SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 148
Descargar para leer sin conexión
NAZIONISMO
LIBERTARIOS CONTRA ISRAEL
I N N I S F R E E
ÍNDICE
¿Dayan es otro Rommel?.......................................................1
por Joseph Stromberg............................................................1
Palestina..................................................................................8
por Leonard P. Liggio..............................................................8
El derecho a gobernar en Medio Oriente ............................15
por Imad-a-Din Ahmad..........................................................15
La alienación de una patria:..................................................19
cómo Palestina se convirtió en Israel...................................19
por Stephen P. Halbrook......................................................19
La creación de un Estado guerrero:.....................................49
El Enigma de Israel...............................................................49
por Gabriel Kolko..................................................................49
La culpa de la guerra en Oriente Próximo............................60
por Murray N. Rothbard........................................................60
La masacre...........................................................................74
por Murray N. Rothbard........................................................74
La pasión de los judíos..........................................................85
por David Horowitz................................................................85
La revolución que será........................................................119
por Bill Birmingham.............................................................119
Palestina: libertad y justicia.................................................132
por Samuel Edward Konkin III............................................132
¿Dayan es otro Rommel?
por Joseph Stromberg
∗
Esta obra importante y exhaustiva es una colección de ensayos
históricos y políticos escritos por miembros de la Organización
Socialista Israelí. La ISO (por sus siglas en inglés) es la única
organización genuinamente antisionista del espectro político israelí;
y es un grupo que acepta árabes como miembros plenipotenciarios.
A pesar de haber sido acusados de ser “agentes de Al Fatah” y del
acoso policial, la ISO sigue una línea consistente que defiende la
liberación nacional y la autodeterminación de todos los pueblos de
Medio Oriente.
Al reconocer y defender los derechos de los palestinos a su
tierra, así como los derechos del nuevo pueblo de Israel a las áreas
que los judíos pioneros colonizaron y en las que se asentaron
legítimamente antes de 1948, la ISO ataca directamente las bases
del Estado sionista. Partiendo de un humanismo marxista
intransigente, la ISO ha llegado a la misma posición general sobre
la cuestión palestina a la que llegaría un libertario partiendo de las
premisas de su propio derecho natural (u otras).1
Los ensayos comparan adecuadamente el asentamiento sionista
con el régimen de los Boers que colonizaron Sudáfrica. Israel es un

