El documento define la oclusión como la relación estática entre las superficies de los dientes maxilares y mandibulares. Explica que el diagnóstico de una maloclusión crónica incluye oclusión traumática, facetas de desgaste, ligamento periodontal ensanchado y defectos óseos angulares. También cubre el diagnóstico de una desarmonía oclusal moderada de grado III y un desplazamiento discal con reducción de la articulación temporomandibular izquierda.