con este grupo grabó tres
discos, tocando la mandolina, el bajo, el cuatro y el tambor de Calipso.
Durante esta época también participó en Juventud Rítmica, grupo de
salsa de la barriada donde vivía en la cual ejecutaba la bandola guayanesa
y se desempeñaba como contrabajista en la Orquesta Angostura, dirigida
por Juanito Arteta. Posteriormente fue integrante de Un Solo Pueblo,
director de la agrupación Costa Caribe, del grupo Bandolas de Venezuela
(con estas dos últimas grabó cuatro discos entre 1989 y 1991), y se
10. desempeñó como instrumentista solista o acompañante de numerosos
artistas venezolanos.
En 1984 fundó el Ensamble Gurrufío junto a los músicos Luis Julio
Toro (flauta) y Cristóbal Soto (mandolina). Esta agrupación es reconocida
tanto por el talento interpretativo de sus integrantes como por sus
investigaciones, experimentaciones, y desarrollo de la música folclórica
venezolana a nivel académico. Por sus esfuerzos para elevar el folclore
venezolano a niveles sinfónicos y difundirlo por el mundo han recibido
diversos galardones e invitaciones a algunos de los escenarios más
prestigiosos del mundo.
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MOISES TORREALBA
Nace en Barinas, Venezuela, el 5 de enero de 1978. Es hijo del
arpista y cuatrista Asunción Torrealba, quien fue su primer maestro.
Desde sus ocho años toca la bandola, instrumento que ha dado a
conocer con presentaciones en países como Noruega, Francia, Inglaterra,
España y Brasil, entre otros. Este 2009 se cumplen 10 años de su
Ensamble Trabadedos, agrupación que fundó y que, en estos momentos,
está en plena grabación de su tercer álbum de estudio. Torrealba prepara,
en solitario, a petición de amigos y empresarios, un disco antológico. En
junio parte a Colombia, específicamente a la ciudad de Bogotá, donde
ofrecerá una esperada gira de presentaciones.
ISMAEL QUERALES
José Ismael Querales, músico y compositor venezolano nacido en
Caracas en 1953, ha convertido su bandola en puntero de un enfoque
actual de la música criolla venezolana, estableciendo con ello una tendencia
diferente dentro de la música contemporánea, en la cual se fusiona la
música tradicional llanera y otros géneros, como el joropo central, con
elementos de la música urbana. Querales ha realizado una investigación
pausada y minuciosa en torno a la bandola, explotando sus posibilidades y
recursos para lograr establecer nuevos parámetros conceptuales que
contribuyen al avance y desarrollo de la música venezolana.
11. Ismael Querales es fundador e integrante del grupo Un Solo Pueblo,
así como miembro fundador de las siguientes agrupaciones e instituciones:
Canturia Popular Venezolana, Pasacalle, Rucaneo del Mabil y la Fundación
Nacional para el Desarrollo de la Cultura Tradicional (Fundatradiciones).
También ha sido miembro del grupo Cántaro y creador de la agrupación La
Banda de la Bandola (Mastranto Jazz). Se ha presentado en sinnúmero de
festivales a nivel nacional e internacional (Colombia, Bolivia, Guayana
Francesa, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Nicaragua, México,
Estados Unidos, España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Holanda, Suiza,
Inglaterra, Bélgica).
Asimismo, ha participado en los discos grabados por Un Solo Pueblo
y Venezuela Un Solo Pueblo, como solista e instrumentista (25 volúmenes,
1977–1996); en Teo Capriles Canta a Caracas, como solista y corista
(1978); en el disco Canturia Popular Navideña Venezolana, como solista,
Alcaldía de Caracas (1992); en cinco grabaciones con el grupo Pasacalle
(1998–2003); y en grabaciones con artistas reconocidos, tales como Luis
Mariano Rivera, Cecilia Todd, Lilia Vera, Ilan Chester, Simón Díaz, Wilfrido
Vargas, Serenata Guayanesa, El Carrao de Palmarito, Gualberto Ibarreto,
Nancy Ramos, Reina Lucero, Francisco Pacheco, Reynaldo Armas, Iván
Pérez Rossi, y Los Vasallos del Sol.
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Mandolina
La mandolina o bandolín es un instrumento musical de 4 órdenes
dobles. El número y tipo de cuerdas de la mandolina ha variado con el
tiempo y el lugar, pero la configuración predominante en la actualidad es
mandolina napolitana, con cuatro cuerdas dobles afinadas como el violín
(sol-re-la-mi). Las cuerdas de la mandolina se pulsan usualmente con una
púa o plectro, sin embargo también existen técnicas con dedos. La caja de
resonancia puede ser cóncava o plana. Actualmente se usa para diversos
fines, parecidos a los de la Bandurria.
A finales del siglo XVI, en Italia, aparece un instrumento conocido
como mandola, precursor de la mandolina. El término mandolino, nombre
italiano del instrumento, se cita por primera vez en 1563, refiriéndose, a una
variante de la mandola de menor tamaño. Durante el siglo XVII se fabricaron
mandolinas en Italia. En el Museo Stradivariano de Cremona se conservan
12. los planos de construcción de varias mandolinas, con anotaciones a mano
del propio Antonio Stradivari, el famoso constructor de violines.