Reseña de The Other Israel: The Radical Case Against Zionism ed. Arie Bober
(Garden City, N.Y., Doubleday, 1972)
1
Para acceder a una investigación libertaria del asunto, ver el corto ensayo de
Imad-a-Din Ahmad, “The Right to Rule in the Middle East”, Abolitionist, I, 8, p.
8 y I, 9, pp. 3 y 4.
1
ejemplo contemporáneo de los Estados conquistados originales que
describió el sociólogo alemán Franz Oppenheimer en varias de sus
obras. Sir Ronald Storrs, el primer gobernador civil de Palestina
durante el Mandato británico, dio la bienvenida a los sionistas
como “una pequeña Ulster judía leal” en medio de una
nacionalistas árabes peligrosos. Al igual que Ulster, que es una
herramienta de imperialismo británico en Irlanda, Israel sigue
funcionando como una herramienta de imperialismo occidental en
Medio Oriente. Sin embargo, a diferencia de muchos Estados
conquistados, “el colonialismo sionista desplaza y expulsa” en
lugar de retener a la gran mayoría de trabajadores de la tierra como
mano de obra barata. Los primeros colonizadores compraron
grandes porciones de tierra cuyos “dueños” eran effendis árabes
reaccionarios y echaron a los propietarios árabes. El lema de “solo
trabajo judío” que se aplicó consistentemente desde los comienzos
de la empresa sionista ha reducido incluso la opción racional de
mercado de contratar la mano de obra más barata; esa alternativa
burguesa “estrecha” siempre ha sido derrotada por las fuerzas del
nacionalismo sionista y por las burocracias laborales judías.
Una cantidad de ensayos hablan sobre el expansionismo de
Israel, la represión de los judíos negros, nativos de la región, y el
maltrato de los pueblos originarios. La lectura de las pruebas
desacredita para siempre el mito de la pequeña “democracia”
asediada que lucha por su vida. Las “regulaciones de emergencia”
por ejemplo, la continuación de medidas impuestas por los
británicos desde 1936 hasta 1939, permiten la aplicación
instantánea de la ley marcial, que incluyen arresto domiciliario,
restricciones sobre la libertad de movimiento, y la confiscación y
destrucción de propiedad, como la dinamización punitiva de
hogares. Aun peor, permite que se cerquen áreas enteras desde
afuera, lo que deja a los habitantes con una sola opción: irse o
morir de hambre. No es de sorprender que los palestinos se fueran
“voluntariamente”. Se han tomado muchas tierras desde 1948
gracias a la puesta en práctica selectiva de esas regulaciones. ¡No
habrá un estado de derecho Hayekiano aquí! De hecho, la
burocracia israelí puede competir en represión y tiranía con
cualquier otro Estado del mundo hoy en día.
2
Un capítulo interesante trata el tema de la estructura de clases en
Israel. Israel emerge como una sociedad en la que los judíos
europeos rigen sobre los judíos y árabes nativos, y que solo
sobrevive por las inyecciones masivas de capitales que provienen
del United Jewish Appeal, el gobierno de Bonn (que reconoce a
Israel como la expresión institucional de las víctimas del nazismo y
le paga indemnizaciones) y, por supuesto, el gobierno de los
Estados Unidos. Pero ese influjo de capitales no llega a las
burguesías nacionales, sino al Estado de Israel, a la Agencia Judía
que prácticamente tiene estatuto de Estado, y a las burocracias del
partido laborista; en especial el Histadrut, un monopolio de trabajo
nacional que hace que George Meany se retuerza de envidia.
Incluso los tan elogiados y gloriosos kibbutzim están
completamente subsidiados por el Estado, empresas privadas, y
bancos, y viven en tierras robadas.
Los capítulos sobre la Izquierda israelí y el borojovismo dan a
conocer las limitaciones de todas las facciones que trabajan dentro
del marco sionista. Incluso Uri Avinery, supuesto estadista de
izquierda, pareciera aceptar el status quo del sionismo e intenta
evadir los problemas autocreados por el sionismo refiriéndose a las
políticas del “pos-sionismo” y proponiendo una federación
binacional con los palestinos. La ISO considera la mencionada
propuesta como el equivalente al Bantustán árabe.
Ese sionismo de izquierda, en el que se encuentra el
borojovismo, que afirma que el sionismo nació del marxismo,
soslaya la contradicción principal con el sionismo. El sionismo
como nacionalismo judío europeo tuvo que oprimir y desplazar a
los palestinos una vez que se decidió que Palestina era la única
opción para la colonización sionista. Una cantidad de ensayos, en
particular “Zionism and Universal Ethics” atacan al sionismo por
rechazar el universalismo y humanismo judío tradicional. Tomando
el antisemitismo como problema judío especial, el sionismo
propuso una solución especial e incluso cooperó con los
antisemitas para llevarla a cabo. La historia etnocéntrica y el
chovinismo judío europeo, que asumieron que todos los no judíos
3
eran enemigos potenciales, fueron clave para el sionismo.2
Lógicamente, los crímenes que cometió Hitler hicieron que el
sionismo fuera perfectamente plausible.
Si bien estos ensayos sobre la ISO solo aluden a esa
interpretación, señalan directamente la tendencia filosófica fascista
arraigada en el sionismo. El repudio sionista hacia el
universalismo, el humanismo y los valores trascendentales a favor
de la comunidad tribal politizada definida como el bien más
importante coloca al sionismo dentro de la definición filosófica de
fascismo que ofrece Ernst Nolste, un historiador alemán
contemporáneo.3
Así, “Cuando el sionismo tuvo que elegir entre los
judíos y el Estado judío, optó por el segundo sin dudarlo”.4
Esa anti
trascendencia se equipara a las posiciones que desarrollaron
Charles Maurras, el socialista italiano Mussolini, y... Adolf Hitler.
Gracias a la ideología de la ISO queda claro que la ideología israelí
justifica todos los actos criminales (desde el punto de vista de la
ética universal) de la “comunidad soberana, marcial,
antagónicamente racial por dentro” (frase de Nolte para describir la
sociedad fascista). Según la ISO, incluso esa retórica
característicamente fascista de “la eternidad de la guerra y la
santidad de la sangre” es cada vez más popular en Israel;5
un
resurgimiento de tonterías de sangre y tierra.6
2
Dos análisis radicales que tratan el tema del chovinismo judío (desde una
perspectiva judía) son “Arendt’s Eichmann and Jewish Identity” de Norman
Fruchter, reimpreso en James Weinstein y “For a New America: Essays in Hitory
and Politics from Studies on the Left, 1959-1967 de David W. Eakins (editores),
Nueva York, 1970, pp. 423-454; y “The Passion of the Jews”, de David Horwitz,
Ramparts, XII, 3 (octubre de 1974), pp. 21-8 y 56-60. El último ensayo es
especialmente perceptivo y compasivo.
3
Ernst Nolte, Three Faces of Fascism: Action Francaise, Italian Fascism,
National Socialism (Nueva York, 1969). El estudio provocador de Nolte merece
ser leído completamente.
4
The Other Israel, p. 171.
5
Ibíd., p. 235.
6
Garry Willis, cuyo tradicionalismo en el National Review y su izquierdismo
actual al estilo Berrigan parecieran ser producto de una perspectiva católica
4
El capítulo que describe el contexto de la guerra preventiva de
1967 pone de relieve la importancia del tema del “enemigo eterno”
que prevalece en el pensamiento israelí. Israel es una sociedad
completamente militarizada por la lucha eterna de una seguridad
ilusoria; “una cruzada más y estaremos a salvo”. Pero, como
demuestra Nolte, la concepción paranoica de guerras eternas que se
libran por “defensa propia” es la esencia del fascismo genuino.7
Los fascistas sinceramente creen que los crímenes que cometen son
necesarios para preservar la comunidad frágil, rodeada, y su cultura
incomparable. La interesante cuestión de cuánto ha presionado el
nacionalismo oficial del Estado durante la Guerra Fría a la sociedad
norteamericana para seguir el camino del fascismo merece ser
tratada en otro momento.8
La ISO cree que la solución de que se logre una transformación
revolucionaria de Medio Oriente en la que el nuevo pueblo de
Israel sea una comunidad autónoma está de alguna manera ligada al
sistema socialista regional. A pesar de los lazos de cambio
constructivo que mantiene con el socialismo y de cierta debilidad
en relación al tema de los campesinos, el universalismo marxista de
la ISO permite salir del sionismo y proponer la autodeterminación
de todos los pueblos; una posición sorprendentemente similar a la
que adoptó Ludwig von Mises en The Free and Prosperous
Commonwealth sobre la base del universalismo liberal.
medieval, en realidad defiende a Israel como un reino de los cruzados en una
publicación reciente de Esquire (julio de 1975).
7
Nolte, pp. 507-515.
8
Un comienzo interesante de ese análisis es la publicación “The Ultra Right and
Cold War Liberalism”, Studies on the Left, II, 1, (1962), PP. 3-8. Para los
libertarios sería especialmente importante investigar qué tan lejos entró el ala
derecha del Objetivismo, al internalizar el nacionalismo estadounidense de la
Guerra Fría, en el camino del fascismo; un punto que espero retomar en un
ensayo próximamente. Para un enfoque de “determinismo económico” del
sionismo por un libertario Bakuninista, ver Stephen Halbrook, “The Philosophy
of Zionism: A Materialist Interpretation”, en Ibrahim Abu-Lughod and Baha
Abu-Laban (eds.), Steller Regimes in Africa and the Arab World: The Illusion of
Permanence (Wilmette, III, 1974), pp. 20-30.
5
Para la ISO, el socialismo es necesario para eliminar toda la
“alienación”, incluyendo todas las relaciones de mercado. Sin
embargo el hecho de que los Estados socialistas funcionen igual de
mal que otros Estados debería decirles algo. Stalin es el caso
clásico de un líder claramente fascista que utilizó una mezcla de
retórica marxista y nacionalista, a pesar de que su mentalidad
bolchevique tal vez lo contuvo de desviarse más en las palabras que
el otro marxista nacionalizado, Benito Mussolini. La ISO incluso
concibe el nacionalismo como una forma de alienación. Un
libertario agregaría que el nacionalismo es parte del verdadero
problema: el Estado. En palabras de Bakunin, el Estado es la
“negación de la humanidad”. El fascismo en Israel o en cualquier
otro lugar es meramente la afirmación más contundente de esta
máquina alienadora que se basa en miedos atávicos y los promueve
entre sus súbditos; el fascismo es la afirmación ideológica del
crimen estatal de cara a todos los valores trascendentes e
instituciones como la ética humanista, el derecho natural, la
religión universal y el mercado mundial.
A pesar de esas críticas, The Other Israel es un estudio
significativo y valioso, sobre todo en un momento en el que Henry
Kissinger y Jerry Ford están comprometiendo el Tesoro
norteamericano y probablemente vidas a defender el pequeño
Estado Leviatán, fundado sobre la base del repudio a los mejores
herederos del judaísmo.9
9
Para una crítica de Israel por un libertario que hizo hincapié en la oposición
entre judaísmo y sionismo, ver Frank Chodorov, “Some Blunt Truths About
Israel”, American Mercury, LXXXIII, 390 (julio de 1956), 55-9- El artículo
apareció, incidentalmente, mucho antes de la degeneración de Mercuy en un
organismo neonazi.
6
7
Palestina
por Leonard P. Liggio
Tras la visita oficial a la ONU del líder de la OLP, Yasir Arafat,
y el histórico voto de Naciones Unidas sobre el trato racista de
Israel hacia los palestinos, Israel contribuyó enormemente en la
victoria de la OLP. Durante las últimas semanas hubo revueltas
masivas, en las que las tropas israelíes asesinaron estudiantes
palestinos. El resultado fue la renuncia de los gobernadores y
administradores de nueve ciudades palestinas en las zonas
ocupadas por Israel en Galilea, Samaria y Judea. Se trata de líderes
conservadores palestinos que han intentado cooperar con los
ocupadores israelíes. La generación más joven ha expresado su
apoyo hacia la OLP y marca el rumbo que tomará en el futuro la
política de los palestinos. Si después de 1967 los israelíes le
hubieran devuelto el área a otro ocupante ilegal de las tierras
palestinas en contra de las decisiones de la ONU -la monarquía
jordana-, o hubiesen establecido el área como un títere palestino
bajo el mando de los líderes tradicionales, la OLP habría tenido un
futuro bastante limitado. Pero Israel ha creado colonias en las
tierras ocupadas y permitió que se fundaran colonias “no oficiales”.
El golpe final fue el tema del Haram es Sharif, El Monte del
Templo. En las escrituras dice que ese es el lugar donde Abraham
ofreció en sacrificio a Isaac. Luego de la época apátrida de los
hebreos, ellos buscaron conquistar las ciudades de los filisteos y
establecer un poder político sobre el que habían sido advertidos en
el Libro de Samuel. Se construyó un templo en le colina de
8
Jerusalén, que se convirtió en la capital política. El templo lo
construyó el pueblo de grandes comerciantes, constructores y
artistas, los fenicios (ancestros de los cartagineses de África el
norte). Fue destruido en el año 70 A.D. Desde el siglo siete ha sido
el tercer sitio religioso más importante en Islam, ya que el Profeta
descendió del cielo ahí, además de la veneración del Islam a Jesús
y a Abraham, patriarca de los semitas. Durante las Cruzadas fue el
centro del Reino latino de Jerusalén y de los Caballeros
Templarios. Los rabinos judíos prohibieron a los judíos entrar a
Haram es Sharif puesto que era el lugar del Santo de los Santos al
que sólo podían acceder los descendientes de Aarón; cualquier otro
judío que entrara cometería un acto de profanación. Sin embargo,
los nacionalistas seculares israelíes entraron a Haram es Sharif este
año para cantar canciones a favor del gobierno. El resultado fueron
protestas palestinas.
Los intentos de establecer colonias israelíes en áreas árabes y el
problema del Monte del Tempo coincidieron con el intento de
Israel de celebrar elecciones en una zona árabe. Israel esperaba que
con las elecciones se lograra un liderazgo local cooperativo. Sin
embargo, los intentos de asentamiento israelíes unificaron el apoyo
hacia la OLP. En la ciudad cristiana y árabe de Belén, los
estudiantes universitarios alzaron banderas de la OLP en la
universidad. Hasta ahora, los árabes cristianos han sido mucho
menos activistas que los musulmanes. En el debate de la ONU de
marzo de 1976, el delegado de la OLP fue autorizado a participar (a
pesar del voto negativo de William Scranton) como “miembro de la
ONU”. El delegado de la OLP comparó las revueltas en contra de
Israel con los “levantamientos gloriosos del gueto de Varsovia”
contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Eso volvió a
poner énfasis en el hecho de que el problema de Israel es algo que
crearon los pueblos europeos que forzaron a los judíos a irse a
Israel durante la Segunda Guerra mundial en lugar de permitirles
instalarse en Europa o Estados Unidos. La participación previa del
delegado de la OLP en el Consejo de Seguridad fue en enero para
discutir la resolución del problema de Palestina. A partir de la
resolución del 30 de noviembre de 1975, la ONU afirmó: “(a) Que
el pueblo palestino debe ejercer su derecho nacional e inalienable
9
de autodeterminación, y el derecho a establecer un Estado
independiente en Palestina en conformidad con la carta de las
Naciones Unidas; (b) Que termine el flagelo de los refugiados
palestinos que desean volver a sus hogares y vivir en paz con sus
vecinos y que se garantice el derecho de aquellos que eligen no
volver a recibir una indemnización por propiedad; (c) Que Israel
debe retirarse de todos los territorios árabes ocupados desde de
junio de 1967; (d) Que se deben hacer los arreglos pertinentes para
garantizar, en concordancia con la carta de las Naciones Unidas, la
soberanía, la integridad territorial y la independencia política
dentro de límites seguros y reconocidos de todos los Estados en el
área”.
En los debates de la ONU en marzo, William Scranton instó a
implementar resoluciones en la ONU que crearan una
Administración Internacional para Jerusalén, e hizo notar que las
colonizaciones israelíes se hicieron violando la Cuarta Convención
de Ginebra. El debate se caracterizó por un fuerte énfasis en el
cumplimiento específico de la Resolución de la Asamblea General
de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 (que es la
base legal que justifica la existencia de Israel) que dispone la
creación de fronteras para los israelíes y para los Estados árabes en
Palestina; la violación de Israel durante tres décadas de los
fundamentos que justifican su existencia legal dio origen a su
ilegalidad. Los amigos de Israel han intentado poner fin a su
condición de ilegalidad restaurando inmediatamente las
condiciones de la resolución del 29 de noviembre de 1947.
El origen de las acciones de la ONU sobre Palestina en 1947
fueron las condiciones que se habían dado durante la ocupación
británica. George Antonius, en The Arab Awakening (1946)
escribió: “La colonización sionista implicó la destrucción de aldeas
y la expulsión de sus campesinos; que el dinero que trajeron los
sionistas y la consiguiente prosperidad –si en verdad hubo
prosperidad- no compensara ante los ojos de los árabes por la
pérdida de todo lo que un campesino considera sagrado en los
alrededores de su aldea; que los campesinos se sintieran indefensos
ante el proceso de desposesión y la presión legalizada pero
10
incesante que lo acompañó; que la sensación de impotencia ante el
avance inexorable de la colonización sionista los llevara
obviamente a que surgieran brotes impremeditados por parte de una
población que por naturaleza es pacífica y hospitalaria con los
extranjeros y que, si permitían que continuasen, causaran pérdidas
impredecibles en vidas y propiedades. Aprendieron de la
experiencia que la política que estaban implementando por la
fuerza era, a pesar de todo el optimismo volcado en discursos
ministeriales e informes oficiales, una bomba de tiempo”.
Antonius hizo un comentario sobre el plan de partición: “Va en
contra de las lecciones de la historia, las necesidades geográficas, el
juego natural de las fuerzas económicas, y las leyes del
comportamiento humano. Reproduce algunos de los aspectos más
desprestigiados y peligrosos del Tratado de Versalles.
Prácticamente no guarda relación con la doctrina del consenso.
Cuando lo diseñaron, los Comisionados parecen haber pasado por
alto el hecho de que no es más factible echar a los campesinos de
sus tierras que imponer un gobierno foráneo sobre una población
reticente, a menos que se recurra a la fuerza para hacerlo; y que ese
uso de fuerza superior para contener a un pueblo con conciencia
nacional, si bien durante un tiempo puede lograr su cometido, tarde
o temprano derrotará sus propios propósitos.
“Uno de los errores más comunes es pensar que el problema en
Palestina es el resultado de una agitación provocada. Se atribuye a
los artificios de la clase effendi, a las ambiciones políticas del Gran
Muftí, a los agentes y subsidios de Italia y Alemania, a las
maquinaciones comunistas; y una opinión muy difundida –y
muchas veces genuinamente- es que si las masas árabes no
hubieran sido engañadas para cosechar todos los beneficios que les
dio el mandato, no hubiese habido problemas. La ceguedad de esa
interpretación es clara hoy en día. Los primeros estallidos fueron
explicados de la misma manera; pero, después del interrogatorio de
alguna de las comisiones designadas por la Potencia mandataria, se
demostró que las causas subyacentes estaban ligadas al apego de
los árabes a su tierra y su cultura. Hoy más que nunca, la rebelión
es una revuelta de los aldeanos, y su causa inmediata es el esquema
11
de partición que se sugirió y, en particular, ese aspecto que propone
el desplazamiento final de una gran cantidad de campesinos árabes
para hacer lugar para los ciudadanos inmigrantes del Estado judío
propuesto. Los protagonistas de la revuelta no son los líderes
nacionalistas, muchos de los cuales ahora están exiliados, sino
hombres de clase trabajadora y agrícola que arriesgan su vida por
lo que creen que es la única manera que tienen de salvar sus
hogares y aldeas. Es un error interpretar ese movimiento como si
fuera el resultado de agitadores, árabes o extranjeros. La incitación
política puede contribuir a agravar el estado de malestar, pero no
puede mantener activa una revuelta, mes a mes, en condiciones de
tanta violencia y sufrimiento.
“Muy lejos de estar motivada por los líderes, queda claro que la
revuelta es un desafío de su autoridad y una crítica a sus métodos.
Los jefes de la rebelión culpan a los terratenientes árabes que
vendieron su tierra por el flagelo que sienten hoy en día los
campesinos, y acusan a los líderes de negligencia por no haber
prohibido las ventas. Los campesinos no han tenido voz en la gran
mayoría de las transacciones que dieron como resultado que ellos
fueran desalojados. El propietario que posee el título legal dispone
de la tierra a su discreción, y una de las cláusulas del contrato de
venta es que la tierra debe ser entregada al comprador libre de
ocupantes o derechos de propiedad. La revuelta es dirigida en gran
medida por los campesinos, es decir por aquella gente cuya vida y
subsistencia dependen de la tierra pero que no tuvieron voz en la
decisión de ser echados; y su furia y violencia están dirigidas tanto
hacia los terratenientes y agentes árabes que facilitaron las ventas
como hacia la política de la Potencia mandataria bajo cuyo
patrocinio se llevaron a cabo las transacciones. El hecho de que
algunos de esos terratenientes hayan servido en organismos árabes
los hace más odiosos a los campesinos insurgentes y menos
susceptibles a la influencia de los líderes políticos como unidad.
“En primer lugar, si bien es cierto que el capital judío y su
iniciativa contribuyeron al desarrollo económico del país, a
enriquecer una cantidad de terratenientes árabes y a aumentar los
salarios de los trabajadores árabes, también es cierto que han
12
creado nuevas necesidades y nuevas cargas. Los servicios públicos
creados por la política del mandato –los servicios especiales de
seguridad pública, duplicación necesaria por la imposición del
hebreo como idioma oficial, el aumento de los salarios en contratos
públicos sólo para dar empleo a los trabajadores judíos- han tenido
la necesidad de instalar una burocracia excepcionalmente grande y
costosa para un país tan pequeño, y de asignar una parte
considerable del presupuesto a gastos improductivos. La creación
de industrias judías, en especial aquellas que son artificiales en el
sentido de que dependen de la materia prima importada del
extranjero, condujeron a que se aplicaran impuestos proteccionistas
y a que, como consecuencia, aumentara el precio de los productos.
El influjo rápido de población dio como resultado un aumento
excepcional del costo de vida en todos lados, tanto en las aldeas
como en las ciudades. Ante la ausencia de datos estadísticos
completos, es imposible saber hasta qué punto los beneficios
económicos han sido contrarrestados por las cargas; pero algo que
no se puede negar, aunque se lo suela pasar por alto, es que salvo
por el enriquecimiento de una cantidad de terratenientes e
intermediarios, la posición económica de la población árabe en
general, y en particular la de los aldeanos, fue escasamente mejor o
peor de lo que fue para otras generaciones”.
“En segundo lugar, el aspecto económico queda eclipsado por
los problemas morales y políticos. Para los árabes el problema tiene
que ver básicamente con la autopreservación.... los agravios han
asumido un carácter de rebelión en la que la parte que lidera la
interpretan los campesinos y los trabajadores que, desesperados,
recurrieron a la violencia como único medio para oponer
resistencia a la partición”. (George Antonius, The Arab Awakening,
Nueva York, Capricorn, 1965.)
13
14
El derecho a gobernar en Medio Oriente
por Imad-a-Din Ahmad
Este artículo es una presentación preliminar, que apunta sobre
todo a poner de manifiesto la relevancia de la situación de Medio
Oriente en los argumentos teóricos que hoy en día se oyen en los
círculos anarquistas y libertarios sobre los derechos de propiedad y
el comunalismo. Próximamente presentaremos un segundo ensayo,
más completo, en el que se tratarán en detalle los hechos históricos
de la situación y se analizan específicamente los últimos
acontecimientos, que se publicará en este diario. En el presente
ensayo nos concentraremos en el reclamo moral del Estado de
Israel al derecho a la propia existencia. Para ello, nos haremos tres
preguntas específicas: ¿Quién tiene el derecho a “poseer” tierra
dentro de los límites de lo que hoy llamamos Israel? ¿Quién tiene el
derecho a someter a los habitantes de esa tierra? ¿De qué modo se
puede impartir justicia en esa tierra?
¿Quién tiene el derecho a poseer la tierra que hoy llamamos
Israel? En los debates filosóficos sobre el derecho a poseer tierra
existen muchos “casos complejos” en la aplicación de una teoría
particular de derechos de propiedad. Esos casos complejos surgen
cuando una determinada teoría de propiedad no resuelve la
pregunta de quién es dueño de la tierra. La cuestión de quién es
dueño de la tierra en Palestina no es un caso complejo. Considere
las consecuencias de asumir cualquiera de las teorías populares de
propiedad:
La “Teoría del reclamo”, que postula que la primera persona en
reclamar tierra desocupada es su dueño legítimo, no se aplica en
15
este caso, porque Palestina estaba ocupada cuando se creó el
Estado de Israel. Intentar averiguar qué persona o grupo de
personas ocupó la tierra primero es inútil, dado que la tierra ha sido
ocupada desde que existen registros históricos.
El derecho a la propiedad establecido por la ocupación y el uso,
como definió el anarquista estadounidense Benjamin Tucker,
resuelve claramente el caso a favor de los palestinos, que ocupaban
y usaban la tierra en el momento en que les fue arrebatada. Cuando
se creó el Estado de Israel, solo 2,5% de la tierra en Palestina
estaba en manos de judíos, y gran parte de esa tierra pertenecía a
los palestinos más que los judíos sionistas10
. Desde ese momento la
tierra ha sido arrebatada de sus dueños palestinos, ya sea a través
del robo descarado o en forma de un “dominio eminente”, o
mediante formas más sutiles de echar a los palestinos de la tierra, a
través de la violencia y luego diciendo que la tierra había sido
“abandonada”.
Ahora, cientos de miles de hombres y mujeres que son los
dueños legítimos de la tierra en Palestina están viviendo de la
caridad en campos de refugiados en el mundo árabe. No existe una
teoría de derechos de propiedad que les niegue el derecho a
recuperar su tierra excepto una: la teoría del Estado; la teoría del
Poder, de la fuerza bruta de la moral.
¿Quién tiene derecho a gobernar esta tierra? La respuesta a esa
pregunta es sencilla: nadie. La determinación del uso de la tierra es
el derecho de sus habitantes, asumiendo que los habitantes
adquirieron la tierra a través de medios moralmente aceptables. Si
desean cooperar con sus vecinos a través de alguna forma de
gobierno comunal, ese es su derecho; pero eso es un autogobierno.
10
Sionismo es el nombre que recibe el movimiento que apunta a crear un Estado
judío en el territorio que bíblicamente era Israel. No todos los colonos judíos
antes de Israel en Palestina eran sionistas. Una buena introducción general para
los libertarios sobre el sionismo es “War Built on the Middle East” de Murray
Rothbard, en la edición de “Left and Right” de 1967.
16
Nadie puede gobernar “sobre” Palestina. ¿Quiénes son los
palestinos? La maquinaria de propaganda de los Estados Unidos ha
tenido como función insinuar que el objetivo de los palestinos es
crear un Estado teocrático que sería una versión musulmana de
Israel. Eso es nada más y nada menos que propaganda. La
Organización para la Liberación de Palestina ha señalado
consistentemente que quiere que gobiernen los indigentes. Eso
quiere decir que gobiernen los musulmanes, los cristianos, y sí, los
judíos. Hay miembros cristianos y judíos de los Parlamentos de la
mayoría de los países árabes. Los mismos judíos semitas que ahora
son perseguidos por el gobierno israelí serían tratados –y son
tratados- como iguales por sus hermanos palestinos. Los actuales
gobernantes de Israel son europeos, no semitas, y su trato racista
hacia no solamente los árabes en Israel, sino hacia los judíos
semitas ha causado que muchos judíos estadounidenses “liberados”
volvieran de Israel como antisionistas.
¿De qué criterio moral se valen los gobernantes europeos de
Israel para reclamar su derecho a gobernar Palestina? La respuesta
es ninguno. No buscan una justificación moral,11
basan su reclamo
en la Declaración de Balfour. ¿Y qué es la Declaración de Balfour?
Es el Estado de Gran Bretaña que entrega la tierra del pueblo que la
habita a los sionistas; es una banda de ladrones que hacen regalos
con propiedades robadas a otra banda de ladrones.
¿Cómo se puede impartir justicia en Palestina? Los libertarios, y
los radicales también, se han dividido en los Estados Unidos en
cuanto a la cuestión palestina, ilustrando de ese modo la
complejidad de la situación. Personalmente, lo más decepcionante
11
Eso no quiere decir que la retórica sionista no apele al sentimiento moral, pero
la Declaración de Balfour es el único reclamo político consistente de poder. El
recurso religioso de la profecía bíblica es una fachada. En primer lugar los
sionistas se oponían (inicialmente) a los judíos ortodoxos que decían que el
retorno de los judíos a Israel debía darse por una intervención divina, no por el
imperialismo. En segundo lugar, la mayor parte de la clase gobernante en Israel
está compuesta hoy en día por ateos, y que ellos sostengan argumentos religiosos
es una hipocresía. El reclamo de Justicia, de que los israelíes merecen tener una
tierra debido al modo en el que fueron tratados en Europa son chicanas. No
fueron los palestinos los que los persiguieron en Europa.
17
(y aleccionador) fue enterarme de que Ayn Rand estaba a favor de
Israel. Si la señora Rand decide ser irracional, no hay nada que
pueda hacer; pero la realidad es que es ella misma quien brinda la
respuesta a nuestra última pregunta. La definición que ella hace de
justicia es que ningún hombre puede reclamar el derecho a lo que
“no ha ganado y no merece”. La tierra de Palestina debe ser
devuelta a aquellos que se ganaron el derecho a poseerla,
trabajándola y cuidándola. La solución ideal sería que el Estado de
Israel renunciara a sí mismo y que volvieran libremente a su tierra
los palestinos a los que legítimamente les pertenece, cobrándoles
los gastos de la restitución a los sionistas que se beneficiaron de
ella en el ínterin. Sabemos lo que va a suceder. Las acciones de
Israel en 1948, 1956 y 1967 demuestran que su única preocupación
es robar más tierra. Nunca en su historia el Estado cedió su poder
voluntariamente. Si eso es cierto, entonces ¿qué queda? ¿Quién
será el defensor y protector del pueblo? La respuesta es esta: el
pueblo mismo. Si el Estado de Israel piensa que el poder hace al
derecho –y lo hace- veamos qué ocurre cuando se encuentre con el
poder de los propietarios legítimos enfurecidos de la tierra de
Palestina. Medio Oriente ha cambiado desde 1967. Ya no es el
Estado de Israel contra el Estado de Egipto, ni siquiera es el Estado
de Israel contra el Estado de Jordania: es el Estado de Israel contra
el pueblo; un pueblo armado y furioso. No pongo en duda cuál será
el resultado.
18
