1. CiAn MAgentA AMArillo negro 15 x 22 cm. lomo 12,5 mm.
Los verdaderos ciudadanos revolucionarios son visionarios para transformar
y erigir un modelo socioeconómico viable, productivo y sustentable en el largo
plazo, donde el crecimiento económico irradie hacia la inclusión y la seguridad
social de segmentos crecientes de la sociedad.
El presente escrito se orienta principalmente a tratar de llamar la atención
sobre lo que ha significado para los venezolanos, ser un país petrolero desde hace
casi un siglo y no contar, hasta ahora, con una economía sostenible que desarrolle
capacidad suficiente para proveer bienestar social y seguridad a sus ciudadanos
en el presente y el largo plazo.
Partiendo de esta óptica, automáticamente estamos reconociendo que la his-
toria económica, política, social y cultural del país ha devenido en una situación
de debilidad y rezago con respecto no sólo al resto de los países latinoamericanos,
según los resultados y las tendencias que exhiben sus principales indicadores de
desempeño, sino con respecto al gran potencial disperso en el entorno de nuestra
economía y cuyo aprovechamiento útil se ha visto frustrado históricamente desde
que emergió el petróleo y se consolidó como una inmensa y continua fuente de
recursos financieros en manos del erario público y que, de haberse gastado con
eficiencia, hubiese sido suficiente para apalancar el despegue cierto del país hacia
un desarrollo productivo e integral.
• • •
ANTONIO MÁRQUEZ SÁNCHEZ, venezolano, nativo de Cantaura, estado
Anzoátegui, es economista egresado de la Universidad Central de
Venezuela en 1973, con postgrado en Economía y Finanzas de Iowa
State University, EE.UU. (1976-1978). Ha asistido a diversos cursos y
seminarios nacionales e internacionales en organismos como Cendes
(UCV), IESA, Banco Mundial, Bndes de Brasil e Instituto Iberoame-
ricano de Mercado de Valores y ha viajado a Cuba y Rusia a foros so-
bre auditoría, control y regulación. Ha publicado diversos artículos
en la prensa nacional desde hace treinta años sobre diferentes tópicos
del área de la economía, agricultura, planificación industrial y finanzas y es autor del tra-
bajo Una exploración en la naturaleza y características del proceso de distribución del ingreso en
Venezuela (tesis inédita de postgrado, 1978) y del libro Pensares y escritos de la socioeconomía
venezolana (2010), Poesía de morral (2010) e Ideas libres sobre el desarrollo y la socioeconomía
(2011). Ha ejercido los cargos de director de Ingresos y Egresos Fiscales en la Tesorería
Nacional del Ministerio de Hacienda y fue gerente de Análisis de Operaciones del Banco
Interamericano de Ahorro y Préstamo (BIAPE). Ha sido director general de Planificación
del Ministerio de Desarrollo Urbano (MINDUR) y es fundador de Econométrica (1986),
empresa consultora de proyectos agrícolas e industriales. Fue
gerente general del Fondo de Crédito Agropecuario (FCA). Ha
ejercido también los cargos de contralor por concurso del Minis-
terio de Salud, y auditor interno del Banco de Desarrollo Econó-
mico y Social (BANDES) durante nueve años. Fue presidente de
la Comisión Nacional de Valores, organismo adscrito al Minis-
terio del Poder Popular para Economía y Finanzas.
desarrollosocioeconómicoproductivoAntonioMárquezSánchez
6. 5DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
Dedicatoria ................................................................................................ 5
Preámbulo.................................................................................................. 9
Prólogo....................................................................................................... 15
Introducción .............................................................................................. 21
Interdependencia globalizada y crisis financieras............................. 33
El mapa de las crisis.................................................................................. 34
La sostenibilidad de la producción y el empleo: el problema de fondo .. 37
Venezuela: un caso de vulnerabilidad extrema ........................................... 41
El modelo fisco/petróleo ......................................................................... 44
Trabas y tendencias del sector financiero nacional ............................... 59
La socioeconomía venezolana................................................................ 75
El petróleo: factor clave ............................................................................ 77
Gasto público productivo y endeudamiento necesario........................ 95
Las filtraciones del comercio exterior ..................................................... 107
El modo del gasto público ha marcado la condición
de vida ciudadana..................................................................................... 111
7. 6 Antonio Márquez
El núcleo socioeconómico del ciudadano ............................................ 115
El empleo como eje del desarrollo........................................................... 116
Situacional de la salud, la vivienda y la educación............................... 126
El crecimiento de la debilidad estratégica y el riesgo ........................... 137
La condición de vida ciudadana ............................................................ 141
Balance de conclusiones y una propuesta viable................................... 144
Hacia un marco conceptual de control democrático y garantías
sociales alineado con el fortalecimiento de la condición de vida
ciudadana................................................................................................... 156
Bibliografía................................................................................................. 165
8. Dedicatoria
A mis hijos:
Eduardo, Fernando,
Camila, Valentina y Alejandra,
junto a Valeria (the only),
quienes me devuelven siempre
a la aurora de mi vida.
A Clory,
con mi amor en tropel y sin final
desde que te conocí
aquel día sin época,
de rocío y madrigal,
ha sido para mí una fortuna,
acrecer mi vida
junto a tu bella otredad.
9.
10. 9DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
E
n aras de la facilitación para entender el contexto, tanto gene-
ral como específico, dentro del cual está planteado el surgi-
miento de estos párrafos que conforman [el libro] consideré
necesario hacer una breve digresión acerca de mi status actual de víc-
tima programada de «los extravíos del poder». La frase en comillas
es del «negro» Héctor Aquiles Malavé Mata, uno de los más brillan-
tes escritores –economista por cierto– de que dispone casualmente el
país como acervo hoy. Sin embargo, aquí debo utilizarla en conexión
con otros eventos, para llamar la atención sobre un suceso derivado
precisamente de los extravíos de una justicia sombría, la cual estoíca-
mente se empeña en no mostrar la nariz de la verdad.
La pertinencia del preámbulo en un libro sobre la socioeconomía
venezolana como el actual, está precisamente en el nexo que estable-
cen algunos –y que yo creo que existe y es denso– entre el sistema
judicial y el Derecho Económico (Bittan, 2011) ¿Por qué sino la Cons-
titución Nacional vigente destaca títulos relevantes de su contenido
dedicados a los derechos económicos (art. 112); a los derechos sin-
dicales de los trabajadores (art. 95); a los derechos sociales y de las fa-
milias (art. 75), etc., y los concilia con el art. 44 referido a los derechos
civiles que tienen los ciudadanos de ser juzgados en libertad; y con el
art. 49, el cual convoca al llamado «debido proceso en todas las actuacio-
nes judiciales y administrativas»? Hay una relación expresa de amplio
contenido y ésta no puede ser forzada a desaparecer a capricho ni in-
vocada según las conveniencias de la gobernabilidad en el turno.
Desde esta perspectiva la dinámica de la socioeconomía venezola-
na que se analiza en el libro, no deja de ser un resultado de la opacidad
Un preámbulo
11. 10 Antonio Márquez
institucional que pervade el desenvolvimiento eficiente de la econo-
mía hasta trabar la posibilidad de obtener resultados de calidad y ni-
vel en la condición de vida de los ciudadanos.
Y precisamente, esta modalidad de exclusión social para las ma-
yorías, no puede ser entendida con complacencia por parte de los
dolientes directos del drama, quienes se ven en la necesidad civil de
protestar, reclamar e insurgir contra un supuesto estado de derecho
que los mantiene bajo un manto discursivo de «progreso general
mediante una lucha prolongada» y los acerca más bien a una peligrosa
condición de riesgo real de vida, cuyo costo de oportunidad es in-
mensamente alto, tanto por la cuantía de los recursos tirados con
dispendio a pérdida, como por el tiempo necesario que se requerirá
para reversar los efectos quizás irresponsables, de los desaciertos en
las políticas económicas que sin base teórica ni asidero práctico se
aplican hoy en el país.
Como será hoy el estado de riesgo democrático para los ciudada-
nos en general que, no precisamente por protestar formalmente con-
tra el estado actual de las cosas, sino por aplicar la Ley formal vigente
para la época (año 2009) así como sus normas conexas, un funciona-
rio público, adscrito al ámbito regulador del mercado de capitales,
está –no circunstancialmente por cierto– preso desde hace más de un
año y medio en una cárcel de inteligencia del Estado, sin que se le
siga juicio alguno ni se le reconozca lo establecido en el citado artícu-
lo 44 de la Constitución Nacional, cuando prescribe lo relativo al de-
recho que tienen los ciudadanos de ser juzgados en libertad toda vez
que se presume su inocencia.
Hecha esta iniciación contextual y de fondo, queda claro porque,
las notas plasmadas en este libro, fueron organizadas en un recinto
carcelario, impropio por definición –y por sus condiciones– para la
producción intelectual y su desarrollo. Difícil desde allí acceder a las
fuentes convencionales de información bien sean estadísticas, econó-
micas especializadas o de cualquier otra naturaleza, como no sea la
prensa, eventualmente accesible o bien un documento con informa-
ción importante que por tener un título exuberante no haya sido de-
tectado y clasificado como pieza clave de posible conspiración contra
la seguridad del Estado. ¿Las razones por las cuales escribí desde
12. 11DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
allí? Muy sencillas de comprender hoy, después de más de 600 días
de reclusión en el SEBIN prácticamente secuestrado y sin apertura
del juicio legal debido.
Afinales del año 2009 cuando fui detenido por la DISIP según las
instrucciones de la Fiscalía General de la República, pensé que toda
investigación que se inicie contra cualquier funcionario público, co-
mo lo era yo, debía tener una base; por lo menos, de acuerdo al pro-
cedimiento establecido, siempre y cuando existan dudas respecto a
su actuación en el ejercicio del cargo. Sobre todo, si el cargo es de alto
nivel como era el que yo ejercía como presidente de la Comisión Na-
cional de Valores (CNV), órgano regulador del Mercado de Capitales,
adscrito al Ministerio de Economía y Finanzas donde el Ministro de
turno era el Sr. Alí Rodríguez Araque quien me había propuesto y
designado como tal.
La iniciativa de mi detención tuvo lugar por la acción emprendida
por parte de la Superintendencia de Bancos, a la sazón representa-
da por el Sr. Hernández Behrens, cuando su negligencia supervisoria
del sector bancario y su desconocimiento en general del sector finan-
ciero, asignaron a un acto administrativo cotidiano, perteneciente a
otro ámbito del sector financiero, como lo es el mercado de capitales,
la responsabilidad por la ola de fusiones bancarias que se suscitaron
durante el año 2009 por parte de un conjunto de bancos pequeños
quienes solicitaban autorización ante la instancia de los órganos
reguladores (SUDEBAN y CNV) para canalizar sus trámites regla-
mentarios. En verdad, esta traslación gratuita e infortunada de las
responsabilidades de la SUDEBAN, lo que flagrantemente constituía
un desafuero, no encontró objeción alguna en ninguna de las instan-
cias del gobierno financiero del Ejecutivo Nacional, ni en los poderes
legislativo, judicial o moral del país. Tales propósitos colidían de ma-
nera ostentosa con el sano precepto del derecho y con las normas le-
gales existentes en el país. Para empezar, si alguna duda emergió
respecto a mi actuación, tenía que haber sido dilucidada de acuerdo a
la Ley contra la Corrupción, dada mi condición de funcionario públi-
co; pero nunca de acuerdo a la Ley que regula a la banca comercial
privada como se hizo en el Tribunal de Control cuando fui imputado,
fulminando las normas del derecho por parte de la Fiscalía General
13. 12 Antonio Márquez
de la República. Hubo oídos burocráticos receptivos pero a favor de
tales temeridades y hubo también oídos omisivos de acción alguna
para detener semejante tergiversación del cuerpo jurídico existente,
de las normas del derecho administrativo y de la objetiva lógica nece-
saria para preservar el funcionamiento de la institucionalidad y la
confianza ciudadana.