El término bandolín (o bandolina) se deriva por la similitud con el laúd
en cuanto a la forma de la caja de resonancia, con forma curva;
compartiendo el resto de las características con la mandolina plana, cuyo
casco queda sustituido por los aros y por la tabla inferior o fondo, como la
guitarra, aunque de forma distinta; la mandolina (italiana) convexa es la más
usada, pero en Francia, España y Portugal se usa con mayor frecuencia la
plana por resultar más cómoda y menos molesta su posición. (De Santos,
s.f.).
En Venezuela es más conocida la plana, y es llamada con mayor
frecuencia mandolina. Magdaleno (2005) menciona al siglo XIX como el de
la llegada de la mandolina a tierras venezolanas, y es entonces en las
primeras décadas del siglo XX que se forman las primeras estudiantinas en
San Cristóbal y Mérida. Cristóbal Soto, en el primer Taller de Mandolina
dictado por la Fundación Bigott (1983), afirma que la mandolina de la zona
andina es tocada con uña blanda, que se recrea en los términos, como
siguiendo una cierta escuela europea, tipo estudiantina.
Soto (ob.cit.) explica un poco más sobre los tipos de mandolina según la
región de Venezuela:
"En los andes es posible encontrar la mandolina de fabricación
italiana. Hay mandolinas de 12 cuerdas a las que a veces le dicen bandola,
se afinan igual, se usan igual y cumplen la misma función de la mandolina.
Aparece siempre en el repertorio andino de valses, bambucos, pasillos de
influencia colombiana y ecuatoriana, y canciones. Las técnicas de ejecución
son variadas, sobre todo la de la mano derecha”.
La mandolina de la zona nor-oriental es tocada con una uña dura,
usualmente de carey, que rehúye los trémolos y produce un sonido más
brillante. La forma un tanto más chata en la parte posterior, como el modelo
español y llevan ocho cuerdas. La mandolina oriental es imprescindible en
el polo, la malagueña, la jota, la fulía, aguinaldos y merengues.
En Lara y Yaracuy se usa una uña más bien blanda, también se usa
mucho el trémolo, y se produce un sonido muy brillante. Es una región en la
que se construyen muchos instrumentos, como el bandolín criollo que usan
11
13. muchos los tríos. El repertorio de basa en valses, danzas, contradanzas,
polcas, fandanguillos, merengues.
Desde finales del siglo XVII muchos grandes compositores comienzan
a utilizar la mandolina en sus obras. Es el caso de Antonio Vivaldi (1678-
1741), quien compuso obras para mandolina y orquesta, Wolfgang
Amadeus Mozart (1756-1791), que la utilizó en su ópera Don Giovanni,
Ludwig van Beethoven (1770-1827) y Niccolò Paganini (1782-1840).
Actualmente la mandolina está muy extendida en la música folk
británica e irlandesa, en la música country y bluegrass de Estados Unidos, y
en el choro y la samba brasileños. También se encuentra en algunos
conjuntos de música tradicional portuguesa, mientras que en España ha
sido desplazada por la bandurria y no es frecuente su uso en la música
tradicional. En México, durante años fue la primera voz de los conjuntos
estudiantiles llamados Tunas o estudiantinas (nacidas en las primeras
Universidades Europeas), pero en la actualidad ha sido reemplazada por la
bandurria y el laúd. Se encuentra también en los conjuntos folclóricos de
algunos países latinoamericanos, sobre todo de Chile, Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia y Venezuela.
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Variantes
Existen numerosas variantes del instrumento, pero todos ellos pueden
integrarse en tres tipos principales:
Mandolina italiana: utilizada en música clásica. Tiene la caja
abombada en forma de pera, formada de 12 a 47 costillas y una boca
por lo general de forma elipsoidal (ovalada). Suele tener la tapa
dividida en dos placas que forman un ángulo obtuso. De persistente
resonancia, es utilizada en la ejecución de música italiana.
Mandolina folk: a diferencia de la italiana tiene la boca redondeada
(aunque algunos fabricantes han adoptado el modelo de "efes"
utilizado en los violines) para aumentar la sonoridad. Variantes de
este tipo son los bandolines brasileños y las mandolinas irlandesas.
Su tapa está formada por una sola placa plana. Dependiendo del
lugar de origen el fondo de la tapa puede ser abombado o plano.
14. Mandolina bluegrass: empleada en el estilo musical conocido como
bluegrass. Muy utilizada en la actualidad. Existen gran variedad de
modelos, pero en general se clasifican en "A" (En forma de gota y
semejante a la mandolina Folk) y "F" (Con un enorme adorno
semejante a las volutas en los violines y que le da su forma
característica), basándose en los primeros modelos de la marca
"Gibson", que popularizaron el instrumento en Estados Unidos a
principios del siglo pasado.
VIOLIN EN VENEZUELA Y PRINCIPALES INTERPRETES
En Venezuela se utiliza principalmente en la región de Los Andes
para ejecutar bambucos y valses de la región, y se le conoce como Violín
Andino. Por "violín andino" se entiende tanto el instrumento "estándar" y sus
particulares formas de interpretación a lo largo de los Andes, como las
numerosas variantes de este cordófono construidas por artesanos locales
con los materiales que encuentren a su disposición. En este artículo se hará
especial hincapié en estas últimas.