La alienación de una patria:
cómo Palestina se convirtió en Israel*
por Stephen P. Halbrook
Introducción
El punto crucial del conflicto árabe-israelí es la cuestión
palestina, y el punto crucial en la cuestión palestina es: ¿quién es el
dueño legítimo de la tierra de Israel o Palestina? Las partes
involucradas en la lucha de Medio Oriente son conscientes de la
importancia de la cuestión de la tierra. A pesar de negarles el
derecho de volver a su tierra natal a los árabes que nacieron en lo
que hoy en día es Israel, el emigrante polaco y Primer Ministro
israelí Menachem Begin defiende el derecho de los judíos no
indígenas a asentarse en cualquier parte en Eretz Israel, incluyendo
la ocupada Ribera Occidental, a la cual denomina las tierras
liberadas de Judea y Samaria. Mientras que los opositores árabes
radicales describían sus negociaciones de paz como un repudio de
facto de la liberación palestina, el ex presidente de Egipto Anwar
Sadat, que como los otros líderes árabes instó a los árabes judíos a
*
El presente artículo fue escrito antes del Holocausto en el Líbano en 1982. En el
momento en que fue escrito, después de semanas de masacres indiscriminadas de
miles de libaneses y palestinos por parte de las fuerzas militares de Israel, es
imposible predecir si la ocupación sionista tan al norte como Beirut tendrá como
resultado la creación de una “Ribera Norte” tan militarizada y permanentemente
ocupada como la Ribera Occidental. La invasión también tiene implicancias para
el análisis incluido aquí sobre la opresión de los judíos orientales perpetuada por
los Estados árabes; el barrio judío en Beirut Oeste ha sido objeto de los mismos
bombardeos y destrucción por parte de Israel que los barrios musulmanes
dominantes de esa parte de Beirut.
19
volver a su tierra, dijo en su discurso histórico a la Knesset israelí
el 20 de noviembre de 1977:
No aceptaremos ningún discurso sobre la paz duradera... mientras
ocupen la tierra árabe mediante la fuerza militar...
En cuanto a la cuestión palestina, nadie niega que esa sea la
esencia del problema en su conjunto...
No se logrará nada si no se reconoce al pueblo palestino y su
derecho a establecer su patria, y el derecho a volver a ella.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos coincide en
que los palestinos son por definición un movimiento nacional
genuino. A pesar de las tratativas informales entre los Estados
Unidos y oficiales de la Organización para la Liberación de
Palestina, los Estados Unidos se niegan reconocer de jure a la OLP
como vocera de Palestina, ya que la OLP no reconoce el derecho de
Israel a existir como un Estado exclusivamente judío y reclama una
democracia secular en Palestina, donde musulmanes, judíos y
cristianos tengan iguales derechos. Los Estados Unidos
particularmente rechazan la representación de la OLP en una
conferencia por la paz previa al repudio del Acuerdo Nacional
Palestino de julio de 1968, que en parte sentó que:
La división de Palestina en 1947 y la creación del Estado de
Israel son en esencia nulas e inválidas, sin importar el tiempo
que haya transcurrido, porque fueron contrarias a los deseos del
pueblo palestino y a su derecho natural a tener una patria, y
contradicen los principios enunciados en la Carta de las
Naciones Unidas, el primero de los cuales es el derecho a la
autodeterminación. (Artículo 19)
La Organización para la Liberación Palestina, que representa
las fuerzas de la revolución palestina, es responsable por el
20
movimiento del pueblo palestino en la lucha por restaurar su
patria, liberarla, volver a ella y ejercer el derecho a la
autodeterminación en ella. (Artículo 26)
En los Estados Unidos, el derecho de Israel a existir se toma por
sentado casi a priori, y la pregunta de quién es el dueño legítimo de
la tierra nunca se debatió seriamente. Cuando las Naciones Unidas
declararon al sionismo una forma de racismo, los Estados Unidos
amenazaron con “desaparecer de escena”, pero por fuera del foro
público en Estados Unidos se daban debates fundamentales sobre si
la declaración de las Naciones Unidas estaba bien fundada. Por una
variedad de razones, entre ellas preferencia étnica, prejuicio
religioso, la presión sionista y las necesidades de imperialismo de
los Estados Unidos, muchos estadounidenses dan por sentado la
existencia de Israel como un imperativo categórico. Sin embargo, si
en algún momento existe la posibilidad de que se llegue a un
acuerdo exhaustivo en Medio Oriente, este se dará solo a partir de
una revisión precisa de la naturaleza de los derechos de los
palestinos, y no se puede perder esa oportunidad por un rechazo
obcecado a enfrentar los hechos históricos sobre la manera en la
que Palestina se convirtió en Israel.
Si el Estado de Israel tiene derecho a existir, solo lo puede hacer
porque sus ciudadanos han adquirido la tierra de una manera justa.
En la lucha ideológica en Medio Oriente, se dicen falacias que
oscurecen el problema principal de si los judíos, árabes palestinos,
ambos, o alguno de los dos tiene el derecho a poseer Israel o la
ocupada Palestina. (Por supuesto, la terminología que se usa para
describir la tierra depende de si se considera que la entidad sionista
es legítima o contraria al derecho y la justicia internacionales.)
Esas falacias adoptan varias formas. El adagio de Menachem
Begin durante los días terroristas del Irgun de “luchamos, ergo
somos” que se aplica para justificar las subsiguientes conquistas
israelíes es una falacia ad baculum de que la fuerza hace al
derecho; pero del mismo modo el mismo razonamiento existencial
demostraría la legitimidad de la infraestructura de la guerrilla de la
21
OLP, incluyendo el al-Fatah de Yassir Arafat, el Frente Popular
para la Liberación de Palestina de George Habash y otras
organizaciones fedayines, sobre todo en la medida en la que sus
ataques a Israel son exitosos. Cuando no justifica el derecho de
Israel a existir en su habilidad de librar guerras victoriosas contra
los árabes, Begin vindica la expansión de Israel en el regalo que
hizo Jehová de la perpetuidad del Eretz Israel a los pobladores
judíos, y de ese modo describe las tierras tomadas de los árabes
como “liberadas” en lugar de “ocupadas”. Sin embargo, el derecho
internacional, ante cuyos ojos todas las personas están en igualdad
de condiciones, evita los reclamos de territorio que se basan en
presunciones teológicas, y sostiene que es grotesco racionalizar la
conquista y el genocidio apelando a un Ser superior que
supuestamente designa a un grupo privilegiado como raza elegida o
superior. En cuanto al derecho de los judíos de “volver” a Israel
porque ellos poblaron el área hace dos mil años, ese razonamiento
vindicaría con mucha más fuerza el derecho de los árabes
palestinos a volver a su patria de tan solo treinta años.
Tampoco se puede demostrar el derecho de Israel a la tierra
haciendo referencia a la Declaración de Balfour (1917), ya que
Palestina pertenecía a sus habitantes, no al Ministro de Relaciones
Exteriores británico. La independencia del dominio colonial
británico fue más un derecho de los palestinos en 1917 que de los
ciudadanos británicos en Estados Unidos en 1776. Asumiendo el
derecho de los pueblos a la autodeterminación, Palestina árabe no
era algo para que los británicos le entregaran a los sionistas.
Finalmente, la justicia no presupone que si A oprime a B, entonces
B puede oprimir a C; por ende, las políticas genocidas en contra de
los judíos llevadas a cabo por los nazis alemanes no justificarían el
castigo que los judíos sionistas imponen sobre los palestinos
árabes. Las víctimas del Holocausto reclaman una compensación y
territorio contra los antiguos defensores del nazismo, no contra los
campesinos inocentes de Palestina. El mismo principio repudia la
teoría del intercambio de población, que dice que porque los
Estados árabes expulsaron a los judíos de sus patrias árabes luego
de que los sionistas expulsaran a los palestinos árabes de su patria,
todos “están a mano”. La culpa colectiva de todos los árabes no
22
puede basarse en actos cometidos por algunos Estados árabes; los
sionistas no pueden justificar su primera expulsión de palestinos
porque los Estados árabes (no palestinos árabes) luego asumieran
políticas represivas en contra de los judíos.
En pocas palabras, ni la fuerza militar, ni Dios, ni el pasado
remoto, ni Lord Balfour, ni Hitler, ni los Estados árabes pueden,
según las normas de derecho internacional, demostrar la
legitimidad y la legalidad de tomar la tierra de Palestina en manos
de árabes musulmanes y cristianos y entregársela a los sionistas de
Europa y otros lugares. Si los colonos sionistas (categoría en la que
no entran los palestinos judíos indígenas, cuyo reclamo por la tierra
es incuestionable) tienen el derecho legítimo a reclamar el
territorio, eso solo puede ser porque lo adquirieron de los palestinos
árabes de manera justa. Si se puede demostrar empíricamente que
en el momento en el que se fundó Israel la gran mayoría de los
habitantes de Palestina eran árabes y que la mayor parte de la tierra
del país estaba en manos de árabes, entonces los reclamos de los
sionistas de legitimidad deben estar basados en la adquisición de la
tierra a través de métodos equitativos y voluntarios, con el
consenso de los habitantes indígenas. Pero si Palestina fue en
esencia robada de su pueblo, no solo la existencia de Israel se
vuelve negociable, sino que se vuelve imperativa la necesidad de
imponer una democracia secular.
Cómo Palestina se convirtió en Israel
Si bien la precisión histórica de su declaración de que el pueblo
palestino es de origen cananita tal vez nunca se resuelva, la
descripción de E. A. Finn de fines de siglo de los habitantes
tradicionales de Palestina nos permite conocer su apego a la tierra.
23
Los otomanos que gobernaron Palestina durante cuatrocientos años
se encontraron con una población indígena compuesta de la
siguiente manera:
Primero, los beduinos, “árabes de los árabes”, que viven en carpas
y vagan por los desiertos.
Segundo, los fellahín, “labradores”, o campesinos, que viven en
aldeas y son dueños libres de la tierra que cultivan.
Tercero, los beladines, “los habitantes de la ciudad”, que viven, y
que han vivido generación tras generación en ciudades,
generalmente en sus propios hogares. 1
Si bien no estaban políticamente unidos en términos de
nacionalismo europeo, los palestinos, en particular los campesinos,
estaban unidos porque compartían un idioma, una religión,
costumbres y el odio hacia el régimen turco. “A pesar de que no
tienen una cohesión nacional, los clanes fellahín se aferran a la
tierra con la tenacidad de los habitantes aborígenes... se aferran a
las colinas y las planicies donde sus padres vivieron y murieron”.2
Si bien los campesinos creían que el derecho a poseer la tierra
estaba basado en la posesión y el cultivo a largo plazo, el código
otomano regía que el dueño legítimo de la tierra era el sultán, cuyos
agentes ponían fin a la tenencia de tierras cuando había cese de
pagos de impuestos o rentas. Los fellahín eran explotados
brutalmente por los recaudadores, quienes, con el apoyo de las
tropas, oficiaban de usureros y duplicaban las tasas de interés hasta
en un 60%, y no es de sorprender que el Estado fuera visto como
una banda organizada de ladrones.
La Ley de Registro de Tierras de 1858, que aparentemente se
aprobó para darle un título a la tierra, en realidad era
24
una herramienta para identificar propiedades con el propósito de
cobrar una renta sobre ellas y revelar la existencia de personas que
podían ser reclutadas en el ejército. Por esas razones, solo una
pequeña parte de las transacciones se registraban, y ellas eran
objeto de preocupación de los más ancianos, las mujeres, los
extranjeros y aquellos con suficiente influencia para evitar entrar
en el servicio militar. Como índice de dueños, los
registros entonces quedaron irremediablemente incompletos... para
evitar impuestos, una persona que era dueña de cientos de dunums
registraba un área de, aproximadamente, diez o veinte dunums.4
Los campesinos que sí registraban su tierra a menudo lo hacían
con el nombre de personas que ya habían fallecido o ficticias, o
con el nombre de miembros de la Effendi (aristocracia) o de
mercaderes urbanos. Los títulos entonces quedaban registrados
con nombres de musulmanes, cristianos y judíos de la alta clase
de Jerusalén, Beirut y Damasco. Los miembros de la elite urbana
tenían a su nombre aldeas enteras, y la tenencia pasó a las manos
de aquellos que a menudo eran terratenientes, recolectores de
impuestos y usureros al mismo tiempo. Los sobornos a oficiales y
los chantajes a los campesinos también jugaron un papel
importante en el hecho de que se registraran más tierras que nunca
con nombres de propietarios ausentes.5
La concentración de títulos de tierras se vio favorecida por el
sistema de tenencia de tierras que dictaba el derecho otomano, que
reconocía lo siguiente: 1) Mulk, comparable a la tarifa simple en
el derecho británico y que existe solo para algunos miembros de la
elite gobernante; 2) Miri, la forma más común de tenencia de
tierras, que consistía en la titularidad absoluta por parte del
Estado, que contaba con la potestad de arrendar la tierra a
personas particulares que debían pagar un impuesto por la ella; 3)
Waaf, que en realidad era miri, solo que una vez que expiraba la
línea fundadora, la tierra pasaba a servir propósitos de caridad; 4)
Metruke, tierra común usada para rutas, pasteo, etc.; y 5) Mewat,
tierra muerta o inutilizable que reclamaba el Estado pero que a
menudo usaban los beduinos o los fellahín. Cabe destacar que
miri no se podía hipotecar, con lo cual un deudor en bancarrota
25
era forzado a transferir sus derechos a un usurero, que le
permitiría al campesino quedarse en la tierra a cambio de dos
tercios de la cosecha.
En la última parte del siglo diecinueve, mientras se transfería el
título de tierra que tradicionalmente habían tenido los campesinos
árabes a los propietarios árabes y turcos, emergió otra fuerza que
iba a tener la mayor influencia en la distribución de la tierra,
concretamente, el movimiento sionista, que comenzó a apoyar la
inmigración de judíos a Palestina. Si bien no existen estadísticas
confiables, se estima que en la segunda mitad del siglo
diecinueve, Palestina tenía una población de aproximadamente
medio millón de habitantes, de los cuales el 80% eran
musulmanes, 10% eran cristianos y entre el 5 y 7% eran judíos.
En 1882, los judíos eran dueños de 22.500 dunums de tierra de los
26.323.000 dunums que constituían el Mandato palestino, es
decir, 0.09% de la tierra. Para el año 1900, había 50.000 judíos en
Palestina, en su mayoría en Jerusalén y Jaffa, a pesar de que ya
existían veintidós asentamientos ahí, y los judíos eran dueños de
218.000 dunums, o 0.8% de la tierra.6
El aumento de propietarios judíos fue impulsado por la
fundación de la Asociación de Colonización judía de Palestina
(PICA, por sus siglas en inglés) por Baron Edmond Rothschild, el
“Padre del Yishuv” (el asentamiento judío en Palestina) que
durante décadas fue el propietario judío más importante en
Palestina y Cisjordania. Rothschild “compró tierra a los Effendis
feudales, a veces sobornando a la administración otomana, y
expulsó a los fellahín de la tierra”. Algunos de esos fellahín
fueron contratados para labrar la tierra que alguna vez les
perteneció.
Los sionistas con una actitud más purista adoptaron un enfoque
diferente de la política colonial clásica que siguió Rothschild.
“Cuando ocupamos la tierra... debemos expropiar cuidadosamente
la propiedad privada de los latifundios que nos fueron asignados”,
escribió el fundador del sionismo, Theodor Herzl. “Intentaremos
trasladar a la población pobre del otro lado de la frontera,
26
procurando darles empleo en los países de tránsito y negándoles
cualquier tipo de empleo en nuestros países”. En 1907, la
Organización Mundial Sionista incorporó el Keren Kayemeth
Leisrael (Fondo Nacional Judío), que se dedicaba a comprar tierra
exclusivamente para los judíos y a negarles empleo a los árabes
desplazados. Con la construcción al año siguiente de un suburbio
en las afueras de Jaffa que pasó a llamarse Tel Aviv, el Keren
Kayemeth estaba destinado a ser el propietario de tierras más
importante en Palestina.
Durante los últimos años de régimen turco en Palestina, las
tierras de los campesinos árabes que tomaron los propietarios
absentistas árabes fueron vendidas en cambio a los colonos
sionistas cuya política consistía en negarles cada vez más empleo
a los árabes. Solo 144 propietarios árabes eran dueños de un total
de 3.130.000 dunums en Palestina –solo en el valle de Jezreel la
familia Sursuk de Beirut y Egipto poseía 230.000 dunums- y “la
mayor parte de la tierra comprada por los judíos en el período de
dominio turco, y luego durante el Mandato británico... fue
adquirida de los propietarios de grandes latifundios”. Para 1914,
la propiedad de tierra de los judíos alcanzaba los 418.000 dunums
o aproximadamente 1.6% de Palestina, y había 84.660 judíos
(12%) de una población total de 689.275 personas.
“El Gobierno de su Majestad ve con agrado la creación en
Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”, escribió el
Secretario de Asuntos Exteriores Lord Balfour a Lord Lionel
Rothschild en noviembre de 1917, a lo cual agregó que “nada se
hará para perjudicar los derechos civiles y religiosos de las
comunidades no judías en Palestina”, es decir, la gran mayoría de
la población, compuesta por musulmanes y árabes cristianos.
Palestina era una tierra sin pueblo y para un pueblo sin tierra
según el líder sionista Israel Zangwill, que escribió en 1919:
El poder en todos los países... siempre reside en las clases
propietarias. Sin embargo, más de 30.000 propietarios árabes y
unos 600.000 fellahín seguirán siendo propietarios de la mayor
27
parte de Tierra Santa... [Para remediar esa situación] se tomarán
medidas de redistribución raciales... en Palestina y en los demás
lugares. Así, los árabes se irán asentando gradualmente en el
nuevo y vasto Reino árabe.... Solo con una mayoría judía... Israel
podrá asumir la tarea de crear ese Estado modelo...11
Antes de octubre de 1920, los judíos tenían 650.000 dunums
y las ventas de tierra aumentaron rápidamente durante el
Mandato británico. La primera compra significativa que hizo el
Keren Kayemeth de siete ciudades árabes fue un factor
determinante en la revuelta árabe de 1921 que dio como
resultado que Gran Bretaña promulgara la Ordenanza de
Transferencia de Tierra (1921), mediante la cual el propietario
estaba obligado a garantizar que los inquilinos desplazados por
ventas conservan tierra en otra parte. Los propietarios evadían
la ordenanza simplemente echando a los inquilinos antes de
concretar la venta. Otras leyes similares que se promulgaron
para proteger a los campesinos durante las dos décadas
siguientes también eran evadidas, cuyo resultado fue un
aumento en la cantidad de árabes sin tierra.12
En cualquier caso,
el primer censo real en Palestina, que se hizo en 1922, indicaba
que había 83.794 judíos de un total de una población de
757.182 habitantes. Así, los judíos, que eran aproximadamente
tres cuartos de los que vivían en el área de Jerusalén y Jaffa, de
cuyo número aproximadamente dos tercios eran inmigrantes
europeos, constituían el 11% de la población.13
Las
estimaciones respecto a la distribución de tierra indican que el
mismo año, a excepción de los fellahín con propiedad vitalicia,
tres millones de dunums de la tierra de Palestina estaban en
manos de solo 120 familias árabes.12
Para 1927, se duplicó la
cantidad de propiedades de los judíos desde el comienzo de la
guerra hasta llegar a 865.000 dunums, solo un 3.3% de
Palestina.
Un año después de la revuelta de 1929 en la que los fellahín
y los beduinos jugaron un papel importante, el Simpson Report
estimaba que cerca de un 30% de los aldeanos árabes no tenían
28
tierras. A diferencia de los judíos, que tenían contratos
favorables de arrendamiento a largo plazo, los arrendatarios
árabes tenían contratos por un año, susceptibles de caducar
antes según la voluntad del propietario. La condición
económica de los fellahín era alarmante, ya que la falta de
capital, las enormes deudas, la renta cada vez mayor, la recarga
de impuestos y los altos intereses estaban aplastando a esa
clase. Un estudio muestra que la familia fellah promedio tenía
setenta y cinco dunums, cuando hubiera sido necesario tener el
doble de esa cantidad para tener un nivel de vida decente.15
Los
campesinos pedían préstamos a una tasa de interés del 30% o
más, o vendían su tierra, para poder pagar el diezmo (que
equivalía a un cuarto del salario de un fellah) y otros
impuestos, deudas, y gastos de subsistencia. Los agricultores
sin tierra estaban obligados a darle al propietario cuya tierra
labraban aproximadamente la mitad de lo que producían. Los
fellahín estaban literalmente en bancarrota; 64% de las familias
en un subdistrito tenían procedimientos de ejecución
pendientes, la cosecha entera de una familia podía ser incautada
por impuestos, y era muy común ir a la cárcel por deuda. La
condición de los fellahín no era mucho mejor que bajo el
régimen turco.16
Mientras la Agencia Judía reclamaba todas las tierras que
pertenecían al gobierno, importantes zonas sobre las que el
gobierno tenía reclamos de jure habían sido ocupadas y
cultivadas por árabes durante mucho años. No solo las áreas
disponibles para el asentamiento judío eran “insignificantes”,
sino que los asentamientos judíos ya estaban interfiriendo con
el derecho a pastar y cultivar de los beduinos, la mayoría de los
cuales deambulaban en Beersheba como en tiempos antiguos.
Los fellahín que habían sido echados de sus tierras en el
campo, al emigrar a la ciudad, descubrieron que la Histadrut
(Federación Judía de Trabajo) los excluía de trabajar en la
industria judía y el comercio, lo que daba como resultado una
alta tasa de desempleo.17
29
Las políticas sionistas discriminaban a los árabes por su
raza, religión o nacionalidad; La Kibush Hakarka (Conquista de
la Tierra) se apropió de la tierra de los terratenientes árabes, la
Kibush Ha’avoda (Conquista del Trabajo) prohibía contratar
árabes como empleados, y la Torzteret Ha’aretz (Productos de
la Tierra) imponía un boicot sobre los bienes producidos por
los árabes.18
La Constitución de la Agencia Judía (1929), Art.
III, declaraba: “La tierra será adquirida como propiedad judía...
[y] será propiedad inalienable del pueblo judío. La Agencia
promoverá la colonización agrícola utilizando mano de obra
judía, y en todos los trabajos o labores que haga o promueva la
Agencia, se considerará un principio que se empleen
trabajadores judíos...” El contrato del Keren Kayemeth contenía
un pacto restrictivo basado en la raza que prohibía que las
propiedades estuvieran alguna vez en manos de alguien que no
fuera judío y que solo los judíos podían trabajar la tierra de
dichas propiedades. Si los arrendatarios judíos contrataban o
intentaban venderles derechos a los árabes se terminaban sus
contratos de arrendamiento.19
El censo de 1931 reveló que la población árabe (incluyendo
musulmanes, cristianos, drusos, etc.) era de 861.200 personas,
y la población judía era de 174.600, es decir, el 17%. Se usó la
misma estimación de 66.553 beduinos que se sugirió en 1922,
como si no hubiera habido un aumento de la población en ese
sector de la población árabe.20
Si bien que la población judía se
haya duplicado (que representaba casi la mitad de la población
europea) de un censo al otro se debe principalmente a la
inmigración, el aumento en la población árabe fue producto de
causas naturales. Con mayor inmigración judía y más
adquisiciones de tierras en los años treinta, la ejecución por
propietarios absentistas de títulos legales que generalmente
residían en Damasco, Beirut, El Cairo, y Kuwait desalojó a un
número cada vez mayor de fellahín. Solamente la venta de
240.000 dunums que hizo la familia libanesa recaudadora
Sursuk desalojó a 9.000 personas.21
30
TABLA 1
Adquisiciones de tierra que hicieron la PICA, el Keren Kayemeth y la
Compañía de Desarrollo de Tierras Palestinas desde 1936 en adelante
Dunums Porcentaje
Adquiridos de propietarios absentistas 358.974 52.6
Adquiridos de grandes propietarios residentes 167.802 24.6
Adquiridos del gobierno, iglesias y compañías
extranjeras
91.001 13.4
Adquiridos de los fellahín (granjeros) 64.201 9.4
Total 681.978 100.0
Fuente de los datos: Granott, The Land System in Palestine, p. 277. (Ver n. 22, Infra.)
Hacia fines de 1936, la asociación PICA, el Keren Kayemeth
y la Compañía de Desarrollo Tierras de Palestina –todas
organizaciones sionistas- tenían títulos de tierras como se indica
en la Tabla 1. Como el antiguo director del Keren Kayemeth
comentaba: “Si sumamos esas cifras, veremos que no menos del
90.6 por ciento de todas las adquisiciones fueron de tierras que
antiguamente le habían pertenecido a grandes propietarios,
mientras que de los fellahín solo compramos el 9.4 por ciento”.22
Si bien no se sabe cuántos inquilinos árabes fueron desalojados,
en 1936 los propietarios de tierras judíos llegaron a tener
1.231.000 dunums. No es de sorprender que cuando los
trabajadores y campesinos árabes, provocados por la guerrilla
ofensiva de al-Qassam en el campo, se alzaron en una lucha
armada e impulsaron huelgas durante 1936-39, los elementos
feudales liderados por al-Husseini favorecieron un compromiso
con los británicos, quienes, con la ayuda de los sionistas,
sofocaron la revuelta.
31
“No hay lugar para ambos pueblos juntos en este país”,
reflexionaba Joseph Weitz en 1940. Presidente del Departamento
de Colonización de la Agencia Judía y responsable de la compra
de tierra, Weitz continuó diciendo que “no existe otra solución
que trasladar a los árabes a los países vecinos; trasladarlos a
todos: no debe quedar una ciudad, ni una tribu en pie...”23
A Survey of Palestine (Una encuesta de Palestina), preparada
para el Comité de Investigación Anglo-Americano a mediados
de los años cuarenta, describía el continuo desposeimiento de los
fellahín de la misma manera que lo había hecho el Simpson
Report. Las ficciones legales, para las que era más importante un
título de propiedad que los derechos tradicionales basados en la
posesión, continuaron garantizando las transacciones de tierra
entre los grandes propietarios árabes y sionistas. “Los registros
de tierra otomanos... siguen constituyendo la base de una gran
cantidad de reclamos por derechos reales en Palestina”. Sin
embargo, los agricultores árabes trabajaban las tierras “estatales”
hasta el punto en que “no se puede suponer que el Gobierno
tenga en su haber lotes extensos de tierra que no son
explotados”. En 1994, la población judía, compuesta por
553.600 personas (32%) de un total de 1.739.624 (incluyendo los
nómades que cada vez eran más), era propietaria de 1.731.300
dunums. “Esa área total de tierra judía representa el 6.6% del
área total de Palestina”.24
Una estimación oficial menor de las propiedades de tierras de
los judíos a fines de 1944 calculaba 1.491.699 dunums, en
comparación a los 12.766.524 dunums que poseían los árabes y a
los 1.491.690 dunums de tierras públicas. Eso excluye los
10.573.100 dunums que representaban Beersheba, que los
beduinos habitaban libremente; como de costumbre basándose
en su derecho al uso y no en un título otorgado por lo que ellos
percibían como fuerzas extranjeras, los beduinos siembre habían
tenido su tierra, subestimados porque su método de rotación de
cultivos implicaba dejar la tierra en barbecho durante algunos
años, mientras los asesores incluían solo tierra que estuviera en
uso. En cualquier caso, 85% de las tierras cultivables estaban en
32
manos de árabes, 13% en manos de judíos, y 3% en manos del
público. La proporción de propietarios de tierras judíos y no
judíos se presenta en el Mapa 1.
Desde 1922 hasta 1945, se estima que el crecimiento del 96%
de la población musulmana se produjo a causa de un incremento
natural, mientras que el crecimiento del 72% de la población
judía se debió a un aumento migratorio. Mientras que dos tercios
de los judíos vivían en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y Jaffa, el 70%
de los musulmanes residía en pueblos, aunque el último
porcentaje todavía indicara una tendencia hacia la urbanización.
Las últimas estimaciones demográficas oficiales del Gobierno
del Mandato registraron 589.341 judíos (31%) de un total de
1.908.775 personas a fines de marzo de 1947.27
Para fines de ese
año los judíos poseían 1.734.000 dunums o 6.6% de Palestina,
habiendo comprado el 57% de su tierra a propietarios árabes, el
16% al gobierno, iglesias y compañías extranjeras, y el 27% a
los fellahín.28
El Gráfico 1 y la Tabla 2 resumen el crecimiento
de la población a judía y de los propietarios de tierras judíos,
respectivamente.
La Resolución de Partición que acordaron las Naciones
Unidas en noviembre de 1947 destinó un 57% del territorio de
Palestina al Estado judío, a pesar de que los propietarios de
tierras judíos poseían aproximadamente el 10% del Estado
propuesto. El plan manipulador suponía que hubiera 498.000
judíos y 497.000 árabes dentro del Estado. Sin embargo, para los
líderes sionistas, el territorio era muy pequeño y había
demasiados árabes. No solo era el Irgun de Menachem Begin y
Moshe Dayan, cuya organización hacía explotar bombas en
centros demográficos árabes, el que quería un nuevo Estado que
ocupara todo el Mandato Palestino o más y que fuera
arabenrein; David Ben-Guiron, un expansionista que previó que
Israel se iba a expandir desde el Nilo hasta el Eufrates, nunca
quiso acatar las fronteras impuestas por las Naciones Unidas, y
en su Estado “no cabía lugar para los árabes”. Ben-Guiron quería
atacar los centros de población árabes.
33
Ben-Guiron tenía sus dudas sobre la posibilidad de coexistir con
los árabes. Cuantos menos vivieran dentro de las fronteras del
nuevo Estado judío, mejor. No lo decía con esas palabras, pero
tenía una postura muy clara: hacer un gran ataque contra los árabes
no solo terminaría con los ataques de los árabes, sino que además
reduciría considerablemente el porcentaje de población árabe en el
nuevo Estado. Si bien podríamos decir que eso es racismo, todo el
movimiento sionista se basó en el principio de que hubiera
solamente una comunidad judía en Palestina.29
34
35
MAPA 1
Propietarios en Palestina
por subdistrito en 1944
Preparado a pedido del
subcomité 2 del Comité Ad Hoc
sobre la Cuestión Palestina de
las Naciones Unidas
GRÁFICO 1
Estadísticas de población en Palestina durante el Mandato
Fuente: Censos y estimaciones británicas. Gráfico hecho por el autor.
El 9 de abril de 1948, 254 hombres, mujeres y niños no armados en
Deir Yassin, una ciudad árabe en el oeste de Jerusalén, fueron
masacrados por terroristas sionistas.30
La mayoría de cuerpos mutilados
fueron tirados a un pozo, mientras que los demás fueron desparramados
por el pueblo. Si bien el ataque lo iniciaron el Irgun Zvai Leumi de
Begin y la banda fascista Stern, el comandante del Haganah aprobó el
36
ataque, a pesar de que el partido de Ben-Guiron intentó exonerarse de la
culpa. Según Begin, los atacantes usaron “una gran cantidad de
granadas de mano” y los civiles “sufrieron bajas inevitables”. Deir
Yassin fue “el primer pueblo árabe en ser capturado por las fuerzas
judías”, y de ahí en adelante los árabes pronosticaron un genocidio en