En el juicio de control que se me siguió en tribunales para justi-
ficar el desatino aun hoy en curso, me fueron imputados supuestos
delitos bancarios por parte de la FGR, los cuales pertenecían a otro
ámbito operacional, y cuyas disfunciones estaban plasmadas en un
informe de la DISIP elaborado desde el año 2008. Ello ocurrió así,
simplemente porque mi actuación a partir de abril del año 2009, en
todo momento se ajustó a lo pautado dentro de mis competencias por
la Ley de mercado de capitales y sus normas y en consecuencia no
había delito alguno derivado del cumplimiento de mis funciones,
como quedó amplia y suficientemente demostrado en el juicio de
control tanto de parte de mis abogados de la defensa como por mi
persona, refutando así los elementos de supuesta convicción que
adujo la FGR para justificar su abocamiento al caso. Tan sesgado estu-
vo el acto en su tipificación del delito y en su propósito final mediáti-
co de intervención y destrucción posterior del mercado de capitales a
partir de la defenestración del órgano regulador CNV y su presiden-
te, que ni siquiera se aceptó mi concurrencia al juicio preliminar sin
privativa de libertad como lo establece textualmente la Constitución
de la República (art. 44), dado que nunca estuvo demostrada mi in-
jerencia en ninguno de los presuntos delitos tipificados bajo las nor-
mativas prudenciales que regulan a la banca comercial privada.
Además, el acto aprobatorio que tuvo lugar bajo la potestad del órga-
no regulador del mercado bursátil que era la Comisión Nacional de
Valores, consistió de una resolución para lo cual ésta tenía facultad
legal y también fue aprobada y autorizada su publicación en la Gaceta
Oficial de la República del día 30 de octubre de 2009 por el Ministro de
turno Alí Rodríguez Araque, quien después fuera designado Minis-
tro de Energía Eléctrica.
Debo agregar que en la mencionada resolución sólo se autoriza a
la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) para que, en una sesión especial
14. 13DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
convocada a su discreción y cumplidos los requisitos normativos le-
gales, pueda o no autorizar el cruce de las acciones entre el banco ven-
dedor y el comprador; operación de la cual, una vez realizada, la BVC,
actuando como agente de retención del impuesto sobre la renta, deri-
varía una comisión por sus servicios (1%), quedando como la ins-
titución actuante en la consumación de la operación y no la Comisión
Nacional de Valores (CNV) como se pretendió hacer ver de forma per-
versa por el llamado gobierno financiero del momento (2009).
Eso resume prácticamente toda la esencia explicativa del porque
de mi status actual de preso de la policía de inteligencia del gobierno
hoy denominada SEBIN.
Para concluir esta breve pero decisiva aclaratoria sobre algunos
elementos circundantes en el entorno de lo que constituyó el «clima»
donde se elaboró lo que constituye hoy [el libro] debo dejar claro que
en estos días de agosto, aun está en pleno desarrollo el curso de mi
secuestro por parte de la FGR, dado que sigo detenido y sin juicio por
más de un año, y 8 meses, desconectado de mis vínculos familiares
habituales y mis responsabilidades profesionales, habiéndoseme
ocasionado un grave daño reputacional no sólo a mi persona sino a
todo mi grupo familiar por haberse lesionado seriamente mis dere-
chos como ciudadano y por haberme impedido proveer seguridad
económica y apoyo personal concreto a mis descendientes en mino-
ría de edad para valerse por sí mismas.
De nada han valido los recursos introducidos ante ninguna de las
instancias del sistema judicial o ante algunos representantes del
poder ejecutivo, llamando a aplicar la sensatez jurídica en las consi-
deraciones del caso. La respuesta siempre fue la mudez y la evasiva
indolencia, irresponsable y cobarde que no es otra cosa que el arro-
gante diferimiento del ¡NO!
ANTONIO MÁRQUEZ S.
15.
16. 15DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
E
l tema central, está vinculado a los aspectos del manejo de las
políticas públicas, en especial, las dirigidas a mejorar el deno-
minado «Núcleo Socioeconómico del Ciudadano», que hace énfa-
sis en el bienestar en todos los órdenes, especialmente, asociado a las
condiciones del empleo, salud, vivienda y la educación. Se reconoce
que el empleo productivo, sustentable y sostenible en el tiempo, sólo
se puede lograr, con la instrumentación de políticas públicas armo-
nizadas y sincronizadas socialmente con los sectores económicos,
políticos y sociales de toda índole, que tomen en consideración, los
recursos disponibles, sin exclusión ideológica y política, con un pro-
pósito común, de lograr el máximo aprovechamiento de los mismos,
y con objetivos dirigidos a propiciar el crecimiento y desarrollo ar-
mónico y diversificado, como esfuerzo común de todos los sectores
que hacen vida en nuestro país, siempre en un marco democrático,
donde se respete la propiedad en todas sus expresiones y la libertad y
el derecho a disentir, no sólo en el plano político, en lo económico,
puesto que en la diversidad y el respeto, está la savia que nutrirá la
motivación y el desempeño del país.
En el libro se determinan y analizan, las variables críticas, que
han alejado al Estado, en su acción de Gobierno, del mandato y la as-
piración «del logro y cumplimiento de mejores condiciones socioeconómi-
cas, en un país con crecimiento sostenible y avanzando con pasos firmes
hacia el desarrollo». En el análisis que realiza el autor, cita a diversas
fuentes, inclusive las fuentes oficialistas más emblemáticas, y las en-
laza y relaciona, con otras informaciones representativas de organi-
zaciones privadas, gremios empresariales y gremios de trabajadores,
Prólogo
17. 16 Antonio Márquez
artículos publicados de autores calificados, sin buscar contradiccio-
nes innecesarias entre ambas, sino al contrario tomando aquellas ci-
fras y datos, y opiniones y comentarios, que configuran el contexto
informativo documental que apoya tanto los diagnósticos sobre las
ejecutorias, relacionadas con las políticas públicas dirigidas ya sea
como inversión o gasto hacia los elementos propulsores del incre-
mento del «Núcleo Socio Económico del Ciudadano», que representan las
más genuinas expectativas sociales. El balance resultante de las ejecu-
torias de la labor de gobierno, por donde quiera que se examine y se
logre medir y cuantificar, resulta muy pobre o muy pírrico, si lo com-
paramos con los cuantiosos recursos que el Gobierno ha manejado
pero con una administración dispendiosa, y sin que se haya conver-
tido, en inversiones reproductivas tangibles. En otras palabras es un
balance que refleja pérdidas patrimoniales, si consideramos el despil-
farro de gran parte de los recursos provenientes de la renta petrolera,
así como el costo de oportunidad, que se ha desaprovechado si se
hubiera invertido en función del crecimiento y del desarrollo socio-
productivo del país, desalentando así la desinversión que se muestra
con la salida ininterrumpida y copiosa de capitales cada año.
El panorama, que se avizora a través de los cuatro capítulos que
configuran el contenido del libro, se inicia y nos llevan a conocer y es-
clarecer el contexto global en que ha derivado, el origen y el manejo de
las crisis, remontándose, a la depresión de los años 30, y culminando,
con la más reciente y para muchos la más grave, por la globalización
y los efectos, que en especial ha tenido en la mayor parte de los países
desarrollados, encabezados por EEUU y Europa, postrados desde el
punto de vista económico y con grandes problemas para afrontar la
adversidad que azota el empleo, y ha generado gran adversidad y
malestar de la población. Se resalta el papel que han jugado los orga-
nismos internacionales, y la relevancia que se le ha otorgado a los ban-
cos centrales de los países, en la búsqueda de medidas normativas y
técnicas que permitan la reconfiguración y mayor control del sistema
financiero, a la vez que rescatar la confianza de los inversionistas y los
mercados internacionales. En este mismo capítulo, se inicia la deter-
minación de los factores que se consideran claves para explicar el ori-
gen de la crisis que vive la Venezuela, «revolucionaria y rentista», que a
18. 17DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
diferencia del mundo exterior no se origina por exceso de oferta y
sobrevaloración del mercado hipotecario, sino al contrario por, exclu-
sión de factores claves, que en el contexto de las políticas públicas
son divergentes, y apuntan a una visión inviable de país. De allí los
resultados, que bien se describen en el mismo, relacionados con la
«sostenibilidad de la producción, y el empleo», donde Venezuela es un
caso de vulnerabilidad extrema, por la dependencia de la renta petro-
lera, casi exclusivamente y el modelo fisco/petróleo que deriva de
dicho modelo, situación que se ve matizada por las trabas y tenden-
cias del sector financiero nacional, cuyo camino lo lleva acelerada-
mente hacia la estatización total.
La lectura del Capítulo II, nos recuerda con fuerza una frase que
muchos autores citan «que con la economía se pueden hacer muchas cosas,
pero nunca ignorarla», la cual es patentizada, citando una oración utili-
zada en el libro, para calificar ese desdén por aprovechar productiva-
mente los recursos provenientes del petróleo, a raíz de la instalación,
de «la cultura del rentismo petrolero», y que el autor, señala, que con
el advenimiento y ascenso de Chávez al poder, y durante su manda-
to, que ya lleva más de doce años, se «instaura un propósito distribucio-
nista de la renta», hasta tal punto que ni siquiera en la propia industria
se han realizado las inversiones para preservar y aumentar su capa-
cidad de producción, razón por la cual, el incremento de los ingresos
que el Gobierno, ha obtenido de la explotación, ha sido más por los
aumentos de precios que constituyen cifras y récord históricos, que
por la expansión y crecimiento real del sector petrolero, acompasado
en el camino con un nuevo resurgir de las concesiones petroleras,
pero colocando a las compañías extranjeras (muchas con poca expe-
riencia) como socios, y entregando territorios.