Los instrumentos de arco llegaron a América del Sur desde Europa
durante el periodo colonial. Los primeros fueron los rabeles castellanos y
distintos tipos de violas medievales y renacentistas; de ellos han sobrevivido
algunos ejemplos aislados, sobre todo en las tierras bajas (Chaco y
Amazonia). El violín "moderno" comenzó a ser producido en los talleres del
norte de Italia hacia 1550, y fue introducido en América a través de los
conjuntos que interpretaban música eclesiástica en las catedrales de las
grandes ciudades de la Colonia, y de las misiones de los jesuitas y
franciscanos, que emplearon los instrumentos y la música como una
herramienta evangelizadora.
En los Andes actuales, el violín tiene una fuerte presencia, en
contextos tradicionales, entre los pueblos de habla quechua de la Sierra
peruana y ecuatoriana, con reductos en los Andes meridionales
colombianos y los valles bolivianos. En Perú está presente en los
departamentos de Cajamarca, Ancash, Huánuco, Pasco, Junín, Lima,
Cusco, Huancavelica, Apurímac y Arequipa. En Ecuador es empleado por
algunos de los pueblos de habla quechua: los Saraguro (provincia de Loja),
los Salasaca (provincia de Tungurahua), los Cañarí (provincia de Cañar) y
13
15. los Otavalo-Cotacachi (provincia de Imbabura). Por su parte, en el sudoeste
de Colombia, es tocado por los Inga y los Kamsá (departamentos de
Putumayo y Nariño). En Bolivia, por último, se registra su presencia en el
departamento de Potosí, entre los grupos quechua-hablantes Calcha y
Chicha.
La interpretación del violín andino tradicional suele ser un dominio
exclusivamente masculino. Suele estar presente, ejecutando todo tipo de
géneros musicales, en un amplio rango de celebraciones, tanto profanas
como religiosas, pero sobre todo en aquellas que tengan o hayan tenido
algún significado ceremonial (bodas, entierros, Danza de las tijeras,
Navidades, Inti Raymi, procesiones). Por lo general cuenta, como mínimo,
con el acompañamiento de otro instrumento de cuerda (arpa, guitarra), al
cual se puede sumar algún membranófono/idiófono y el canto.
Los violines campesinos sudamericanos en general y andinos en
particular son más anchos, gruesos y pesados que los comerciales. Suelen
excavarse en una sola pieza de madera o construirse a partir de piezas de
madera baratas y/o recicladas. Pueden o no poseer alma, no suelen tener
barra armónica, los puentes son gruesos y toscos, y los barnices, pinturas y
lacas empleados son los usados en carpintería. Como consecuencia, la
calidad y el volumen del sonido es muchísimo menor que la del violín
estándar, y el timbre es ronco y apagado, aunque densamente poblado de
armónicos.
Suelen tener cuatro cuerdas de metal (de violín, guitarra o mandolina)
que respetan la afinación tradicional (sol-re-la-mi), aunque el violín
"chicheño" de Bolivia, más pequeño de lo normal, solo cuenta con tres (re-sol-
fa). El arco suele ser más corto y simple que el modelo comercial, y no
llevan la moderna "nuez": las crines son atadas en ambos extremos y la
tensión se realiza con el dedo o, en todo caso, se agrega una pequeña
clavijita.
Se tocan apretados contra el pecho o la axila, y con el mástil muy
inclinado hacia abajo; tanto que, si el instrumento se toca sentado, el
clavijero suele apoyarse en la rodilla. Los músicos campesinos señalan que
el violín estándar suele tener un sonido mucho más potente y brillante que
el "nativo", lo cual es un rasgo muy apreciado, sobre todo cuando se debe
14
16. tocar en fiestas y procesiones al aire libre. Sin embargo, los instrumentos
construidos localmente aguantan todas las adversidades a las que se ven
expuestos (golpes, lluvias, salpicaduras de bebidas, arañazos), no precisan
de tantos cuidados y pueden ser sustituidos con relativa facilidad.
El uso del violín acompañando danzas tradicionales ya fue
documentado en el Código Martínez Compañón (1782-1785), tanto en las
ilustraciones ("danza de pallas" y "danza del Chimo") como en 12 de las 20
partituras.
15
Bambuco andino
Siendo típicamente andino (Estados Táchira, Mérida y Trujillo), este
género musical se localiza también en los estados Zulia, Lara y Distrito
Capital, encontrándose en éstos últimos bajo formas de melodías
románticas.
La sonoridad de la palabra "bambuco" evoca en la mente del oyente
cierta cercanía con las melodías africanas. Sin embargo, la realidad es otra:
El Bambuco es un ritmo acompasado y cadencioso que tiene su origen en
España y América, específicamente en Colombia. Su profunda raigambre
en el territorio neogranadino hace que el Bambuco trascienda las fronteras y
se arraigue en el occidente venezolano, específicamente en los Andes y
Zulia, donde sufre algunas modificaciones en los compases y estructura.
Cabe destacar que en cada región adquiere un acento propio de la
geografía y las tradiciones.
A decir de algunos musicólogos, el Bambuco presenta ciertas
analogías con las llamadas "habaneras", especialmente en los lánguidos
matices del fraseo de sus versos. Sin embargo, mientras la versión cubana
tiene un compas 3/4, el ritmo venezolano es 6/8 (semicorchea-corchea-semicorchea).
