Las Normas mínimas de Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos vienen enmarcadas por un principio general que proclama que las reglas deben ser aplicadas imparcialmente. 24 Marzo 2013 Deia
Criminal Internacional Attila Ernö Nemeth y la Autopista del Dinero Sucio .docx
Esto no es un articulo de opinion. Deia
1. Deia Igandea, 2013ko martxoaren 24a IRITZIA 5Deia Igandea, 2013ko martxoaren 24 IRITZIA 5
L
A Historia es interpretable. Sin
embargo, cualquiera que trate de
acercarse a ella con una mínima
honradez científica, nos dirá que si
bien es lícito interpretar los hechos históri-
cos, no lo es en cambio tergiversarlos.
Lo mismo pasa con el Derecho en general,
con el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos y, por ende, también con lo que éste
dispone para las personas reclusas o priva-
das de libertad.
Analicemos algunos de estos principios
empezando por lo que dispone el Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos, tra-
tado de obligado cumplimiento por los esta-
dos-parte del mismo, como es el caso del Esta-
do español.
Pues bien, el citado tratado establece que
“toda persona privada de libertad será trata-
da humanamente y con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano”. También
establece que “no se impondrá pena más gra-
ve que la aplicable en el momento de la comi-
sión del delito”. Más adelante, añade que
“toda persona detenida o presa será llevada
sin demora ante un juez (…) y tendrá dere-
cho a ser juzgada dentro de un plazo razona-
ble o a ser puesta en libertad”.
Las Normas mínimas de Naciones Unidas
para el tratamiento de los reclusos vienen
enmarcadas por un principio general que
proclama que “las reglas deben ser aplicadas
imparcialmente. No se debe hacer diferen-
cias de trato fundadas en prejuicios, princi-
palmente de raza, color, sexo, lengua, religión,
opinión política o cualquier otra opinión, de
origen nacional o social, fortuna, nacimien-
to u otra situación cualquiera”.
Los Principios de Naciones Unidas para la
protección de todas las personas sometidas a
cualquier forma de detención o prisión, esti-
pulan que “el régimen penitenciario consis-
tirá en un tratamiento cuya finalidad esen-
cial será la reforma y la readaptación social
de los penados”.
Estos mismos principios –como no podía ser
de otra forma–- prohíben la tortura y los
malos tratos. “Ninguna persona sometida a
cualquier forma de detención o prisión será
sometida a tortura o a tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes. No podrá invo-
carse circunstancia alguna como justifica-
ción de la tortura o de otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes”.
Por su parte, las Normas mínimas de Nacio-
nes Unidas para el tratamiento de los reclu-
sos establecen, entre otras cosas, que “si lo
solicita, la persona detenida o presa será
mantenida en lo posible en un lugar de deten-
ción o prisión situado a una distancia razo-
nable de su lugar de residencia habitual”.
Todos estos principios que hemos seleccio-
nado forman parte del Derecho Internacio-
nal y constituyen una de las más nobles apor-
taciones de la cultura europea al conjunto de
la humanidad. Una aportación que sienta sus
bases en la ética humanista, una corriente de
pensamiento que se inicia en el siglo XVI, y
tiene su plasmación más importante en la
Ilustración.
Tal vez, las palabras de un gran filósofo pre-
cursor de la Ilustración, el holandés Baruch
Spinoza, nos ofrezcan algo de luz a la hora de
interpretar los principios del derecho a que
nos hemos referido en este artículo. Spinoza
consideraba que el odio, la venganza, y tam-
bién el arrepentimiento, no son virtudes que
proceden de la razón, sino que son pasiones
vinculadas a la tristeza. De esa forma, llega-
ba a la conclusión de que “quien quiere ven-
gar las ofensas mediante un odio recíproco
vive, sin duda, miserablemente”. Mientras
que para el ámbito público consideraba que
“lo que lleva a la consecución de la sociedad
común de los hombres, o sea lo que hace que
los hombres vivan en concordia, es útil”.