El balance que se describe en el capítulo III, en torno a las varia-
bles que afectan al «Núcleo Socioeconómico del Ciudadano», enfatiza que
la base primaria de esa «condición en términos positivos», la consti-
tuye el empleo productivo, y su sostenibilidad en el tiempo, pro-
piciándose y asegurándose de esta manera, la capacidad real de ese
ciudadano de asumir aquellas obligaciones, para si y su familia, y el
país. Este marco teórico que asume el autor, le permite confrontar con
éxito particular, las metas o promesas que se derivan de las políticas
19. 18 Antonio Márquez
públicas y el presupuesto público, versus las realidades o metas que
efectivamente se han alcanzado. De esta manera se comprueba que el
empleo no es tan productivo, y que más bien las cifras denotan aspec-
tos alarmantes, que señalan una alta ineficiencia e improductividad,
así como el crecimiento del desempleo y su enmascaramiento en la
informalización, problema que afecta principalmente a la población
joven, el cual rebasa las cifras de 21%, para el año 2011. En cuanto al
ingreso, cuando se analizan las cifras en su términos reales, se llegan
a conclusiones que muestran el deterioro del salario y en consecuen-
cia la pérdida de poder adquisitivo «progresivo e insostenible» de las fa-
milias, en un contexto, en el cual la inflación también hace estragos y
pulveriza el ingreso nominal. Al respecto, se analiza el índice de de-
sarrollo humano, indicador que considera el nivel de ingreso, acceso
a la salud, a la educación, «niños que han muerto en los hogares por caren-
cia de salud, acceso a agua potable, niños que no están en la escuela, etc.», se
destaca en la investigación que Venezuela está por debajo de los
cinco países de «América Latina con mayor desarrollo humano, y agrega
también que queda fuera de los diez países en el ranking del IDH regional».
Al confrontarse y escudriñarse las cifras e información sobre las eje-
cutorias en salud, se revela que a pesar de implementarse una red de
salud alterna y paralela a la existente «electoralista útil en el corto plazo
para captar votos», tal iniciativa también se hace incontrolable e insos-
tenible, y hoy tanto la «estructura alternativa» como la «existente», están
abandonadas y sufren de falta de mantenimiento y equipamiento. En
cuanto a la educación el índice citado, señala que Venezuela no se
puede declarar libre de analfabetismo al alcanzar en este renglón
4,8%, número que supera la cifra normativa requerida de 4%, y que es
contundente para emitir un juicio sobre la actuación del Gobierno en
esta área. Por su parte, el programa de vivienda solo exhibe cifras que
muestran dramáticamente los resultados y las acumulaciones de ne-
cesidades habitacionales por un lado, y a la par promesas in crescen-
do incumplidas rotundamente. Se citan y combinan indicadores, de
diversas fuentes para mostrarle al lector, el tamaño del problema que
afronta el sector y que impacta negativamente el perfil del «Núcleo So-
cioeconómico del Ciudadano», en términos cuantitativos y cualitativos,
que concluyen en una falta de capacidad gerencial manifiesta para
combinar los recursos materiales y financieros hacia un perfil de bie-
20. 19DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
nestar, tal y como lo denota el autor, al señalar «que ese perfil situacio-
nal debiera exhibir las características de ser sostenible, ser de calidad, tener
nivel satisfactorio y de generalizar la distribución de los beneficios hasta
cubrir la mayor proporción de los estratos sociales».
El cuadro de debilidades, resalta, que los indicadores funda-
mentales, PIB, Inversión pública y privada, etc., muestran signos de
contracción, en las industrias básicas, sistema de generación y distri-
bución eléctrica, capacidad productiva de PDVSA, entre otros, a la par
que se advierte el ritmo acelerado de endeudamiento, con garantía de
la producción nacional, lo cual constituye una merma real ahora y
hacia el futuro de los ingresos petroleros. En lo social, los estragos que
constituye un nivel de inflación que se ha sostenido en el tiempo, y
que de seguir así amenazan, que los organismos internacionales,
señalen a Venezuela de país hiperinflacionario, al mostrar por tres
años consecutivos un aumento exagerado en la inflación.
«La Condición de Vida Ciudadana», título del último capítulo de la
investigación, es muy sugerente e inclusivo de la situación que afron-
ta actualmente, ese ciudadano y habitante venezolano en todas sus
manifestaciones económica, en lo social, en lo político, y en lo judi-
cial, y que con la evaluación de los logros del perfil del nivel de satis-
facción del «núcleo de necesidades, empleo, salud, educación y vivienda»,
se arriba a conclusiones que muestran el verdadero balance de la ac-
tuación, el alcance y los logros de las políticas públicas, cuando se ha-
bla de niveles de inflación insostenibles, que golpean al núcleo más
voluminoso de la población, por cuanto sus necesidades se muestran
altamente insatisfechas, junto a un gasto público deficitario recurren-
te como una modalidad ya instaurada desde hace varios años, que
supone un precio de realización del crudo muy por debajo, del obte-
nido realmente, y que le genera al Gobierno ingresos adicionales
exorbitantes, que son asignados a discreción para mantener el cliente-
lismo, y apoyar un esquema de subsidios internacionales, de países
comprometidos por esa vía con la política exterior venezolana. El aná-
lisis de los postulados presupuestarios reafirma una vocación defici-
taria de la realidad de las variables externas, y su concepción es lograr
un punto de equilibrio por debajo de las necesidades reales, puesto
que los presupuestos de las diversas instituciones tienden a repetirse
21. 20 Antonio Márquez
sin considerar el impacto que provoca la inflación, por lo cual las
metas, en términos de mantenimiento e inversión institucionales,
tienden a disminuirse con el consabido deterioro de los principales
servicios públicos, por otra parte se hace hincapié en un recuento
pormenorizado de resultados magros y peligros crecientes, a la par
que se critica y se proponen fórmulas que abarcan todas las áreas que
más afectan el «núcleo socioeconómico ciudadano».
Finalmente, el cuerpo de propuestas que el autor hilvana, están
integradas a la multiplicación y expansión de los indicadores del
«Núcleo Socioeconómico del Ciudadano», quedando sintetizadas en lo
que expone como «un modelo de producción mixta regulada donde el
Estado, se ocupe de la actividades determinadas como estratégicas y básicas
(cubrir y superar el perfil del Núcleo Socioeconómico) para el país, el resto de
las actividades se desenvuelvan fundamentalmente según un desempeño efi-
ciente del mercado en cuanto a inversión, costos e ingresos, actuando los
agentes de acuerdo a regulaciones y normas establecidas para garantizar la
fluidez y sostenibilidad en la generación de excedentes económicos, pro-
piciando un desarrollo productivo, diversificado y sostenible…». Asumir
esta fórmula significaría revolucionar la revolución, y retomar sende-
ros del cual se ha alejado el Gobierno.
La lectura concienzuda y reflexiva de la obra, denotan el férreo
carácter y la profunda preocupación de un profesional sumamente
comprometido con ideales superiores, en especial cuando se conoce
la condición de preso sin razón, y el terrible ambiente familiar gene-
rado a raíz de su reclusión en un recinto carcelario, ambiente, que
desde todo punto de vista, no es el ideal para asumir un reto como es
llevar exitosamente esta investigación, que contribuye hoy más que
nunca a enriquecer el debate en el cual se han desempeñado las polí-
ticas públicas y sus efectos, y abrir así un compas de propuestas inte-
grales que muy bien pueden servir de base para torcer el destino gris
y terrible que nos espera si seguimos transitando la vía a que nos
obliga la conducción y la visión del Gobierno.
DAVID QUINTERO ROMERO
Economista
Universidad Simón Rodríguez
Caracas-Venezuela
14/06/11
22. 21DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
L
os verdaderos ciudadanos revolucionarios son visionarios pa-
ra transformar y erigir un modelo Socioeconómico viable, pro-
ductivo y sustentable en el largo plazo, donde el crecimiento
económico irradia hacia la inclusión y la seguridad social de segmen-
tos crecientes de la sociedad. La movilidad social se afianza, cuando
aumenta el producto y mejora la distribución del ingreso y ello, en
verdad, sí es un logro político concreto que acerca el respeto y la con-
fianza hacia el liderazgo democrático y responsable.
En Venezuela hay que rescatar un ciclo productivo regular, ex-
pansivo y dinámico en el funcionamiento de la economía; para ello,
tiene que debatirse una propuesta, que impacte las variables claves
de la socioeconomía; pero, en ese empeño, hay que empezar por eva-
luar a la luz de la experiencia acumulada, la historia económica vieja
y la relativamente reciente de hace cincuenta años, cuando empezó el
llamado período democrático, a los efectos de analizar las deficien-
cias incorporadas a su ejecutoria y enmendar errores diseñando polí-
ticas modernas.
En línea con tales premisas el propósito del presente escrito se
orienta principalmente a tratar de llamar la atención sobre lo que ha
significado para los venezolanos, ser un país petrolero desde hace
casi un siglo y no contar hasta ahora con una economía sostenible
que desarrolle capacidad suficiente para proveer bienestar social y
seguridad a sus ciudadanos en el presente y largo plazo. Partiendo
de esta óptica, automáticamente estamos reconociendo que la histo-
ria económica, política, social y cultural del país, ha devenido en una
situación de debilidad y rezago con respecto, no sólo al resto de los
Introducción
23. 22 Antonio Márquez
países latinoamericanos según los resultados y las tendencias que
exhiben sus principales indicadores de desempeño, sino con respecto
al gran potencial disperso en el entorno de nuestra economía y cuyo
aprovechamiento útil se ha visto frustrado históricamente desde que
emergió el petróleo y se consolidó como una inmensa y continua
fuente de recursos financieros en manos del erario público y que de
haberse gastado con eficiencia hubiese sido suficiente para apalancar
el despegue cierto del país hacia un desarrollo productivo e integral.
La realidad socioeconómica venezolana sigue estando caracteriza-
da al menos por tres rasgos fundamentales; primero, se ha consolida-
do la cultura del rentismo petrolero y ésta se ha hecho autosostenible
y versátil con el tiempo, junto a un gasto público deficitario e impro-
ductivo; segundo, las exportaciones del crudo petrolero siguen siendo
prácticamente el único renglón del comercio exterior venezolano que
provee más del 95% de las divisas que ingresan al país y, tercero, la
condición socioeconómica de vida del ciudadano, resumida en cuatro
de sus componentes principales como son: empleo, salud, vivienda y
educación, acusa los efectos negativos de la precariedad en los logros
por la presencia de objetivos contradictorios en las metas del desarro-
llo y la persistencia del rasgo de la monoproducción y la dependencia
petrolera. Estas características son en buena parte responsables de un
nivel de insatisfacción creciente en la población el cual merma e inu-
tiliza su aporte como factor dinamizador provechoso de la fuerza pro-
ductiva nacional.
De acuerdo a estas consideraciones previas no es redundante acla-
rar que, el propósito de hacer análisis de la realidad económico políti-
ca de cualquier país, obliga a enfocar la atención en un criterio general
suficientemente abarcativo y esencial como el de la condición socio-
económica del hombre, que es a nuestro juicio el factor clave que, en
última instancia mide el éxito o el fracaso de las políticas públicas y la
gestión privada concomitante.
Por supuesto que, a un determinado status que exhiba la condi-
ción socioeconómica de los ciudadanos contribuye el clima general de
incertidumbre en el comercio y las tendencias económico-financieras
que genera la crisis mundial por sí misma y el grado de intensidad en
24. 23DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
su propagación, así como el mayor o menor control de sus impactos
que logren coordinar las economías internas de los países.
El análisis de la gestión de los gobiernos, haciendo énfasis en la
condición socioeconómica de los ciudadanos, puede parcialmente
asimilarse a un examen del Índice de Desarrollo Humano (IDH) que
utiliza la Organización de Naciones Unidas (ONU), para evaluar de-
sempeño de países. Este indicador es un referente fundamental que,
llevado a niveles altos de especificidad, exhibe concatenaciones de
causalidad y efecto en variables de distinta índole, que actuaron para
que se obtuvieran ciertos resultados y no otros. Es decir tuvieron lu-
gar procesos tales como, cadenas productivas, relaciones sobre origen
y uso de materia prima, interrelaciones de insumo –producto, eventos
políticos y relaciones sociales asociadas a éstos que concluyeron en
determinados estados situacionales de la condición humana y de la
producción. Estos resultados pueden ser mejorados mediante po-
líticas públicas y decisiones privadas de vida, de inversión y merca-
dos, integradas a una sinergia proactiva de gran alcance de acuerdo a
objetivos propuestos del desarrollo y el desempeño real nacional.