Los especialistas recuerdan que las introducciones e
interludios del Bambuco emulaban instrumentalmente los tríos de boleros
que colmaron la escena en el siglo XX. Su estructura musical rompe con
todos los cánones, al no estar limitada a cuatro tonos cíclicos.
En cuanto al acompañamiento, en el Bambuco venezolano están
presentes el piano, el bajo y la guitarra, teniendo una característica especial
en la región andina donde se incorporan la mandolina, el violín, el tiple, el
17. cuatro y la flauta. Los temas de inspiración son idílicos, nostálgicos y
evocadores, con ciertos matices señoriales y hasta sublimes.
16
Música campesina.
La música campesina (también llamada “merengue campesino”) es
una expresión cultural de los andes venezolanos (Estados Mérida, Táchira,
Trujillo y parte de Barinas). Se diferencia de la música llanera en que el
güiro sustituye a las maracas y la guitarra remplaza al arpa. Tanto el cuatro
como el bajo son utilizados en ambas manifestaciones. Alrededor de la
década de 1970, el género se fue formando con las primeras agrupaciones
y fue a través de las disqueteras Divensa en Mérida, Potosí y Tamarindo
que fue evolucionando y se fue dando a conocer. Hoy existe una cantidad
interesante de agrupaciones representativas del género en su mayoría en el
estado Mérida, la zona del Mocotíes y los pueblos del sur. Su
instrumentación consiste tradicionalmente en requinto, guitarra, violín,
cuatro venezolano y güiro, algunas agrupaciones fusionan este estilo
acompañándolo con percusión como congas y timbales. Debido a la
proximidad de la región andina con la hermana República de Colombia, la
música campesina venezolana tiene influencias de la carranga y el
vallenato. La música campesina ha alcanzado gran popularidad en nuestro
país, además es un género con una larga lista de agrupaciones. Algunas de
ellas han conocido el éxito a nivel nacional en radio y televisión con uno o
varios de sus pegajosos sencillos hasta el punto de lograr que se organicen
festivales en homenaje a la música campesina, y que se abran espacios o
categorías para galardonar el género en premiaciones artísticas ya
existentes. De entre algunas agrupaciones campesinas podemos nombrar
a: Son Sureño, Los Aspirantes de Ramón Muleta, Los hijos de Piyuyo, Los
Chacaritos, Los Serranitos De América, los Conquistadores de Toledo,
Grupo Eminente, Los Embajadores del sur, Grupo Chacantor, Inquietud
Juvenil entre otras.
EL JOROPO Y SU HISTORIA
En Venezuela, por tradición, se ha venido transmitiendo, de
generación en generación, diferentes bailes y danzas, algunos autóctonos
18. de determinadas regiones; entre ellos: bailes de esparcimiento o diversión,
como el joropo; otros de carácter devocional, como los bailes de San Juan,
San Pedro, San Benito, diablos danzantes (denominados también bailes de
tambor); y además, los bailes mixtos con argumentos, como las diversiones
o parrandas de oriente, entre ellos, el pájaro guarandol, el carite, los
chimichimitos; otras manifestaciones teatrales, como el paloteo y los
negritos de apure; todos éstos como tradiciones. Se podría decir que el
folklore venezolano se desarrolla después de las guerras de la
independencia, como una manifestación combinada de las culturas
indígena, española y africana; dando como resultado una cultura con raíces
indioafricoamericanas, entendida del diálogo intercultural, donde se
constituye la identidad nacional.
Según el musicólogo e investigador de la música venezolana y
caribeña, Rafael Salazar, “grandes estudiosos de la musicología, como
Alejo Carpentier, consideran que el fandango es una danza fecundadora
negro-africana, proveniente de la Guinea, que llegó a Las Antillas a partir de
la dispersión de los esclavos traídos por la fuerza a América para las rudas
tareas de la agricultura y la minería”.
El Fandango tomó fuerza en la península ibérica gracias a los viajes
de los conquistadores, quienes lo llevaron de un lado a otro con sus
variantes y fusiones afroamericanas y campesinas.
En el año 1640 el Consejo de Castilla prohibió el Fandango y a otras
danzas calificándolas de “indianas amulatadas” Nuestro Joropo encierra en
el fandango su origen afroamericano con pequeños aportes indígenas. Los
primeros fandangos llegaron a Caracas a principios del siglo XVII, se
tocaban en las veladas de los grandes cacaos en las haciendas capitalinas
y fueron ejecutados con instrumentos como: la bandurria, el cuatro, el
clavecín y la bandola.
Ahora bien, los campesinos venezolanos - negros y mulatos -
escucharon los fandangos en las fiestas organizadas por los mantuanos y
aprendieron la música, imprimiendo la fuerza rítmica del negro con los
17
19. bordones de un arpa rústica hecha de bambú y en las maracas se identifica
la huella indígena.
Es así como el 10 de abril de 1749 el Real Consulado español con
apoyo de la Iglesia Católica sancionó este tipo de danza porque, en su
opinión, generaba Lazo de sexo por los contactos de las manos y los
extremosos movimientos propios del baile. Se estableció dos años de cárcel
para los ejecutores y dos meses para los mirones.
Con el tiempo, el Joropo se convirtió en un ritmo popular y en cada
área cultural el pueblo le incorporó sus propias figuras.
