Este documento describe la posibilidad de una revolución en el conocimiento humano más allá del conocimiento analítico basado en los sentidos físicos. Propone que la mente humana puede desarrollar formas más directas de conocimiento a través de la meditación y los sentidos internos. Esto permitiría avanzar en nuestro desarrollo emocional, intelectual y espiritual para alcanzar un conocimiento más profundo e íntimo de la realidad.
1. LA REVOLUCION DEL CONOCIMIENTO
La humanidad ha hecho grandes progresos que facilitan actualmente la vida física, sin embargo
podemos decir que vivimos en la infancia temprana de nuestras posibilidades emocionales,
intelectuales y espirituales. Para avanzar en estas tres direcciones más raramente exploradas y
desarrolladas se nos hace preciso afinar los instrumentos de contacto con el mundo y abrirnos a
nuevasformasde conocer.La visiónde larealidadestáfundamentadaenlainformación sensorial
que recibimosatravésde los sentidos físicos, y hay otras posibilidades que pueden revolucionar
nuestramentalidadrelacionadascon la exploración del mundo a través de los sentidos internos.
Tenemoslaposibilidadde traspasar los límites del conocimiento analítico y ser partícipes de una
revolución que lleva años iniciada pero no culminada, la revolución del conocimiento.
¿Qué significalarevolucióndel conocimiento?Desde hace miles de años la mente humana como
instrumento que nos permite percibir el mundo funciona fundamentalmente mediante un
mecanismo de analogía o comparativa que establece una memoria experiencial como base del
conocimientode lascosas.Este mecanismo ha permitido el avance desde el animal al humano, y
en consecuencia está tan íntimamente instalado en nuestra forma de contacto mental con la
realidadque noscuestaconcebiralgunaotra formade relación con los objetos, hasta el punto de
negar la posibilidad de un contacto directo con la verdad de las cosas y relegando esta opción a
una “experiencia paranormal” no justificable ni verificable por medio alguno. Esta negación nos
condenaa un conocimientomenor,ysobre todoaborta lasposibilidadesde que lavía intuitivasea
desarrollada sin riesgo de hacerse esclava de una manipuladora emocionalidad partidista de
nuestrosinteresespersonales.Larevolucióndelconocimientonosabre laposibilidadaun tránsito
desde una forma de contacto con los objetos indirecto a uno directo.
Aunque nuestra propia ignorancia y temor nos lleven a permanecer paralizados ante una puerta
abierta de desarrollo a una capacidad mental al intelecto, la historia testimonia que grandes
descubrimientos e inspiraciones muy valiosas para el progreso humano han sido alcanzados sin
intervención del intelecto razonativo y sin necesidad de una experiencia anterior que las
sostuviese. Es más, si el desarrollo de la humanidad se hubiese limitado a los datos de la
experiencia pasada, no habríamos traspasado la Edad de Piedra.
Lamentablemente lavitoreadalibertadde pensamientode Occidentenoestásiendoaprovechada
en todo su potencial, no solo por la gran masa sino incluso por la élite intelectual que en los
medios de percepción del mundo sigue siendo conservadora, y por tanto nos encontramos con
dificultades para realizar progresos evidentes en el conocimiento del mundo.
Por supuestoque tenemosque asumirque nuestrosprimerosybalbuceantespasosenladirección
de un conocimiento directo o intuitivo son vacilantes, pero esta no ha de ser una razón para
atemorizarnos ni desalentarnos, hay testimonios previos que podemos recoger y seguir sin
perjuicio de nuestra propia revisión experiencial.
Aunque las personas más intelectuales se vanaglorian de haber trascendido las esclavitudes del
dogmade lareligión,desdeaquíles invitoaque reflexionensi no han sido atrapados en el dogma
2. de la cienciao de la filosofía,launaexpresándoseensuvisiónutilitariade la naturaleza para fines
económicos humanos y la otra fiel servidora del intelecto razonador. Invito también a que
reflexionemos si construimos nuestra vida según fórmulas que se corresponden con nuestro
propiosentidode larealidadosi estamos atrapados en construcciones ajenas de la realidad. Con
frecuencia cogemos el pez y se nos olvida que sería preferible tener la caña.
El campo de nuestroconocimientopuede serentrenadomuchomásalládel puroanálisisy mucho
más allá de la realidad material medible instrumentalmente por medios físicos, todo lo que
necesitamosesexplorarpacientemente esta posibilidad que está presente en los orígenes de la
práctica meditativa. Aunque en Occidente hemos adoptado la meditación oriental como una
formade calmar nuestraagitadamente dándole un significado puramente utilitario y puntual, el
entrenamiento meditativo está desarrollado en torno a la ampliación de las capacidades de
conocimiento sobre la vida y el mundo.
La experienciaobtenidamediante laprácticameditativahadadotestimoniode que ciertasformas
de promoverunapasividadintelectual, o lo que es lo mismo un cierto cese en el hábito analítico
reiterado, han facilitado una respuesta creativa a los asuntos mayores o menores de la vida. Sin
embargo,el misticismopuroe interesadoenunaúnicaexperienciadel “vacío”,ha demostradoser
poco operativoenlarealidadcotidianadel serhumano.Yesque laslíneasde investigaciónmística
no está agotadas, y temporalmente ha habido una separación entre la vida material y espiritual
que las ha hecho parecer infértiles, y sin embargo son un gran reto tanto para el científico como
para el filósofo o para el hombre de acción, el ejecutivo.
La revolución del conocimiento es la gran revolución que tenemos pendiente como especie. El
progresoenla vidamaterial todavíaafectaa una minoríade la humanidad, pero con evidencia no
puede ser seguro en su expansión si no se progresa en la vida emocional, mental y espiritual.
Realmente hay poca diferencia entre las estructuras emocionales del hombre primitivo y las del
hombre actual, lo cual está trayendo consecuencias graves como el deterioro de los recursos
materialesporfaltade sensibilidad para con los demás y con la naturaleza. Y pese al consumo de
recursosse hace patente unainsatisfacciónendémicaque unmayornivel tecnológiconosoluciona
y a la que la fórmula básica de religión organizada e institucionalizada en todas sus variables no
aporta una salida.
Si podemos reconocernos en este escenario, opino que vale la pena que dediquemos parte de
nuestros recursos personales y temporales en el avance hacia un conocimiento más íntimo y
verdaderode lascosas.Para ello parece obvio que primero tendremos que conquistar un estado
emocional menosalteradoyagitadoque afectaa la percepción,estaprimeraniebla tiene que ser
despejada para que la verdad de nuestra vida pueda ser vivida con responsabilidad y con una
participación real de nosotros mismos. Cuando esa actitud serena y de equilibrio haya sido
conquistada en unos mínimos, estaremos listos para un desarrollo en las propias formas del
conocimiento que lleva siglos siendo augurado y que en algún momento será dominante, el
conocimiento por contacto directo o conocimiento intuitivo verdadero.
3. Todavía no hemosllegadoni al umbral de las posibilidades de la mente, y si nos reconocemos en
un punto en el que nos abruma el exceso de información pero no sabemos bien qué hacer con
ella,se nospresentaante nosotroslaposibilidadde apelaralaverdadera sabiduría y sus caminos.
La técnica que más nos aproxima actualmente a este nuevo horizonte del conocimiento es la
Meditación Integral, en la que se combinan las herramientas que desarrollan capacidades
mentales con herramientas que nos ponen en contacto con la dimensión espiritual, en la que
residen los principios de desarrollo de una mente superior humana.