Si se examina el mapa de efectos de la crisis financiera mundial
sobre algunos países, desde una óptica de economía política, puede
observarse que, en aquellos donde la situación esta más crítica es
donde la condición socioeconómica y los intereses de los grupos
sociales más numerosos han sido más afectados en su status y en sus
expectativas dentro del circuito de la producción, y por tanto su futu-
ro está en riesgo, de no aplicarse a tiempo correctivos apropiados
desde la gerencia pública y la gestión privada hasta lograr una gober-
nabilidad efectiva y útil del país. Sobreviene así la fase de concertar
acciones en base a propuestas viables que amortigüen los efectos ne-
gativos más importantes de las crisis sobre la economía y aceleren un
despegue controlado en nuevas direcciones, superando así, en el cor-
to y mediano plazo, los desequilibrios y de ser posible adoptar blin-
dajes que rescaten cierto equilibrio que permita no sólo preservar la
condición de vida de los ciudadanos sino también mejorarla de for-
ma sostenible en el tiempo.
En el cuadro globalizado de la crisis actual como reacción lógica
sobreviene en la actitud de los ciudadanos, una respuesta racional
25. 24 Antonio Márquez
ante el riesgo a que se encuentran expuestos, para sostener su condi-
ción de vida y auspiciar un marco de producción que garantice su
seguridad socioeconómica y su mejora progresiva. En esta circuns-
tancia se impone el uso de sus derechos económicos y ciudadanos an-
te el gobierno respectivo para exigir atención oportuna y medidas
adecuadas de respuesta efectiva ante las amenazas a la economía y la
recesión. Adquiere así preponderancia la capacidad para aplicar polí-
ticas públicas eficaces y de impacto que logren rescatar el equilibrio
económico y el crecimiento con estabilidad.
El método de diagnóstico para el caso de Venezuela consiste –co-
mo se señaló al comienzo– en evaluar los indicadores de la condición
socioeconómica del ciudadano según cuatro variables, integradas
como un indicador orgánico pluricausal. Desde allí se expresa el nú-
cleo básico cuyo perfil caracteriza la condición de vida de los ciuda-
danos sobre cuatro aspectos principales; a saber, el ingreso personal
–o familiar–; la salud; la vivienda y la educación. Tales variables re-
levantes, se corresponden con las necesidades primitivas fundamen-
tales de la vida humana como son: El trabajo disponible y seguro, la
buena condición física y el acceso alimentario, el sitio de refugio o
territorio donde se vive y la destreza o capacidad para laborar en
base a una técnica. Estos elementos esencialmente han garantizado
en toda la historia del hombre el gran ciclo vital que se repite y retro-
alimenta de una u otra forma en una espiral de ascenso progresivo. El
diagrama Nº 1 (ver pág. 32) muestra las relaciones entre las variables
socioeconómicas que interactúan y convergen hacia lo que configura
el status de la condición de vida
De manera pues que, el estudio de estas cuatro variables integra-
das, conformando lo que llamamos el perfil de la condición de vida
del venezolano o su condición socioeconómica de ciudadano es lo que
constituye el objeto del presente estudio; y sus resultados deben inte-
grarse a su vez a un contexto más amplio donde intervienen otras
variables en interacción. De las interconexiones derivadas se con-
forma una nueva red multicausal que da pábulo a nuevas conclu-
siones que remiten a críticas y propuestas de mayor alcance para el
debate de lo que debiera ser la estrategia del desarrollo productivo
del país y su instrumentación, apoyada sobre una base viable de des-
26. 25DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
pegue. A eso por lo menos se aspira, cuestión que consideramos que
es una responsabilidad fundamental de los profesionales de nuestra
generación ocuparnos, a la luz de la experiencia vivida y sobre todo,
de la emergencia en la cual estamos hoy en casi todos los órdenes de
la vida nacional.
Para la mayor comprensión del modo de análisis aquí planteado,
partamos de que el hilo conductor básico se realiza a través del nú-
cleo orgánico situacional que, visto como un todo simultáneo, en
forma permanente, muestra un determinado nivel de suficiencia –o
deficiencia– en los componentes del circuito socioeconómico vital
de cualquier ciudadano. El nivel de suficiencia está referido a ciertas
necesidades humanas, consideradas como fundamentales e insus-
tituibles en el espectro de desenvolvimiento social estándar de un
ciudadano moderno.
De forma objetiva, los cuatro componentes o variables socioeco-
nómicas que se han escogido cumplen con los requisitos de genera-
lidad, mensurabilidad, integralidad y permanencia en cualquier
contexto socioeconómico en la vida actual de los países.
En primer lugar establecimos la variable empleo/ingreso, por
cuanto expresa el medio de acceso a bienes y servicios que tienen los
ciudadanos, dados unos determinados precios y unas cantidades li-
mitadas de los mismos en el mercado es decir, dada su capacidad de
consumo. Pero a su vez el ingreso significa la condición que tiene un
ciudadano de emplear su fuerza laboral en el proceso de la produc-
ción y por ello recibe una remuneración periódica. En agregado, el
empleo configura una fuerza productiva o recurso necesario en la
producción de bienes y servicios y cuya calificación o capacitación
deriva en la mayor o menor productividad en el trabajo y en conse-
cuencia ello debiera significar mayores niveles de eficiencia en la
obtención de producto u oferta.
En segundo lugar, se utilizó otra variable analítica de gran rele-
vancia para calificar la condición socioeconómica de vida ciudadana:
la salud, concebida ésta en directa correspondencia con la ingesta
adecuada de alimentos y con el fácil o difícil acceso a una atención
médica oportuna y de calidad que conlleve como resultado una con-
dición física estable y sana.
27. 26 Antonio Márquez
En tercer lugar se seleccionó la disponibilidad de vivienda como
otro componente de relevancia a la hora de evaluar la condición de
vida del ciudadano. El acceso a la tenencia o uso de vivienda garan-
tiza al trabajador el refugio y el sitio de congregación y desarrollo del
núcleo familiar así como el lugar de esparcimiento seguro y de repo-
sición de sus energías.
En cuarto lugar destaca la variable educación, como integrante
de la condición socioeconómica del ciudadano. En la medida que se
auspicie y se haga efectivo el acceso ciudadano a todos los niveles de
escolaridad exigidos como formación y capacitación por los estánda-
res internacionales, en esa misma medida puede asegurarse que esa
necesidad elemental del hombre está siendo atendida como aspira-
ción democrática de su desarrollo integral.
Aclarados estos elementos en torno a la relación de la crisis global
y las economías de los países así como la necesidad de analizar la
problemática socioeconómica de Venezuela desde una perspectiva
realista para organizar respuestas ante sus ciudadanos y asegurar un
desempeño económico sostenible en el tiempo, conviene dejar esta-
blecidas algunas ideas que pueden, desde el comienzo, contribuir a
una mejor percepción del mensaje que aquí se entrega.
• La crisis económico financiera global persiste focalizada en USA
y la Unión Europea a pesar de los intensos y cuantiosos esfuerzos
que han realizado sus gobiernos para rescatar sus economías des-
de niveles operativos bajos y así resarcir niveles normales –o an-
teriores– en la condición de vida de los ciudadanos, rescatando la
economía y el sector financiero de la crisis. Con ello se evitaría
una mayor propagación de las secuelas negativas que las crisis
siempre llevan consigo; como son las quiebras de Bancos; de
empresas; desempleo y parálisis general de la economía y males-
tar social.
• Ese es el entorno general donde Venezuela le toca desempeñarse
y tomar lecciones para enfrentar una recesión mundial aún inde-
terminada en cuanto a su duración y consecuencias, todo lo cual
afecta de manera directa su economía y sus expectativas. Ello es
especialmente así, sobre todo para los países pequeños, poco de-
28. 27DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
sarrollados y monoproductores, lo cual los hace más vulnerables
a los coletazos de los ajustes coordinados y las nuevas regulacio-
nes que tengan que adoptar los países desarrollados (G-8 y G20)
para proteger sus economías de la incertidumbre que desencade-
na la crisis.
• Venezuela muestra hoy fuertes indicios socioeconómicos y finan-
cieros de inestabilidad. Ello plantea la necesidad de asumir posi-
ciones críticas frente a interpretaciones poco prácticas sobre la
realidad y el estado de cosas así como para asumir acciones con-
certadas para asegurar la sostenibilidad del modelo productivo
necesario en niveles que permitan preservar la condición de vida
de los ciudadanos a los estándares internacionales conocidos y
aún más: mejorarlos.
• Las variables claves que miden el impacto de las políticas públi-
cas en el espectro de vida de los ciudadanos como son: el empleo;
el acceso a la atención en salud; la procura y acopio de alimentos;
el acceso y disponibilidad de viviendas y la formación educativa
y la capacitación, muestran resultados precarios en los últimos 20
años. Ello afianza una peligrosa tendencia que acerca niveles
importantes de fracaso y aleja la seguridad de un futuro promiso-
rio y sostenible para las mayorías populares y para la clase media
del país. Sobre estas variables hay que actuar en un horizonte a
largo plazo de forma continua, consistente y realista y sobre todo
de manera oportuna dado que buena parte de los obstáculos y
cuellos de botella que han persistido en el tiempo debido a políti-
cas públicas desacertadas se han convertido en factores estructu-
rales de rezago.
• La problemática socioeconómica del país no puede ser tratada
como un tema de ensayo para nutrir con sus resultados, el acervo
registral de la cuestión académica. Lo concreto y cotidiano que
se expresa a través de la condición de vida de los ciudadanos es
bastante dramático para permitir que se visualice como un sim-
ple caso para su estudio en los cenáculos de un ministerio de ba-
ja ejecutoria.
La práctica diaria de la vida y el riesgo del futuro de todos los ve-
nezolanos tiene que privar. Los líderes políticos, los luchadores
29. 28 Antonio Márquez
sociales, los empresarios, los trabajadores, los académicos, de
antes y de ahora, tienen que asumir por fin esa tremenda respon-
sabilidad para con la actual y nuevas generaciones.
Hay cambios en plena gestación en el mundo, y precisamente
ahora con la crisis global están aflorando aún más, en el contexto
de los países democráticos que auspician una mayor inclusión
social. La lucha a escala mundial –grupos sociales, económicos y
políticos– por el excedente económico, de nuevo está sobre el
tapete como tema relevante en las discusiones parlamentarias, en
los foros internacionales y en las llamadas «cumbres» económicas
y también en las calles. Ya no son incipientes ni tímidos los recu-
rrentes cuestionamientos al «derecho» del Estado a ser el adminis-
trador hereditario de los recursos económicos de un país y en
consecuencia del control de los ramales posibles del poder, aún
utilizando los propios recursos y principios que plasma el ejercicio
democrático. Esto lo asoman los grupos de jóvenes del mundo, los
estudiantes, los blogueros no alineados con gobiernos, los acadé-
micos de avanzada y los ciudadanos conscientes de vanguardia
que viven a diario la experiencia de haber depositado en algún
momento su confianza pública en los gobernantes para que velen
por los intereses más genuinos y vitales de la comunidad y a esos
derechos e intereses esos ciudadanos no renunciaran jamás.
