1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y
SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGIA
TEORIA DE LOS TRATAMIENTOS II
Autora: Gamboa C., Ana G.
C.I: 13.153.580 (VP1)
Valle de la Pascua, Junio de 2018
Trastornos Emocionales del Desarrollo
y
Habilidades Sociales
2. TEMA I
TRASTORNOS EMOCIONALES EN LA INFANCIA:
CONDUCTAS ANSIOSAS, FOBIAS, TEMORES,
DEPRESIÓN, ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN.
3. En el origen de los trastornos de ansiedad desempeñan un papel importante, por un
lado, los acontecimientos estresantes como el divorcio de los padres en los
períodos críticos de la infancia y, por otro, el estilo educativo de los padres con los
hijos.
Existe una estrecha relación entre la ansiedad materna, la sobreprotección de los
hijos y las respuestas de ansiedad por parte de éstos. El temperamento del niño
desempeña asimismo un papel importante y refleja la predisposición hereditaria
general.
Los niños ansiosos tienden a responsabilizarse excesivamente de los fracasos,
experimentan dificultades para generar alternativas de actuación y discriminar
las que son efectivas de las que no lo son y por último, suelen ser lentos en la
toma de decisiones.
La atención excesiva del niño a sus propias reacciones y a sus propios
pensamientos contribuye a desarrollar y mantener la ansiedad.
ETIOLOGÍA
4. LA ANSIEDAD
Es una emoción que surge cuando la
persona se siente en peligro, sea real o
no la amenaza.
Es una respuesta normal y adaptativa
ante amenazas reales o imaginarias más
o menos difusas que prepara al
Organismo para reaccionar ante una
situación de peligro.
Hay ocasiones en que las respuestas de
ansiedad no desempeñan una función
adaptativa, se disparan de forma
totalmente incontrolada y son causa de
sufrimiento para los niños que las
experimentan.
5. LOS TEMORES
Cuando la ansiedad remite a
estímulos específicos, se habla
propiamente de miedo.
La mayoría de los niños
experimentan muchos temores
leves, transitorios y asociados a
una determinada edad que se
superan espontáneamente en el
curso del desarrollo.
El miedo constituye un primitivo
sistema de alarma que ayuda al
niño a evitar situaciones
potencialmente peligrosas.
El miedo a la separación es la
primera línea de defensa; si se
rompe ésta, entonces entran en
acción los miedos a los animales y
a los daños físicos.
Desde esta perspectiva, los miedos
son respuestas instintivas y
universales, sin aprendizaje previo,
que tienen por objetivo proteger a
los niños de diferentes peligros.
6. LOS TRES TIPOS DE TEMORES MÁS
FIRMEMENTE ESTABLECIDOS EN LA
ESPECIE HUMANA
El miedo a los animales, reminiscencia del temor
evolutivo a los depredadores.
El miedo a los daños físicos, vestigio atávico del
temor a los peligros que se pueden encontrar en la
naturaleza.
El miedo a la separación, que actúa en consonancia
con los anteriores y que permite retener a los niños
pequeños cerca de sus madres protegiéndolos del
entorno peligroso.
7. LOS MIEDOS INNATOS SE AGRUPAN EN
CINCO CATEGORÍAS GENERALES
Miedo a los estímulos intensos.
Miedo a los estímulos desconocidos, como por
ejemplo, el temor a los extraños.
Miedo a la ausencia de estímulos, como por ejemplo,
la oscuridad.
Miedo a estímulos que han sido potencialmente
peligrosos para la especie humana en el transcurso
del tiempo, como la separación, las alturas, las
serpientes u otros animales salvajes.
Miedo a las interacciones sociales con desconocidos.
8. MIEDOS NORMALES Y FRECUENTES
EN LAS FASES DEL DESARROLLO
INFANTIL.
• El niño de 0 a 1 año suele responder con llanto a los estímulos intensos y
desconocidos, así como cuando cree encontrarse desamparado.
• En los niños de 2 a 4 años aparece el temor a los animales.
• En los niños de 4 a 6 años surge el temor a la oscuridad, a las catástrofes y a los
seres imaginarios (como brujas y fantasmas) así como el contagio emocional del
miedo experimentado por otras personas y la preocupación por la desaprobación
social.
