El poema expresa el profundo amor de Andrea por Julio, diciendo que tiene mil razones para pensar en él, cien para admirarlo y una sola para no olvidarlo: quererlo. Andrea sabe que lo ama y quiere pertenecerle. El poema concluye diciendo que si se sumaran todas las estrellas, granos de arena, rosas y sonrisas de la historia, eso empezaría a dar una idea de cuánto lo quiere.