Aún en contextos de naciones más restrictivas de la movilidad
democrática de los grupos, y la colectividad en general, hay un
avance emergente en los cuestionamientos al derecho de los go-
bernantes a utilizar la figura –y el poder– del Estado para abrogar-
se un «dirigismo» cuasi-natural de los destinos de los ciudadanos.
Y por ello han comenzado a moverse los cuestionamientos en esa
dirección; verbigracia, los blogueros y disidentes en Cuba; Eura-
sia; en China; en Irán, las protestas populares en Túnez, Egipto,
Libia, Siria y las que seguro se desarrollarán en el resto de los paí-
ses Árabes.
De manera que, la calificación futura de los políticos y gobernan-
tes que viven la crisis de hoy, debiera corresponder a un puntaje
que esté en función de una real vocación de servicio público, des-
interesada en lo particular pero sensible y consciente de la alta
30. 29DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
significación y logro que representa para los ciudadanos dispo-
ner –casi como un activo– de una condición socioeconómica de
vida del más alto nivel posible, con la suficiente sostenibilidad
para preservar un futuro seguro con garantía social e inclusión
democrática.
• Venezuela se adentró al siglo XXI montada en una entelequia. Su
rasgo más caracterizante desde el punto de vista socioeconómico
y político es la cultura del rentismo petrolero el cual se instauró
ya hace 80 años aproximadamente, cuando el país dejó de ser
principalmente agroexportador de café y cacao y se entronizó en
toda su dinámica de nación el enclave petrolero que como moda-
lidad de explotación trajeron las compañías petroleras del extran-
jero y así fue aceptada y negociada por los gobiernos de turno.
Apartir de la década de los años 20’s ocurrió un cambio cualitati-
vo importante en el ejercicio del gobierno; donde el Estado crecía
como único propietario de los yacimientos de petróleo donde
quiera que éstos estuvieran localizados. Así por vía del ejercicio
pleno de la propiedad, era el único administrador del negocio de
los ingresos –renta– obtenidas por vía tributaria. Nunca más el
Estado venezolano cambió esa condición de participación fiscal
en el negocio a través de los impuestos a la renta petrolera. Pero
tampoco, gobierno alguno en la historia del país desarrolló el
negocio de extracción de crudo «aguas abajo» hasta llegar a su
industrialización y refinación como actividad preponderante.
Aun hoy el país se nutre en el 95% de las divisas que ingresan por
ventas de crudo al exterior, lo cual nos hace extremadamente vul-
nerables a la dinámica de los mercados externos del crudo en el
mundo y a su naturaleza comprobadamente volátil.
En consecuencia el cuadro general económico-financiero y social
del país es extremadamente dependiente de un solo producto: el
crudo petrolero y en más de 80 años transcurridos desde la se-
gunda década del siglo pasado no se ha podido auspiciar un
desarrollo endógeno que fuera diferente y más productivo. La
economía interna de hoy es precaria, con poca diversificación y
extremadamente dependiente de las importaciones de insumos,
materias primas y alimentos por decir poco. La transformación
31. 30 Antonio Márquez
del ahorro interno en inversión privada no es dinámica y existen
grandes distorsiones. El gasto ordinario del presupuesto nacional
deriva fundamentalmente hacia un gasto corriente voluminoso y
expansivo, debiéndose recurrir cada vez más a un endeudamiento
externo e interno recurrente, el cual sobre todo en los tres últimos
años alcanza un ritmo de crecimiento de relativa importancia, lo
cual se evidencia en el servicio de la deuda y en la relación de la
deuda con respecto al PIB que supera el 60%. Todo ello pesa a la
hora de contextualizarlo en un horizonte de expectativas de creci-
miento y desarrollo donde la operancia del trade-off obliga a sacri-
ficios no programados en los objetivos del desarrollo.
• El tema que aquí se estudia como tópico central se desarrolla en
cuatro capítulos donde se tocan diferentes aspectos vinculados
entre sí como componentes del llamado núcleo de la condición
socioeconómica del ciudadano (CSC).
En primer término, se examina el componente financiero y su sig-
nificación en la economía como problema mundial del tiempo
actual. La crisis global es un hecho presente explicada principal-
mente por la falta de regulaciones de control en las cotizaciones
bursátiles especulativas, donde el precio de las acciones que se
cotizan no se corresponde en proporción alguna con un valor
aproximado a lo real. Sobrevienen las «burbujas» y luego las
liquidaciones apresuradas en la Bolsa con el consiguiente desplo-
me y las quiebras en cadena de instituciones financieras. Al pro-
pagarse la crisis cunde el pánico entre los agentes económicos, se
paralizan las inversiones hacia la economía real y se deprime el
crecimiento de la economía afectando también la condición de
vida de los ciudadanos.
En el segundo capítulo, se analiza la socioeconomía venezolana
desde un ángulo histórico y de prospectivas. Allí se destaca el rol
del petróleo como factor clave a la hora de explicar toda la reali-
dad económica y financiera del país después de la primera guerra
mundial cuando el petróleo se convirtió en la principal fuente
energética del mundo e hizo converger la geopolítica global hacia
la dinámica de sus mercados. En este propósito explicativo se exa-
mina la transmutación del país en rentista importador; la depre-
32. 31DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
sión de la agricultura como sector importante de la economía na-
cional y la dinámica de las manufacturas y las pymes hasta confi-
gurar un sector altamente empleador de mano de obra directa.
Sobre esta prospectiva de la socioeconomía del país se realiza una
somera evaluación de la sostenibilidad estratégica que pueda
tener este curso de acción atendiendo a factores como: la dotación
real de recursos humanos, económicos y financieros, la disciplina
fiscal y el gasto público así como los obstáculos y las fortalezas
existentes; la tecnología disponible y la capacidad productiva ins-
talada, como componentes fundamentales en cualquier propues-
ta de desarrollo y, la capacidad gerencial de los nacionales para
acometer la ejecución de políticas públicas viables y de impacto.
En la tercera sección, se aborda el examen de la condición socio-
económica del venezolano de acuerdo a sus componentes inte-
grados alrededor de un núcleo. Estos son: el empleo; la salud; la
vivienda y la educación. A ellos se agrega el examen del llamado
factor político con el fin de calificar su impacto en el proceso de
desarrollo que ha vivido el país, evaluando además su peso a la
hora de establecer los objetivos para implantar un modelo de de-
sarrollo productivo y halar el cumplimiento de las metas conco-
mitantes que permitan frenar las tendencias estructurales que
inclinan al llamado distribucionismo.
Por último, en el capítulo IV se presenta junto a las conclusiones
pertinentes una propuesta de desarrollo socioeconómico para el
país; se analiza su viabilidad de acuerdo a un contexto determi-
nado y se establecen algunas premisas para proyectar los alcan-
ces de este proyecto de país.
34. 33DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
E
l análisis del componente financiero en la economía persigue,
de alguna manera, contextualizarnos dentro de la circunstancia
crucial de la crisis actual para el mundo. La propensión a las
«burbujas» subyace como el desencadenante «natural» de todas las cri-
sis mundiales conocidas hasta ahora donde remediar el problema im-
plica regular más para tratar de superar al menos temporalmente esa
debilidad congénita del capitalismo. Pero además de ésto, los gobier-
nos de todos los países no han dudado en plantear una revisión a fon-
do de lo que en verdad son las responsabilidades del Estado y lo que
en verdad éste puede asumir a cabalidad, junto a las del sector priva-
do. Es decir, un balanceo de las cargas socioeconómicas es necesario.
Y ello toca directo desde la formulación del presupuesto público en
cada país y sus fuentes de financiamiento hasta la administración del
gasto fiscal, el endeudamiento, la inversión y el gasto social.
El grave problema de la crisis que afecta el orden económico fi-
nanciero mundial actual, configura un espectro situacional suma-
mente complejo. El mapa es amplio, y la intensidad de sus impactos
es variable y como balance, puede decirse que el desajuste es ge-
neral, y que los efectos de su propagación y la preocupación de los
gobiernos para prevenir sus impactos aún no desaparece y por el
contrario se amplia. Ello ha motivado de algún modo cambios en la
conceptualización de los problemas así como en las prácticas y las
políticas públicas para enfrentar situaciones que se desmarcan de lo
usual y cuyo ritmo de propagación y daños colaterales se tornan
impredecibles, generándose un clima de riesgo e incertidumbre que
impacta en efecto cascada a la economía, las inversiones en general,
Interdependencia globalizada
y crisis financieras
35. 34 Antonio Márquez
a sus agentes y al ciudadano común de las calles en su condición de
vida actual y futura.
En verdad, las crisis en el sistema económico y financiero mun-
dial no son nuevas ya que desde el siglo XVII en Holanda se vivió la
llamada Crisis de los Tulipanes y en el siglo XVIII Inglaterra –poten-
cia mundial de la época– se vio afectada por la gran crisis ocasionada
por la empresa South Sea Company y su expectativa de monopolio
comercial en Suramérica. En ambos casos hubo las consabidas quie-
bras de bancos y caídas abruptas en el valor de las cotizaciones. Pero
en 1929 sobrevino en los EEUU la crisis mundial más importante que
afectó de manera impactante el boom económico que se venía afian-
zando desde los años 20 después de la primera guerra mundial. Se
instaló con la crisis un clima generalizado de quiebra de empresas y
de bancos, caída en picada de las cotizaciones de los valores, caída en
los precios de las mercancías, parálisis de la inversión y un desem-
pleo de la mano de obra activa que llegó a alcanzar más de 13 millo-
nes de trabajadores aptos en todo EEUU (27% del total).
La depresión se hizo mundial al propagarse principalmente a
Europa donde los países de la hoy Euro Zona comenzaron a exhibir la
quiebra en cadena, de empresas y bancos y caída acelerada de las coti-
zaciones de valores junto al incremento del desempleo y la exacerba-
ción general del pánico por contagio sistémico, el cual en su oleaje
alcanzó también a América latina donde los países que la conforman
vieron descender el volumen y los precios de sus exportaciones de
materias primas lo que se tradujo en un efecto general de caída de los
términos de intercambio e impacto desfavorable sobre el servicio de la
deuda en la región.
El mapa dE las crisis
Las crisis financieras siempre han motivado en los países una obli-
gada toma de conciencia lastimosamente eventual y poco duradera.
En su momento, ello ha inducido a adoptar medidas y prevenciones
que preserven el equilibrio macroeconómico general y rescaten la es-
tabilidad en el funcionamiento de la economía, de manera que ésta
opere sin mayores obstrucciones dentro de un marco financiero ade-
cuado y suficientemente regulado con bajo riesgo.
36. 35DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
En el curso de la gran depresión de los años 30 en USA y Europa,
los gobiernos adoptaron medidas de diferente tipo para tratar de res-
catar el orden económico financiero en todo el sistema. Pero realmen-
te se trataba de rescatar al menos un orden mínimo en cualquier
lugar donde pudiera avizorarse al menos una respuesta organizada
que calmara los ánimos y permitiera controlar el pánico, contrarres-
tar los rumores con medidas y detener el contagio en espiral del pe-
simismo y la desconfianza.