• Entre los 6 y los 9 años pueden aparecer temores al daño físico o al ridículo por la
ausencia de habilidades escolares y deportivas.
• Los niños de 9 a 12 años pueden experimentar miedo a la posibilidad de catástrofes,
incendios, accidentes; temor a contraer enfermedades graves; y miedos más
significativos emocionalmente, como el temor a conflictos graves entre los padres, al
mal rendimiento escolar, o, en ambientes de violencia familiar, el miedo a palizas o
broncas.
• Entre los adolescentes de 12 a 18 años tienden a surgir temores más relacionados
con la autoestima personal (capacidad intelectual, aspecto físico, temor al fracaso,
etc.) y con las relaciones interpersonales.
• Los miedos infantiles expuestos son muy frecuentes y pueden afectar hasta al 40-45%
de los niños.
• Son, por ello, normales, aparecen sin razones aparentes, están sujetos a un ciclo
evolutivo y desaparecen con el transcurso del tiempo, a excepción del miedo a los
extraños que puede subsistir en la vida adulta en forma de timidez.
9. LAS FOBIAS
Cuando los miedos infantiles dejan de ser transitorios hablamos de fobias.
Las fobias son una forma especial de miedo que responde a
las siguientes características:
Ser desproporcionadas a la situación que desencadena la respuesta de
miedo y/o estar relacionadas con estímulos que no son objetivamente
peligrosos.
No poder ser eliminadas racionalmente.
Estar más allá del control voluntario.
No ser específicas de una edad determinada.
Ser de larga duración.
Interferir considerablemente en la vida cotidiana del niño en función de las
respuestas de evitación.
Las fobias infantiles suelen aparecer con más frecuencia entre los 4 y 8
años.
10. CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS
DE ANSIEDAD EN LA INFANCIA
Trastornos fóbicos: Fobias específicas, Fobia escolar
y Trastornos de evitación.
Trastornos de ansiedad sin evitación
fóbica: Ansiedad de separación y ansiedad excesiva.
Otros trastornos de ansiedad: Trastorno obsesivo-
compulsivo y trastorno mixto de ansiedad y depresión.
11. TRATAMIENTO DE LA ANSIEDAD EN
LA INFANCIA
Técnicas de exposición
Relajación
Técnicas de modelado
Práctica reforzada
Escenificaciones emotivas
Técnicas cognitivas como la Terapia Racional Emotiva
Tratamientos psicofarmacológicos
Las técnicas terapéuticas más utilizadas
son las mismas que las que se usan en
el tratamiento de los adultos.
Más que en aspectos conceptuales,
las diferencias radican en la
adaptación del procedimiento a la edad
y a las características del niño.
Las técnicas más frecuentes son las siguientes:
12. TEMA II
INHABILIDADES SOCIALES EN LA INFANCIA:
INTERACCIÓN SOCIAL INADECUADA, AISLAMIENTO
SOCIAL, AGRESIVIDAD, VIOLACIÓN DE NORMAS,
CONDUCTAS DE DESOBEDIENCIA. ESTRATEGIAS DE
INTERVENCIÓN.
13. INTRODUCCIÓN
Los niños pueden presentar conductas
molestas y disruptivas, sin que afecten de
forma grave a sus vidas.
Sin embargo, cuando un niño manifiesta este comportamiento de
forma frecuente y persistente, sí puede suponer para el niño
problemas y dificultades en su adaptación en el medio escolar,
familiar y social, pudiendo afectar a su desarrollo psicológico.
14. INHABILIDADES SOCIALES EN LA
INFANCIA
Las conductas infantiles inadecuadas
pueden presentar cierta “normalidad” en
determinadas etapas del ciclo vital.
Sin embargo, cuando la magnitud,
frecuencia o perseverancia en el tiempo de
dichas conductas son excesivas podemos
hablar de problemas conductuales
y entonces sí es necesario la intervención
clínica para corregirlas y prevenir
problemas o trastornos más graves en el
futuro.
15. INHABILIDADES SOCIALES EN LA
INFANCIA
Se entiende por desobediencia las acciones que incumplen normas y órdenes de los
adultos. Según Forehand y McMahon hace referencia “a la negativa a iniciar o
completar una orden realizada por otra persona en un plazo determinado de tiempo de
5 a 20 segundos).