manos de los sionistas.
TABLA 2
Propiedades de los judíos
Año Dunums
Porcentaje de Paestina
(26,323,000 dunums)
1881 22,500 0,09
1900 218,000 0,8
1914 418,000 1,6
1927 865,000 3,2
1936 1,231,000 4,7
1947 1,734,000 6,6
Fuente de los datos: Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel, p. 28. (Ver n. 6, infra.)
El pánico abrumaba a los árabes de Eretz Israel... en todo el país hubo
árabes que, inducidos a creer historias terribles [sic] sobre la “carnicería
del Irgun” sucumbieron al pánico ilimitado y comenzaron a huir por sus
vidas. La huída masiva pronto se convirtió en una estampida
encolerizada e incontrolable.31
En Jerusalén, los soldados sionistas hicieron desfilar a unos pocos
sobrevivientes de Deir Yassin ensangrentados por las calles, y en Haifa
los altoparlantes sionistas advertían a los árabes que iban a ocurrir más
37
atentados. “Todas las fuerzas judías procedieron a avanzar a Haifa a
toda velocidad. Los árabes comenzaron a huir espantados, gritando:
‘¡Deir Yassin!’”.32
Sesenta mil árabes huyeron de Haifa, y casi toda la
población árabe de Jaffa, de cien mil personas, se evaporó. Cerca de
900 ciudades y cinco millones de dunums de tierra fueron abandonados
cuando casi 75 millones de árabes huyeron, al igual que los ejércitos
judíos, árabes y británicos. “La mayor parte de la tierra agrícola estaba
en manos de esos aldeanos”.33
A mediados de mayo de 1948, cuando Israel proclamó su existencia
como Estado, los judíos todavía representaban menos de un tercio de la
población de Palestina. La cantidad de tierras en manos de judíos, como
resultado de la expulsión de los árabes, pasó de ser aproximadamente el
7% de Palestina a ser el 79%; así fue como las fuerzas militares, más
que la adquisición de tierras que hicieron durante medio siglo (en gran
parte por los terratenientes árabes absentistas), fueron el principal
método mediante el cual la tierra de Palestina se convirtió en la tierra de
Israel.
Los años subsiguientes
Si bien muchos árabes huyeron con la intención de volver a sus
hogares cuando la violencia hubiese terminado, la mayoría no pudo
volver a sus pueblos, y se puso en práctica una combinación de
herramientas militares y legales durante los años subsiguientes para
destruir o expropiar hogares y tierras árabes. En el período de diez años
desde que terminó la guerra, se expropiaron aproximadamente un
millón de dunums de tierra árabe. Incluso en casos como el de Bir’im e
Ikrit, en los que la corte suprema de Israel falló a favor de los árabes
desposeídos, las autoridades de ocupación militar evitaron que se
aplicaran los tratados dinamitando pueblos enteros, echando a
campesinos y beduinos, y disparando a todos aquellos que osaran
volver como “infiltrados”. La Ley de Adquisición de Propiedad de
Absentistas (1950) transfería a un custodio todos los bienes reales y
personales de los “absentistas”; es decir, aquellas personas que habían
38
dejado su lugar de domicilio durante un período específico y huyeron
temporalmente a un lugar que no estuviera bajo ocupación israelí. El
custodio transfería la tierra de los “absentistas” (que en muchos casos
habían vuelto a sus hogares y trabajaban la tierra en el momento de la
expropiación) a los colonos judíos, de los cuales para 1954 un tercio ya
vivía en las propiedades de los “absentistas”. Una cantidad de otras
leyes sobre ocupación militar en los años cincuenta dieron como
resultado que se expropiaran más y más propiedades de los árabes por
razones de “seguridad”.34
La mayoría de las propiedades “abandonadas” llegaron a las manos
del Keren Kayemeth, que poseía menos de un millón de dunums el día
que Israel se autoproclamó un Estado, pero que en menos de cinco años
adquirió casi dos millones y medio de dunums, y así se convirtió en el
segundo terrateniente más importante en Israel después del Estado.35
Los acuerdos restrictivos que les prohibían a los no judíos disfrutar
cualquier derecho de arrendamiento se siguieron poniendo en práctica y
se extendieron a las tierras estatales, negando a los árabes cualquier
beneficio potencial del 90% de la tierra de Israel.36
Al mismo tiempo
que a los palestinos árabes les negaban la repatriación, la Ley del
Retorno (1950) permitía a los “judíos” inmigrar libremente a Israel,
aumentando así la cantidad de asentamientos sionistas y reduciendo el
porcentaje de árabes dentro de las fronteras de Israel.
Insatisfecho con las adquisiciones previas, Begin declaró ante la
Knesset el 12 de octubre de 1955: “Creo profundamente que hay que
librar una guerra preventiva contra los Estados árabes sin más dilación.
De ese modo, cumpliremos dos objetivos: en primer lugar,
terminaremos con el poder árabe; y en segundo lugar, expandiremos
nuestro territorio”. Un año después, unos cincuenta árabes fueron
masacrados en Kafr Qasim, en Samaraia, y al poco tiempo la aventura
de Suez se presentó como una oportunidad infructuosa para que Begin
concretara sus planes. No fue hasta la guerra de 1967 que Israel ocupó
la Ribera Occidental y la Franja de Gaza –las cuales Begin desde 1948
autorizaba a los judíos a reclamar- así como los Altos del Golán y el
Sinaí. Los sucesivos gobiernos de Levi Eshkol, Golda (“no hay
palestinos”) Meir e Isaac Rabin promovieron asentamientos en esos
territorios ocupados. Como resultado de la Guerra de los Seis Días,
39
1.700.000 palestinos, en su mayoría no ciudadanos, quedaron bajo la
ocupación de Israel, y otro millón de palestinos quedaron por fuera de
Palestina, sobre todo en la Ribera Oriental.37
40
41
Se estima que a principios de 1973, de 475 pueblos árabes
importantes antes de 1948, quedaban solo 90.38
Los asentamientos en
los territorios ocupados aumentaron a un ritmo vertiginoso desde la
Guerra de Yom Kippur de 1973 y la elección de Begin durante 1976.
La confiscación y expropiación de la tierra árabe palestina, la creación
de asentamientos ilegales que luego se “legalizaron”, y las
demostraciones espontáneas subsiguientes así como las acciones de la
guerrilla por parte de los palestinos contraatacadas por la represión de
las fuerzas armadas israelíes marcaron esa época. El Mapa 2 muestra
tres décadas de expansión israelí.
Si la colonización sionista dio como resultado la desposesión directa
de las tierras de los palestinos árabes y la expulsión de 75.000 personas
de su patria, también tuvo como resultado indirecto la expulsión de la
misma cantidad de judíos del mundo árabe. A pesar de que desde la
Antigüedad los musulmanes y los judíos se han oprimido y masacrado
mutuamente, el mundo árabe ha sido un refugio para los judíos en
Europa desde la Inquisición española, y ha recibido refugiados de Hitler
mucho después de que los Estados Unidos y Gran Bretaña prohibieran
la inmigración judía. Pero particularmente desde 1948, un aumento de
revueltas antijudías y acciones gubernamentales provocaron numerosas
muertes, una confiscación cada vez mayor de propiedades judías, y la
emigración de muchos judíos árabes de su patria. En relación a los
árabes que huyeron de Palestina y de los judíos que huyeron de los
países musulmanes, un comentador dijo: “Todos los pueblos
mencionados huyeron, o fueron echados de sus hogares, y solo unos
pocos pudieron llevar con ellos su dinero o sus posesiones, o retener
cualquier derecho de propiedad, sin importar la antigüedad.39
La Tabla
3 indica la población judía en el mundo árabe en 1948 y 1977. De los
judíos que emigraron, aproximadamente medio millón se asentó en
Israel, mientras que el resto fue a Estados Unidos y Europa.
A pesar de que los Estados árabes son en gran parte responsables de
la opresión o expulsión de los judíos de su cultura, se echó a una
cantidad de ellos no por ser judíos sino europeos. Durante décadas, en
Egipto se dieron revueltas contra extranjeros; por ejemplo la crisis de
1956, en la que se echó a los ciudadanos británicos y franceses, y entre
ellos muchos judíos que eran ciudadanos europeos. Los ciudadanos
42
egipcios no fueron expulsados, aunque algunos de ellos que eran judíos
permanecieron como supuestos colaboradores. Además, de los judíos
que dejaron Argelia en la década de 1960, 125.000 fueron a Francia y
solo 14.000 a Israel, lo que indica que partieron como colonos
franceses, como consecuencia de la revolución argelina. Si bien en
1948 había pocos judíos en el Líbano, en una década encontraron
refugio 9.000 judíos más en ese país árabe liberal, a pesar de que la
reciente guerra civil expulsara a muchas personas de todos los orígenes
étnicos. A pesar de que los iraquíes llevaron a cabo políticas opresivas
contra los judíos (por no mencionar minorías más grandes como los
kurdos), se sabe que los sionistas exasperaron ese proceso
bombardeando sinagogas y otros centros judíos en Bagdad en 1951, lo
que dio como resultado que hubiera muchas bajas.40
Esas acciones le
agregan sostén a la afirmación de que los sionistas siempre han
intentado tensar la relación entre los árabes judíos y sus patrias.
Finalmente, Siria, Marruecos, Egipto y otras naciones árabes han
removido sus restricciones legales contra los judíos y han invitado a
aquellos que inmigraron a que vuelvan y gocen plenamente los
derechos de ciudadanía. Si bien esas afirmaciones de no discriminación
contra los judíos no compensan la destrucción vergonzosa de la vida y
propiedad judía que perpetuaron los Estados árabes, Israel no ha dado la
más minima señal de apoyo a la sugerencia de que los palestinos árabes
puedan volver a su tierra natal.
Los Estados árabes que causaron daño a las personas y propiedades
de los judíos tienen la obligación de devolver las propiedades tomadas o
de compensar a sus dueños, y también a las familias de aquellos que
fueron asesinados por las acciones oficiales del Estado. Del mismo
modo, los palestinos árabes tienen el derecho a volver a sus hogares y a
las tierras tomadas por los israelíes, a recibir una compensación justa
por la pérdida de vidas y propiedades, y a ejercer una
autodeterminación nacional. Los palestinos tienen reclamos morales no
solo contra los sionistas que se apoderaron de sus tierras por la fuerza
sino también contra los miembros de la elite árabe que se beneficiaron
enormemente al venderles tierras a los sionistas, echando a los
propietarios que habían cultivado la tierra desde tiempos inmemorables.
No se logra ningún equilibrio si se mantiene el status quo: la expulsión
sionista y la desposesión de los palestinos no se “compensa” con un
43
trato igualitario de los Estados árabes hacia los ciudadanos judíos. Los
palestinos árabes simplemente no se han beneficiado de los actos
opresivos perpetuados por los Estados musulmanes contra los judíos.
La compensación, la devolución de propiedades y la repatriación son
derechos que les corresponden tanto a árabes como a judíos y a árabes
palestinos por igual.
TABLA 3
Población judía en el Mundo Árabe
1948 1977
Argelia 130,000 1,000
Marruecos 240,000 20,000
Túnez 80,000 8,000
Libia 38,000 12 (¿)
Egipto 65,000 400
Siria 15,000 4,500
Líbano 3,200 500
Irak 130,000 400
Yemen y Aden 53,000 0(¿)
754,200 34,812
Estadísticas de 1948 de Jews in Arab Lands (Jerusalén, Centro de Información de Israel,
1975), p. 4, excepto la cifra que corresponde al Líbano que es una estimación de la
Organización Mundial de Judíos de Países Árabes, como figura en el Chrisitan Science
Monitor, 1 de junio de 1977. Cifras de 1977 de “Situation: Precariuos” de G. E. Gruen, en
la edición de “Jews in Arab Lands” de Keeping Posted 22, nro. 4 (enero de 1977):20.
NOTAS
1. E. A. Finn, Palestine Peasantry (Londres: Marshall Brothers, 1923), p. 10.
2. Ibid., pp. 11-12.
44
3. Elihu Grant, The People of Palestine (Filadelfia: J. B. Lippincott, 1907 y 1922), pp.
225-28.
4. A Survey of Palestine: Prepared in December 1945 and January 1946 for the
Information of the Anglo-American Committee of Inquiry (Palestina: Government Printer,
1946), pp. 237-38. Nota: 1 dunum métrico = 1 hectárea = 2471 acres.
5. William Polk et al. Bakcdrop to Tragedy (Boston: Beacon, 1957), p. 235; y Efrain
Orni, Agrarian Reform and Social Progress in Israel (Jerusalén: Keren Kayemeth
Leisrael, 1972), pp. 48-49.
6. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 51; Janet Abu-Lughod, “The
Demographic Transformation of Palestine”, en Ibrahim Abu-Lughod, ed., The
Transformation of Palestine (Evanston: Northwestern University Press, 1971), p. 140;
Abraham Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel (Londres: Eyre and
Spottiswoode, 1956), p. 28: y Survey of Palestine, pp. 114, 372.
7. Arie Bober, The Other Israel (Garden City, N.Y.: Doubleday, 1972), p. 38.
8. Raphael Patai, ed., The Complete Diaries of Theodor Herzl, trad. Harry Zohn (Nueva
York: The Herzl Press, 1960), 1:88.
9. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, pp. 50, 52.
10. Census Office of Palestine, Report and General Abstracts of the Census of 1922
(Jerusalén: Greek Convent Press, 1923), pp. 2-4.
11. Asia (Nueva York), febrero de 1919, reimpreso en R. P. Stevens, ed., Zionism and
Palestine before the Mandate (Beirut: Institute for Palestine Studies, 1972), pp. 79-80.
12. Survey of Palestine, pp. 244, 289-94.
13. Census of 1922, pp. 3-5. La población beduina de Beersheba continuó evadiendo el
censo como medida de reclutamiento y por eso siempre es subestimada. De todos modos,
la inclusión de aproximadamente 72.893 beduinos reduce la proporción de judíos a un
10%. La cifra de 66.553 beduinos también fue sugerida y se continuó usando en los
censos siguientes, incluyendo el censo de israelíes en noviembre de 1948.
14. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 50.
15. Sir John Hope Simpson, Palestine: Report on Inmigration, Land Settlement and
Development (Londres: Great Britain Colonial Office, 1930), pp. 26, 34, 48, 64, 141.
16. Ibid., pp. 65-71, 142.
17. Ibid., pp. 56, 73, 134-35, 141.
18. Bober, The Other Israel, p. 11.
19. Citado in Simpson, Palestine: Reporto on Inmigration, p. 53.
45
20. Census of Palestine 1931 (Jerusalén, 1932), p. xv.
21. Shaw Commission Report 1930 (Cmd. .3530), p. 118, citado en Sami Hadawi, ed.,
Village Statistics 1945 (Beirut: P.L.O. Research Center, 1970), p.27.
22. Abraham Granott, The Land System in Palestine (Londres; Eyre and Spottiswodde,
1952), p. 277. Cf. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 52.
23. Davar (Mapai daily), 9 de septiembre de 1967, citado en Abdullah Schleifer, The Fall
of Jerusalem (Nueva York: Monthly Review Press, 1972), p. 19.
24. Survey of Palestine, pp. 238, 267.
25. Hadawi, Village Statistics 1945, p. 19. Tasador de Tierras Oficial del Mandato de
Palestina durante 1935-48, Hadawi participó en la compilación de Village Statistics 1945,
como fue publicado originalmente en Gran Bretaña.
26. Statistical Abstract of Palestina 1944-45 (Jerusalén: Government Printer, 1946), pp.
17, 21.
27. General Monthly Bulletin of Current Statistics 12, nro. 12 (diciembre de 1947): 686.
28. Granott, Land System in Palestine, p. 278.
29. Michael Bar-Zohar, Ben-Guiron: The Armed Prophet (Englewood Cliffs, N.J.:
Prentice Hall, 1967), pp. 103, 125, 162.
30. Ibid., pp.107-108. Irónicamente, aproximadamente la misma cantidad de judíos
murieron en 1940 cuando los terroristas del Irgún y Haganah bombardearon el Patria, un
barco lleno de refugiados, en el puerto de Haifa. Y en 1948, Beguin a duras penas logró
escapar de la muerte en manos de las fuerzas Haganah lideradas por Yigal Allon e Isaac
Rabin.
31. Menajem Beguin, The Revolt (Tel Aviv: Hadar, 1964), pp. 162-64.
32. Ibid., p. 165.
33. Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel, pp. 88-89.
34. El análisis legal más exhaustivo se encuentra en el libro de Sabri Jiryis The Arabs in
Israel: 1948-1966 (Beirut Institute for Palestine Studies, 1969), capítulo 2. El
representante legal de Palestina escribió una nueva edición publicada por Monthly
Review Press, 1976; los capítulos relevantes son el 4 y el 5.
35. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 62; y Granott, Agrarian Reform and
the Record of Israel, pp. 28, 31.
36. Estatutos aprobados en 1960 y 1967, citados en Walter Lehn, “The Jewish National
Fund”. Journal of Palestine Studies 3, nro. 4 (principios de 1974): 88.
37. Abu-Lughod, “Demographic Transformation of Palestine”, p.162.
46
38. Dr. Israel Shahak, Presidente de la Liga israelí por los Derechos Humanos y Civiles,
Report on Arab Villages Destroyed in Israel (Tel Aviv, 15 de febrero de 1973). El Dr.
Shahak calculó que de los 120.000 beduinos que había en Beersheba antes de 1948,
quedaron 25.000.
39. Martin Gilbert, The Jews of Arab Lands (Londres: World Organization of Jews from
Arab Countries, 1976), Mapa 14.
40. Jerusalem Post, 15 de junio, 16 y 21 de julio de 1966, citado en I. M. Oweiss, The
Israel Economy (Washington, D.C.: Georgetown University, 1974), p. 20.
47
48
La creación de un Estado guerrero:
El Enigma de Israel
por Gabriel Kolko
El sionismo, en teoría, iba a lograr que la existencia judía fuese
“normal”; si bien dista mucho de lo que sería una Diáspora poblada
por goyim, no hay nada “normal” en la vida y cultura de Israel hoy
en día, que no ha vivido en paz con sus vecinos ni ha dejado que
los palestinos tuvieran derechos humanos elementales en las tierras
en las que vivieron durante miles de años. Si la guerra es el
parámetro de existencia “normal”, entonces el sionismo se ha
convertido en una pesadilla fallida. Cuando se creó el concepto de
sionismo, no se suponía que el resultado fuese este.
En lugar de reflejar el sueño original de A. D. Gordon, Nachman
Syrkin, Dov Ber Borochov y aquellos influenciados por el concepto
anti industrial “wandervögel” (que también cumplió un papel
importante en la ideología nazi) o Tolstoi (que tuvo una influencia
en algunos teóricos sionistas), el sionismo terminó siendo bastante
diferente. Hoy en día Israel, la realización de la teoría sionista,
guarda poca relación con el concepto original, que era mucho más
afín al hecho de que Palestina estuvo poblada por árabes y que ellos
también eran seres humanos con derechos. A su manera, las
formulaciones sionistas originales, que soslayaban el hecho de que
también era contradictorio querer construir una patria en una zona
en la que los judíos no habían vivido durante años y que era apenas
Occidental –como ya lo eran ellos- eran mucho más realistas y
justas sobre los derechos de los árabes nativos de ese país.
49
En cambio, Israel se ha convertido hoy en día en un peligro para
la región y para sí misma; tanto es así que no puede existir durante
mucho más tiempo con sus contradicciones, ajustando el equilibrio
de poder y propagando tecnología de avanzada a todas las naciones
que tienen el dinero y la voluntad de usarla. No puede mantener un
monopolio nuclear porque cualquier estado rico en petróleo puede
hacer o comprar bombas nucleares. No puede librar una guerra con
cada Estado de la región que tiene el dinero y la capacidad de crear
armas nucleares sin poner en riesgo su propia existencia, o sin
provocar un éxodo hacia afuera.
Muchos de los fundadores de la rama principal del sionismo, el
sionismo socialista, aquellos que construyeron una presencia judía
en Palestina que con el tiempo condujo a la creación de Israel,
estarían en antípodas -si hoy en día siguieran creyendo en lo que
escribieron- con aquello en lo que hoy en día se está convirtiendo
Israel: un Estado guerrero que es la negación de todo lo que ellos
defendían originalmente.
Ninguno de los teóricos sionistas influyentes de los que hablo
vivió para ver la creación del Estado de Israel, y de haberlo hecho
tal vez hubieran renegado de sus primeras formulaciones. Muchos
en el Partido Laborista lo hicieron, sobre todo David Ben-Guiron,
por lo que hay una actitud de “como si” en lo siguiente; supongo
que realmente creían lo que decían, lo que demuestra qué tan lejos
los llamados sionistas de hoy en día, ya sea que se definan como
socialistas o revisionistas, se han apartado de sus ideales
originarios. Seguramente los fundadores también se habrían
apartado, pero la muerte les impidió hacerlo. Nadie hubiera
sospechado que los árabes fueran a estar tan mal organizados y
desunidos; un hecho que ayudó mucho a que los sometieran.
El binacionalismo también está más en consonancia con el
pensamiento de Syrkin y Katznelson. La corriente principal de los
fundadores del sionismo laborista estarían horrorizados con la
represión de los árabes palestinos liderada por los revisionistas de
hoy en día. Berl Katznelson, que ayudó a fundar el sindicato
laborista Histadrut, que alguna vez fue dominante y es uno de los
50
íconos del movimiento sionista laborista que gobernó Israel durante
las primeras décadas de su existencia, estaba en contra del plan de
división de Palestina que propuso Naciones Unidas para lograr
igualdad política y social para los árabes palestinos, y no estaba a
favor de la manera en la que los maltrataban desde 1948. “No
deseo ver la realización del sionismo como el nuevo Estado polaco
en el que los árabes asumen la posición de los judíos y los judíos
asumen la posición de los polacos, los dominantes. Creo que eso
pervertiría completamente el ideal sionista... nuestra generación ha
sido testigo del hecho de que las naciones que aspiraban a la
libertad que derrocaron el yugo de la opresión se apresuraron a
cargar este yugo sobre los hombros de los demás. Durante las
generaciones en las que hemos sido perseguidos y exiliados y
masacrados aprendimos no solo lo que significa el dolor del exilio
y el sometimiento, sino también el desprecio por la tiranía...
¿estamos alimentando el sueño de los esclavos quieren reinar?”
Borochov, que tiene una relación funcional ambigua hacia el
bolchevismo y el trotskismo, no es la corriente principal del
sionismo laborista, y si bien era sectario, también se horrorizaría
con las políticas de Netanyahu “revisionistas”, esencialmente
intransigentes, bélicas. En la práctica, existen diferencias
cuantitativas entre los sionistas laboristas, el Mapai, y el partido
revisionista que se convirtió en el Likud, que dirige Netanyahu.
Pero los hechos demuestran que no existe una diferencia cualitativa
entre el Mapai, que también fue crucial en la expulsión de los
árabes, y aquellos que descienden de la corriente revisionista, como
el primer ministro actual, Netanyahu.
Pero si bien Likud ha sido más consistente con sus ideales
originales, también se ha desviado del credo de Jabotinsky. Su
teoría y práctica han estado mucho más sintonizadas; incluso las
teorías originales de Jabotinsky defendían la creación de un Estado
judío en ambos lados del Río Jordán, y su insignia dejó en claro esa
ambición: los laboristas llegaron más lejos que los revisionistas.
Actualmente Israel está a años luz de lo que sus fundadores tenían
pensado, y Netanyahu es incluso mucho más extremista que
Jabotinsky. (Nadie, ni siquiera los árabes, sospechaba que las
51
masas árabes fueran a estar tan mal organizadas y desunidas, lo que
facilitó mucho la empresa expansionista de los judíos.)
Amenazas “existenciales”
Netanyahu se opone a todos los reclamos que hacen los
palestinos árabes por un Estado propio y defiende medidas que
restringen los derechos de los árabes, ya sea dentro de Israel como
en la Ribera Occidental. Jabotinsky estuvo muy ligado al fascismo
de Mussolini, y el movimiento de jóvenes revisionistas, Betar,
mantuvo una academia naval en Italia desde 1934 hasta 1938. Pero
incluso Jabotinsky creía que los árabes debían jugar un papel en el
proceso político de Israel, aunque sirviendo siempre, por supuesto,
a los intereses de los judíos.
Dada la trayectoria del Partido Laborista, el Mapai, y el
Histadrut, el sindicato general que crearon los socialistas, no se
sabe a ciencia cierta, pero dadas las numerosas facciones del
sionismo socialista clásico, los teóricos de la tendencia que
construyó y gobernó a Israel durante las primeras décadas de su
existencia tenían algo muy, muy distinto en mente.
En cambio, se creó un monstruo, un Estado guerrero que
amedrenta a sus enemigos y vive perpetuamente con una sensación
de peligro, que se caracteriza por la guerra y la amenaza de la
guerra. La exportación de armas genera grandes ingresos, que
ayudan a Israel a convertirse en una Esparta y en el poder militar
más fuerte en Medio Oriente, sobre todo gracias a recibe de los
Estados Unidos una ayuda de $3 mil millones cada año, sobre todo
en forma de armas. Israel ha tenido muchas migraciones; por lo
menos 230.000 judíos dejaron su tierra entre 1990 y 2005,
generalmente el sector más hábil e inteligente de la población, y
aquellos que se quedaron se han acostumbrado a la sensación
52
constante de peligro que domina la vida en la “tierra prometida”.
Pero hay estimaciones de la Oficina Central de Estadísticas que
afirman que unas 650.000 personas, en su mayoría judíos, dejaron
su país hasta el 2005, y es posible que la cifra sea
considerablemente mayor. El tema es muy polémico en Israel
porque se supone que los judíos vayan a Israel, y queda implícito
que allí se queden. Queda claro que no están yendo, o no se están
quedando. Israel es el objetivo sionista, pero la mayoría de los
judíos viven en otro lugar, y apoyan el sionismo principalmente
con aportes financieros e influencia política.
Una gran mayoría de los israelíes se oponen a librar una guerra
contra Irán sin la cooperación de los Estados Unidos, pero incluso
esa población también votó por el partido de derecha Likud y otros
partidos reaccionarios y religiosos. No es fácil comprender a la
población judía de Israel; la política en Israel es muy compleja y
los judíos que viven allí tienen muchas contradicciones que
dificultan aún más la tarea de comprenderla. Su naturaleza ambigua
es parte del problema de Israel.
El verdadero problema al que se enfrenta Netanyahu es que una
guerra contra Irán, que casi con seguridad tendrá fuertes represalias
de una forma u otra, estimulará un éxodo aun mayor y una pérdida
de los judíos más talentosos, cansados de guerras perpetuas y de
servir al ejército, lo que tendrá consecuencias terribles sobre la
población civil, y de ese modo acelerará la creciente influencia y
magnitud de los judíos jaredíes irracionales y ultraortodoxos. Si se
toma en serio el mantra que repite Netanyahu de que Irán está cerca
de poder crear otro Holocausto, es probable que por lo menos
algunas personas amedrentadas quieran huir. Se suponía que Israel
fuera, por lo menos implícitamente, un hogar pacífico para los
judíos; en cambio, siempre ha estado en guerra o preparándose para
ella; la seguridad se ha convertido en una obsesión nacional. Las
consecuencias y contradicciones inevitables de esa extravagante
idea, elaborada por un intelectual vienés, se están dando a conocer.
No puede haber un Estado democrático judío en el que la mayoría
de las personas no son judías o son fanáticos ultra religiosos que
niegan el derecho a Israel de existir. Katznelson no quería que los
53
judíos cumplieran el papel que cumplían los polacos antes de la I
Guerra Mundial, pero eso es justamente lo que está sucediendo.
El término “amenaza existencial” no solo se usa para hacer
referencia a que Irán obtenga un arma nuclear; Netanyahu usó el
término antes en otros contextos en los que no había nada de
“existencial” sobre la llamada amenaza, si por eso nos referimos a
la destrucción de judíos en Israel. Es un término que sacan a relucir
muchas personas para referirse a todos los problemas posibles que
enfrenta Israel, de los cuales muchos son banales. Por ejemplo, el
embajador de los Estados Unidos en 2009, Michael Oren, que nació
en Estados Unidos y es un especialista en Medio Oriente que
escribió un best seller sobre ese tema, dijo en un artículo en la
revista neoconservadora Commentary en 2009 que existen siete
amenazas “existenciales” a las que se enfrenta Israel como Estado
judío. “Si sigue siendo oficialmente judío, el Estado se enfrentará a
un nivel de aislamiento internacional sin precedentes, que incluirá
sanciones, que puede llegar a ser fatal”. Entre las amenazas
“existenciales” que nombra se encuentran la demografía, así como
la importancia simbólica de Jerusalén, la corrupción, el creciente
escepticismo y el colapso de la moral pública, las sanciones
internacionales contra Israel por rehusarse a conceder a los árabes
derechos básicos, el terrorismo, las construcciones árabes ilegales
por las que Israel no recibe impuestos, y las construcciones judías
ilegales en la Ribera Occidental (que es algo que sancionaron
muchos políticos israelíes). Probablemente tenga razón en muchos
aspectos, pero usa el término “existencial” con demasiada soltura y,
por ende, su artículo incurre en muchas contradicciones: también
llega a la conclusión de que Israel se está fortaleciendo. Los datos
que aporta como pruebas son confusos, sus argumentos son
contradictorios, y la bomba de tiempo demográfica de la que habla
se aplica solo al caso de los jaredíes; los árabes en última instancia
pueden ser deportados, pero los jaredíes, que son fanáticos
religiosos muy distintos de los judíos brillantes y seculares como
Oren, no pueden. Además del problema con Irán, Israel tiene
muchos otros dilemas, que hacen que la vida sea cada vez más
incómoda para todas las personas, en especial aquellas que sienten
que la cultura es internacional y se ven atraídas hacia otras
54
naciones. Oren solo confirma que el mero concepto de un Estado
israelí es anormal, y ciertamente no es viable como un Estado que
también es democrático. Si está en lo correcto, entonces lo
anormal, lo que va en contra de las tendencias principales de la
civilización occidental desde la Revolución francesa, es el
sionismo. Ninguna cantidad de guerras y sufrimiento puede
justificarlo, y en lugar de construir un reino pacífico el sionismo ha
producido crisis interminables. Los fundadores del sionismo no
esperaban este resultado malicioso.
Si Israel logra arrastrar a los Estados Unidos poco dispuestos a
una guerra regional –y en este momento Obama prefiere no
involucrarse en otro conflicto-, fomentará el antisemitismo que el
sionismo ostensiblemente aborrece y para el que Israel fue
nominalmente creada como refugio. Las guerras son algo terrible,
costosas en términos de vidas y dinero, y la hostilidad para
cualquier nación que arrastra a otra reticente a entrar en ella está
bastante justificada. Si Netanyahu logra su cometido puede
terminar avivando las llamas de un antisemitismo sin precedentes.
Esa siembra de miedo es mucho más peligrosa de lo que se cree
porque, incluso en el mejor de los casos, (que nunca existió) –la
paz perpetua y las relaciones amistosas entre sus vecinos- la
demografía de Israel obra en contra de la dominación judía
existente.
La comunidad ultraortodoxa, que tiene cultos y está bastante
dividida, está compuesta en esencia por talibanes judíos que no
toleran otros modos de vida y son fanáticos. Dado que estos
ultraortodoxos tienen familias numerosas –los jaredíes asquenazíes
(europeos pero principalmente de Europa del Este) tenían una tasa
de fertilidad de 8.5 en 1996, partiendo un 6.9 en 1980 (p.39). Hasta
ahora los hombres han tenido proyectos de exenciones, tienen una
tasa de desempleo alta, estudian el Talmud y tienen bebés. Se
convertirán en el sector más importante de la población judía y
harán que la vida sea cada vez más deprimente para los judíos
seculares.
55
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc
Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc

Más contenido relacionado

Similar a Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc

Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-
Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-
Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-Muro del Honor Patriotico
 
Escenas De La SublevacióN Noam Chomsky
Escenas De La SublevacióN   Noam ChomskyEscenas De La SublevacióN   Noam Chomsky
Escenas De La SublevacióN Noam Chomskyguest8dcd3f
 
Antisemitismo, definiciones e Islam
Antisemitismo, definiciones e IslamAntisemitismo, definiciones e Islam
Antisemitismo, definiciones e IslamPLETZ.com -
 
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-Muro del Honor Patriotico
 
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?Ramón Copa
 
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-Muro del Honor Patriotico
 
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humana
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humanaAyn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humana
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humanaLagranpartida
 
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundial
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundialViolacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundial
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundialespinoza_julian
 
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael Hernández
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael HernándezDiferentes fundamentos ideológicos por Jazael Hernández
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael HernándezJazael Hernandez
 
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. Armstrong
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. ArmstrongEEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. Armstrong
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. ArmstrongRamón Copa
 
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismoYeshiva Torah
 

Similar a Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc (20)

Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-
Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-
Sionismo en la epoca de los Dictadores.- LENNI BRENNER-
 
Escenas De La SublevacióN Noam Chomsky
Escenas De La SublevacióN   Noam ChomskyEscenas De La SublevacióN   Noam Chomsky
Escenas De La SublevacióN Noam Chomsky
 
Antisemitismo, definiciones e Islam
Antisemitismo, definiciones e IslamAntisemitismo, definiciones e Islam
Antisemitismo, definiciones e Islam
 
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-
El Plan Maestro del Zionismo para el Poder Mundial.- RUSSELL MAGUIRE-
 
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?
¿El sionismo detrás y responsable del holocausto?
 
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-
El Antisemitismo Actual.- Benjamín De Roncesvalles-
 
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humana
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humanaAyn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humana
Ayn rand, o la expresiön polïtica y filosöfica de la maldad humana
 
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundial
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundialViolacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundial
Violacion a los derechos humanos durante la segunda guerra mundial
 
Hitler
HitlerHitler
Hitler
 
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael Hernández
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael HernándezDiferentes fundamentos ideológicos por Jazael Hernández
Diferentes fundamentos ideológicos por Jazael Hernández
 
Diseño y comunicación
Diseño y comunicaciónDiseño y comunicación
Diseño y comunicación
 
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. Armstrong
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. ArmstrongEEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. Armstrong
EEUU: Los Judíos, el Talmud y Palestina- George W. Armstrong
 
HOLOCAUSTO NAZI
HOLOCAUSTO NAZIHOLOCAUSTO NAZI
HOLOCAUSTO NAZI
 
Nazismo
NazismoNazismo
Nazismo
 
3 ciencias sociales 9 el mundo entre 1930 y 1950
3 ciencias sociales 9 el mundo entre 1930 y 19503 ciencias sociales 9 el mundo entre 1930 y 1950
3 ciencias sociales 9 el mundo entre 1930 y 1950
 
Fascismo nazismo
Fascismo nazismoFascismo nazismo
Fascismo nazismo
 
Fascismo y nazismo1
Fascismo y nazismo1Fascismo y nazismo1
Fascismo y nazismo1
 
Italia1
Italia1Italia1
Italia1
 
El otro eje del mal
El otro eje del malEl otro eje del mal
El otro eje del mal
 
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
10 preguntas sobre la naturaleza del sionismo
 

Más de Acracia Ancap

Ciencia - Francisco Capella
Ciencia - Francisco CapellaCiencia - Francisco Capella
Ciencia - Francisco CapellaAcracia Ancap
 
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von Hayek
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekLa Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von Hayek
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
 
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per Bylund
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundEl Anarco Socialismo y sus Problemas - Per Bylund
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundAcracia Ancap
 
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzo
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoEl Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzo
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoAcracia Ancap
 
Pensamiento Griego - Murray Rothbard
Pensamiento Griego - Murray RothbardPensamiento Griego - Murray Rothbard
Pensamiento Griego - Murray RothbardAcracia Ancap
 
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. Woods
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAnatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. Woods
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAcracia Ancap
 
El Anarquismo Americano - Wendy McElroy
El Anarquismo Americano - Wendy McElroyEl Anarquismo Americano - Wendy McElroy
El Anarquismo Americano - Wendy McElroyAcracia Ancap
 
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann Hoppe
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeImposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann Hoppe
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
 
Socialismo Nazi - Jörg Guido Hülsmann
Socialismo Nazi - Jörg Guido HülsmannSocialismo Nazi - Jörg Guido Hülsmann
Socialismo Nazi - Jörg Guido HülsmannAcracia Ancap
 
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdf
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfLibertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdf
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfAcracia Ancap
 
Ética - Francisco Capella
Ética - Francisco CapellaÉtica - Francisco Capella
Ética - Francisco CapellaAcracia Ancap
 
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. Long
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongLo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. Long
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongAcracia Ancap
 
Socialismo Conservador - Hans-Hermann Hoppe
Socialismo Conservador - Hans-Hermann HoppeSocialismo Conservador - Hans-Hermann Hoppe
Socialismo Conservador - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
 
Justicia - Francisco Capella
Justicia - Francisco CapellaJusticia - Francisco Capella
Justicia - Francisco CapellaAcracia Ancap
 
Derecho de Propiedad - Francisco Capella
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaDerecho de Propiedad - Francisco Capella
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaAcracia Ancap
 
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus Gebel
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelEstructuras Paralelas como Único Camino - Titus Gebel
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelAcracia Ancap
 
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez Carmera
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraKarl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez Carmera
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraAcracia Ancap
 
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...Acracia Ancap
 
Seguros Privados - Hans-Hermann Hoppe
Seguros Privados - Hans-Hermann HoppeSeguros Privados - Hans-Hermann Hoppe
Seguros Privados - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
 
Libertad - Francisco Capella
Libertad - Francisco CapellaLibertad - Francisco Capella
Libertad - Francisco CapellaAcracia Ancap
 

Más de Acracia Ancap (20)

Ciencia - Francisco Capella
Ciencia - Francisco CapellaCiencia - Francisco Capella
Ciencia - Francisco Capella
 
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von Hayek
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekLa Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von Hayek
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von Hayek
 
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per Bylund
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundEl Anarco Socialismo y sus Problemas - Per Bylund
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per Bylund
 
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzo
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoEl Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzo
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzo
 
Pensamiento Griego - Murray Rothbard
Pensamiento Griego - Murray RothbardPensamiento Griego - Murray Rothbard
Pensamiento Griego - Murray Rothbard
 
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. Woods
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAnatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. Woods
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. Woods
 
El Anarquismo Americano - Wendy McElroy
El Anarquismo Americano - Wendy McElroyEl Anarquismo Americano - Wendy McElroy
El Anarquismo Americano - Wendy McElroy
 
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann Hoppe
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeImposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann Hoppe
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann Hoppe
 
Socialismo Nazi - Jörg Guido Hülsmann
Socialismo Nazi - Jörg Guido HülsmannSocialismo Nazi - Jörg Guido Hülsmann
Socialismo Nazi - Jörg Guido Hülsmann
 
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdf
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfLibertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdf
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdf
 
Ética - Francisco Capella
Ética - Francisco CapellaÉtica - Francisco Capella
Ética - Francisco Capella
 
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. Long
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongLo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. Long
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. Long
 
Socialismo Conservador - Hans-Hermann Hoppe
Socialismo Conservador - Hans-Hermann HoppeSocialismo Conservador - Hans-Hermann Hoppe
Socialismo Conservador - Hans-Hermann Hoppe
 
Justicia - Francisco Capella
Justicia - Francisco CapellaJusticia - Francisco Capella
Justicia - Francisco Capella
 
Derecho de Propiedad - Francisco Capella
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaDerecho de Propiedad - Francisco Capella
Derecho de Propiedad - Francisco Capella
 
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus Gebel
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelEstructuras Paralelas como Único Camino - Titus Gebel
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus Gebel
 
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez Carmera
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraKarl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez Carmera
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez Carmera
 
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...
 