Así pues, este artículo no es un artículo de
opinión al uso, no pretendemos, en esta oca-
sión, ser nosotros quienes opinemos sobre
personas sometidas a penas de reclusión, ni
sobre su situación, sino más bien volver a
recordar una serie de principios demasiado
a menudo olvidados y plasmados en el Dere-
cho Internacional. Usted, que lee este artí-
culo, es a quien corresponde opinar sobre el
grado de cumplimiento de estas normas en
nuestro entorno inmediato.
*EnrepresentacióndelaAsociaciónProDerechosHuma-
nosArgituz
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Gobierno y toros
Desde que ustedes accedieron al
gobierno de la nación este país me
recuerda a una corrida de toros con
un primer espada, El Niño de Ponte-
vedra, acompañado de su cuadrilla.
En el primer tercio, con el engaño,
nos llevaron al caballo, en la prime-
ra puya nos metieron la congelación
del salario mínimo; en la segunda, la
subida del IVA. Con estas dos puyas
nos dejaron sin fuerzas. En el segun-
do tercio, en los tres pares de bande-
rillas, nos pusieron la canallesca
reforma laboral, los ERE y una subi-
da del paro espeluznante. En el últi-
mo tercio, en la suerte de entrar a
matar, nos clavaron el estoque hasta
laempuñadura:lareformadelajubi-
laciónanticipadayconlapuntillalas
nuevas normas de acceso al subsidio
dedesempleovamoscaminodeldeso-
lladero tras una vuelta al ruedo.
Como ciudadano de este simpático
país, tengo ganas de ver un ERE en
Zirrikituetatik begira
J U A N R A M A D A R I A G A
Hemen gaude
E
USKARAK korrika egin
du Euskal herrian zehar,
Eman Euskara Elkarri
oihukatuz, hemen gaude
euskararen alde kantatuz, hizkun-
tza zaharberrituaren hitzak haiza-
tuz, eta bere alde izerdi dezente
lurrunduz.
Andoaindik abiatu zen duela egun
batzuk euskarari kristolako haus-
poa ematen dion Korrika. Ez edo-
zein lekutatik, Martin Ugalde kul-
tur parketik jarri zen martxan, eta
egun horretatik aurrera, kilome-
troak eta kilometroak jan dituzte
milaka korrikalarik, milaka
euskaltzalek eta milaka euskaldu-
nek. Umeak, gazte koskorrak, gura-
soak, aitona-amamak, tabernariak,
mekanikoak, futbolariak, arrant-
zaleak, farmazeutikoak, fruta-
saltzaileak, suhiltzaileak, okinak,
guzti-guztiak bilakatzen dira korri-
kalari tarte txiki baterako, nahiz
eta geroagoan, korrika egin gabe
ere, euskara izango duten mihiaren
ración. Aquel sistema carece de una idea de
empresa y concluye en un paternalismo tota-
litario que la vanguardia consciente impone
al resto en un ambiente social indigno para la
realización de las personas.
La comunidad cooperativa debe ser una
“comunidad convencida de serlo”, no caben en
ella élites paternalistas. A falta de esa con-
ciencia por la cooperación, se entiende que
haya personas que prefieran acomodarse bajo
un tutelaje privado o público, lo que viene a ser
otro obstáculo más para una concepción del
cooperativismo como alternativa sistémica de
carácter global. Por ello, para Arizmendia-
rrieta el mapa de la economía futura será plu-
ral. Ahora bien, su crítica a los que eligen res-
guardarse bajo tutelas paternalistas es acera-
da: “Iñork emotekoari edo egindakoari begira
dagona iñoren mende dago, naiz erri edo gizon
soil” (aquel sujeto (individual o colectivo) que
está a la expectativa de lo que otro vaya a dar
o realizar, está sometido a ese otro). Confiar en
el advenimiento de una esperanza global que
nos dispense de nuestra autorresponsabilidad
viene a ser un sometimiento del mismo cuño.
La auténtica alternativa reside en la capacidad
autoemancipadora de las personas a través de
su interacción constructiva con su entorno
social y laboral. Esta participación de las per-
sonas es un requisito necesario para humani-
zar la economía.