“El Joropo al haber sido asimilado por el pueblo, puede considerarse
un sentimiento nacional, que posee tantas variantes musicales y dancísticas
según las condiciones culturales de cada región del país” y se convierte en
la máxima expresión cultural popular de Venezuela y por ende del estado
apure.
Cabe destacar que el joropo es un baile que cada región de
Venezuela lo baila y toca diferente, entre estas formas tenemos:
El baile que identifica al hombre llanero es el joropo. En este baile el
llanero manifiesta su altivez, gallardía, machismo y algunas actividades de
su medio ambiente natural. Se cree que tiene sus raíces en el Viejo
Continente, porque al parecer, el joropo nace de los bailes flamencos y
andaluces que trajeron las misiones españolas durante la época colonial, de
los cuales aún se conservan algunos rasgos, evidenciándose en la
semejanza de los zapateos de los bailes flamencos y andaluces y los
realizados en este baile, considerando además, todos los elementos que se
dieron en la fusión de las culturas, el joropo y el zapateo es especial, se
enraizaron en este medio adaptándose y modificándose de acuerdo con los
intereses y el sentir de las comunidades.
La característica principal del joropo radica en ser un baile de pareja
hombre-mujer, donde el hombre sujeta a la mujer por ambas manos. En su
temática, el baile plantea el dominio del hombre sobre la mujer, es él quien
lleva la iniciativa, quien determina las los movimientos, desplazamientos y
18
20. figuras a realizar. Por su parte la dama, se limita a observar los movimientos
que él hace frente a ella intentando seguirlo con habilidad, mostrando en
todo momento el estilo y la elegancia que la identifica como mujer.
En relación a las Posiciones Corporales: Desde una visión
generalizada, en el baile del joropo hay dos posiciones principales, una de
ellas es de punta de soga, donde se toman ambas manos conservando
cierta distancia, esta posición es utilizada generalmente para dar inicio a la
ejecución de una figura; y la posición del Valseo, donde el hombre pasa la
mano derecha por la cintura de la mujer y con la izquierda sujeta la mano
derecha de ella, mientras la izquierda de ella descansa sobre el hombro del
caballero, como su nombre lo indica, es con esta posición corporal con la
que comienza la ejecución del baile, la cual se intercala en el transcurrir de
la música con la posición anteriormente nombrada y con figuras y pasos.
Ahora bien, El desplazamiento: Este debe realizarse, en el caso del
hombre, siempre hacia adelante y en consecuencia la mujer debe bailar con
un desplazamiento hacia atrás. Ambos pueden realizar desplazamientos
laterales haciendo cambio en la postura de sus brazos para regresar o
simplemente dando un giro.
En cuanto al El Valseo: La pareja comienza generalmente con un
Valseo lento o rápido según el ritmo, seguidamente y partiendo de la
posición que lleva este mismo nombre, se adelanta un poco el pie derecho a
la vez que el izquierdo y retrocede lentamente, estos sin levantarlos del
suelo y deslizándolos con suavidad, inmediatamente se adelanta el
izquierdo y retrocede el derecho, flexionando ligeramente las rodillas, y así
continúa alternadamente el movimiento.
Otro es, El zapateo: El hombre solo zapatea cuando se producen los
repiques o bordoneos en el arpa y/o bandola. Seguidamente al son de este
repique, el hombre zapatea y la mujer escobilla. El primero surge
espontáneamente en el bailador y con base en la clase de repique que
produzca el instrumento mayor. Generalmente se imita el sonido que
produce el caballo al galopar.
19
21. También esta, El Escobillao: Lo emplea solo la mujer, es un
movimiento que se produce a partir de la posición inicial. Se adelanta el pie
derecho, después de apoyarse ligeramente en el izquierdo para invertir
inmediatamente la posición inicial. Se adelanta el pie derecho, después de
apoyarse ligeramente en el izquierdo para invertir inmediatamente la
posición, los pies se frotan suavemente en el suelo y en forma rápida; las
piernas van extendidas. Al igual que el valseo, en el Escobillao se aprecia la
gracia y elegancia de la mujer llanera.
En relación a los pasos y figuras, tenemos que son: Cuartiao
adelante, Cuartiao atrás, Vuelta sencilla, La ventana, Cruzao adelante
(cruce de antebrazos al frente), Giro de bandera, Remolino, El Caballito, El
trapiche, Pecho y Cola.
En este orden de ideas, El Vestuario o vestimenta: Según vivencias
de algunos bailadores y bailadoras, comentan que para las parrandas
llaneras utilizaban su “ropa dominguera”, expresión con la que denominaban
usar sus mejores atuendos.
La Mujer: cuentan las viejas bailadoras que utilizaban un vestido de
media pierna al que denominaron “camisón”, el cual era elaborado en una
sola pieza, como calzado utilizan la alpargata sencilla y como accesorio una
flor natural en la cabeza; sin embargo y con el paso del tiempo las
ejecutoras de esta danza han realizado ciertas modificaciones al vestuario
de la dama, adoptando un estilo si se quiere u poco más moderno donde el
vestido lleva una cantidad de vuelos o faralos incalculables, la falda es muy
por encima de la rodilla, las flores naturales son sustituidas por flores
artificiales y las alpargatas son negras.
