1. LA EDUCACIÓN RACIONAL EMOTIVA (ERE)
William J. Knaus
La Educación Racional-Emotiva (ERE) es un programa de educación afectiva
que tiene muchos puntos de contacto con la TREC
La Educación Racional Emotiva (ERE) se encuentra entre los mejores
programas psicológico-educativos o afectivo.-educativos. Trata de ayudar a
la persona a adquirir un conjunto de estrategias cognitivo-emotivo-conductuales
que le capacite a identificar sus sentimientos y afrontar y
cambiar sus pensamientos y su conducta inapropiada.
ENFOQUE DE LA EDUCACIÓN RACIONAL-EMOTIVA
La Educación Raciional-Emotiva (ERE) presenta un enfoque sistemático para
enseñar las técnicas de la solución de los problemas que sigue los
principios de la psicoterapia racional-emotiva. (Ellis, 1962; Ellis y Harper,
1961; Goodman y Multsby, 1974) Mientras la ERE es idéntica
filosóficamente a la TREC, pone un mayor énfasis en el aprendizaje
2. experiencial como lo defendió J. Dewey (Bernstein, 1960) y Piaget y
Inhelder (1970) y en las estrategias de simulación descritas por Knaus y
Wessler (1976). Más aún, la ERE supone que los niños aprenderán a
enfrentarse racionalmente a sus problemas por medio de la presentación de
tareas y de problemas en un ambiente de grupo.
La ERE, a diferencia de del proceso psicoterapéutico, es una serie
planificada de lecciones emotivas que sigue un programa temático.(Knaus,
1974; Knaus y Eyman, 1974; Knaus y McKeever, 1977). La ERE ofrece un
método a profesores y alumnos de aprender las habilidades de la auto-ayuda
siguiendo una serie de lecciones que les capacita cada vez más para
comprender mejor sus sentimientos, para solucionar sus problemas básicos
y para examinar el resultado de sus esfuerzos. Así, un niño con problemas
emotivo-conductuales encontrará un firme fundamento de conocimientos y
de habilidades para aplicarlo en la práctica.
El programa temático estructurado de la ERE comprende una serie de
unidades didácticas que ayudan a los niños a conocer sus sentimientos y
cómo se desarrollan, a distinguir entre las suposiciones y los hechos, a
rebatir las ideas que subyacen en los sentimientos de inferioridad, a aceptar
la imperfección, a enfrentarse a las reacciones emocionales perturbadas
(depresiones, angustia), a desarrollar una perspectiva amplia, a tolerar la
molestia de la frustración y a superar los estereotipos sociales a causa de
tener un sexo determinado.
El capítulo 3 de Rational Emotive Education (Knaus, 1974) ilustra la forma
de ser aplicada la ERE. Esta unidad está preparada para ayudar a los niños
a definir y a identificar los sentimientos comunes y a demostrar que los
sentimientos están influidos por los pensamientos. Una lección de ese
capítulo recalca un juego de pantomima (El Acertijo de la Expresión), que
ayuda a los alumnos a aprender que las personas no expresan
uniformemente sus sentimientos y más aún, que una persona solo puede
determinar exactamente lo que otra persona está sintiendo haciéndole
preguntas. Para demostrar estas diferencias individuales el encargado del
grupo de la clase selecciona varios grupos de voluntarios para que hagan
una representación mímima de un sentimiento particular a su propio estilo.
Cada grupo va pasando uno detrás de otro representando mímicamente un
sentimiento diferente mientras el resto de la clase trata de adivinar el
sentimiento que quiere expresarse por medio de la pantomima.
3. El programa de la ERE mantiene una transferencia de aprendizaje al
animarles a los niños a que comprueben en las diversas situaciones de su
vida los principios que están aprendiendo. En el Acertijo de la Expresión
descrito, por ejemplo, se les puede asignar a los alumnos el ejercicio de
preguntar al profesor cómo puede sentirse en diversas horas del día y luego
comprobar si sus adivinanzas corresponden a la realidad. Los principios
también pueden ser aplicados espontáneamente cuando se producen los
problemas reales. Por ejemplo, en un aula, un niño se molestó al principio
al llegar a la conclusión que a su amigo no le gustaba cuando estaba
enfadado. En vez de caer en un estado de depresión o de irritación, el niño
fue capaz de utilizar los conceptos aprendidos en el Acertijo de la Expresión
para analizar este problema comprobando sus percepciones y descubriendo
que ciertamente su amigo estaba enfadado, pero que su enfado no estaba
dirigido contra él.