Una onda de mayor regulación de las actividades financieras
tuvo lugar como medida general común por parte de todos los go-
biernos así como la evaluación y reestructuración del sistema banca-
rio, de acuerdo a normas de funcionamiento más coherentes para
disminuir el riesgo general. En USA se implantó el llamado New
Deal (1933) junto a la famosa ley Glass-Steagal que restringía las fun-
ciones de la banca comercial prohibiéndole operar en mercados de
inversión y especulativos.
El New Deal junto a la nueva Ley, puestos ambos en práctica
como pivotes de rescate para el sistema financiero americano en cri-
sis, allanaron el camino de la economía hacia su franca recuperación,
la cual por vía del dólar como moneda referencial mundial, propagó
los beneficios de la superación de la crisis a Europa y al mundo. A
partir de 1934 se sintió el impacto positivo de las medidas, lográndo-
se subsanar buena parte de las fallas más importantes y decisivas así
como corregir algunas deficiencias operativas y funcionales en el sis-
tema financiero americano, consolidándose progresivamente un
clima de confianza en el gobierno, en la banca en los empresarios y en
general en el país y su sistema económico el cual evidentemente, lo-
gró su recuperación.
Hasta 1987 no sobrevino de nuevo una crisis de envergadura
mundial que tocara los cimientos de todo el sistema financiero de
USA, Europa y Asia. La apertura de la economía y el comercio des-
pués de la II guerra mundial motivaron un clima generalizado de
recuperación económica; pero, a la par creció una progresiva desre-
gularización del ámbito financiero y sus prácticas bancarias y bursá-
tiles. Una burbuja financiera emergió y de nuevo los inversionistas
presenciaron su explosión junto a la caída generalizada de los índices
37. 36 Antonio Márquez
de la bolsa de valores de New York, afectándose los mercados mone-
tarios y financieros internacionales globalizados imperando el des-
control en los gobiernos. De nuevo hubo que rescatar del colapso a la
economía productiva mediante la adopción de nuevas regulaciones
y normativas restrictivas del funcionamiento bancario y bursátil.
En los años subsiguientes, desórdenes financieros localizados
pero con influencia en la economía mundial ocurrieron quizás con
menor intensidad pero con mayor frecuencia. Los registros señalan
como exponentes los casos de México (1994); la crisis Asiática (1997);
Rusia (1998); Brasileña (1999); Argentina (2001) la crisis del Nasdaq
en USA (2001) y la crisis hipotecaria en USA (2008).
La crisis hipotecaria del 2008 también llamada la crisis de las
subprimes, hoy más que nunca marca la dinámica del sistema eco-
nómico financiero mundial, el cual está ante la emergencia de dise-
ñar un amplio reacomodo operativo coordinado internacionalmente
que logre rescatar un funcionamiento adecuado y estable del sector
financiero y la economía real. Ello dice bastante de la envergadura
del propósito cuando es evidente que el ascenso de nuevos polos de
poder –como China y Rusia, India y Brazil– dificultan un consenso
estabilizador globalizado y de impacto. La última reunión del G-20
que tuvo lugar en Korea, Seúl en noviembre 2010 no deja lugar a
mayores conclusiones. La «guerra de divisas» entre países parece ser
la regla antes que la excepción y cada país se vuelca con preferencia
hacia la contención del impacto de la crisis en sus economías reales
internas donde el desempleo, el déficit fiscal, la contracción del PIB
además del descuadre bancario y bursátil se han constituido en una
amenaza sólida a la propia sostenibilidad del equilibrio político y
socioeconómico.
Hasta ahora el seguimiento de la dinámica económico-financiera
mundial ha contado con el uso de una gruesa batería de indicadores
convencionales por parte de instituciones internacionales o hemisfé-
ricas así como de reputadas calificadoras de riesgo. Estas, en su
mayoría, no pudieron prever aquellos acontecimientos ligados a la
dinámica propia de los mercados y a los elementos que interactúan a
la hora de compatibilizar la red sistémica de decisiones económicas y
financieras a escala mundial.
38. 37DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
La efectividad de los convenios, tratados y alianzas de coopera-
ción y de comercio quedaron a un lado a la hora de verse afectados
los países en sus intereses particulares y verse aumentados los riegos
de sostenibilidad en la economía y los negocios. Ya hace tres años que
comenzaron a evidenciarse los efectos de la crisis en los principales
indicadores económicos y financieros. Ya no se confía suficientemen-
te en la fuerza, la flexibilidad en las respuestas y la dinámica auto-
sostenible del desempeño económico en USA; la Unión Europea y
algunos países emergentes.
La crisis se hizo presente, se propagó y amplió su impacto a nivel
planetario y aun todavía la reciente reunión del G-20 en Seúl conclu-
yó en compromisos por demás ambiguos y de difícil cumplimiento
que no van más allá de los convencionalismos y las formas que se
permiten en el papel. De acuerdo a ello, las tendencias parecen evi-
denciar que la globalización, o apunta hacia su fin o requiere un
amplio refuerzo integrador, dado que las iniciativas visibles en el
mundo apuntan hacia la guerra de divisas y los correspondientes
brotes generalizados de barreras proteccionistas de los países al co-
mercio y al flujo de capitales. Es decir las soluciones colectivas se tor-
nan difíciles y privan –y privarán– cada vez más en las decisiones, los
intereses particulares de los países y sus ciudadanos, quienes se jue-
gan –quieran o no– su mejor o peor condición socioeconómica de
vida actual y futura al verse de alguna forma afectados por circuns-
tancias prácticas de difícil control.
la sostEnibilidad dE la producción y El EmplEo:
el problema de fondo
Cuando ocurrió la crisis de los años 30 en USA la economía nor-
teamericana exhibía una bonanza que había alcanzado un grado de
consolidación apreciable de acuerdo a los indicadores convenciona-
les, como el crecimiento del PIB y del consumo; un curso de inversión
regular; estabilidad en los precios; alto nivel de empleo y un ritmo
sostenido en las ventas de bienes y servicios. Había un desempeño
halagüeño en la socioeconomía del país y por tanto estaba –de alguna
forma– instalada la confianza ciudadana en las políticas públicas. Pe-
ro, la producción es un proceso social cuyos agentes y componentes
39. 38 Antonio Márquez
deben necesariamente converger en un momento y lugar determina-
dos para garantizar su continuidad. Una vez alterados el ritmo y los
quantums en las proporciones de esa convergencia aparecen las fisu-
ras y se amenaza la continuación del proceso (Krugman, 2009) expre-
sa esta circunstancia de una manera gráfica cuando escribe:
«los mercados, usualmente actúan para acoplar oferta y demanda…» «pero durante
una abrupta caída de la economía, la oferta está en todas partes y la demanda no.
Hay trabajadores que quieren emplearse pero no hay suficientes plazas, hay buenas
fábricas pero no hay suficientes órdenes de compra, hay tiendas abiertas pero no
suficientes clientes…» «hay déficit de demanda para ciertos bienes y servicios»
(negrillas propia)1.
Ahora bien, llevando estos eventos a la escala humana, el desaco-
plamiento de estos componentes del gran proceso social que es la
producción, da origen a los conocidos cracks de la economía o bien
conocidas crisis en los países, en los cuales una vez que se incuban
afectan –por decir lo menos– de manera directa y determinante la
condición socioeconómica de todos los factores de la sociedad; bien
que se trate de agentes económicos, financieros públicos y/o priva-
dos o bien que se trate de simples ciudadanos de la comunidad ordi-
naria, o aquellos pertenecientes a la élite rica de la sociedad.
En USA, durante el período previo a la crisis de los 30’s existía un
boom generalizado en casi todas las actividades de la economía y
sobre todo en sectores claves y dinámicos como la construcción
–casas, carreteras, edificios, fábricas– industrias emergentes como la
de automóviles, petróleo, acero, electricidad, aparatos eléctricos, etc.,
pero también prosperaba el mercado bursátil y las actividades liga-
das a la especulación, el cual era altamente rentable, operando en un
mercado cuasi autónomo y diferente al de la oferta y la demanda de
la economía real de bienes y servicios. Allí, las cotizaciones de los va-
lores, en una fase inicial se amparaban en el respaldo que tenían las
acciones de compañías serias y respetables, con un lugar sólidamente
ganado en el mercado. Pero en la Bolsa de New York también comen-
1 Krugman, Paul (2009). The return of depression economics, and the crisis of 2008.
w.w. norton & company, Inc., p. 16.
40. 39DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
zó a negociarse el «prestigio» de las compañías el cual estaba implíci-
to en el valor de las acciones las cuales se inflaron hasta alcanzar pre-
cios desbordados vía las cotizaciones y fuera de toda correspondencia
con la realidad. Después sobrevino la crisis y el caos que se propagó al
resto del mundo y que de manera impactante, dio al traste con todas
las bondades económicas –y sus derivados– que hasta ahora el país –y
el mundo– habían exhibido hasta el año 1929.
De manera que a partir de allí lograr la sostenibilidad de la pro-
ducción y el empleo quedó perfectamente identificado como el
verdadero problema que subyace en el fondo de la historia socio-
económica y política de los países, permeando –por su relevancia–
hacia el presente y el futuro de corto y largo plazo.
Independientemente de que los factores desencadenantes de las
crisis tanto del siglo XX como del presente siglo, tengan manifesta-
ciones predominantemente financieras, ésto es aparente. En esencia,
el análisis debiera hacerse bajo la consideración de que la economía
como actividad inmersa dentro del proceso social que es la produc-
ción de bienes y servicios, comporta en su realización la conjunción
de la esfera financiera y la esfera real de la economía para transfor-
mar materia prima e insumos y en bienes finales utilizando los facto-
res de la producción.
En el esquema Nº 1 (ver pág. 40) se presenta una elaboración
aproximada sobre las fases que acontecen en las crisis mundiales. Allí
se resume una visión general, de algunas de las causas, manifesta-
ciones, vías de propagación y medidas más frecuentes que de una
manera u otra siempre están presentes a la hora de caracterizar un
perfil de las mismas.
Este empeño no se torna fácil en virtud de que, como señala
Krugman: «Hay un círculo vicioso en las crisis financieras»2, ello necesa-
riamente conduce a que a veces las causas se transformen en vías de
propagación y éstas a su vez en las manifestaciones; o las medidas
generan nuevas causas de mayor propagación, etc., pero por razones
de la exposición mantendremos el esquema.
2 Ídem.
42. 41DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
Allí se observan dos naturalezas de elementos: los de la econo-
mía real y los de la esfera financiera que están por supuesto, inextri-
cablemente unidos como factores adscritos a la dinámica de las crisis.
A pesar de esta simbiosis, por razón de análisis puede asumirse un
deslinde artificial derivado de la naturaleza diferenciada entre lo real
y lo financiero. De esta forma, puede marcarse de alguna manera un
camino para identificar causas y efectos en la responsabilidad de
explicar el status de la condición socioeconómica de los ciudadanos
y evaluar la posibilidad de diseñar políticas regulatorias y normas
para prevenir disfunciones que distorsionen la utilidad pública gene-
ral de los mercados financieros tanto bancarios como bursátiles.