El hombre: Puede vestir de dos formas, con un elegante liquilique o
con un atuendo sencillo de pantalón y franela, pero siempre acompañado
por un sombrero y un par de alpargatas.
El Joropo se caracteriza por un sistema de estructuras cristalizadas a lo
largo de la historia a partir de canciones y bailes tradicionales que se
erigieron en formas musicales, sirviendo como base para a variantes en la
letra, o convirtiéndose en formas puramente instrumentales. Los principales
20
22. géneros se denominan Golpes (bailes rápidas) y Pasajes o Tonadas
(canciones lentas).Entre ellos figuran el Zumba que zumba, la Chipola, el
Gabán, el Gavilán, el Pajarillo, el Seis por Derecho, los Merecures, el Seis
Numerao, la Catira, la Guacharaca, la Periquera, el Nuevo Callao, el
Carnaval, el San Rafael, el Quitapesares, entre otros y sus diversas
combinaciones.
Diversos documentos coinciden en que el joropo se presenta en cinco
variantes que se extienden en el territorio nacional, las cuales poseen una
identidad y una particularidad en cada uno de estos espacios geográficos
donde se desarrollan, tal es el caso de las variantes que se presentan a
continuación:
21
Joropo llanero
Hasta la mitad del siglo XX, y en lo que atañe a la región de los llanos de
Venezuela y los Llanos Orientales de Colombia, la palabra joropo refería a
un evento social -casi una feria- de una duración que podía variar de entre
unas horas y hasta una semana completa. Allí participaban personas de la
localidad o venidas de varios lugares, generalmente atraídas por el
intercambio comercial, donde el evento central lo constituía la música, el
baile y los contrapunteos. La música del joropo llanero la proporcionaba un
conjunto básico compuesto por arpa cuatro, maracas y canto. Si no había
arpa, se sustituía por una bandola o por el violín 4 Los géneros del joropo
llanero son dos:
1. Pasaje: el más sosegado, y generalmente de autor conocido. Su
velocidad es + o - negra = 152 , y su estructura armónica libre,
generalmente en dos partes; y
2. Golpe: de autor anónimo, aunque muchos de estos golpes se le
atribuyen a compositores del principios del siglo XX.5 El golpe
conforma con ciertos giros melódicos fijos reconocibles sobre
patrones armónicos característicos que definen su tipo. El canto es
silábico, o sea, a cada nota de la melodía corresponde una sílaba.
Los versos son octosílabos y a veces pentasílabos, todos al amparo
del contrafactum, es decir, a la sustitución de nuevos textos en
melodías preexistentes. La velocidad del golpe es mayor que la del
pasaje (negra = 176-192). Cuando el canto consiste en una narración
23. de algún evento o fantasía se lo llama corrío, que equivale al antiguo
romance español. Los golpes sirven de base para el zumba que
zumba o contrapunteo entre dos o más contrincantes. Los más
comunes son el seis por derecho (en tonalidad mayor), el pajarillo (en
tonalidad menor), el seis por numeración o seis numerao (con
transporte de aumentación en el cuarto grado), la kirpa o quirpa, el
gaván (en modos mayor y menor), el San Rafael, el carnaval, la
chipola, la catira, el zumba que zumba, entre los más conocidos. El
entreverao es la agregación de dos golpes, con una modulación del
uno al otro, generalmente para que canten dos personas con tesituras
de voz diferentes (barítono y tenor). En cuanto a los pasos de baile
los más frecuentes son valsiao, escobillao y zapateao, en los cuales,
a diferencia del joropo central, se levantan los pies del suelo.
Hasta la década de los 1950, en los llanos de Arauca se tocaba con
bandolín (semejante al requinto andino), cuatro y maracas; en Casanare, se
hacía con un par de tiples (a los que llamaban bandolón y guitarro); hacia el
Meta, la instrumentación era de tiple y bandola. Todos estos instrumentos
de cuerda han sido reemplazados por el arpa, introducida en los años 1960
cuando llegó a Villavicencio el compositor araucano David Parales Bello,
quien había vivido en Apure.1
Es el baile folclórico más representativo de los Llanos y una de las
danzas folclóricas que presenta la típica supervivencia española,
engendrada en los bailes flamencos y andaluces, como así lo demuestran
sus zapateos. La palabra "joropo" viene del arábigo "xarop" que significa
"jarabe" y está emparentado con los jarabes tapatíos de México. En esta
danza las parejas bailan zapateado y sueltas; el cuerpo permanece más
bien quieto, dando mucha importancia al taconeo, el cual es rápido. En
danza de coqueteo, el llanero trata de conquistar a la mujer, gira trazando
un espiral y da vueltas progresivamente más apretadas y juntas en
persecución del centro que ocupa la mujer, quien remisa y recatada se
aproxima al varón.
22
Joropo central
Propio de los estados centrales de Venezuela, como Aragua y
Miranda, la zona oriental de Carabobo, y el norte de Guárico. El joropo
24. central o tuyero (por practicarse a las orillas del río Tuy) se canta
acompañado con arpa (a veces sustituida por la guitarra) y maracas. A
diferencia de las cuerdas de nylon del arpa llanera, el arpa del joropo central
utiliza además cuerdas metálicas, lo que le brinda su sonoridad tan
particular. El cantante del joropo central es el mismo que toca las maracas,
por lo que el baile lo ponen apenas dos intérpretes: el arpista (o más bien
"arpisto", como gustan autodenominarse), y el buche (cantante-maraquero).