Seguros Privados - Hans-Hermann Hoppe
Seguros Privados - Hans-Hermann HoppeSeguros Privados - Hans-Hermann Hoppe
Seguros Privados - Hans-Hermann Hoppe
 
Libertad - Francisco Capella
Libertad - Francisco CapellaLibertad - Francisco Capella
Libertad - Francisco Capella
 

Último

UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptx
UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptxUD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptx
UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptxALICIACAHUANANUEZ
 
Teoría de la imputación objetiva penal.pptx
Teoría de la imputación objetiva penal.pptxTeoría de la imputación objetiva penal.pptx
Teoría de la imputación objetiva penal.pptxMarianaSunjaylaCardo
 
DERECHO COMERCIAL I - DIAPOSITIVAS (1).pptx
DERECHO COMERCIAL  I - DIAPOSITIVAS (1).pptxDERECHO COMERCIAL  I - DIAPOSITIVAS (1).pptx
DERECHO COMERCIAL I - DIAPOSITIVAS (1).pptxRosildaToralvaCamacl1
 
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICOM15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICOMarianaCuevas22
 
Protección de Datos Personales sector Educación
Protección de Datos Personales sector EducaciónProtección de Datos Personales sector Educación
Protección de Datos Personales sector EducaciónFundación YOD YOD
 
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptx
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptxESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptx
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptxVictoriaCanales6
 
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacio
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacioConflicto de leyes en el tiempo y en el espacio
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacioEdwinRubio14
 
linea de tiempo .evolución histórica de los derechos humanos
linea de tiempo  .evolución histórica de los derechos humanoslinea de tiempo  .evolución histórica de los derechos humanos
linea de tiempo .evolución histórica de los derechos humanosmarcovalor2005
 
Mercados financieros y estrategia financiera.pdf
Mercados financieros y estrategia financiera.pdfMercados financieros y estrategia financiera.pdf
Mercados financieros y estrategia financiera.pdfyordahno
 
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptx
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptxPenal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptx
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptxJonathanGiriron
 
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docxprodinetpc1
 
Derecho Laboral General y Otras Disposiciones
Derecho Laboral General y Otras DisposicionesDerecho Laboral General y Otras Disposiciones
Derecho Laboral General y Otras DisposicionesDiegoMorales287268
 
Impedimentos y Recusación Procesal Civil
Impedimentos y Recusación Procesal CivilImpedimentos y Recusación Procesal Civil
Impedimentos y Recusación Procesal CivilAidaTejada5
 
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdf
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdfLAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdf
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdfalbinoMamaniCallejas
 
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.pptBRIANJOFFREVELSQUEZH
 
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...OmarFernndez26
 
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdf
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdfMANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdf
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdfivogiovannoni
 
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...Corporación Hiram Servicios Legales
 
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdf
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdfDerecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdf
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdfJosé María
 
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docx
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docxCONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docx
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docxMarianaSunjaylaCardo
 

Último (20)

UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptx
UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptxUD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptx
UD.9_LA PREVENCION DE RIESGOS LEGISLACIÓN Y ORGANIZACION.pptx
 
Teoría de la imputación objetiva penal.pptx
Teoría de la imputación objetiva penal.pptxTeoría de la imputación objetiva penal.pptx
Teoría de la imputación objetiva penal.pptx
 
DERECHO COMERCIAL I - DIAPOSITIVAS (1).pptx
DERECHO COMERCIAL  I - DIAPOSITIVAS (1).pptxDERECHO COMERCIAL  I - DIAPOSITIVAS (1).pptx
DERECHO COMERCIAL I - DIAPOSITIVAS (1).pptx
 
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICOM15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
M15_U1_S1_UNADM_DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
 
Protección de Datos Personales sector Educación
Protección de Datos Personales sector EducaciónProtección de Datos Personales sector Educación
Protección de Datos Personales sector Educación
 
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptx
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptxESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptx
ESQUEMAS IAD introduccion al analisi del derecho.pptx
 
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacio
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacioConflicto de leyes en el tiempo y en el espacio
Conflicto de leyes en el tiempo y en el espacio
 
linea de tiempo .evolución histórica de los derechos humanos
linea de tiempo  .evolución histórica de los derechos humanoslinea de tiempo  .evolución histórica de los derechos humanos
linea de tiempo .evolución histórica de los derechos humanos
 
Mercados financieros y estrategia financiera.pdf
Mercados financieros y estrategia financiera.pdfMercados financieros y estrategia financiera.pdf
Mercados financieros y estrategia financiera.pdf
 
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptx
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptxPenal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptx
Penal I Delitos contra la vida Codigo de Honduras.pptx
 
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx
13 SIGNOS DEL TEATRO y ELEMENTOS DEL TEATRO.docx
 
Derecho Laboral General y Otras Disposiciones
Derecho Laboral General y Otras DisposicionesDerecho Laboral General y Otras Disposiciones
Derecho Laboral General y Otras Disposiciones
 
Impedimentos y Recusación Procesal Civil
Impedimentos y Recusación Procesal CivilImpedimentos y Recusación Procesal Civil
Impedimentos y Recusación Procesal Civil
 
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdf
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdfLAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdf
LAM Nº 13_2014 (Consejo Municipal de Transporte).pdf
 
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt
415277843-DIAPOSITIVAS-ACTO-JURIDICO-ppt.ppt
 
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...
Act_3.2_FernandezIzquerrdo_MartinezMillet_RodriguezCarmona_InvestigacionenRec...
 
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdf
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdfMANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdf
MANUAL DE DERECHO ROMANO - JUAN CARLOS GHIRARDI - APORTE UEU DERECHO 2020.pdf
 
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...
EL INTERÉS LEGÍTIMO DE LA REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS CONTRARIOS A ...
 
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdf
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdfDerecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdf
Derecho a la capacidad jurídica. Personas con discapacidad..pdf
 
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docx
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docxCONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docx
CONCEPTO DE EL DELITO CONSUMADO Y SU TIPIFICACION.docx
 