Por ello, cuando hablamos de desobediencia nos referimos a acciones que incumplen
normas u órdenes de los adultos.
La desobediencia puede ir acompañada de oposicionismo que supone: rabietas,
discusiones, desafíos, enfrentamientos y también de agresividad, en la que
encontramos comportamientos violentos, crueles, destructivos, etc.
Cuando la conducta de desobediencia y oposicionismo es extremadamente grave
recibe el nombre de Trastorno Negativista Desafiante y se caracteriza por un patrón
recurrente de comportamiento negativista, desobediente, hostil, etc. dirigido a las
figuras de autoridad.
Si además aparecen conductas que suponen una violación repetida de las normas de
las conductas socialmente establecidas como una pauta de comportamiento estable y
permanente del niño recibe el nombre de Trastorno Disocial.
16. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE
SEGÚN DSM-IV-R
• Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo
menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes
comportamientos:
• A menudo se encoleriza e incurre en pataletas
• A menudo discute con adultos
• A menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir las demandas
• A menudo molesta deliberadamente a otras personas
• A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
• A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros
• A menudo es colérico y resentido
• A menudo es rencoroso o vengativo
• El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la
actividad social, académica o laboral
• Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el trascurso
de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo
• No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, el sujeto tiene 18 años o
más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad
17. ¿QUÉ SE DEBE EVALUAR ANTES DE
INTERVENIR?
La desobediencia y la agresividad son conductas que surgen en la interacción
entre el niño y las figuras de autoridad (hipótesis de la coerción), de modo que
para trabajar sobre ella es necesario evaluar e intervenir en la conducta de los
padres y educadores. Por ello el tratamiento se realiza paralelamente con el niño
y con los padres o responsables del niño.
Lo primero que tenemos que hacer es describir la conducta con claridad y
exactitud, concretando exactamente lo que pasó. No hablamos del niño “agresivo
e inmaduro” sino de que es un niño que empuja y tira a su hermano cada vez que
éste le quita la pelota.
Antes de actuar es fundamental OBSERVAR LAS CONDUCTAS del niño y
registrar su frecuencia, intensidad y duración. Esto significa que tenemos que
anotar cuántas veces, cuánto tiempo, dónde ocurre, cuándo ocurre y qué ocurre
después.
18. PARA EVALUAR LOS PROBLEMAS DE
CONDUCTA SE UTILIZAN LAS SIGUIENTES
TÉCNICAS
Entrevista clínica
Registros
Observación directa de las situaciones conflictivas
Cuestionarios y escalas:
Escala de Apreciación de conductas en niños. Formulario para el profesor de
Achenban y edelbrock (1981)
Inventario de Eyberg de conducta en niños para padres (Eyberg y Ross 1981)
Batería de Socialización (Silva y Martorll, 1983)
Sistema de Evaluación de la Conducta de Niños y Adolescentes de Reynolds y
R. Kamphaus
19. BIBLIOGRAFIA
• Caballo V. (2005). Manual para la evaluación clínica de los trastornos psicológicos.
Estrategias de evaluación, problemas infantiles y trastornos de ansiedad. Madrid
Pirámide
• Giménez, M. (2006) Los niños vienen sin manual de instrucciones: técnicas de una
superniñera para educar a tu hijo. Madrid Santillana Ediciones Generales
• Herber,M. (2002). Padres e hijo. Problemas cotidianos en la infancia. Madrid
Pirámide
• Larroy, C. y Puente, M.L. (1995) El niño desobediente. Estrategias para su control.
Colección Ojos Solares. Madrid Pirámide
• Maciá Anton, D. (2007) Problemas cotidianos de conducta en la infancia.
Intervención psicológica en el ámbito clínico y familiar. Colección Ojos Solares
Madrid Pirámide
• Larroy García, C. (2010) Mi hijo no obedece. Soluciones realistas para padres
desorientados. Colección Ojos Solares .Madrid Pirámide
• Ramos, Paul, R. y Torres Cardona, L. (2012). Niños desobedientes, padres
desesperados: el método par que tu hijo te haga caso a la primera. Madrid Santillana
• Forehand, Rex y long, N. (2011). El niño rebelde. Madrid ediciones Medici. SA