Al joropo central le son aplicadas las mismas consideraciones en
torno al pasaje y al golpe del joropo llanero, con la salvedad de la velocidad,
que es levemente menor. Otra salvedad importantísima es que en el joropo
central está presente la revuelta, género de origen colonial, constituido
básicamente por un encadenamiento de secciones musicales de formas
fijas, en una misma tonalidad, a manera de suite barroca, sin solución de
continuidad, aunque con giros sorprendentes. Los movimientos de la
revuelta se denominan pasaje; entrada o llamada de Yaguazo, Yaguazo,
entrada de Guabina y Marisela. A veces pueden agregárseles la llamada de
Marisela, y hasta una pequeña coda. La revuelta es un equivalente por tanto
a las tandas o turnos de baile, y es probablemente su extensión la razón de
su paulatino desuso, siendo substituida por la ejecución de las piezas en
forma aislada. La disposición de estas secciones es de naturaleza
secuencial, a diferencia de los golpes de joropo llanero, que tienen una
condición cíclica. La pieza más característica del joropo tuyero, la Revuelta
Tuyera, consta de cuatro secciones: la exposición (pasaje), el desarrollo
(yaguazo y guabina), la coda instrumental llamada Marisela, y un final
conocido como "la llamada del mono".
Son golpes propios del joropo central las flores y el quitapesares. Los
pasajes tuyeros más famosos son El Ermitaño de Mario Díaz, Amanecer
tuyero de Cipriano Moreno y Pablo Hidalgo, y El gato enmochilado de
Fulgencio Aquino. Los músicos caraqueños y centrales adoptaron al joropo
central como inspiración para sus obras, como es el caso de la Marisela de
Sebastián Diáz Peña, el Alma Llanera, de Pedro Elías Gutiérrez, el valse
Quitapesares de Carlos Bonet y hasta la Sonatina criolla de Juan Bautista
Plaza. Las letras del joropo central son de naturaleza pícara, socarrona,
contrastando con las contundentes y violentas propias del joropo llanero,
cuyos contrapunteos terminan no pocas veces en lances y peleas.
23
25. 24
JOROPO ORIENTAL
El joropo, en la región de los llanos centro-occidentales, está
conformado por dos especies conocidas como pasaje y golpe.
Ambas formas musicales se ejecutan con cuatro, arpa y maracas. En
ocasiones, el arpa puede ser sustituida por la bandola llanera. Actualmente,
a esta instrumentación se suma el uso del bajo electrónico.
El golpe de arpa es un género característico del oriente de Venezuela,
el cual tiene un patrón armónico de tónica –subdominante – dominante, a un
ritmo de 3/4. Éste es ejecutado por instrumentos melódicos como la
mandolina, también llamado bandolín, la bandola oriental o la cuereta, un
acordeón de botones, acompañado por el cuatro de rol armónico
acompañante, las maracas, el tambor cuadrado y la marimbola. Este último
es un instrumento idiófono en forma de caja rectangular vertical con un
orificio y 3 ó 4 lengüetas metálicas, que en la actualidad es difícil escuchar o
ver ya que ha sido sustituido por el bajo eléctrico. El golpe de arpa puede
ser combinado con una composición única, llamada “joropo” o es usado en
la transición hacia el estribillo en dicho género, al igual que puede ser
ejecutado sin combinación alguna.
El golpe, según explica Luis Felipe Ramón y Rivera, desde el punto
de vista estructural "puede ser una melodía sencilla, de ocho a dieciséis
compases, la cual se repite con mínimas variantes o sin ellas."
Existen diferentes tipos de golpes llaneros, entre los que se
encuentran: Seis corrido, Seis numerao, Seis por derecho, Seis perreao,
Pajarillo, Catira, San Rafael, Quirpa, Carnaval, Chipola, etc.
El pasaje, conocido también como pasaje apureño, es un canto
narrativo que generalmente describe el paisaje del llano, relata anécdotas o
hechos históricos, así como también se usa para el galanteo.
26. Aunque, junto al golpe, el pasaje es uno de las especies
fundamentales de la música del joropo, generalmente no es utilizado para
acompañar el baile.
25
JOROPO GUAYANES
La bandola oriental sustituye al arpa en cuanto a los instrumentos. El
Seis Guayanés, la Josa y el Rompeluto resaltan entre los joropos
guayaneses más famosos.
Debido a la diversidad de culturas, gentilicios e idiosincrasias que
convergen en Ciudad Guayana y a los pocos años que tiene de fundada la
zona se ha popularizado la falsa creencia acerca de la falta de
manifestaciones culturales propias, o en su defecto que el calipso es la
máxima expresión dancística.
Al respecto, la doctora en educación, profesora de la Universidad
Experimental de Guayana y la Universidad Católica Andrés Bello, Fabiola
Mendoza; explicó que Guayana posee varias manifestaciones culturales,
entre las que destaca una variante del joropo venezolano denominada:
Joropo Guayanés.
RAÍCES: Ciudad Guayana es una población joven que data de
escasos 43 años. Sin embargo, por esta tierra han pasado cerca de 100
culturas y nacionalidades, tanto de estados foráneos como de otras
regiones del país, según los resultados de la tesis doctoral de la profesora
Mendoza, lo que implica un mestizaje muy rico y diverso.