Nazionismo: Libertarios Contra Israel - Rothbard, Konkin III, etc

  • 1.
  • 2.
  • 4.
  • 5. ÍNDICE ¿Dayan es otro Rommel?.......................................................1 por Joseph Stromberg............................................................1 Palestina..................................................................................8 por Leonard P. Liggio..............................................................8 El derecho a gobernar en Medio Oriente ............................15 por Imad-a-Din Ahmad..........................................................15 La alienación de una patria:..................................................19 cómo Palestina se convirtió en Israel...................................19 por Stephen P. Halbrook......................................................19 La creación de un Estado guerrero:.....................................49 El Enigma de Israel...............................................................49 por Gabriel Kolko..................................................................49 La culpa de la guerra en Oriente Próximo............................60 por Murray N. Rothbard........................................................60 La masacre...........................................................................74 por Murray N. Rothbard........................................................74
  • 6. La pasión de los judíos..........................................................85 por David Horowitz................................................................85 La revolución que será........................................................119 por Bill Birmingham.............................................................119 Palestina: libertad y justicia.................................................132 por Samuel Edward Konkin III............................................132
  • 7.
  • 8. ¿Dayan es otro Rommel? por Joseph Stromberg ∗ Esta obra importante y exhaustiva es una colección de ensayos históricos y políticos escritos por miembros de la Organización Socialista Israelí. La ISO (por sus siglas en inglés) es la única organización genuinamente antisionista del espectro político israelí; y es un grupo que acepta árabes como miembros plenipotenciarios. A pesar de haber sido acusados de ser “agentes de Al Fatah” y del acoso policial, la ISO sigue una línea consistente que defiende la liberación nacional y la autodeterminación de todos los pueblos de Medio Oriente. Al reconocer y defender los derechos de los palestinos a su tierra, así como los derechos del nuevo pueblo de Israel a las áreas que los judíos pioneros colonizaron y en las que se asentaron legítimamente antes de 1948, la ISO ataca directamente las bases del Estado sionista. Partiendo de un humanismo marxista intransigente, la ISO ha llegado a la misma posición general sobre la cuestión palestina a la que llegaría un libertario partiendo de las premisas de su propio derecho natural (u otras).1 Los ensayos comparan adecuadamente el asentamiento sionista con el régimen de los Boers que colonizaron Sudáfrica. Israel es un  Reseña de The Other Israel: The Radical Case Against Zionism ed. Arie Bober (Garden City, N.Y., Doubleday, 1972) 1 Para acceder a una investigación libertaria del asunto, ver el corto ensayo de Imad-a-Din Ahmad, “The Right to Rule in the Middle East”, Abolitionist, I, 8, p. 8 y I, 9, pp. 3 y 4. 1
  • 9. ejemplo contemporáneo de los Estados conquistados originales que describió el sociólogo alemán Franz Oppenheimer en varias de sus obras. Sir Ronald Storrs, el primer gobernador civil de Palestina durante el Mandato británico, dio la bienvenida a los sionistas como “una pequeña Ulster judía leal” en medio de una nacionalistas árabes peligrosos. Al igual que Ulster, que es una herramienta de imperialismo británico en Irlanda, Israel sigue funcionando como una herramienta de imperialismo occidental en Medio Oriente. Sin embargo, a diferencia de muchos Estados conquistados, “el colonialismo sionista desplaza y expulsa” en lugar de retener a la gran mayoría de trabajadores de la tierra como mano de obra barata. Los primeros colonizadores compraron grandes porciones de tierra cuyos “dueños” eran effendis árabes reaccionarios y echaron a los propietarios árabes. El lema de “solo trabajo judío” que se aplicó consistentemente desde los comienzos de la empresa sionista ha reducido incluso la opción racional de mercado de contratar la mano de obra más barata; esa alternativa burguesa “estrecha” siempre ha sido derrotada por las fuerzas del nacionalismo sionista y por las burocracias laborales judías. Una cantidad de ensayos hablan sobre el expansionismo de Israel, la represión de los judíos negros, nativos de la región, y el maltrato de los pueblos originarios. La lectura de las pruebas desacredita para siempre el mito de la pequeña “democracia” asediada que lucha por su vida. Las “regulaciones de emergencia” por ejemplo, la continuación de medidas impuestas por los británicos desde 1936 hasta 1939, permiten la aplicación instantánea de la ley marcial, que incluyen arresto domiciliario, restricciones sobre la libertad de movimiento, y la confiscación y destrucción de propiedad, como la dinamización punitiva de hogares. Aun peor, permite que se cerquen áreas enteras desde afuera, lo que deja a los habitantes con una sola opción: irse o morir de hambre. No es de sorprender que los palestinos se fueran “voluntariamente”. Se han tomado muchas tierras desde 1948 gracias a la puesta en práctica selectiva de esas regulaciones. ¡No habrá un estado de derecho Hayekiano aquí! De hecho, la burocracia israelí puede competir en represión y tiranía con cualquier otro Estado del mundo hoy en día. 2
  • 10. Un capítulo interesante trata el tema de la estructura de clases en Israel. Israel emerge como una sociedad en la que los judíos europeos rigen sobre los judíos y árabes nativos, y que solo sobrevive por las inyecciones masivas de capitales que provienen del United Jewish Appeal, el gobierno de Bonn (que reconoce a Israel como la expresión institucional de las víctimas del nazismo y le paga indemnizaciones) y, por supuesto, el gobierno de los Estados Unidos. Pero ese influjo de capitales no llega a las burguesías nacionales, sino al Estado de Israel, a la Agencia Judía que prácticamente tiene estatuto de Estado, y a las burocracias del partido laborista; en especial el Histadrut, un monopolio de trabajo nacional que hace que George Meany se retuerza de envidia. Incluso los tan elogiados y gloriosos kibbutzim están completamente subsidiados por el Estado, empresas privadas, y bancos, y viven en tierras robadas. Los capítulos sobre la Izquierda israelí y el borojovismo dan a conocer las limitaciones de todas las facciones que trabajan dentro del marco sionista. Incluso Uri Avinery, supuesto estadista de izquierda, pareciera aceptar el status quo del sionismo e intenta evadir los problemas autocreados por el sionismo refiriéndose a las políticas del “pos-sionismo” y proponiendo una federación binacional con los palestinos. La ISO considera la mencionada propuesta como el equivalente al Bantustán árabe. Ese sionismo de izquierda, en el que se encuentra el borojovismo, que afirma que el sionismo nació del marxismo, soslaya la contradicción principal con el sionismo. El sionismo como nacionalismo judío europeo tuvo que oprimir y desplazar a los palestinos una vez que se decidió que Palestina era la única opción para la colonización sionista. Una cantidad de ensayos, en particular “Zionism and Universal Ethics” atacan al sionismo por rechazar el universalismo y humanismo judío tradicional. Tomando el antisemitismo como problema judío especial, el sionismo propuso una solución especial e incluso cooperó con los antisemitas para llevarla a cabo. La historia etnocéntrica y el chovinismo judío europeo, que asumieron que todos los no judíos 3
  • 11. eran enemigos potenciales, fueron clave para el sionismo.2 Lógicamente, los crímenes que cometió Hitler hicieron que el sionismo fuera perfectamente plausible. Si bien estos ensayos sobre la ISO solo aluden a esa interpretación, señalan directamente la tendencia filosófica fascista arraigada en el sionismo. El repudio sionista hacia el universalismo, el humanismo y los valores trascendentales a favor de la comunidad tribal politizada definida como el bien más importante coloca al sionismo dentro de la definición filosófica de fascismo que ofrece Ernst Nolste, un historiador alemán contemporáneo.3 Así, “Cuando el sionismo tuvo que elegir entre los judíos y el Estado judío, optó por el segundo sin dudarlo”.4 Esa anti trascendencia se equipara a las posiciones que desarrollaron Charles Maurras, el socialista italiano Mussolini, y... Adolf Hitler. Gracias a la ideología de la ISO queda claro que la ideología israelí justifica todos los actos criminales (desde el punto de vista de la ética universal) de la “comunidad soberana, marcial, antagónicamente racial por dentro” (frase de Nolte para describir la sociedad fascista). Según la ISO, incluso esa retórica característicamente fascista de “la eternidad de la guerra y la santidad de la sangre” es cada vez más popular en Israel;5 un resurgimiento de tonterías de sangre y tierra.6 2 Dos análisis radicales que tratan el tema del chovinismo judío (desde una perspectiva judía) son “Arendt’s Eichmann and Jewish Identity” de Norman Fruchter, reimpreso en James Weinstein y “For a New America: Essays in Hitory and Politics from Studies on the Left, 1959-1967 de David W. Eakins (editores), Nueva York, 1970, pp. 423-454; y “The Passion of the Jews”, de David Horwitz, Ramparts, XII, 3 (octubre de 1974), pp. 21-8 y 56-60. El último ensayo es especialmente perceptivo y compasivo. 3 Ernst Nolte, Three Faces of Fascism: Action Francaise, Italian Fascism, National Socialism (Nueva York, 1969). El estudio provocador de Nolte merece ser leído completamente. 4 The Other Israel, p. 171. 5 Ibíd., p. 235. 6 Garry Willis, cuyo tradicionalismo en el National Review y su izquierdismo actual al estilo Berrigan parecieran ser producto de una perspectiva católica 4
  • 12. El capítulo que describe el contexto de la guerra preventiva de 1967 pone de relieve la importancia del tema del “enemigo eterno” que prevalece en el pensamiento israelí. Israel es una sociedad completamente militarizada por la lucha eterna de una seguridad ilusoria; “una cruzada más y estaremos a salvo”. Pero, como demuestra Nolte, la concepción paranoica de guerras eternas que se libran por “defensa propia” es la esencia del fascismo genuino.7 Los fascistas sinceramente creen que los crímenes que cometen son necesarios para preservar la comunidad frágil, rodeada, y su cultura incomparable. La interesante cuestión de cuánto ha presionado el nacionalismo oficial del Estado durante la Guerra Fría a la sociedad norteamericana para seguir el camino del fascismo merece ser tratada en otro momento.8 La ISO cree que la solución de que se logre una transformación revolucionaria de Medio Oriente en la que el nuevo pueblo de Israel sea una comunidad autónoma está de alguna manera ligada al sistema socialista regional. A pesar de los lazos de cambio constructivo que mantiene con el socialismo y de cierta debilidad en relación al tema de los campesinos, el universalismo marxista de la ISO permite salir del sionismo y proponer la autodeterminación de todos los pueblos; una posición sorprendentemente similar a la que adoptó Ludwig von Mises en The Free and Prosperous Commonwealth sobre la base del universalismo liberal. medieval, en realidad defiende a Israel como un reino de los cruzados en una publicación reciente de Esquire (julio de 1975). 7 Nolte, pp. 507-515. 8 Un comienzo interesante de ese análisis es la publicación “The Ultra Right and Cold War Liberalism”, Studies on the Left, II, 1, (1962), PP. 3-8. Para los libertarios sería especialmente importante investigar qué tan lejos entró el ala derecha del Objetivismo, al internalizar el nacionalismo estadounidense de la Guerra Fría, en el camino del fascismo; un punto que espero retomar en un ensayo próximamente. Para un enfoque de “determinismo económico” del sionismo por un libertario Bakuninista, ver Stephen Halbrook, “The Philosophy of Zionism: A Materialist Interpretation”, en Ibrahim Abu-Lughod and Baha Abu-Laban (eds.), Steller Regimes in Africa and the Arab World: The Illusion of Permanence (Wilmette, III, 1974), pp. 20-30. 5
  • 13. Para la ISO, el socialismo es necesario para eliminar toda la “alienación”, incluyendo todas las relaciones de mercado. Sin embargo el hecho de que los Estados socialistas funcionen igual de mal que otros Estados debería decirles algo. Stalin es el caso clásico de un líder claramente fascista que utilizó una mezcla de retórica marxista y nacionalista, a pesar de que su mentalidad bolchevique tal vez lo contuvo de desviarse más en las palabras que el otro marxista nacionalizado, Benito Mussolini. La ISO incluso concibe el nacionalismo como una forma de alienación. Un libertario agregaría que el nacionalismo es parte del verdadero problema: el Estado. En palabras de Bakunin, el Estado es la “negación de la humanidad”. El fascismo en Israel o en cualquier otro lugar es meramente la afirmación más contundente de esta máquina alienadora que se basa en miedos atávicos y los promueve entre sus súbditos; el fascismo es la afirmación ideológica del crimen estatal de cara a todos los valores trascendentes e instituciones como la ética humanista, el derecho natural, la religión universal y el mercado mundial. A pesar de esas críticas, The Other Israel es un estudio significativo y valioso, sobre todo en un momento en el que Henry Kissinger y Jerry Ford están comprometiendo el Tesoro norteamericano y probablemente vidas a defender el pequeño Estado Leviatán, fundado sobre la base del repudio a los mejores herederos del judaísmo.9 9 Para una crítica de Israel por un libertario que hizo hincapié en la oposición entre judaísmo y sionismo, ver Frank Chodorov, “Some Blunt Truths About Israel”, American Mercury, LXXXIII, 390 (julio de 1956), 55-9- El artículo apareció, incidentalmente, mucho antes de la degeneración de Mercuy en un organismo neonazi. 6
  • 14. 7
  • 15. Palestina por Leonard P. Liggio Tras la visita oficial a la ONU del líder de la OLP, Yasir Arafat, y el histórico voto de Naciones Unidas sobre el trato racista de Israel hacia los palestinos, Israel contribuyó enormemente en la victoria de la OLP. Durante las últimas semanas hubo revueltas masivas, en las que las tropas israelíes asesinaron estudiantes palestinos. El resultado fue la renuncia de los gobernadores y administradores de nueve ciudades palestinas en las zonas ocupadas por Israel en Galilea, Samaria y Judea. Se trata de líderes conservadores palestinos que han intentado cooperar con los ocupadores israelíes. La generación más joven ha expresado su apoyo hacia la OLP y marca el rumbo que tomará en el futuro la política de los palestinos. Si después de 1967 los israelíes le hubieran devuelto el área a otro ocupante ilegal de las tierras palestinas en contra de las decisiones de la ONU -la monarquía jordana-, o hubiesen establecido el área como un títere palestino bajo el mando de los líderes tradicionales, la OLP habría tenido un futuro bastante limitado. Pero Israel ha creado colonias en las tierras ocupadas y permitió que se fundaran colonias “no oficiales”. El golpe final fue el tema del Haram es Sharif, El Monte del Templo. En las escrituras dice que ese es el lugar donde Abraham ofreció en sacrificio a Isaac. Luego de la época apátrida de los hebreos, ellos buscaron conquistar las ciudades de los filisteos y establecer un poder político sobre el que habían sido advertidos en el Libro de Samuel. Se construyó un templo en le colina de 8
  • 16. Jerusalén, que se convirtió en la capital política. El templo lo construyó el pueblo de grandes comerciantes, constructores y artistas, los fenicios (ancestros de los cartagineses de África el norte). Fue destruido en el año 70 A.D. Desde el siglo siete ha sido el tercer sitio religioso más importante en Islam, ya que el Profeta descendió del cielo ahí, además de la veneración del Islam a Jesús y a Abraham, patriarca de los semitas. Durante las Cruzadas fue el centro del Reino latino de Jerusalén y de los Caballeros Templarios. Los rabinos judíos prohibieron a los judíos entrar a Haram es Sharif puesto que era el lugar del Santo de los Santos al que sólo podían acceder los descendientes de Aarón; cualquier otro judío que entrara cometería un acto de profanación. Sin embargo, los nacionalistas seculares israelíes entraron a Haram es Sharif este año para cantar canciones a favor del gobierno. El resultado fueron protestas palestinas. Los intentos de establecer colonias israelíes en áreas árabes y el problema del Monte del Tempo coincidieron con el intento de Israel de celebrar elecciones en una zona árabe. Israel esperaba que con las elecciones se lograra un liderazgo local cooperativo. Sin embargo, los intentos de asentamiento israelíes unificaron el apoyo hacia la OLP. En la ciudad cristiana y árabe de Belén, los estudiantes universitarios alzaron banderas de la OLP en la universidad. Hasta ahora, los árabes cristianos han sido mucho menos activistas que los musulmanes. En el debate de la ONU de marzo de 1976, el delegado de la OLP fue autorizado a participar (a pesar del voto negativo de William Scranton) como “miembro de la ONU”. El delegado de la OLP comparó las revueltas en contra de Israel con los “levantamientos gloriosos del gueto de Varsovia” contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Eso volvió a poner énfasis en el hecho de que el problema de Israel es algo que crearon los pueblos europeos que forzaron a los judíos a irse a Israel durante la Segunda Guerra mundial en lugar de permitirles instalarse en Europa o Estados Unidos. La participación previa del delegado de la OLP en el Consejo de Seguridad fue en enero para discutir la resolución del problema de Palestina. A partir de la resolución del 30 de noviembre de 1975, la ONU afirmó: “(a) Que el pueblo palestino debe ejercer su derecho nacional e inalienable 9
  • 17. de autodeterminación, y el derecho a establecer un Estado independiente en Palestina en conformidad con la carta de las Naciones Unidas; (b) Que termine el flagelo de los refugiados palestinos que desean volver a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos y que se garantice el derecho de aquellos que eligen no volver a recibir una indemnización por propiedad; (c) Que Israel debe retirarse de todos los territorios árabes ocupados desde de junio de 1967; (d) Que se deben hacer los arreglos pertinentes para garantizar, en concordancia con la carta de las Naciones Unidas, la soberanía, la integridad territorial y la independencia política dentro de límites seguros y reconocidos de todos los Estados en el área”. En los debates de la ONU en marzo, William Scranton instó a implementar resoluciones en la ONU que crearan una Administración Internacional para Jerusalén, e hizo notar que las colonizaciones israelíes se hicieron violando la Cuarta Convención de Ginebra. El debate se caracterizó por un fuerte énfasis en el cumplimiento específico de la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 (que es la base legal que justifica la existencia de Israel) que dispone la creación de fronteras para los israelíes y para los Estados árabes en Palestina; la violación de Israel durante tres décadas de los fundamentos que justifican su existencia legal dio origen a su ilegalidad. Los amigos de Israel han intentado poner fin a su condición de ilegalidad restaurando inmediatamente las condiciones de la resolución del 29 de noviembre de 1947. El origen de las acciones de la ONU sobre Palestina en 1947 fueron las condiciones que se habían dado durante la ocupación británica. George Antonius, en The Arab Awakening (1946) escribió: “La colonización sionista implicó la destrucción de aldeas y la expulsión de sus campesinos; que el dinero que trajeron los sionistas y la consiguiente prosperidad –si en verdad hubo prosperidad- no compensara ante los ojos de los árabes por la pérdida de todo lo que un campesino considera sagrado en los alrededores de su aldea; que los campesinos se sintieran indefensos ante el proceso de desposesión y la presión legalizada pero 10
  • 18. incesante que lo acompañó; que la sensación de impotencia ante el avance inexorable de la colonización sionista los llevara obviamente a que surgieran brotes impremeditados por parte de una población que por naturaleza es pacífica y hospitalaria con los extranjeros y que, si permitían que continuasen, causaran pérdidas impredecibles en vidas y propiedades. Aprendieron de la experiencia que la política que estaban implementando por la fuerza era, a pesar de todo el optimismo volcado en discursos ministeriales e informes oficiales, una bomba de tiempo”. Antonius hizo un comentario sobre el plan de partición: “Va en contra de las lecciones de la historia, las necesidades geográficas, el juego natural de las fuerzas económicas, y las leyes del comportamiento humano. Reproduce algunos de los aspectos más desprestigiados y peligrosos del Tratado de Versalles. Prácticamente no guarda relación con la doctrina del consenso. Cuando lo diseñaron, los Comisionados parecen haber pasado por alto el hecho de que no es más factible echar a los campesinos de sus tierras que imponer un gobierno foráneo sobre una población reticente, a menos que se recurra a la fuerza para hacerlo; y que ese uso de fuerza superior para contener a un pueblo con conciencia nacional, si bien durante un tiempo puede lograr su cometido, tarde o temprano derrotará sus propios propósitos. “Uno de los errores más comunes es pensar que el problema en Palestina es el resultado de una agitación provocada. Se atribuye a los artificios de la clase effendi, a las ambiciones políticas del Gran Muftí, a los agentes y subsidios de Italia y Alemania, a las maquinaciones comunistas; y una opinión muy difundida –y muchas veces genuinamente- es que si las masas árabes no hubieran sido engañadas para cosechar todos los beneficios que les dio el mandato, no hubiese habido problemas. La ceguedad de esa interpretación es clara hoy en día. Los primeros estallidos fueron explicados de la misma manera; pero, después del interrogatorio de alguna de las comisiones designadas por la Potencia mandataria, se demostró que las causas subyacentes estaban ligadas al apego de los árabes a su tierra y su cultura. Hoy más que nunca, la rebelión es una revuelta de los aldeanos, y su causa inmediata es el esquema 11
  • 19. de partición que se sugirió y, en particular, ese aspecto que propone el desplazamiento final de una gran cantidad de campesinos árabes para hacer lugar para los ciudadanos inmigrantes del Estado judío propuesto. Los protagonistas de la revuelta no son los líderes nacionalistas, muchos de los cuales ahora están exiliados, sino hombres de clase trabajadora y agrícola que arriesgan su vida por lo que creen que es la única manera que tienen de salvar sus hogares y aldeas. Es un error interpretar ese movimiento como si fuera el resultado de agitadores, árabes o extranjeros. La incitación política puede contribuir a agravar el estado de malestar, pero no puede mantener activa una revuelta, mes a mes, en condiciones de tanta violencia y sufrimiento. “Muy lejos de estar motivada por los líderes, queda claro que la revuelta es un desafío de su autoridad y una crítica a sus métodos. Los jefes de la rebelión culpan a los terratenientes árabes que vendieron su tierra por el flagelo que sienten hoy en día los campesinos, y acusan a los líderes de negligencia por no haber prohibido las ventas. Los campesinos no han tenido voz en la gran mayoría de las transacciones que dieron como resultado que ellos fueran desalojados. El propietario que posee el título legal dispone de la tierra a su discreción, y una de las cláusulas del contrato de venta es que la tierra debe ser entregada al comprador libre de ocupantes o derechos de propiedad. La revuelta es dirigida en gran medida por los campesinos, es decir por aquella gente cuya vida y subsistencia dependen de la tierra pero que no tuvieron voz en la decisión de ser echados; y su furia y violencia están dirigidas tanto hacia los terratenientes y agentes árabes que facilitaron las ventas como hacia la política de la Potencia mandataria bajo cuyo patrocinio se llevaron a cabo las transacciones. El hecho de que algunos de esos terratenientes hayan servido en organismos árabes los hace más odiosos a los campesinos insurgentes y menos susceptibles a la influencia de los líderes políticos como unidad. “En primer lugar, si bien es cierto que el capital judío y su iniciativa contribuyeron al desarrollo económico del país, a enriquecer una cantidad de terratenientes árabes y a aumentar los salarios de los trabajadores árabes, también es cierto que han 12
  • 20. creado nuevas necesidades y nuevas cargas. Los servicios públicos creados por la política del mandato –los servicios especiales de seguridad pública, duplicación necesaria por la imposición del hebreo como idioma oficial, el aumento de los salarios en contratos públicos sólo para dar empleo a los trabajadores judíos- han tenido la necesidad de instalar una burocracia excepcionalmente grande y costosa para un país tan pequeño, y de asignar una parte considerable del presupuesto a gastos improductivos. La creación de industrias judías, en especial aquellas que son artificiales en el sentido de que dependen de la materia prima importada del extranjero, condujeron a que se aplicaran impuestos proteccionistas y a que, como consecuencia, aumentara el precio de los productos. El influjo rápido de población dio como resultado un aumento excepcional del costo de vida en todos lados, tanto en las aldeas como en las ciudades. Ante la ausencia de datos estadísticos completos, es imposible saber hasta qué punto los beneficios económicos han sido contrarrestados por las cargas; pero algo que no se puede negar, aunque se lo suela pasar por alto, es que salvo por el enriquecimiento de una cantidad de terratenientes e intermediarios, la posición económica de la población árabe en general, y en particular la de los aldeanos, fue escasamente mejor o peor de lo que fue para otras generaciones”. “En segundo lugar, el aspecto económico queda eclipsado por los problemas morales y políticos. Para los árabes el problema tiene que ver básicamente con la autopreservación.... los agravios han asumido un carácter de rebelión en la que la parte que lidera la interpretan los campesinos y los trabajadores que, desesperados, recurrieron a la violencia como único medio para oponer resistencia a la partición”. (George Antonius, The Arab Awakening, Nueva York, Capricorn, 1965.) 13
  • 21. 14
  • 22. El derecho a gobernar en Medio Oriente por Imad-a-Din Ahmad Este artículo es una presentación preliminar, que apunta sobre todo a poner de manifiesto la relevancia de la situación de Medio Oriente en los argumentos teóricos que hoy en día se oyen en los círculos anarquistas y libertarios sobre los derechos de propiedad y el comunalismo. Próximamente presentaremos un segundo ensayo, más completo, en el que se tratarán en detalle los hechos históricos de la situación y se analizan específicamente los últimos acontecimientos, que se publicará en este diario. En el presente ensayo nos concentraremos en el reclamo moral del Estado de Israel al derecho a la propia existencia. Para ello, nos haremos tres preguntas específicas: ¿Quién tiene el derecho a “poseer” tierra dentro de los límites de lo que hoy llamamos Israel? ¿Quién tiene el derecho a someter a los habitantes de esa tierra? ¿De qué modo se puede impartir justicia en esa tierra? ¿Quién tiene el derecho a poseer la tierra que hoy llamamos Israel? En los debates filosóficos sobre el derecho a poseer tierra existen muchos “casos complejos” en la aplicación de una teoría particular de derechos de propiedad. Esos casos complejos surgen cuando una determinada teoría de propiedad no resuelve la pregunta de quién es dueño de la tierra. La cuestión de quién es dueño de la tierra en Palestina no es un caso complejo. Considere las consecuencias de asumir cualquiera de las teorías populares de propiedad: La “Teoría del reclamo”, que postula que la primera persona en reclamar tierra desocupada es su dueño legítimo, no se aplica en 15
  • 23. este caso, porque Palestina estaba ocupada cuando se creó el Estado de Israel. Intentar averiguar qué persona o grupo de personas ocupó la tierra primero es inútil, dado que la tierra ha sido ocupada desde que existen registros históricos. El derecho a la propiedad establecido por la ocupación y el uso, como definió el anarquista estadounidense Benjamin Tucker, resuelve claramente el caso a favor de los palestinos, que ocupaban y usaban la tierra en el momento en que les fue arrebatada. Cuando se creó el Estado de Israel, solo 2,5% de la tierra en Palestina estaba en manos de judíos, y gran parte de esa tierra pertenecía a los palestinos más que los judíos sionistas10 . Desde ese momento la tierra ha sido arrebatada de sus dueños palestinos, ya sea a través del robo descarado o en forma de un “dominio eminente”, o mediante formas más sutiles de echar a los palestinos de la tierra, a través de la violencia y luego diciendo que la tierra había sido “abandonada”. Ahora, cientos de miles de hombres y mujeres que son los dueños legítimos de la tierra en Palestina están viviendo de la caridad en campos de refugiados en el mundo árabe. No existe una teoría de derechos de propiedad que les niegue el derecho a recuperar su tierra excepto una: la teoría del Estado; la teoría del Poder, de la fuerza bruta de la moral. ¿Quién tiene derecho a gobernar esta tierra? La respuesta a esa pregunta es sencilla: nadie. La determinación del uso de la tierra es el derecho de sus habitantes, asumiendo que los habitantes adquirieron la tierra a través de medios moralmente aceptables. Si desean cooperar con sus vecinos a través de alguna forma de gobierno comunal, ese es su derecho; pero eso es un autogobierno. 10 Sionismo es el nombre que recibe el movimiento que apunta a crear un Estado judío en el territorio que bíblicamente era Israel. No todos los colonos judíos antes de Israel en Palestina eran sionistas. Una buena introducción general para los libertarios sobre el sionismo es “War Built on the Middle East” de Murray Rothbard, en la edición de “Left and Right” de 1967. 16
  • 24. Nadie puede gobernar “sobre” Palestina. ¿Quiénes son los palestinos? La maquinaria de propaganda de los Estados Unidos ha tenido como función insinuar que el objetivo de los palestinos es crear un Estado teocrático que sería una versión musulmana de Israel. Eso es nada más y nada menos que propaganda. La Organización para la Liberación de Palestina ha señalado consistentemente que quiere que gobiernen los indigentes. Eso quiere decir que gobiernen los musulmanes, los cristianos, y sí, los judíos. Hay miembros cristianos y judíos de los Parlamentos de la mayoría de los países árabes. Los mismos judíos semitas que ahora son perseguidos por el gobierno israelí serían tratados –y son tratados- como iguales por sus hermanos palestinos. Los actuales gobernantes de Israel son europeos, no semitas, y su trato racista hacia no solamente los árabes en Israel, sino hacia los judíos semitas ha causado que muchos judíos estadounidenses “liberados” volvieran de Israel como antisionistas. ¿De qué criterio moral se valen los gobernantes europeos de Israel para reclamar su derecho a gobernar Palestina? La respuesta es ninguno. No buscan una justificación moral,11 basan su reclamo en la Declaración de Balfour. ¿Y qué es la Declaración de Balfour? Es el Estado de Gran Bretaña que entrega la tierra del pueblo que la habita a los sionistas; es una banda de ladrones que hacen regalos con propiedades robadas a otra banda de ladrones. ¿Cómo se puede impartir justicia en Palestina? Los libertarios, y los radicales también, se han dividido en los Estados Unidos en cuanto a la cuestión palestina, ilustrando de ese modo la complejidad de la situación. Personalmente, lo más decepcionante 11 Eso no quiere decir que la retórica sionista no apele al sentimiento moral, pero la Declaración de Balfour es el único reclamo político consistente de poder. El recurso religioso de la profecía bíblica es una fachada. En primer lugar los sionistas se oponían (inicialmente) a los judíos ortodoxos que decían que el retorno de los judíos a Israel debía darse por una intervención divina, no por el imperialismo. En segundo lugar, la mayor parte de la clase gobernante en Israel está compuesta hoy en día por ateos, y que ellos sostengan argumentos religiosos es una hipocresía. El reclamo de Justicia, de que los israelíes merecen tener una tierra debido al modo en el que fueron tratados en Europa son chicanas. No fueron los palestinos los que los persiguieron en Europa. 17
  • 25. (y aleccionador) fue enterarme de que Ayn Rand estaba a favor de Israel. Si la señora Rand decide ser irracional, no hay nada que pueda hacer; pero la realidad es que es ella misma quien brinda la respuesta a nuestra última pregunta. La definición que ella hace de justicia es que ningún hombre puede reclamar el derecho a lo que “no ha ganado y no merece”. La tierra de Palestina debe ser devuelta a aquellos que se ganaron el derecho a poseerla, trabajándola y cuidándola. La solución ideal sería que el Estado de Israel renunciara a sí mismo y que volvieran libremente a su tierra los palestinos a los que legítimamente les pertenece, cobrándoles los gastos de la restitución a los sionistas que se beneficiaron de ella en el ínterin. Sabemos lo que va a suceder. Las acciones de Israel en 1948, 1956 y 1967 demuestran que su única preocupación es robar más tierra. Nunca en su historia el Estado cedió su poder voluntariamente. Si eso es cierto, entonces ¿qué queda? ¿Quién será el defensor y protector del pueblo? La respuesta es esta: el pueblo mismo. Si el Estado de Israel piensa que el poder hace al derecho –y lo hace- veamos qué ocurre cuando se encuentre con el poder de los propietarios legítimos enfurecidos de la tierra de Palestina. Medio Oriente ha cambiado desde 1967. Ya no es el Estado de Israel contra el Estado de Egipto, ni siquiera es el Estado de Israel contra el Estado de Jordania: es el Estado de Israel contra el pueblo; un pueblo armado y furioso. No pongo en duda cuál será el resultado. 18
  • 26. La alienación de una patria: cómo Palestina se convirtió en Israel* por Stephen P. Halbrook Introducción El punto crucial del conflicto árabe-israelí es la cuestión palestina, y el punto crucial en la cuestión palestina es: ¿quién es el dueño legítimo de la tierra de Israel o Palestina? Las partes involucradas en la lucha de Medio Oriente son conscientes de la importancia de la cuestión de la tierra. A pesar de negarles el derecho de volver a su tierra natal a los árabes que nacieron en lo que hoy en día es Israel, el emigrante polaco y Primer Ministro israelí Menachem Begin defiende el derecho de los judíos no indígenas a asentarse en cualquier parte en Eretz Israel, incluyendo la ocupada Ribera Occidental, a la cual denomina las tierras liberadas de Judea y Samaria. Mientras que los opositores árabes radicales describían sus negociaciones de paz como un repudio de facto de la liberación palestina, el ex presidente de Egipto Anwar Sadat, que como los otros líderes árabes instó a los árabes judíos a * El presente artículo fue escrito antes del Holocausto en el Líbano en 1982. En el momento en que fue escrito, después de semanas de masacres indiscriminadas de miles de libaneses y palestinos por parte de las fuerzas militares de Israel, es imposible predecir si la ocupación sionista tan al norte como Beirut tendrá como resultado la creación de una “Ribera Norte” tan militarizada y permanentemente ocupada como la Ribera Occidental. La invasión también tiene implicancias para el análisis incluido aquí sobre la opresión de los judíos orientales perpetuada por los Estados árabes; el barrio judío en Beirut Oeste ha sido objeto de los mismos bombardeos y destrucción por parte de Israel que los barrios musulmanes dominantes de esa parte de Beirut. 19
  • 27. volver a su tierra, dijo en su discurso histórico a la Knesset israelí el 20 de noviembre de 1977: No aceptaremos ningún discurso sobre la paz duradera... mientras ocupen la tierra árabe mediante la fuerza militar... En cuanto a la cuestión palestina, nadie niega que esa sea la esencia del problema en su conjunto... No se logrará nada si no se reconoce al pueblo palestino y su derecho a establecer su patria, y el derecho a volver a ella. El Departamento de Estado de los Estados Unidos coincide en que los palestinos son por definición un movimiento nacional genuino. A pesar de las tratativas informales entre los Estados Unidos y oficiales de la Organización para la Liberación de Palestina, los Estados Unidos se niegan reconocer de jure a la OLP como vocera de Palestina, ya que la OLP no reconoce el derecho de Israel a existir como un Estado exclusivamente judío y reclama una democracia secular en Palestina, donde musulmanes, judíos y cristianos tengan iguales derechos. Los Estados Unidos particularmente rechazan la representación de la OLP en una conferencia por la paz previa al repudio del Acuerdo Nacional Palestino de julio de 1968, que en parte sentó que: La división de Palestina en 1947 y la creación del Estado de Israel son en esencia nulas e inválidas, sin importar el tiempo que haya transcurrido, porque fueron contrarias a los deseos del pueblo palestino y a su derecho natural a tener una patria, y contradicen los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, el primero de los cuales es el derecho a la autodeterminación. (Artículo 19) La Organización para la Liberación Palestina, que representa las fuerzas de la revolución palestina, es responsable por el 20
  • 28. movimiento del pueblo palestino en la lucha por restaurar su patria, liberarla, volver a ella y ejercer el derecho a la autodeterminación en ella. (Artículo 26) En los Estados Unidos, el derecho de Israel a existir se toma por sentado casi a priori, y la pregunta de quién es el dueño legítimo de la tierra nunca se debatió seriamente. Cuando las Naciones Unidas declararon al sionismo una forma de racismo, los Estados Unidos amenazaron con “desaparecer de escena”, pero por fuera del foro público en Estados Unidos se daban debates fundamentales sobre si la declaración de las Naciones Unidas estaba bien fundada. Por una variedad de razones, entre ellas preferencia étnica, prejuicio religioso, la presión sionista y las necesidades de imperialismo de los Estados Unidos, muchos estadounidenses dan por sentado la existencia de Israel como un imperativo categórico. Sin embargo, si en algún momento existe la posibilidad de que se llegue a un acuerdo exhaustivo en Medio Oriente, este se dará solo a partir de una revisión precisa de la naturaleza de los derechos de los palestinos, y no se puede perder esa oportunidad por un rechazo obcecado a enfrentar los hechos históricos sobre la manera en la que Palestina se convirtió en Israel. Si el Estado de Israel tiene derecho a existir, solo lo puede hacer porque sus ciudadanos han adquirido la tierra de una manera justa. En la lucha ideológica en Medio Oriente, se dicen falacias que oscurecen el problema principal de si los judíos, árabes palestinos, ambos, o alguno de los dos tiene el derecho a poseer Israel o la ocupada Palestina. (Por supuesto, la terminología que se usa para describir la tierra depende de si se considera que la entidad sionista es legítima o contraria al derecho y la justicia internacionales.) Esas falacias adoptan varias formas. El adagio de Menachem Begin durante los días terroristas del Irgun de “luchamos, ergo somos” que se aplica para justificar las subsiguientes conquistas israelíes es una falacia ad baculum de que la fuerza hace al derecho; pero del mismo modo el mismo razonamiento existencial demostraría la legitimidad de la infraestructura de la guerrilla de la 21
  • 29. OLP, incluyendo el al-Fatah de Yassir Arafat, el Frente Popular para la Liberación de Palestina de George Habash y otras organizaciones fedayines, sobre todo en la medida en la que sus ataques a Israel son exitosos. Cuando no justifica el derecho de Israel a existir en su habilidad de librar guerras victoriosas contra los árabes, Begin vindica la expansión de Israel en el regalo que hizo Jehová de la perpetuidad del Eretz Israel a los pobladores judíos, y de ese modo describe las tierras tomadas de los árabes como “liberadas” en lugar de “ocupadas”. Sin embargo, el derecho internacional, ante cuyos ojos todas las personas están en igualdad de condiciones, evita los reclamos de territorio que se basan en presunciones teológicas, y sostiene que es grotesco racionalizar la conquista y el genocidio apelando a un Ser superior que supuestamente designa a un grupo privilegiado como raza elegida o superior. En cuanto al derecho de los judíos de “volver” a Israel porque ellos poblaron el área hace dos mil años, ese razonamiento vindicaría con mucha más fuerza el derecho de los árabes palestinos a volver a su patria de tan solo treinta años. Tampoco se puede demostrar el derecho de Israel a la tierra haciendo referencia a la Declaración de Balfour (1917), ya que Palestina pertenecía a sus habitantes, no al Ministro de Relaciones Exteriores británico. La independencia del dominio colonial británico fue más un derecho de los palestinos en 1917 que de los ciudadanos británicos en Estados Unidos en 1776. Asumiendo el derecho de los pueblos a la autodeterminación, Palestina árabe no era algo para que los británicos le entregaran a los sionistas. Finalmente, la justicia no presupone que si A oprime a B, entonces B puede oprimir a C; por ende, las políticas genocidas en contra de los judíos llevadas a cabo por los nazis alemanes no justificarían el castigo que los judíos sionistas imponen sobre los palestinos árabes. Las víctimas del Holocausto reclaman una compensación y territorio contra los antiguos defensores del nazismo, no contra los campesinos inocentes de Palestina. El mismo principio repudia la teoría del intercambio de población, que dice que porque los Estados árabes expulsaron a los judíos de sus patrias árabes luego de que los sionistas expulsaran a los palestinos árabes de su patria, todos “están a mano”. La culpa colectiva de todos los árabes no 22
  • 30. puede basarse en actos cometidos por algunos Estados árabes; los sionistas no pueden justificar su primera expulsión de palestinos porque los Estados árabes (no palestinos árabes) luego asumieran políticas represivas en contra de los judíos. En pocas palabras, ni la fuerza militar, ni Dios, ni el pasado remoto, ni Lord Balfour, ni Hitler, ni los Estados árabes pueden, según las normas de derecho internacional, demostrar la legitimidad y la legalidad de tomar la tierra de Palestina en manos de árabes musulmanes y cristianos y entregársela a los sionistas de Europa y otros lugares. Si los colonos sionistas (categoría en la que no entran los palestinos judíos indígenas, cuyo reclamo por la tierra es incuestionable) tienen el derecho legítimo a reclamar el territorio, eso solo puede ser porque lo adquirieron de los palestinos árabes de manera justa. Si se puede demostrar empíricamente que en el momento en el que se fundó Israel la gran mayoría de los habitantes de Palestina eran árabes y que la mayor parte de la tierra del país estaba en manos de árabes, entonces los reclamos de los sionistas de legitimidad deben estar basados en la adquisición de la tierra a través de métodos equitativos y voluntarios, con el consenso de los habitantes indígenas. Pero si Palestina fue en esencia robada de su pueblo, no solo la existencia de Israel se vuelve negociable, sino que se vuelve imperativa la necesidad de imponer una democracia secular. Cómo Palestina se convirtió en Israel Si bien la precisión histórica de su declaración de que el pueblo palestino es de origen cananita tal vez nunca se resuelva, la descripción de E. A. Finn de fines de siglo de los habitantes tradicionales de Palestina nos permite conocer su apego a la tierra. 23
  • 31. Los otomanos que gobernaron Palestina durante cuatrocientos años se encontraron con una población indígena compuesta de la siguiente manera: Primero, los beduinos, “árabes de los árabes”, que viven en carpas y vagan por los desiertos. Segundo, los fellahín, “labradores”, o campesinos, que viven en aldeas y son dueños libres de la tierra que cultivan. Tercero, los beladines, “los habitantes de la ciudad”, que viven, y que han vivido generación tras generación en ciudades, generalmente en sus propios hogares. 1 Si bien no estaban políticamente unidos en términos de nacionalismo europeo, los palestinos, en particular los campesinos, estaban unidos porque compartían un idioma, una religión, costumbres y el odio hacia el régimen turco. “A pesar de que no tienen una cohesión nacional, los clanes fellahín se aferran a la tierra con la tenacidad de los habitantes aborígenes... se aferran a las colinas y las planicies donde sus padres vivieron y murieron”.2 Si bien los campesinos creían que el derecho a poseer la tierra estaba basado en la posesión y el cultivo a largo plazo, el código otomano regía que el dueño legítimo de la tierra era el sultán, cuyos agentes ponían fin a la tenencia de tierras cuando había cese de pagos de impuestos o rentas. Los fellahín eran explotados brutalmente por los recaudadores, quienes, con el apoyo de las tropas, oficiaban de usureros y duplicaban las tasas de interés hasta en un 60%, y no es de sorprender que el Estado fuera visto como una banda organizada de ladrones. La Ley de Registro de Tierras de 1858, que aparentemente se aprobó para darle un título a la tierra, en realidad era 24
  • 32. una herramienta para identificar propiedades con el propósito de cobrar una renta sobre ellas y revelar la existencia de personas que podían ser reclutadas en el ejército. Por esas razones, solo una pequeña parte de las transacciones se registraban, y ellas eran objeto de preocupación de los más ancianos, las mujeres, los extranjeros y aquellos con suficiente influencia para evitar entrar en el servicio militar. Como índice de dueños, los registros entonces quedaron irremediablemente incompletos... para evitar impuestos, una persona que era dueña de cientos de dunums registraba un área de, aproximadamente, diez o veinte dunums.4 Los campesinos que sí registraban su tierra a menudo lo hacían con el nombre de personas que ya habían fallecido o ficticias, o con el nombre de miembros de la Effendi (aristocracia) o de mercaderes urbanos. Los títulos entonces quedaban registrados con nombres de musulmanes, cristianos y judíos de la alta clase de Jerusalén, Beirut y Damasco. Los miembros de la elite urbana tenían a su nombre aldeas enteras, y la tenencia pasó a las manos de aquellos que a menudo eran terratenientes, recolectores de impuestos y usureros al mismo tiempo. Los sobornos a oficiales y los chantajes a los campesinos también jugaron un papel importante en el hecho de que se registraran más tierras que nunca con nombres de propietarios ausentes.5 La concentración de títulos de tierras se vio favorecida por el sistema de tenencia de tierras que dictaba el derecho otomano, que reconocía lo siguiente: 1) Mulk, comparable a la tarifa simple en el derecho británico y que existe solo para algunos miembros de la elite gobernante; 2) Miri, la forma más común de tenencia de tierras, que consistía en la titularidad absoluta por parte del Estado, que contaba con la potestad de arrendar la tierra a personas particulares que debían pagar un impuesto por la ella; 3) Waaf, que en realidad era miri, solo que una vez que expiraba la línea fundadora, la tierra pasaba a servir propósitos de caridad; 4) Metruke, tierra común usada para rutas, pasteo, etc.; y 5) Mewat, tierra muerta o inutilizable que reclamaba el Estado pero que a menudo usaban los beduinos o los fellahín. Cabe destacar que miri no se podía hipotecar, con lo cual un deudor en bancarrota 25