Un análisis desde el esquema en referencia, muestra que, desde el
ámbito financiero, hay un nutrido consenso en que las crisis se ori-
ginan por causa de una especulación exagerada en el precio de las
cotizaciones de los valores en la Bolsa, causando un desplome gene-
ralizado del mercado bursátil y quiebra de instituciones financieras
–bancos comerciales, de inversión y bolsas– cuyo efecto se propaga
por vía del pánico que se genera a través de la explosión de «burbu-
jas», ante lo cual los gobiernos tienen que adoptar medidas de diver-
sa índole para detener el efecto dominó y rescatar la economía del
caos y la bancarrota. La crisis actual que comenzó en 2008 además de
su naturaleza más compleja, ha emergido en un contexto donde la
globalización de la economía ha propagado sus efectos de manera
acelerada y en una escala sin precedentes, hacia la mayoría de los
países del mundo desarrollado. En alguna medida y en grado no uni-
forme, con todo y la comprensión holística del problema que afecta a
todos, la recuperación se ha tornado difícil y sigue anclada a dificul-
tades de diversa naturaleza las cuales se renuevan y autorefuerzan
cada día, dando pie a una ampliación de las dificultades para lograr
consenso en la adopción de medidas dirigidas hacia el rescate de sus
propias economías internas.
VEnEzuEla: Un caso de vUlnerabilidad extrema
En el propósito del seguimiento del hilo conductor que articula
factores de la economía real con algunas de las manifestaciones
conocidas de las crisis financieras, se han plasmado en el esquema
43. 42 Antonio Márquez
elaborado Nº 2 anexo (ver pág. 43), algunas relaciones importantes
que pretenden ilustrar secuencialmente esa compleja dinámica. Entre
las causas de las crisis se hace elocuente la existencia necesaria de un
desequilibrio para que se propulse la crisis y se manifiesten anoma-
lías como la caída progresiva del PIB, el desempleo, la caída de la
demanda, caída de precios y la quiebra de empresas. Comienza luego
una propagación del malestar económico y se instala en el público y
los agentes económicos, la expectativa pesimista, la oferta de liquida-
ción masiva de bienes a bajos precios y la falta de credibilidad en las
políticas públicas para corregir los desequilibrios desatados. En si-
multáneo, los gobiernos toman medidas de mayor o menor coheren-
cia y amplitud tratando de rescatar orden y equilibrio para reactivar
la economía mediante el estímulo del empleo, el salvataje de empre-
sas claves y la dinamización del mercado estimulando el consumo y
la inversión.
Esta es una visión simplificada y esencial de las crisis, donde se
muestran los componentes que se impactan desde la economía real y
a los efectos de analizar el engranaje que reproduce la condición so-
cioeconómica de los ciudadanos quienes son, al final, los afectados o
beneficiarios de la intervención de los elementos componentes del
sistema. De acuerdo a ello, se trata de proponer soluciones para su
mejoramiento progresivo y su sostenibilidad dentro de lo poco que
permite el largo plazo.
Para ello, hay que asignar importancia a la idea de que, el entor-
no socioeconómico general y financiero del mundo actual es de una
complejidad considerable donde hay que tener presente eventos y
tendencias de gran diversidad y de signos eventualmente contradic-
torios los cuales afectan la calidad de los resultados en las políticas
públicas en cualquier contexto.
Amanera de ejemplo, es oportuno señalar que, la crisis de las sub-
primes está presente en el mundo y se mantiene desde el 2008, y es
indudable que sus efectos más contundentes se han sentido en países
como USA y en la Unión Europea, Grecia, Irlanda, Portugal y España
–por ahora– donde se ha evidenciado un franco crecimiento de las
tensiones sociales producto del choque entre el interés general de los
ajustes fiscales y el propósito de sus ciudadanos de mantener sin des-
mejoras sus condiciones socioeconómicas de vida.
45. 44 Antonio Márquez
En línea con esas tendencias, un conjunto de iniciativas ha tenido
lugar para enfrentar la situación, entre las cuales destacan:
• Los gobiernos de esos países han puesto en práctica lo usual: res-
cate de bancos, ajustes presupuestarios y recortes de beneficios
sociales, además de regulaciones y supervisión continua de insti-
tuciones y seguimiento e inspecciones de gestión.
• Los países del Bric (Brazil, Rusia, India y China) han tomado me-
didas preventivas a fin de contener «coletazos» de la crisis sobre
sus economías que están hoy día en franco proceso de crecimien-
to y bonanza. Con ello preservan la sostenibilidad del llamado
Núcleo Socioeconómico de Vida Ciudadana (NCSVC) y aplican
medidas para crear «holguras» útiles en momentos de dificultad
general por causa de la crisis mundial.
• El resto de los países de economías medias y específicamente los
suramericanos están alertas acerca de los posibles impactos de la
crisis sobre sus economías y adoptan políticas de preservación
del desempeño económico que han tenido hasta ahora, el cual se
perfila halagüeño hasta 2010 y por ello hacen esfuerzos visibles
por expandir sus bondades. p. ej.: Colombia, Chile y Brazil.
El modElo fisco/pEtrólEo
• Venezuela es un caso excepcional entre los países latinoamerica-
nos puesto que es altamente vulnerable al depender su acopio de
divisas en un 95% del crudo petrólero. No tiene maniobrabilidad
interna para enfrentar una situación crítica que se presente en el
mercado mundial de crudo petrolero, –como ha pasado antes en
1973– bien sea por caída de la demanda debido a la recesión mun-
dial o por descalabro en los precios del crudo o por reacomodos
en la geopolítica. La situación se torna más excepcional y crítica
cuando se observa que la producción actual venezolana de esta
commodity está en un nivel promedio de 2.300.000 barriles dia-
rios; menos de un 30% con respecto a la producción de hace 3
años que era de 3.200.000 b/d. De la producción actual 600.000
b/d son para el consumo interno venezolano; 1.200.000 para el
46. 45DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
consumo de USA; 100.000 b/d a Cuba, 200.000 a China y 200.000
b/d al pacto de San José en Centroamérica. Es una oferta estrecha
que, sobre todo, no es flexible a corto plazo, lo que plantea un
cuadro restrictivo ante una contingencia de merma en los ingre-
sos en divisas por baja de precios.
• Esta debilidad estructural coloca al país en una situación de ex-
tremado riesgo a la hora de responder ante adversidades posibles
que emerjan de fuerzas exógenas sobre las cuales hay escaso con-
trol. El riesgo aumenta como amenaza cuando se constata que no
hay alternativas de respuesta en el corto –y quizás ni siquiera en
el mediano– plazo dado el cuadro de parálisis de la inversión en el
resto de la economía no-petrolera y merma creciente de la capa-
cidad de producción instalada; situación que se agrava aún más
por cuanto no hay compensación posible de la oferta por aportes
provenientes de la inversión extranjera directa.
• Algunos indicadores constatan en buena parte esta aseveración y
sobre ellos hay que actuar en forma concertada desde el gobier-
no, contando con el concurso del sector privado y su gran poten-
cial ya instalado, a fin de aportar una respuesta concreta en un
futuro determinado en el sentido de ampliar, mediante una oferta
diversificada de bienes y servicios, la sustentación de la economía
nacional en un marco de cierto equilibrio.
• Según cifras de Conindustria en su encuesta de diciembre de 2009,
la capacidad utilizada por todo el sector industrial estaba en el
orden del 54,18%. En las pequeñas y las medias la capacidad ins-
talada en uso era del 45,4% y 50,0% respectivamente. En el año
2010 el uso de la capacidad instalada se situó en el 48% y sólo un
20% de las industrias grandes y medianas invirtieron para incre-
mentar la producción; pero en general, la inversión pública y pri-
vada cayó en 28%. El desempeño es recesivo también en una
industria básica importante como la Siderúrgica del Orinoco (Si-
dor) que, de una producción de 3.8 millones T.M. de acero líquido
en 2009, en 2010 obtuvo sólo 2 millones de T.M., lo que representó
una merma de 47,7% según Pedro Acuña, Director principal de
Sidor, (El Universal 21/11/10;). Esta merma obviamente afecta la
producción de cabillas para el sector construcción y de hojalata
47. 46 Antonio Márquez
para envasar alimentos. Agregado a ésto, las cifras del desempe-
ño del PIB del país durante ocho trimestres consecutivos hasta
noviembre de 2010 reseñan un declive continuo y para el primer
trimestre de ese año hubo una caída del –5,8% y en el semestre
alcanzó a –3,5%. Durante el año 2009 el PIB declinó en 3,3% según
los registros del BCV.
• Venezuela –como se dijo– a diferencia del resto de los países sur-
americanos, exhibe una situación económica muy peculiar que
debiera motivar al gobierno a organizar una respuesta realista y
articulada que reanime como prioridad el crecimiento de la eco-
nomía y el empleo. Ambos espectros presentan un cuadro crítico.
El PIB tiene ocho trimestres en caída hasta diciembre de 2010 y no
se perciben medidas efectivas y de impacto para su rescate, junto
al empleo formal, el cual se deprime por la segregación de traba-
jadores en las empresas y fincas expropiadas y por el estanca-
miento y contracción de los niveles de inversión en las pymes y
en el sector de la construcción así como en el comercio que son al-
tos generadores de empleos directos por excelencia.
• Las medidas anunciadas por el gobierno para atender el proble-
ma de la estanflación que sacude la socioeconomía venezolana
no parecen tener la efectividad esperada bajo ningún respecto.
Yendo de lo general a lo particular, tenemos que, la inflación se
mantiene en niveles cercanos al 30% anual, bien lejos de las esti-
maciones oficiales que eran entre 22% y 25% para el 2010; ello,
tomando en cuenta que existe un control de precios vía subsidio
para un rubro que destaca por su importancia como los alimen-
tos cuyos suministros (productos agrícolas y animales) provie-
nen casi en un 70% del extranjero principalmente de Brazil y
Colombia, y se importan hasta diciembre de 2010, a un dólar pre-
ferencial de 2.6 Bs/US$, lo que oculta una franja inflacionaria
superior a lo señalado. El alto nivel de inflación perfora de forma
grotesca el ingreso de los ciudadanos y especialmente el de los
estratos más pobres de la población dado que en su patrón de
consumo éstos son bienes de demanda inelástica que represen-
tan aproximadamente el 45% de su ingreso mensual. El gasto en
alimentos, viviendas y servicios públicos absorbe alrededor de
un 78% del ingreso familiar. El gasto en salud, educación y en
48. 47DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
vivienda absorbe un 40% aproximadamente de los ingresos de
los hogares. El resto se asigna a misceláneos diversos. Las me-
didas anunciadas por el gobierno para atender estos cuatro com-
ponentes básicos de la condición de vida del ciudadano, han
chocado con diversas fallas que van desde su falta de organicidad
y consistencia a la hora de diseñar el marco general de la política
social, hasta su desbordamiento en el control de su ejecución por
parte de una burocracia voluminosa pero de poca pericia técnico-
gerencial. Además, se trata de un cuadro de carencias cuantitati-
vamente extenso que ha sido tradicionalmente excluido como
objeto de atención de las políticas públicas y que ha crecido sus-
tancialmente en sus expectativas de acceso y mejoras. Esta cir-
cunstancia ha presionado de algún modo la agenda fiscal del
gobierno quien ha visto como propicio el noble motivo para pro-
curar financiamiento, para garantizar la ejecución de esta política
mediante endeudamiento y firma de compromisos a futuro que
resultan onerosos para el país y que atan su holgura gerencial. En
este sentido destaca el convenio de préstamo celebrado con Chi-
na por un monto de 20.000 millones de dólares, pagadero con
cuotas de la producción petrolera de 200.000 b/d. Por otra parte
el gobierno se vio ante la disyuntiva –no obligada por cierto– de
reeditar la política de la Apertura Petrolera que auspició el Dr.