Por esta condición multiétnica de Guayana, son pocas las
manifestaciones propias de la región, y las pocas que existen son
desconocidas. El joropo guayanés es bastante representativa, aunque
diversiones tradicionales del estado, el paloteo e incluso el calipso forman
parte de la herencia cultural que esta zona lega a sus pobladores.
El "Golpe Guayanés", también conocido como "Joropo Yuquíao" tiene
varias características principales, siendo entre todos, el baile más fuerte.
27. En Ciudad Bolívar residen los cultores de este joropo que aún están
con vida. Los Hurtado y Los Pantoja son las familias que se encargan de
preservar esta manifestación auténtica de Bolívar, y quienes interpretan,
bailan y enseñan esta danza folklórica. Otros cultores viven en Caicara y en
El Palmar, pero los máximos representantes cada vez son menos.
A diferencia del resto de los joropos del país, en el guayanés, la mujer
no se luce en el baile, sino que zapatea y responde con fuerza al hombre y
su zapateo, aunque el vestuario es similar al que conocemos, liqui-liqui para
el hombre y falda floreada con blusa blanca para la mujer.
En cuanto a los instrumentos, el golpe guayanés se interpreta con la
bandola de ocho cuerdas que sustituye al arpa, acompañada de cuatro y
maraca. También puede tocarse con bandola oriental, debido a que la
producción de instrumentos folklóricos no ha sido muy desarrollada hasta
ahora.
JOROPO ANDINO O CARACOLEADO
Es original del estado Mérida, se sustituye el arpa y la bandola por el
violín. El Joropo Andino también es conocido como caracoleado por su
forma dancística que asemeja a un caracol, debido a que sus exponentes lo
bailan zapateando por todo el salón en forma de espiral. Hoy conservado y
difundido por el Grupo Folclórico San Rafael del Páramo (SARAPA)
El joropo Caracoleado comienza con el reto que hace el bailarín más
desenvuelto de la localidad a los demás exponentes, quienes se incorporan
con su pareja uno detrás de otro formando una fila que al ritmo de la música
y su zapateo buscan el centro del salón para enroscarse y desenroscarse.
Actualmente esta forma de baile es difundida por el Grupo Folklórico San
Rafael del Páramo.
26
JOROPO LARENSE
Su origen se puede establecer en la mezcla étnica que significó la
Colonización Española, que junto al aporte indígena y el elemento africano,
dieron como base al nacimiento de este estilo musical. El Tocuyo fue la
28. primera ciudad fundada tierra adentro en Venezuela y la primera ciudad que
tuvo un asentamiento más o menos ordenado en los primeros años de la
colonización del territorio venezolano. Para el año 1620, con Francisco de la
Hoz Berrio y Oruña, comienza el verdadero proceso de colonización en
territorio venezolano, siendo El Tocuyo un elemento clave para la expansión
de la corona española, en lo que es hoy día el Centro-Occidente de
Venezuela (Llanos y Pie de Monte Andino.
Esta importancia tuvo su manifestación en diferentes ámbitos:
Artesanía (Tela Tocuyana y sus Centenarios Telares), comida (Acemita,
Pan de Tunja, Catalinas o Cucas, Pan de Horno entre otros); Artes Plásticas
(Pintor Barroca del Tocuyo de Tipología Religiosa), y música con el Golpe
Tocuyano y el Tamunangue del día de San Antonio de Padua.
Es destacable, que en el ámbito nacional venezolano fue doña Adilia
Castillo, la que dio a conocer el Golpe Tocuyano con la pieza: ¡Ah Mundo
Barquisimeto!!!
Interpretado por una variedad de instrumentos de cuerda (cuatro,
medio cinco, cinco y seis) que junto con tambora y maracas producen una
sonoridad muy particular y única entre los demás joropos venezolanos.
Famosos golpes tocuyanos son "Amalia Rosa", "Montilla", "Gavilán
tocuyano" y "¡Ah mundo! Barquisimeto".
El Golpe Tocuyano se toca a ritmo de 6/8. Sus instrumentos son: El
Cuatro estilo Monterol, El Cinco, El Medio Cinco, el cuatro de 5 cuerdas que
hace el papel de Octava, las maracas, La tambora.
27
29. CONCLUSIONES
Como se pudo apreciar a lo largo del presente trabajo, se dio a
conocer la historia de la llegada de varios instrumentos que fueron
adoptados por la cultura venezolana y que transformaron la manera de
ejecutar la misma.
A pesar de la divergencia entre cada una de las llegadas de los
mismos al país, cada uno de estos cambiaron la manera de ejecutar un
merengue andino, un Joropo Larense u oriental, entre otros.
Se puede concluir realizando una observación sobre la riqueza
cultural e histórica que reside en la música venezolana, la pluralidad que
existe en la misma a la hora de hablar sobre Joropos o Tipos de bandolas
en nuestro país, lo cual entre muchas cosas mas particulariza nuestro
folklore venezolano.
28
30. 29
Bandola Llanera
Bandola Oriental
Bandola Central
Bandola Andina
Anselmo López
Juan Esteban García
31. 30
José “Cheo” Hurtado
Ricardo Sandoval
Joropo Venezolano
Don Pio Alvarado