Los conceptos educativos racional-emotivos pueden ser incluidos
formalmente en la programación escolar como un medio preventivo de
salud mental. Con esto se pretende enseñar a los niños a pensar
objetivamente. Eso se puede lograr asignando a los niños la tarea de
examinar el impacto que ciertas creencias ejercen sobre su propia conducta
y la de los demás. Por ejemplo. se puede examinar la superstición en las
unidades de los estudios sociales analizando el fundamento que existe para
temer a los gatos negros o al martes y trece como un día de mala suerte.
Una vez que el niño ha aprendido a reconocer sus suposiciones personales
que le inducen al miedo, se pueden utilizar estos métodos para rebatir sus
propias ideas como tácticas para solucionar sus problemas.
Por supuesto, el ambiente del aula puede ser un lugar muy aprovechable
para que los niños aprendan múltiples estrategias racionales por medio del
programa de la ERE. Por ejemplo, se les puede enseñar a los niños un
vocabulario sobre las emociones y sentimientos que les capacite para
identificar y expresar con mayor exactitud sus sentimientos. Muchos niños
tienen auténtica necesidad a este respecto. Ellos hablan de generalidades y
no logran especificar con exactitud sus sentimientos. Así, el enseñar a los
alumnos que utilicen palabras y frases descriptivas y concretas les ayuda en
su trabajo y en las situaciones de su vida diaria.
Con la ERE se pueden utilizar algunas tácticas adicionales. Kazdan (1975)
propuso que se podían emplear incentivos económicos para estimular a los
niños a comprobar activamente sus comportamientos racionales. Según las
diversas circunstancias de cada problema, se le puede reforzar a un niño
4. con vales que se pueden cambiar por premios cuando intenta enfrentarse
racionalmente a un problema difícil. También se pueden utilizar los vales
para estimular los comportamientos positivos experimentales para correr
riesgos, tales como cuando un niño tímido se ofrece voluntario para hablar
en la clase delante de todos sus compañeros.
El autor también ha desarrollado una técnica evocativa combinando la ERE
con el refuerzo para hacer que los niños difíciles se comporten de forma
apropiada. Por ejemplo, en una primera reunión de grupo con ocho niños
revoltosos y trastornados emocionalmente de 11 y 12 años de edad, el
autor sugirió que el grupo probablemente no se centraría en lo que iban a
hacer porque dudaba incluso de que se pudieran mantener sentados en sus
sitios respectivos si siquiera media hora. Cuando uno de los niños del grupo
le desafió, el autor le dijo al grupo que les daría a cada uno una moneda si
el grupo era capaz de centrarse en lo que hacían durante media hora, pero
que él dudaba que tendría que pagarles nada porque el grupo "haría lo que
les viniera en gana". El acuerdo consistía en que todos los del grupo
tendrían que permanecer centrados en la "lección de los sentimientos",
preguntar activamente y responder a las preguntas y no levantarse de sus
asientos. El grupo se puso en pie desafiándole y le ganaron la apuesta. De
acuerdo con el enfoque de la ERE, el autor intervino activamente con los
niños para ayudarles a ver cómo los pensamientos influyen en los
sebtimientos y acciones de una persona. Utilizando ejemplos que le
sugerían los mismos miembros del grupo, el autor comenzó a demostrarles
la forma de superar las frustraciones y la impulsividad. En la segunda
reunión del grupo, se retiró la recompensa de la moneda; sin embargo el
grupo permaneció muy atento durante toda la sesión de media hora. Se
introdujo un nuevo concepto motivacional. Hablando con el autor, el grupo
estaba entusiasmado por aprender los conceptos racionales para desarrollar
el "músculo mental". A esto se le llamó el "kárate mental". Se les dijo que
en el kárate uno apende los métodos de defensa física. En el kárate mental,
uno aprende a defenderse nentalmente aprendiendo la forma de no hacer
caso de los insultos ni de otros medios por los que las personas se
perturban innecesariamente a sí mismos. Se hicieron unas vendas rojas de
distintos colores para ponérselas en la muñeca de la mano y que
representaban los diversos niveles de competencia alcanzados en este
proceso de aprendizaje mental. Los miembros del grupo dijeron que
solamente llevarían estas vendas en sus muñecas durante las reuniones de
grupo ya que decidieron que el kárate mental sería su arma secreta para el
dominio de sí mismos y no querían hacer publicidad de su competencia.