Caldera en 1996, pero ahora sobre un objeto específico: La faja pe-
trolífera del Orinoco, haciendo ahora a las compañías extrajeras
–Chevron, Repsol, Petrobrás y Brittish Petroleum– socias accio-
narias del 40% del negocio de extracción durante un lapso de 40
años para operaciones sobre el subsuelo venezolano, pudiendo
ahora estas empresas procurar financiamiento en los mercados
financieros y garantizar sus operaciones con apoyo en estos con-
tratos y en su carácter de socias.
• El cuadro crítico nacional se amplía cuando se examinan los nive-
les de desempleo laboral el cual anda por un orden superior al 10%
con muestras claras de aumentar con el incremento en el número
de las empresas expropiadas –que ya suman más de 230 em-
presas– y que han dejado sin empleo a más de 15.000 trabajadores
sólo en el último año. Muchas de esas empresas ahora bajo la
administración del gobierno, aun no están funcionando ni siquiera
49. 48 Antonio Márquez
a 1/3 de su capacidad anterior y los trabajadores despedidos no
han sido absorbidos ni por otras empresas ni en la nómina del
sector público, ni lo serán, de acuerdo a lo declarado por el propio
Presidente Chávez en noviembre de 2010. Les queda el recurso de
ir al sector informal de la economía, que es el responsable por casi
un 45% de la ocupación del país
• Aunado a ésto, el sector privado formal no muestra un clima ex-
pansivo sino retractivo, como lo muestran los registros históricos
del PIB y las inversiones privadas están prácticamente paralizadas
y por lo tanto en la práctica cuentan poco a la hora de generar nue-
vos puestos de trabajo para la producción de bienes y servicios.
• Las cifras de conindustria (Diario El Mundo de fecha 24/02/11,
p. 6), basándose en las cifras sectoriales del BCV, muestran el de-
clive del PIB industrial durante el lapso de dos años consecutivos
(2009-2010) por trimestres:
Año I II III IV Total
2009 -0.6 -8.3 -4.5 -9.1 -6.9
2010 -9.8 -3.8 -0.2 0.3 -0.4
Fuente BCV. Mensaje de fin de año del presidente.
Año I II III IV Total
2009 0.7 -2.5 -4.5 -5.8 -3.3
2010 -4.8 -1.7 -0.2 0.5 -1.4
Fuente BCV. Mensaje de fin de año del presidente.
En cuanto al PIB total a precios constantes de 1997 las variacio-
nes puntuales muestran lo siguiente:
Este declive en el PIB total e industrial del país coexiste con una
utilización de la capacidad instalada en la industria del orden del
54% según Conindustria.
50. 49DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
• Aeste resultado en el desempeño del PIB contribuyen un conjun-
to de eventos y factores entre los cuales se destacan los siguientes:
— A pesar del control de cambio, la salida de capitales sigue y
crece, situándose en U$ 19.1 millardos y U$ 23.8 millardos en
2010 y 2009 respectivamente; y desde 2003 la fuga de capitales
asciende a U$ 111.5 millardos (Declaración de Ángel García
Banchs al Diario El Nacional de fecha 22/03/11, p. 5). Este
comportamiento afecta de manera determinante el cuadro
general de dificultades que exhibe la economía por cuanto se
diluyen aún más las posibilidades de impulsar la producción
hacia el crecimiento, sobre todo en una circunstancia en que se
requiere mayor disponibilidad de recursos para el financia-
miento de las inversiones.
— Según el último estudio de Venancham, (año 2010) un 75% de
las empresas operativas que pertenecen a esa Cámara, no de-
sean invertir en el país. Y de toda la inversión extranjera di-
recta en América Latina en 18 países, sólo Venezuela tuvo un
retroceso de -3.105 millones de US$ durante 2009 (según Ce-
pal, Diario Tal Cual del 26/07/10).
— La Inversión Bruta de Capital Fijo, otra variable clave cuyo
comportamiento es expresión de la falta de crecimiento de la
economía, tampoco muestra resultados halagüeños si se ob-
serva su comportamiento para el período 1999-2007 que fue
del 25,3% del PIB, cuando durante el lapso de 1973-78 fue del
47,5% y los 9 años transcurridos desde 1989-98 se situó en
igual nivel que en los últimos 9 años relacionados: 25,1%, lo
cual dice suficiente acerca de su estancamiento3. Esta variable
comprende a las inversiones en edificaciones, instalaciones y
equipos que serán dedicados a producir.
— El déficit en los ingresos ordinarios continuará para el año
2011, y también los sucesivos endeudamientos del gobierno
3 García L., Humberto (2008). La vulnerabilidad externa de la economía vene-
zolana actual. Revista Nueva Economía. Academia Nacional de las Ciencias
Políticas y Sociales. Caracas. Año XVI, volumen Nº XVI. Nº 28. (15-12-08),
p. 94.
51. 50 Antonio Márquez
para sufragar la estructura del Gasto tanto Corriente como de
Inversión en áreas exponencialmente críticas como son la vi-
vienda y los subsidios a los alimentos importados que repre-
sentan un 70% del consumo de toda la población en ese rubro.
Agregan presión también las necesidades de inversión para
lograr la recuperación de niveles más altos de la producción
del crudo petrolero, y las altas inversiones que se requieren a
corto plazo para aumentar la generación y distribución del
fluido eléctrico, así como las requeridas para rescatar la ope-
racionalidad de las industrias básicas de Guayana. La falta de
previsión y de integridad en los objetivos constituyen una se-
ria deficiencia en la planificación centralista que en contra de
la racionalidad económica mantiene el gobierno.
• En este clima contractivo de los niveles de producción en general,
el creciente desempleo se ha consolidado como una tendencia
grave que afecta medularmente la condición de vida del ciudada-
no común. Esta situación se traduce en una debilidad difícil de
abatir en las actuales circunstancias de estancamiento con infla-
ción que vive el país y más aun cuando el gobierno persiste en
aplicar una estrategia de crecimiento y desarrollo de escasa viabi-
lidad y ausencia de sentido práctico, precisamente cuando el
mundo desarrollado se debate en un clima de reacomodos y ten-
siones como producto de la crisis global, circunstancia la cual
aumenta el riesgo en el desempeño económico y social de los paí-
ses pequeños y monoproductores como Venezuela.
• Resulta claro que, auscultar la naturaleza y las características de
esta debilidad que afecta la condición de vida del venezolano pa-
rece ser el problema de fondo hoy, puesto que el entorno de difi-
cultad para destrancar la economía se agrava con el tiempo. Y en
la inflación y el estancamiento no se observan proclives a ceder
con las medidas y políticas desarticuladas y de escaso alcance que
aplica el gobierno. Esas medidas adolecen desde su diseño de un
grave defecto: la improvisación y carencia de sentido práctico y
una total falta de integralidad que facilite su viabilidad en la ejecu-
ción. El problema no ha sido suficientemente diagnosticado por el
oficialismo en su verdadera naturaleza y sus componentes. Las
52. 51DESARROLLO SOCIOECONÓMICO PRODUCTIVO
metas de producción definidas por el gobierno se han tornado
inviables por cuanto no están a tono con el comportamiento de
las inversiones, afectando negativamente los resultados. Las
cifras de inflación, que la exponen como fenómeno clave que
afecta de manera contundente tanto la prospectiva de la produc-
ción real como la perspectiva a mediano plazo de la condición de
vida del ciudadano común, son abundantes y suficientemente
convincentes a tales efectos. Los propios Bancos del extranjero
señalan que en 31 meses de data registrada, el índice de inflación
mensual jamás bajó del 1,2% lo cual es bien alto cuando se com-
para con los niveles anuales de inflación en la mayoría de los paí-
ses sudamericanos donde ésta anda por un rango promedio entre
3% y 4% al año (Fondo Monetario Internacional. Diario El Mundo
del 04/05/11). Según el BCV a fines de 2010 la inflación alcanzó
el 27,1% y la contracción de la economía fue del –1,4% así se com-
pletarían dos años continuos de alta inflación y caída del PIB ope-
rando en un entorno de progresivo endeudamiento externo e
interno –casi 75.000 millones de US$ de deuda hasta diciembre
2010– y bajísima propensión a invertir del sector privado que ope-
ra a un 54% en promedio de su capacidad instalada (Conindustria
2010). Esto es importante a la hora de explicar por qué se ha incu-
bado un ánimo pesimista en las perspectivas de la economía; áni-
mo el cual se amplía aún más en cuanto se incorpora el elemento
de la tragedia acaecida en diciembre de 2010 por causa de las llu-
vias y las inundaciones generalizadas que debilitaron aún más los
indicadores de la producción nacional, afectando a sectores neu-
rálgicos de la economía como la industria, las manufacturas, el
turismo, la agroindustria y la construcción. Ello augura una pros-
pectiva de aún mayor inflación y crecimiento económico modera-
do, ya que ni siquiera un sector tan dinamizador para la economía
como la construcción tiene visos de reanimarse. El PIB de la cons-
trucción durante 2009-2010 muestra un declive franco a partir del
tercer trimestre de 2009. En el año 2010 ese PIB sectorial alcanzó
un crecimiento negativo del 6.7% en los tres trimestres.
• En este entorno del sector construcción se inscribe la problemáti-
ca real del sector vivienda que, a pesar del déficit existente de 2
millones de unidades, hasta la fecha no había sido incorporada
53. 52 Antonio Márquez
como parte de alguna política de Estado. Ahora con la calamidad
agregada de las lluvias de finales de año, el problema –y la facti-
bilidad de ejecutar un plan de vivienda– se agrava aún más por la
emergencia. Ello se torna peor cuando se observan los índices in-
flacionarios del sector construcción y sus componentes, en donde
según el BCV, el nivel de precios se aceleró en 18,7% en 12 meses.
(BCV, diario El Universal del 02/03/11)
• En la comparación de noviembre de 2009 y 2010 se observó el
siguiente comportamiento de los insumos del sector:
INCREMENTO DE PRECIOS (%)
Productos
1. acero 15,7% (mayoristas)
24.0% (productos)
2. plomería 26,8%
3. concreto y agregados 21,7%
4. pinturas 27,8%
5. productos de arcilla 15,1%
6. máquinas y equipos para la construcción 15,4% (básicamente importados)
Período: nov 2009-nov 2010
Fuente: BCV.
SECTORES: MANUFACTURA Y CONSTRUCCIÓN
Sector/ Trimestre Manufactura (%) Construcción (%)
I -0.6 2.7
II -8.3 0.5
2009 III -9.1 1.8
IV -6.9 -3.5
I -9.8 -7.2
II -4.0 -5.1
2010 III -0.1 -7.9
Fuente: BCV.