Personalismo
Hoy todos hablan de personas. Todos los gran-
des y pequeños proyectos políticos y sociales
se refieren a la centralidad de las personas. El
ciclo histórico es personalista y eso significa
que habrá de ser democratizador, también en
la esfera de la economía. Ahora bien, no todos
admiten la madurez de las personas para con-
ducir su propio proceso de liberación. Frente
a los que solo confían en el cobijo de patronos
paternalistas o en la tutela de los gobiernos, la
experiencia cooperativa promueve la confian-
za en la asociación de personas en un régimen
de cooperación y participación colectiva. Es,
en definitiva, el recurso a las personas con-
cretas al servicio de una meta establecida en
laspropiaspersonas.Laspersonascomorecur-
so y meta forman parte del meollo del movi-
mientocooperativo,yestoesloqueimpideque
sus realizaciones cooperativas se ajusten a
estándares uniformes y mundializables. De
ahí, en definitiva, que sus protagonistas pre-
fieran identificarse con la más prudente expre-
sión de “experiencia cooperativa”.
* Analista
el Congreso, en el Senado, y en los
gobernantes de las comunidades
autónomas,unareformaseriadesus
jubilaciones, años de cotización para
tener acceso a su jubilación, IRPF y
demás privilegios. Si viéramos un
faena de esta categoría, sacaríamos
los pañuelos para pedir la oreja y la
vuelta al ruedo.
José Manuel Franco Parro
Bilbao
Colaboración
P O R J . I B A R R O N D O, A . K R A K E N B E R G E R Y B . G A Z T E L U M E N D I ( * )
Esto no es un artículo de opinión
punta denetarako, euren hizkuntza
euskara baita.
Euskarak badu bere lekukoa eta
egurtto hori eskuz esku ibili da
Euskal Herri guztian barrena.
Eskuz esku eta ahoz aho. Gipuzkoa-
tik Nafarroara egin du salto eta
Zuberoan izan zen larunbatean.
Aste honetan Gasteiztik Bilbora
etorri eta atzo Donostiatik paseatu
zen. Gaur berton, igande eguer-
dian, 18. Korrika jendetsua amai-
tuko da Baionan, jai eta giro pare-
gabean, euskaraz blaiturik.
Jende andana biltzen du euska-
rak, eta bera handiago, erabilga-
rriago, duinago, ezagunago, diber-
tigarriago, komunikatzaileago eta
indar-tsuago egiteko abiadurazko
bultzada ematen dio jendeak, beti
alai, beti pozik, beti euskaldun.
Eta ez bakarrik Euskal Herrian.
Euskarak ez baitu mugarik, eta era
berean euskaldunak edonon erabil
dezake hizkuntza hori. Hala, Shang-
hai, Bartzelona, Madril, Valentzia,
Geneva, Brusela, Sydney, Londres,
Berlin, Munich, Montevideo, Tou-
louse, Saudi Arabia, , Leipzig , Hun-
gary, Mexiko, Santiago De Chile, Boi-
se, San Francisco, La Plata, Belfast,
New York, Buenos Aires, Birming-
ham, Liverpool, Montreal… herri
eta hiri horietan guztietan euskarak
ere munduko hizkuntza dela era-
kutsiko du. Gurea eta handia.
Izan ere, gaur eta beti, hemen gau-
de euskararen aldeeeee…..
tivaqueperfilemodelossocialessingularesque
inciden en su entorno inmediato y no modelos
globalizables miméticamente transferibles a
otros lugares del mundo.
Bajo esta concepción, se percibe claramente
laimprontadelaculturadelareciprocidadvas-
co-pirenaica (el auzolan) y el compromiso con
el“primervecino”(lehenauzoa),loquedeman-
daría de la empresa cooperativa una implica-
ción estrecha con la comunidad en la que está
inserta. Pero se ve también que la cooperación
solo puede establecerse desde abajo, a través
de la participación consciente de todos los
implicados. La distinción marxista entre los
trabajadores en sí (alienados o gregarizados) y
para sí (concienciados) en que se funda el sis-
tema socialista no vale para activar la coope-