  • 33. era forzado a transferir sus derechos a un usurero, que le permitiría al campesino quedarse en la tierra a cambio de dos tercios de la cosecha. En la última parte del siglo diecinueve, mientras se transfería el título de tierra que tradicionalmente habían tenido los campesinos árabes a los propietarios árabes y turcos, emergió otra fuerza que iba a tener la mayor influencia en la distribución de la tierra, concretamente, el movimiento sionista, que comenzó a apoyar la inmigración de judíos a Palestina. Si bien no existen estadísticas confiables, se estima que en la segunda mitad del siglo diecinueve, Palestina tenía una población de aproximadamente medio millón de habitantes, de los cuales el 80% eran musulmanes, 10% eran cristianos y entre el 5 y 7% eran judíos. En 1882, los judíos eran dueños de 22.500 dunums de tierra de los 26.323.000 dunums que constituían el Mandato palestino, es decir, 0.09% de la tierra. Para el año 1900, había 50.000 judíos en Palestina, en su mayoría en Jerusalén y Jaffa, a pesar de que ya existían veintidós asentamientos ahí, y los judíos eran dueños de 218.000 dunums, o 0.8% de la tierra.6 El aumento de propietarios judíos fue impulsado por la fundación de la Asociación de Colonización judía de Palestina (PICA, por sus siglas en inglés) por Baron Edmond Rothschild, el “Padre del Yishuv” (el asentamiento judío en Palestina) que durante décadas fue el propietario judío más importante en Palestina y Cisjordania. Rothschild “compró tierra a los Effendis feudales, a veces sobornando a la administración otomana, y expulsó a los fellahín de la tierra”. Algunos de esos fellahín fueron contratados para labrar la tierra que alguna vez les perteneció. Los sionistas con una actitud más purista adoptaron un enfoque diferente de la política colonial clásica que siguió Rothschild. “Cuando ocupamos la tierra... debemos expropiar cuidadosamente la propiedad privada de los latifundios que nos fueron asignados”, escribió el fundador del sionismo, Theodor Herzl. “Intentaremos trasladar a la población pobre del otro lado de la frontera, 26
  • 34. procurando darles empleo en los países de tránsito y negándoles cualquier tipo de empleo en nuestros países”. En 1907, la Organización Mundial Sionista incorporó el Keren Kayemeth Leisrael (Fondo Nacional Judío), que se dedicaba a comprar tierra exclusivamente para los judíos y a negarles empleo a los árabes desplazados. Con la construcción al año siguiente de un suburbio en las afueras de Jaffa que pasó a llamarse Tel Aviv, el Keren Kayemeth estaba destinado a ser el propietario de tierras más importante en Palestina. Durante los últimos años de régimen turco en Palestina, las tierras de los campesinos árabes que tomaron los propietarios absentistas árabes fueron vendidas en cambio a los colonos sionistas cuya política consistía en negarles cada vez más empleo a los árabes. Solo 144 propietarios árabes eran dueños de un total de 3.130.000 dunums en Palestina –solo en el valle de Jezreel la familia Sursuk de Beirut y Egipto poseía 230.000 dunums- y “la mayor parte de la tierra comprada por los judíos en el período de dominio turco, y luego durante el Mandato británico... fue adquirida de los propietarios de grandes latifundios”. Para 1914, la propiedad de tierra de los judíos alcanzaba los 418.000 dunums o aproximadamente 1.6% de Palestina, y había 84.660 judíos (12%) de una población total de 689.275 personas. “El Gobierno de su Majestad ve con agrado la creación en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”, escribió el Secretario de Asuntos Exteriores Lord Balfour a Lord Lionel Rothschild en noviembre de 1917, a lo cual agregó que “nada se hará para perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías en Palestina”, es decir, la gran mayoría de la población, compuesta por musulmanes y árabes cristianos. Palestina era una tierra sin pueblo y para un pueblo sin tierra según el líder sionista Israel Zangwill, que escribió en 1919: El poder en todos los países... siempre reside en las clases propietarias. Sin embargo, más de 30.000 propietarios árabes y unos 600.000 fellahín seguirán siendo propietarios de la mayor 27
  • 35. parte de Tierra Santa... [Para remediar esa situación] se tomarán medidas de redistribución raciales... en Palestina y en los demás lugares. Así, los árabes se irán asentando gradualmente en el nuevo y vasto Reino árabe.... Solo con una mayoría judía... Israel podrá asumir la tarea de crear ese Estado modelo...11 Antes de octubre de 1920, los judíos tenían 650.000 dunums y las ventas de tierra aumentaron rápidamente durante el Mandato británico. La primera compra significativa que hizo el Keren Kayemeth de siete ciudades árabes fue un factor determinante en la revuelta árabe de 1921 que dio como resultado que Gran Bretaña promulgara la Ordenanza de Transferencia de Tierra (1921), mediante la cual el propietario estaba obligado a garantizar que los inquilinos desplazados por ventas conservan tierra en otra parte. Los propietarios evadían la ordenanza simplemente echando a los inquilinos antes de concretar la venta. Otras leyes similares que se promulgaron para proteger a los campesinos durante las dos décadas siguientes también eran evadidas, cuyo resultado fue un aumento en la cantidad de árabes sin tierra.12 En cualquier caso, el primer censo real en Palestina, que se hizo en 1922, indicaba que había 83.794 judíos de un total de una población de 757.182 habitantes. Así, los judíos, que eran aproximadamente tres cuartos de los que vivían en el área de Jerusalén y Jaffa, de cuyo número aproximadamente dos tercios eran inmigrantes europeos, constituían el 11% de la población.13 Las estimaciones respecto a la distribución de tierra indican que el mismo año, a excepción de los fellahín con propiedad vitalicia, tres millones de dunums de la tierra de Palestina estaban en manos de solo 120 familias árabes.12 Para 1927, se duplicó la cantidad de propiedades de los judíos desde el comienzo de la guerra hasta llegar a 865.000 dunums, solo un 3.3% de Palestina. Un año después de la revuelta de 1929 en la que los fellahín y los beduinos jugaron un papel importante, el Simpson Report estimaba que cerca de un 30% de los aldeanos árabes no tenían 28
  • 36. tierras. A diferencia de los judíos, que tenían contratos favorables de arrendamiento a largo plazo, los arrendatarios árabes tenían contratos por un año, susceptibles de caducar antes según la voluntad del propietario. La condición económica de los fellahín era alarmante, ya que la falta de capital, las enormes deudas, la renta cada vez mayor, la recarga de impuestos y los altos intereses estaban aplastando a esa clase. Un estudio muestra que la familia fellah promedio tenía setenta y cinco dunums, cuando hubiera sido necesario tener el doble de esa cantidad para tener un nivel de vida decente.15 Los campesinos pedían préstamos a una tasa de interés del 30% o más, o vendían su tierra, para poder pagar el diezmo (que equivalía a un cuarto del salario de un fellah) y otros impuestos, deudas, y gastos de subsistencia. Los agricultores sin tierra estaban obligados a darle al propietario cuya tierra labraban aproximadamente la mitad de lo que producían. Los fellahín estaban literalmente en bancarrota; 64% de las familias en un subdistrito tenían procedimientos de ejecución pendientes, la cosecha entera de una familia podía ser incautada por impuestos, y era muy común ir a la cárcel por deuda. La condición de los fellahín no era mucho mejor que bajo el régimen turco.16 Mientras la Agencia Judía reclamaba todas las tierras que pertenecían al gobierno, importantes zonas sobre las que el gobierno tenía reclamos de jure habían sido ocupadas y cultivadas por árabes durante mucho años. No solo las áreas disponibles para el asentamiento judío eran “insignificantes”, sino que los asentamientos judíos ya estaban interfiriendo con el derecho a pastar y cultivar de los beduinos, la mayoría de los cuales deambulaban en Beersheba como en tiempos antiguos. Los fellahín que habían sido echados de sus tierras en el campo, al emigrar a la ciudad, descubrieron que la Histadrut (Federación Judía de Trabajo) los excluía de trabajar en la industria judía y el comercio, lo que daba como resultado una alta tasa de desempleo.17 29
  • 37. Las políticas sionistas discriminaban a los árabes por su raza, religión o nacionalidad; La Kibush Hakarka (Conquista de la Tierra) se apropió de la tierra de los terratenientes árabes, la Kibush Ha’avoda (Conquista del Trabajo) prohibía contratar árabes como empleados, y la Torzteret Ha’aretz (Productos de la Tierra) imponía un boicot sobre los bienes producidos por los árabes.18 La Constitución de la Agencia Judía (1929), Art. III, declaraba: “La tierra será adquirida como propiedad judía... [y] será propiedad inalienable del pueblo judío. La Agencia promoverá la colonización agrícola utilizando mano de obra judía, y en todos los trabajos o labores que haga o promueva la Agencia, se considerará un principio que se empleen trabajadores judíos...” El contrato del Keren Kayemeth contenía un pacto restrictivo basado en la raza que prohibía que las propiedades estuvieran alguna vez en manos de alguien que no fuera judío y que solo los judíos podían trabajar la tierra de dichas propiedades. Si los arrendatarios judíos contrataban o intentaban venderles derechos a los árabes se terminaban sus contratos de arrendamiento.19 El censo de 1931 reveló que la población árabe (incluyendo musulmanes, cristianos, drusos, etc.) era de 861.200 personas, y la población judía era de 174.600, es decir, el 17%. Se usó la misma estimación de 66.553 beduinos que se sugirió en 1922, como si no hubiera habido un aumento de la población en ese sector de la población árabe.20 Si bien que la población judía se haya duplicado (que representaba casi la mitad de la población europea) de un censo al otro se debe principalmente a la inmigración, el aumento en la población árabe fue producto de causas naturales. Con mayor inmigración judía y más adquisiciones de tierras en los años treinta, la ejecución por propietarios absentistas de títulos legales que generalmente residían en Damasco, Beirut, El Cairo, y Kuwait desalojó a un número cada vez mayor de fellahín. Solamente la venta de 240.000 dunums que hizo la familia libanesa recaudadora Sursuk desalojó a 9.000 personas.21 30
  • 38. TABLA 1 Adquisiciones de tierra que hicieron la PICA, el Keren Kayemeth y la Compañía de Desarrollo de Tierras Palestinas desde 1936 en adelante Dunums Porcentaje Adquiridos de propietarios absentistas 358.974 52.6 Adquiridos de grandes propietarios residentes 167.802 24.6 Adquiridos del gobierno, iglesias y compañías extranjeras 91.001 13.4 Adquiridos de los fellahín (granjeros) 64.201 9.4 Total 681.978 100.0 Fuente de los datos: Granott, The Land System in Palestine, p. 277. (Ver n. 22, Infra.) Hacia fines de 1936, la asociación PICA, el Keren Kayemeth y la Compañía de Desarrollo Tierras de Palestina –todas organizaciones sionistas- tenían títulos de tierras como se indica en la Tabla 1. Como el antiguo director del Keren Kayemeth comentaba: “Si sumamos esas cifras, veremos que no menos del 90.6 por ciento de todas las adquisiciones fueron de tierras que antiguamente le habían pertenecido a grandes propietarios, mientras que de los fellahín solo compramos el 9.4 por ciento”.22 Si bien no se sabe cuántos inquilinos árabes fueron desalojados, en 1936 los propietarios de tierras judíos llegaron a tener 1.231.000 dunums. No es de sorprender que cuando los trabajadores y campesinos árabes, provocados por la guerrilla ofensiva de al-Qassam en el campo, se alzaron en una lucha armada e impulsaron huelgas durante 1936-39, los elementos feudales liderados por al-Husseini favorecieron un compromiso con los británicos, quienes, con la ayuda de los sionistas, sofocaron la revuelta. 31
  • 39. “No hay lugar para ambos pueblos juntos en este país”, reflexionaba Joseph Weitz en 1940. Presidente del Departamento de Colonización de la Agencia Judía y responsable de la compra de tierra, Weitz continuó diciendo que “no existe otra solución que trasladar a los árabes a los países vecinos; trasladarlos a todos: no debe quedar una ciudad, ni una tribu en pie...”23 A Survey of Palestine (Una encuesta de Palestina), preparada para el Comité de Investigación Anglo-Americano a mediados de los años cuarenta, describía el continuo desposeimiento de los fellahín de la misma manera que lo había hecho el Simpson Report. Las ficciones legales, para las que era más importante un título de propiedad que los derechos tradicionales basados en la posesión, continuaron garantizando las transacciones de tierra entre los grandes propietarios árabes y sionistas. “Los registros de tierra otomanos... siguen constituyendo la base de una gran cantidad de reclamos por derechos reales en Palestina”. Sin embargo, los agricultores árabes trabajaban las tierras “estatales” hasta el punto en que “no se puede suponer que el Gobierno tenga en su haber lotes extensos de tierra que no son explotados”. En 1994, la población judía, compuesta por 553.600 personas (32%) de un total de 1.739.624 (incluyendo los nómades que cada vez eran más), era propietaria de 1.731.300 dunums. “Esa área total de tierra judía representa el 6.6% del área total de Palestina”.24 Una estimación oficial menor de las propiedades de tierras de los judíos a fines de 1944 calculaba 1.491.699 dunums, en comparación a los 12.766.524 dunums que poseían los árabes y a los 1.491.690 dunums de tierras públicas. Eso excluye los 10.573.100 dunums que representaban Beersheba, que los beduinos habitaban libremente; como de costumbre basándose en su derecho al uso y no en un título otorgado por lo que ellos percibían como fuerzas extranjeras, los beduinos siembre habían tenido su tierra, subestimados porque su método de rotación de cultivos implicaba dejar la tierra en barbecho durante algunos años, mientras los asesores incluían solo tierra que estuviera en uso. En cualquier caso, 85% de las tierras cultivables estaban en 32
  • 40. manos de árabes, 13% en manos de judíos, y 3% en manos del público. La proporción de propietarios de tierras judíos y no judíos se presenta en el Mapa 1. Desde 1922 hasta 1945, se estima que el crecimiento del 96% de la población musulmana se produjo a causa de un incremento natural, mientras que el crecimiento del 72% de la población judía se debió a un aumento migratorio. Mientras que dos tercios de los judíos vivían en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y Jaffa, el 70% de los musulmanes residía en pueblos, aunque el último porcentaje todavía indicara una tendencia hacia la urbanización. Las últimas estimaciones demográficas oficiales del Gobierno del Mandato registraron 589.341 judíos (31%) de un total de 1.908.775 personas a fines de marzo de 1947.27 Para fines de ese año los judíos poseían 1.734.000 dunums o 6.6% de Palestina, habiendo comprado el 57% de su tierra a propietarios árabes, el 16% al gobierno, iglesias y compañías extranjeras, y el 27% a los fellahín.28 El Gráfico 1 y la Tabla 2 resumen el crecimiento de la población a judía y de los propietarios de tierras judíos, respectivamente. La Resolución de Partición que acordaron las Naciones Unidas en noviembre de 1947 destinó un 57% del territorio de Palestina al Estado judío, a pesar de que los propietarios de tierras judíos poseían aproximadamente el 10% del Estado propuesto. El plan manipulador suponía que hubiera 498.000 judíos y 497.000 árabes dentro del Estado. Sin embargo, para los líderes sionistas, el territorio era muy pequeño y había demasiados árabes. No solo era el Irgun de Menachem Begin y Moshe Dayan, cuya organización hacía explotar bombas en centros demográficos árabes, el que quería un nuevo Estado que ocupara todo el Mandato Palestino o más y que fuera arabenrein; David Ben-Guiron, un expansionista que previó que Israel se iba a expandir desde el Nilo hasta el Eufrates, nunca quiso acatar las fronteras impuestas por las Naciones Unidas, y en su Estado “no cabía lugar para los árabes”. Ben-Guiron quería atacar los centros de población árabes. 33
  • 41. Ben-Guiron tenía sus dudas sobre la posibilidad de coexistir con los árabes. Cuantos menos vivieran dentro de las fronteras del nuevo Estado judío, mejor. No lo decía con esas palabras, pero tenía una postura muy clara: hacer un gran ataque contra los árabes no solo terminaría con los ataques de los árabes, sino que además reduciría considerablemente el porcentaje de población árabe en el nuevo Estado. Si bien podríamos decir que eso es racismo, todo el movimiento sionista se basó en el principio de que hubiera solamente una comunidad judía en Palestina.29 34
  • 42. 35 MAPA 1 Propietarios en Palestina por subdistrito en 1944 Preparado a pedido del subcomité 2 del Comité Ad Hoc sobre la Cuestión Palestina de las Naciones Unidas
  • 43. GRÁFICO 1 Estadísticas de población en Palestina durante el Mandato Fuente: Censos y estimaciones británicas. Gráfico hecho por el autor. El 9 de abril de 1948, 254 hombres, mujeres y niños no armados en Deir Yassin, una ciudad árabe en el oeste de Jerusalén, fueron masacrados por terroristas sionistas.30 La mayoría de cuerpos mutilados fueron tirados a un pozo, mientras que los demás fueron desparramados por el pueblo. Si bien el ataque lo iniciaron el Irgun Zvai Leumi de Begin y la banda fascista Stern, el comandante del Haganah aprobó el 36
  • 44. ataque, a pesar de que el partido de Ben-Guiron intentó exonerarse de la culpa. Según Begin, los atacantes usaron “una gran cantidad de granadas de mano” y los civiles “sufrieron bajas inevitables”. Deir Yassin fue “el primer pueblo árabe en ser capturado por las fuerzas judías”, y de ahí en adelante los árabes pronosticaron un genocidio en manos de los sionistas. TABLA 2 Propiedades de los judíos Año Dunums Porcentaje de Paestina (26,323,000 dunums) 1881 22,500 0,09 1900 218,000 0,8 1914 418,000 1,6 1927 865,000 3,2 1936 1,231,000 4,7 1947 1,734,000 6,6 Fuente de los datos: Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel, p. 28. (Ver n. 6, infra.) El pánico abrumaba a los árabes de Eretz Israel... en todo el país hubo árabes que, inducidos a creer historias terribles [sic] sobre la “carnicería del Irgun” sucumbieron al pánico ilimitado y comenzaron a huir por sus vidas. La huída masiva pronto se convirtió en una estampida encolerizada e incontrolable.31 En Jerusalén, los soldados sionistas hicieron desfilar a unos pocos sobrevivientes de Deir Yassin ensangrentados por las calles, y en Haifa los altoparlantes sionistas advertían a los árabes que iban a ocurrir más 37
  • 45. atentados. “Todas las fuerzas judías procedieron a avanzar a Haifa a toda velocidad. Los árabes comenzaron a huir espantados, gritando: ‘¡Deir Yassin!’”.32 Sesenta mil árabes huyeron de Haifa, y casi toda la población árabe de Jaffa, de cien mil personas, se evaporó. Cerca de 900 ciudades y cinco millones de dunums de tierra fueron abandonados cuando casi 75 millones de árabes huyeron, al igual que los ejércitos judíos, árabes y británicos. “La mayor parte de la tierra agrícola estaba en manos de esos aldeanos”.33 A mediados de mayo de 1948, cuando Israel proclamó su existencia como Estado, los judíos todavía representaban menos de un tercio de la población de Palestina. La cantidad de tierras en manos de judíos, como resultado de la expulsión de los árabes, pasó de ser aproximadamente el 7% de Palestina a ser el 79%; así fue como las fuerzas militares, más que la adquisición de tierras que hicieron durante medio siglo (en gran parte por los terratenientes árabes absentistas), fueron el principal método mediante el cual la tierra de Palestina se convirtió en la tierra de Israel. Los años subsiguientes Si bien muchos árabes huyeron con la intención de volver a sus hogares cuando la violencia hubiese terminado, la mayoría no pudo volver a sus pueblos, y se puso en práctica una combinación de herramientas militares y legales durante los años subsiguientes para destruir o expropiar hogares y tierras árabes. En el período de diez años desde que terminó la guerra, se expropiaron aproximadamente un millón de dunums de tierra árabe. Incluso en casos como el de Bir’im e Ikrit, en los que la corte suprema de Israel falló a favor de los árabes desposeídos, las autoridades de ocupación militar evitaron que se aplicaran los tratados dinamitando pueblos enteros, echando a campesinos y beduinos, y disparando a todos aquellos que osaran volver como “infiltrados”. La Ley de Adquisición de Propiedad de Absentistas (1950) transfería a un custodio todos los bienes reales y personales de los “absentistas”; es decir, aquellas personas que habían 38
  • 46. dejado su lugar de domicilio durante un período específico y huyeron temporalmente a un lugar que no estuviera bajo ocupación israelí. El custodio transfería la tierra de los “absentistas” (que en muchos casos habían vuelto a sus hogares y trabajaban la tierra en el momento de la expropiación) a los colonos judíos, de los cuales para 1954 un tercio ya vivía en las propiedades de los “absentistas”. Una cantidad de otras leyes sobre ocupación militar en los años cincuenta dieron como resultado que se expropiaran más y más propiedades de los árabes por razones de “seguridad”.34 La mayoría de las propiedades “abandonadas” llegaron a las manos del Keren Kayemeth, que poseía menos de un millón de dunums el día que Israel se autoproclamó un Estado, pero que en menos de cinco años adquirió casi dos millones y medio de dunums, y así se convirtió en el segundo terrateniente más importante en Israel después del Estado.35 Los acuerdos restrictivos que les prohibían a los no judíos disfrutar cualquier derecho de arrendamiento se siguieron poniendo en práctica y se extendieron a las tierras estatales, negando a los árabes cualquier beneficio potencial del 90% de la tierra de Israel.36 Al mismo tiempo que a los palestinos árabes les negaban la repatriación, la Ley del Retorno (1950) permitía a los “judíos” inmigrar libremente a Israel, aumentando así la cantidad de asentamientos sionistas y reduciendo el porcentaje de árabes dentro de las fronteras de Israel. Insatisfecho con las adquisiciones previas, Begin declaró ante la Knesset el 12 de octubre de 1955: “Creo profundamente que hay que librar una guerra preventiva contra los Estados árabes sin más dilación. De ese modo, cumpliremos dos objetivos: en primer lugar, terminaremos con el poder árabe; y en segundo lugar, expandiremos nuestro territorio”. Un año después, unos cincuenta árabes fueron masacrados en Kafr Qasim, en Samaraia, y al poco tiempo la aventura de Suez se presentó como una oportunidad infructuosa para que Begin concretara sus planes. No fue hasta la guerra de 1967 que Israel ocupó la Ribera Occidental y la Franja de Gaza –las cuales Begin desde 1948 autorizaba a los judíos a reclamar- así como los Altos del Golán y el Sinaí. Los sucesivos gobiernos de Levi Eshkol, Golda (“no hay palestinos”) Meir e Isaac Rabin promovieron asentamientos en esos territorios ocupados. Como resultado de la Guerra de los Seis Días, 39
  • 47. 1.700.000 palestinos, en su mayoría no ciudadanos, quedaron bajo la ocupación de Israel, y otro millón de palestinos quedaron por fuera de Palestina, sobre todo en la Ribera Oriental.37 40
  • 48. 41
  • 49. Se estima que a principios de 1973, de 475 pueblos árabes importantes antes de 1948, quedaban solo 90.38 Los asentamientos en los territorios ocupados aumentaron a un ritmo vertiginoso desde la Guerra de Yom Kippur de 1973 y la elección de Begin durante 1976. La confiscación y expropiación de la tierra árabe palestina, la creación de asentamientos ilegales que luego se “legalizaron”, y las demostraciones espontáneas subsiguientes así como las acciones de la guerrilla por parte de los palestinos contraatacadas por la represión de las fuerzas armadas israelíes marcaron esa época. El Mapa 2 muestra tres décadas de expansión israelí. Si la colonización sionista dio como resultado la desposesión directa de las tierras de los palestinos árabes y la expulsión de 75.000 personas de su patria, también tuvo como resultado indirecto la expulsión de la misma cantidad de judíos del mundo árabe. A pesar de que desde la Antigüedad los musulmanes y los judíos se han oprimido y masacrado mutuamente, el mundo árabe ha sido un refugio para los judíos en Europa desde la Inquisición española, y ha recibido refugiados de Hitler mucho después de que los Estados Unidos y Gran Bretaña prohibieran la inmigración judía. Pero particularmente desde 1948, un aumento de revueltas antijudías y acciones gubernamentales provocaron numerosas muertes, una confiscación cada vez mayor de propiedades judías, y la emigración de muchos judíos árabes de su patria. En relación a los árabes que huyeron de Palestina y de los judíos que huyeron de los países musulmanes, un comentador dijo: “Todos los pueblos mencionados huyeron, o fueron echados de sus hogares, y solo unos pocos pudieron llevar con ellos su dinero o sus posesiones, o retener cualquier derecho de propiedad, sin importar la antigüedad.39 La Tabla 3 indica la población judía en el mundo árabe en 1948 y 1977. De los judíos que emigraron, aproximadamente medio millón se asentó en Israel, mientras que el resto fue a Estados Unidos y Europa. A pesar de que los Estados árabes son en gran parte responsables de la opresión o expulsión de los judíos de su cultura, se echó a una cantidad de ellos no por ser judíos sino europeos. Durante décadas, en Egipto se dieron revueltas contra extranjeros; por ejemplo la crisis de 1956, en la que se echó a los ciudadanos británicos y franceses, y entre ellos muchos judíos que eran ciudadanos europeos. Los ciudadanos 42
  • 50. egipcios no fueron expulsados, aunque algunos de ellos que eran judíos permanecieron como supuestos colaboradores. Además, de los judíos que dejaron Argelia en la década de 1960, 125.000 fueron a Francia y solo 14.000 a Israel, lo que indica que partieron como colonos franceses, como consecuencia de la revolución argelina. Si bien en 1948 había pocos judíos en el Líbano, en una década encontraron refugio 9.000 judíos más en ese país árabe liberal, a pesar de que la reciente guerra civil expulsara a muchas personas de todos los orígenes étnicos. A pesar de que los iraquíes llevaron a cabo políticas opresivas contra los judíos (por no mencionar minorías más grandes como los kurdos), se sabe que los sionistas exasperaron ese proceso bombardeando sinagogas y otros centros judíos en Bagdad en 1951, lo que dio como resultado que hubiera muchas bajas.40 Esas acciones le agregan sostén a la afirmación de que los sionistas siempre han intentado tensar la relación entre los árabes judíos y sus patrias. Finalmente, Siria, Marruecos, Egipto y otras naciones árabes han removido sus restricciones legales contra los judíos y han invitado a aquellos que inmigraron a que vuelvan y gocen plenamente los derechos de ciudadanía. Si bien esas afirmaciones de no discriminación contra los judíos no compensan la destrucción vergonzosa de la vida y propiedad judía que perpetuaron los Estados árabes, Israel no ha dado la más minima señal de apoyo a la sugerencia de que los palestinos árabes puedan volver a su tierra natal. Los Estados árabes que causaron daño a las personas y propiedades de los judíos tienen la obligación de devolver las propiedades tomadas o de compensar a sus dueños, y también a las familias de aquellos que fueron asesinados por las acciones oficiales del Estado. Del mismo modo, los palestinos árabes tienen el derecho a volver a sus hogares y a las tierras tomadas por los israelíes, a recibir una compensación justa por la pérdida de vidas y propiedades, y a ejercer una autodeterminación nacional. Los palestinos tienen reclamos morales no solo contra los sionistas que se apoderaron de sus tierras por la fuerza sino también contra los miembros de la elite árabe que se beneficiaron enormemente al venderles tierras a los sionistas, echando a los propietarios que habían cultivado la tierra desde tiempos inmemorables. No se logra ningún equilibrio si se mantiene el status quo: la expulsión sionista y la desposesión de los palestinos no se “compensa” con un 43
  • 51. trato igualitario de los Estados árabes hacia los ciudadanos judíos. Los palestinos árabes simplemente no se han beneficiado de los actos opresivos perpetuados por los Estados musulmanes contra los judíos. La compensación, la devolución de propiedades y la repatriación son derechos que les corresponden tanto a árabes como a judíos y a árabes palestinos por igual. TABLA 3 Población judía en el Mundo Árabe 1948 1977 Argelia 130,000 1,000 Marruecos 240,000 20,000 Túnez 80,000 8,000 Libia 38,000 12 (¿) Egipto 65,000 400 Siria 15,000 4,500 Líbano 3,200 500 Irak 130,000 400 Yemen y Aden 53,000 0(¿) 754,200 34,812 Estadísticas de 1948 de Jews in Arab Lands (Jerusalén, Centro de Información de Israel, 1975), p. 4, excepto la cifra que corresponde al Líbano que es una estimación de la Organización Mundial de Judíos de Países Árabes, como figura en el Chrisitan Science Monitor, 1 de junio de 1977. Cifras de 1977 de “Situation: Precariuos” de G. E. Gruen, en la edición de “Jews in Arab Lands” de Keeping Posted 22, nro. 4 (enero de 1977):20. NOTAS 1. E. A. Finn, Palestine Peasantry (Londres: Marshall Brothers, 1923), p. 10. 2. Ibid., pp. 11-12. 44
  • 52. 3. Elihu Grant, The People of Palestine (Filadelfia: J. B. Lippincott, 1907 y 1922), pp. 225-28. 4. A Survey of Palestine: Prepared in December 1945 and January 1946 for the Information of the Anglo-American Committee of Inquiry (Palestina: Government Printer, 1946), pp. 237-38. Nota: 1 dunum métrico = 1 hectárea = 2471 acres. 5. William Polk et al. Bakcdrop to Tragedy (Boston: Beacon, 1957), p. 235; y Efrain Orni, Agrarian Reform and Social Progress in Israel (Jerusalén: Keren Kayemeth Leisrael, 1972), pp. 48-49. 6. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 51; Janet Abu-Lughod, “The Demographic Transformation of Palestine”, en Ibrahim Abu-Lughod, ed., The Transformation of Palestine (Evanston: Northwestern University Press, 1971), p. 140; Abraham Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel (Londres: Eyre and Spottiswoode, 1956), p. 28: y Survey of Palestine, pp. 114, 372. 7. Arie Bober, The Other Israel (Garden City, N.Y.: Doubleday, 1972), p. 38. 8. Raphael Patai, ed., The Complete Diaries of Theodor Herzl, trad. Harry Zohn (Nueva York: The Herzl Press, 1960), 1:88. 9. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, pp. 50, 52. 10. Census Office of Palestine, Report and General Abstracts of the Census of 1922 (Jerusalén: Greek Convent Press, 1923), pp. 2-4. 11. Asia (Nueva York), febrero de 1919, reimpreso en R. P. Stevens, ed., Zionism and Palestine before the Mandate (Beirut: Institute for Palestine Studies, 1972), pp. 79-80. 12. Survey of Palestine, pp. 244, 289-94. 13. Census of 1922, pp. 3-5. La población beduina de Beersheba continuó evadiendo el censo como medida de reclutamiento y por eso siempre es subestimada. De todos modos, la inclusión de aproximadamente 72.893 beduinos reduce la proporción de judíos a un 10%. La cifra de 66.553 beduinos también fue sugerida y se continuó usando en los censos siguientes, incluyendo el censo de israelíes en noviembre de 1948. 14. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 50. 15. Sir John Hope Simpson, Palestine: Report on Inmigration, Land Settlement and Development (Londres: Great Britain Colonial Office, 1930), pp. 26, 34, 48, 64, 141. 16. Ibid., pp. 65-71, 142. 17. Ibid., pp. 56, 73, 134-35, 141. 18. Bober, The Other Israel, p. 11. 19. Citado in Simpson, Palestine: Reporto on Inmigration, p. 53. 45
  • 53. 20. Census of Palestine 1931 (Jerusalén, 1932), p. xv. 21. Shaw Commission Report 1930 (Cmd. .3530), p. 118, citado en Sami Hadawi, ed., Village Statistics 1945 (Beirut: P.L.O. Research Center, 1970), p.27. 22. Abraham Granott, The Land System in Palestine (Londres; Eyre and Spottiswodde, 1952), p. 277. Cf. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 52. 23. Davar (Mapai daily), 9 de septiembre de 1967, citado en Abdullah Schleifer, The Fall of Jerusalem (Nueva York: Monthly Review Press, 1972), p. 19. 24. Survey of Palestine, pp. 238, 267. 25. Hadawi, Village Statistics 1945, p. 19. Tasador de Tierras Oficial del Mandato de Palestina durante 1935-48, Hadawi participó en la compilación de Village Statistics 1945, como fue publicado originalmente en Gran Bretaña. 26. Statistical Abstract of Palestina 1944-45 (Jerusalén: Government Printer, 1946), pp. 17, 21. 27. General Monthly Bulletin of Current Statistics 12, nro. 12 (diciembre de 1947): 686. 28. Granott, Land System in Palestine, p. 278. 29. Michael Bar-Zohar, Ben-Guiron: The Armed Prophet (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall, 1967), pp. 103, 125, 162. 30. Ibid., pp.107-108. Irónicamente, aproximadamente la misma cantidad de judíos murieron en 1940 cuando los terroristas del Irgún y Haganah bombardearon el Patria, un barco lleno de refugiados, en el puerto de Haifa. Y en 1948, Beguin a duras penas logró escapar de la muerte en manos de las fuerzas Haganah lideradas por Yigal Allon e Isaac Rabin. 31. Menajem Beguin, The Revolt (Tel Aviv: Hadar, 1964), pp. 162-64. 32. Ibid., p. 165. 33. Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel, pp. 88-89. 34. El análisis legal más exhaustivo se encuentra en el libro de Sabri Jiryis The Arabs in Israel: 1948-1966 (Beirut Institute for Palestine Studies, 1969), capítulo 2. El representante legal de Palestina escribió una nueva edición publicada por Monthly Review Press, 1976; los capítulos relevantes son el 4 y el 5. 35. Orni, Agrarian Reform and Social Progress, p. 62; y Granott, Agrarian Reform and the Record of Israel, pp. 28, 31. 36. Estatutos aprobados en 1960 y 1967, citados en Walter Lehn, “The Jewish National Fund”. Journal of Palestine Studies 3, nro. 4 (principios de 1974): 88. 37. Abu-Lughod, “Demographic Transformation of Palestine”, p.162. 46
  • 54. 38. Dr. Israel Shahak, Presidente de la Liga israelí por los Derechos Humanos y Civiles, Report on Arab Villages Destroyed in Israel (Tel Aviv, 15 de febrero de 1973). El Dr. Shahak calculó que de los 120.000 beduinos que había en Beersheba antes de 1948, quedaron 25.000. 39. Martin Gilbert, The Jews of Arab Lands (Londres: World Organization of Jews from Arab Countries, 1976), Mapa 14. 40. Jerusalem Post, 15 de junio, 16 y 21 de julio de 1966, citado en I. M. Oweiss, The Israel Economy (Washington, D.C.: Georgetown University, 1974), p. 20. 47
  • 55. 48
  • 56. La creación de un Estado guerrero: El Enigma de Israel por Gabriel Kolko El sionismo, en teoría, iba a lograr que la existencia judía fuese “normal”; si bien dista mucho de lo que sería una Diáspora poblada por goyim, no hay nada “normal” en la vida y cultura de Israel hoy en día, que no ha vivido en paz con sus vecinos ni ha dejado que los palestinos tuvieran derechos humanos elementales en las tierras en las que vivieron durante miles de años. Si la guerra es el parámetro de existencia “normal”, entonces el sionismo se ha convertido en una pesadilla fallida. Cuando se creó el concepto de sionismo, no se suponía que el resultado fuese este. En lugar de reflejar el sueño original de A. D. Gordon, Nachman Syrkin, Dov Ber Borochov y aquellos influenciados por el concepto anti industrial “wandervögel” (que también cumplió un papel importante en la ideología nazi) o Tolstoi (que tuvo una influencia en algunos teóricos sionistas), el sionismo terminó siendo bastante diferente. Hoy en día Israel, la realización de la teoría sionista, guarda poca relación con el concepto original, que era mucho más afín al hecho de que Palestina estuvo poblada por árabes y que ellos también eran seres humanos con derechos. A su manera, las formulaciones sionistas originales, que soslayaban el hecho de que también era contradictorio querer construir una patria en una zona en la que los judíos no habían vivido durante años y que era apenas Occidental –como ya lo eran ellos- eran mucho más realistas y justas sobre los derechos de los árabes nativos de ese país. 49
  • 57. En cambio, Israel se ha convertido hoy en día en un peligro para la región y para sí misma; tanto es así que no puede existir durante mucho más tiempo con sus contradicciones, ajustando el equilibrio de poder y propagando tecnología de avanzada a todas las naciones que tienen el dinero y la voluntad de usarla. No puede mantener un monopolio nuclear porque cualquier estado rico en petróleo puede hacer o comprar bombas nucleares. No puede librar una guerra con cada Estado de la región que tiene el dinero y la capacidad de crear armas nucleares sin poner en riesgo su propia existencia, o sin provocar un éxodo hacia afuera. Muchos de los fundadores de la rama principal del sionismo, el sionismo socialista, aquellos que construyeron una presencia judía en Palestina que con el tiempo condujo a la creación de Israel, estarían en antípodas -si hoy en día siguieran creyendo en lo que escribieron- con aquello en lo que hoy en día se está convirtiendo Israel: un Estado guerrero que es la negación de todo lo que ellos defendían originalmente. Ninguno de los teóricos sionistas influyentes de los que hablo vivió para ver la creación del Estado de Israel, y de haberlo hecho tal vez hubieran renegado de sus primeras formulaciones. Muchos en el Partido Laborista lo hicieron, sobre todo David Ben-Guiron, por lo que hay una actitud de “como si” en lo siguiente; supongo que realmente creían lo que decían, lo que demuestra qué tan lejos los llamados sionistas de hoy en día, ya sea que se definan como socialistas o revisionistas, se han apartado de sus ideales originarios. Seguramente los fundadores también se habrían apartado, pero la muerte les impidió hacerlo. Nadie hubiera sospechado que los árabes fueran a estar tan mal organizados y desunidos; un hecho que ayudó mucho a que los sometieran. El binacionalismo también está más en consonancia con el pensamiento de Syrkin y Katznelson. La corriente principal de los fundadores del sionismo laborista estarían horrorizados con la represión de los árabes palestinos liderada por los revisionistas de hoy en día. Berl Katznelson, que ayudó a fundar el sindicato laborista Histadrut, que alguna vez fue dominante y es uno de los 50
  • 58. íconos del movimiento sionista laborista que gobernó Israel durante las primeras décadas de su existencia, estaba en contra del plan de división de Palestina que propuso Naciones Unidas para lograr igualdad política y social para los árabes palestinos, y no estaba a favor de la manera en la que los maltrataban desde 1948. “No deseo ver la realización del sionismo como el nuevo Estado polaco en el que los árabes asumen la posición de los judíos y los judíos asumen la posición de los polacos, los dominantes. Creo que eso pervertiría completamente el ideal sionista... nuestra generación ha sido testigo del hecho de que las naciones que aspiraban a la libertad que derrocaron el yugo de la opresión se apresuraron a cargar este yugo sobre los hombros de los demás. Durante las generaciones en las que hemos sido perseguidos y exiliados y masacrados aprendimos no solo lo que significa el dolor del exilio y el sometimiento, sino también el desprecio por la tiranía... ¿estamos alimentando el sueño de los esclavos quieren reinar?” Borochov, que tiene una relación funcional ambigua hacia el bolchevismo y el trotskismo, no es la corriente principal del sionismo laborista, y si bien era sectario, también se horrorizaría con las políticas de Netanyahu “revisionistas”, esencialmente intransigentes, bélicas. En la práctica, existen diferencias cuantitativas entre los sionistas laboristas, el Mapai, y el partido revisionista que se convirtió en el Likud, que dirige Netanyahu. Pero los hechos demuestran que no existe una diferencia cualitativa entre el Mapai, que también fue crucial en la expulsión de los árabes, y aquellos que descienden de la corriente revisionista, como el primer ministro actual, Netanyahu. Pero si bien Likud ha sido más consistente con sus ideales originales, también se ha desviado del credo de Jabotinsky. Su teoría y práctica han estado mucho más sintonizadas; incluso las teorías originales de Jabotinsky defendían la creación de un Estado judío en ambos lados del Río Jordán, y su insignia dejó en claro esa ambición: los laboristas llegaron más lejos que los revisionistas. Actualmente Israel está a años luz de lo que sus fundadores tenían pensado, y Netanyahu es incluso mucho más extremista que Jabotinsky. (Nadie, ni siquiera los árabes, sospechaba que las 51
  • 59. masas árabes fueran a estar tan mal organizadas y desunidas, lo que facilitó mucho la empresa expansionista de los judíos.) Amenazas “existenciales” Netanyahu se opone a todos los reclamos que hacen los palestinos árabes por un Estado propio y defiende medidas que restringen los derechos de los árabes, ya sea dentro de Israel como en la Ribera Occidental. Jabotinsky estuvo muy ligado al fascismo de Mussolini, y el movimiento de jóvenes revisionistas, Betar, mantuvo una academia naval en Italia desde 1934 hasta 1938. Pero incluso Jabotinsky creía que los árabes debían jugar un papel en el proceso político de Israel, aunque sirviendo siempre, por supuesto, a los intereses de los judíos. Dada la trayectoria del Partido Laborista, el Mapai, y el Histadrut, el sindicato general que crearon los socialistas, no se sabe a ciencia cierta, pero dadas las numerosas facciones del sionismo socialista clásico, los teóricos de la tendencia que construyó y gobernó a Israel durante las primeras décadas de su existencia tenían algo muy, muy distinto en mente. En cambio, se creó un monstruo, un Estado guerrero que amedrenta a sus enemigos y vive perpetuamente con una sensación de peligro, que se caracteriza por la guerra y la amenaza de la guerra. La exportación de armas genera grandes ingresos, que ayudan a Israel a convertirse en una Esparta y en el poder militar más fuerte en Medio Oriente, sobre todo gracias a recibe de los Estados Unidos una ayuda de $3 mil millones cada año, sobre todo en forma de armas. Israel ha tenido muchas migraciones; por lo menos 230.000 judíos dejaron su tierra entre 1990 y 2005, generalmente el sector más hábil e inteligente de la población, y aquellos que se quedaron se han acostumbrado a la sensación 52
  • 60. constante de peligro que domina la vida en la “tierra prometida”. Pero hay estimaciones de la Oficina Central de Estadísticas que afirman que unas 650.000 personas, en su mayoría judíos, dejaron su país hasta el 2005, y es posible que la cifra sea considerablemente mayor. El tema es muy polémico en Israel porque se supone que los judíos vayan a Israel, y queda implícito que allí se queden. Queda claro que no están yendo, o no se están quedando. Israel es el objetivo sionista, pero la mayoría de los judíos viven en otro lugar, y apoyan el sionismo principalmente con aportes financieros e influencia política. Una gran mayoría de los israelíes se oponen a librar una guerra contra Irán sin la cooperación de los Estados Unidos, pero incluso esa población también votó por el partido de derecha Likud y otros partidos reaccionarios y religiosos. No es fácil comprender a la población judía de Israel; la política en Israel es muy compleja y los judíos que viven allí tienen muchas contradicciones que dificultan aún más la tarea de comprenderla. Su naturaleza ambigua es parte del problema de Israel. El verdadero problema al que se enfrenta Netanyahu es que una guerra contra Irán, que casi con seguridad tendrá fuertes represalias de una forma u otra, estimulará un éxodo aun mayor y una pérdida de los judíos más talentosos, cansados de guerras perpetuas y de servir al ejército, lo que tendrá consecuencias terribles sobre la población civil, y de ese modo acelerará la creciente influencia y magnitud de los judíos jaredíes irracionales y ultraortodoxos. Si se toma en serio el mantra que repite Netanyahu de que Irán está cerca de poder crear otro Holocausto, es probable que por lo menos algunas personas amedrentadas quieran huir. Se suponía que Israel fuera, por lo menos implícitamente, un hogar pacífico para los judíos; en cambio, siempre ha estado en guerra o preparándose para ella; la seguridad se ha convertido en una obsesión nacional. Las consecuencias y contradicciones inevitables de esa extravagante idea, elaborada por un intelectual vienés, se están dando a conocer. No puede haber un Estado democrático judío en el que la mayoría de las personas no son judías o son fanáticos ultra religiosos que niegan el derecho a Israel de existir. Katznelson no quería que los 53
  • 61. judíos cumplieran el papel que cumplían los polacos antes de la I Guerra Mundial, pero eso es justamente lo que está sucediendo. El término “amenaza existencial” no solo se usa para hacer referencia a que Irán obtenga un arma nuclear; Netanyahu usó el término antes en otros contextos en los que no había nada de “existencial” sobre la llamada amenaza, si por eso nos referimos a la destrucción de judíos en Israel. Es un término que sacan a relucir muchas personas para referirse a todos los problemas posibles que enfrenta Israel, de los cuales muchos son banales. Por ejemplo, el embajador de los Estados Unidos en 2009, Michael Oren, que nació en Estados Unidos y es un especialista en Medio Oriente que escribió un best seller sobre ese tema, dijo en un artículo en la revista neoconservadora Commentary en 2009 que existen siete amenazas “existenciales” a las que se enfrenta Israel como Estado judío. “Si sigue siendo oficialmente judío, el Estado se enfrentará a un nivel de aislamiento internacional sin precedentes, que incluirá sanciones, que puede llegar a ser fatal”. Entre las amenazas “existenciales” que nombra se encuentran la demografía, así como la importancia simbólica de Jerusalén, la corrupción, el creciente escepticismo y el colapso de la moral pública, las sanciones internacionales contra Israel por rehusarse a conceder a los árabes derechos básicos, el terrorismo, las construcciones árabes ilegales por las que Israel no recibe impuestos, y las construcciones judías ilegales en la Ribera Occidental (que es algo que sancionaron muchos políticos israelíes). Probablemente tenga razón en muchos aspectos, pero usa el término “existencial” con demasiada soltura y, por ende, su artículo incurre en muchas contradicciones: también llega a la conclusión de que Israel se está fortaleciendo. Los datos que aporta como pruebas son confusos, sus argumentos son contradictorios, y la bomba de tiempo demográfica de la que habla se aplica solo al caso de los jaredíes; los árabes en última instancia pueden ser deportados, pero los jaredíes, que son fanáticos religiosos muy distintos de los judíos brillantes y seculares como Oren, no pueden. Además del problema con Irán, Israel tiene muchos otros dilemas, que hacen que la vida sea cada vez más incómoda para todas las personas, en especial aquellas que sienten que la cultura es internacional y se ven atraídas hacia otras 54
  • 62. naciones. Oren solo confirma que el mero concepto de un Estado israelí es anormal, y ciertamente no es viable como un Estado que también es democrático. Si está en lo correcto, entonces lo anormal, lo que va en contra de las tendencias principales de la civilización occidental desde la Revolución francesa, es el sionismo. Ninguna cantidad de guerras y sufrimiento puede justificarlo, y en lugar de construir un reino pacífico el sionismo ha producido crisis interminables. Los fundadores del sionismo no esperaban este resultado malicioso. Si Israel logra arrastrar a los Estados Unidos poco dispuestos a una guerra regional –y en este momento Obama prefiere no involucrarse en otro conflicto-, fomentará el antisemitismo que el sionismo ostensiblemente aborrece y para el que Israel fue nominalmente creada como refugio. Las guerras son algo terrible, costosas en términos de vidas y dinero, y la hostilidad para cualquier nación que arrastra a otra reticente a entrar en ella está bastante justificada. Si Netanyahu logra su cometido puede terminar avivando las llamas de un antisemitismo sin precedentes. Esa siembra de miedo es mucho más peligrosa de lo que se cree porque, incluso en el mejor de los casos, (que nunca existió) –la paz perpetua y las relaciones amistosas entre sus vecinos- la demografía de Israel obra en contra de la dominación judía existente. La comunidad ultraortodoxa, que tiene cultos y está bastante dividida, está compuesta en esencia por talibanes judíos que no toleran otros modos de vida y son fanáticos. Dado que estos ultraortodoxos tienen familias numerosas –los jaredíes asquenazíes (europeos pero principalmente de Europa del Este) tenían una tasa de fertilidad de 8.5 en 1996, partiendo un 6.9 en 1980 (p.39). Hasta ahora los hombres han tenido proyectos de exenciones, tienen una tasa de desempleo alta, estudian el Talmud y tienen bebés. Se convertirán en el sector más importante de la población judía y harán que la vida sea cada vez más deprimente para los judíos seculares. 55