2. Introducción
Para establecer el diagnóstico de enfermedades arteriales de manera no invasiva
disponemos de :
1. Anamnesis y la exploración física,
2. el índice tobillo-brazo,
3. Determinaciones de la presión segmentarias,
4. ecografía-Doppler
5. pruebas de esfuerzo
6. Angiografía vascular mediante tomografía computarizada, resonancia magnética o
arteriografía convencional.
3. Presión arterial sistólica en el tobillo
Constituye un método sencillo y fiable para diagnosticar las enfermedades arteriales
obstructivas, y se puede aplicar fácilmente en los estudios de seguimiento. Para su
medición se pueden utilizar equipos doppler no direccionales muy sencillos.
Para los vasos superficiales
conviene utilizar una sonda de
frecuencia elevada (10 MHz) y para
los profundos hay que emplear
frecuencias inferiores (3-5 MHz).
4. Presión arterial sistólica en el tobillo
Técnica de realización:
1. Colocación de un manguito neumático que se hincha
alrededor del tobillo, justo por encima de los maléolos.
2. Se coloca una sonda doppler, con un ángulo de
inclinación de 45-60º, directamente sobre la arteria tibial
posterior, fácilmente localizable inmediatamente por
detrás del maléolo interno, y se mide la presión arterial
en ese punto.
3. Posteriormente se realiza la medición de la presión
sobre la arteria pedia que discurre, casi siempre,
ligeramente lateral al tendón del extensor propio del
primer dedo, más o menos un centímetro por debajo de
la articulación del tobillo.
5. Presión arterial sistólica en el tobillo
Interpretación del resultado: En general, tomaremos como presión del tobillo el valor más
alto medido sobre una de las arterias distales. En las personas sin patología arterial, la
diferencia entre las presiones medidas en las arterias pedia y tibial posterior no debe
superar los 10 mmHg. Una diferencia superior a 15 mmHg nos indica que existe una oclusión
o estenosis proximal en la arteria con la presión más baja.
6. Índice tobillo-brazo
El índice tobillo-brazo (ITB) es un método simple,
preciso, reproducible y barato.
Precisa de un esfigmomanómetro convencional,
una sonda de Doppler continuo manual y una
pequeña cantidad de gel conductor.
El ITB de cada extremidad se obtiene de dividir la
presión arterial sistólica máxima de esa
extremidad inferior (la mayor de la arteria tibial
posterior o dorsal del pie) por la mayor de las dos
arterias braquiales.
7. Índice tobillo-brazo
La medición de las presiones debe realizarse después de que el paciente haya permanecido tumbado en
reposo durante 5–10 min. En individuos sanos la presión arterial sistólica del tobillo es 10–15 mmHg mayor que
la presión sistólica braquial.
8. Prueba de esfuerzo y test de 6 minutos de
la marcha
La prueba de esfuerzo y el test de la marcha pueden ser de
particular interés para obtener una mayor precisión del grado
de limitación funcional de la claudicación y su respuesta al
tratamiento, y cuando se plantee el diagnóstico diferencial
con la claudicación no arterial (seudoclaudicación). En los
pacientes con alta sospecha de claudicación en los que el ITB
basal es normal o dudoso (0,9-0,99) puede ser útil la
determinación del ITB tras esfuerzo. Sin embargo, es esencial
una correcta estandarización de la metodología para que los
resultados sean fiables y reproducibles.
9. Ecografía doppler
Permite la visualización dinámica de la pared y la luz arteriales e identificar fácilmente calcificaciones y/o
dilataciones. Combinándola con el estudio con Doppler podemos realizar el estudio de gradientes, que nos
permite estimar la severidad de la obstrucción con notable fiabilidad (sensibilidad, 92-95%; especificidad,
97-99%). Entre las limitaciones de la técnica, cabe destacar la presencia de lesiones en tándem o lesiones
en localizaciones que impidan un estudio adecuado (tibial, rodilla, etc.).
10. Angiografía vascular mediante tomografía computarizada
o resonancia magnética y arteriografía convencional
Diagnóstico de las enfermedades de la aorta, los troncos supraaórticos y las arterias de las extremidades se
han producido con el perfeccionamiento de la angiografía mediante tomografía computarizada y con
resonancia magnética.
Pueden obtenerse imágenes de alta resolución que permiten un estudio muy preciso de la anatomía
vascular, con una excelente correlación con la angiografía de sustracción digital.
Utilizadas para el diagnóstico de cualquier tipo de enfermedad vascular (aterotrombótica, ateroembólica,
aneurismas, etc.). Permiten determinar con precisión el grado y la extensión de las obstrucciones arteriales
y la presencia de aneurismas y documentan con gran exactitud su diámetro externo, la luz real de las zonas
aneurismáticas, la presencia de trombo intraluminal y la delimitación entre la arteria sana y el aneurisma
11. Angiografía vascular mediante tomografía computarizada
o resonancia magnética y arteriografía convencional
A: radiografía simple durante el estudio con angiografía por sustracción digital de las extremidades
inferiores, donde se observa importante calcificación de ambos ejes iliofemorales, que traducen la
arteriopatía calcificante. B: estudio mediante angiografía, donde se observan importantes signos
de ateromatosis con estenosis en tándem en los ejes poplíteos distales.
12. Angiografía vascular mediante tomografía computarizada
o resonancia magnética y arteriografía convencional
Indicaciones y contraindicaciones de los estudios de imagen:
13. Referencias
1. Guindo J, Martínez-Ruíz M, Gusi G, Punti J, Bermudez P, Martínez-rubio A. Métodos diagnósticos de la
enfermedad arterial periférica. Importancia del índice tobillo-brazo como técnica de criba. Rev Esp
Cardiol Supl [Internet]. 2009;9:11-17. Disponible en: https://www.revespcardiol.org/es-metodos-
diagnosticos-enfermedad-arterial-periferica--articulo-S1131358709732856?redirect=true
2. Fernández-Pérez I, del Castro-Madrazo J, Carreño-Mondoño J, Rivas-Dominguez M. Utilidad de los
estudios no invasivos en la enfermedad arterial obstructiva periférica en atención primaria.
SEMERGEN [Internet]. 2009; 35(6);273-277. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-
medicina-familia-semergen-40-articulo-utilidad-estudios-no-invasivos-enfermedad-13139670