2. ANATOMÍA DE LA VESÍCULA
• ¿Dimensiones?
7 a 10cm de largo y 1.5 a 4cm de diámetro
• ¿Capacidad promedio?
30ml
• ¿Capacidad Máxima?
300ml
• ¿Irrigación?
Arteria cística
• ¿Drenaje Venoso?
Venas císticas pequeñas o variantes
7. FISIOLOGÍA - BILIS
• ¿Cuánto producimos al día?
500 a 1000ml al día
• ¿De qué esta formada?
Agua, electrolitos, sales biliares, proteínas, lípidos y pigmentos
• ¿Sales biliares principales?
Colato y quenodesoxicolato
• ¿Qué porcentaje de las sales biliares se resorbe?
95%
8.
9. FISIOLOGIA – VESICULA BILIAR
• Absorción y secreción
• Actividad motora
• Regulación neurohormonal
10. Vesícula Biliar – Absorción y secreción
• ¿Qué porcentaje de la bilis producida se almacena?
Alrededor del 80%
• ¿Qué secretan las glándulas mucosas?
Las glucoproteínas del moco “bilis blanca”
11. Vesícula Biliar – Actividad Motora
• El llenado de la vesícula biliar se facilita por la contracción tónica del
esfínter de Oddi
• ¿Qué pasa durante una comida?
• Colecistocinina
• Cuando se estimula por una alimentación la vesicula biliar vacia de
50% a 70% de su contenido en el transcurso de 30 a 40 minutos
• Se llena de forma gradual durante los siguientes 60 a 90 minutos
16. Estudios Diagnósticos – Ultrasonografía
• Operador dependiente
• Sensibilidad y especificidad mayor del 90%
• Sombra acústica
• Edema de pared (normal menos de 3-4mm)
17. Estudios Diagnósticos – Ultrasonografía
• No permite ver la porción retroduodenal
• Puede determinar el sitio de obstrucción
• Útil para tumores periampollares
• Flujo de vena porta en invasión tumoral
26. Colelitiasis - Evolución
• La mayoría de los pacientes no
presentan síntomas durante la
vida
• En caso de ser sintomáticas la
progresión a complicaciones
relacionadas es mayor
27. Colelitiasis - Evolución
• Suelen diagnosticarse de
manera incidental
• Una vez sintomáticos,
tienden a recurrencia
• Durante 20 años
alrededor de 2/3 de los
sujetos asintomáticos
con colelitiasis no
evidencian sintomas
28. Colelitiasis - Evolución
• No esta indicada una
colecistectomía profiláctica
en colelitiasis asintomática
a menos de comorbilidades
y aislamiento de cuidados
médicos por periodos
prolongados
• Vesícula biliar en porcelana
29. Colelitiasis – Formación de Cálculos
• Falta de solución de solidos
• En países occidentales
alrededor del 80% de los
cálculos biliares es de
colesterol
• 15 a 20% de pigmento negro
• Menor porcentaje pigmento
pardo
30. Colelitiasis - Cálculos de Colesterol
• Cálculos de colesterol puros son
raros, menos de 10%
• Suelen ser únicos, grandes y lisos
• La mayoría suelen ser mixtos pero
70% de su composición es colesterol
• Estos últimos suelen ser múltiples,
duros, facetados o irregulares
31. Colelitiasis – Cálculos de Pigmento Negro
• Casi siempre frágiles, negros y en
ocasiones especulados
• Saturación excesiva de bilirrubinato
de calcio, carbonato y fosfato.
• Mas frecuentes en trastornos
hemolíticos y cirrosis
• En países asiáticos constituyen
mayor porcentaje de aparicion
32. Colelitiasis – Cálculos de Pigmento Pardo
• Suelen tener menos de 1cm
• Con frecuencia blandos y
pulposos
• Se deben a infección bacteriana
por estasis biliar
• Frecuentes en cálculos
primarios en colédoco
35. Colecistitis Crónica – Presentación Clínica
• Dolor constante que aumenta de
intensidad después de media
hora
• De manera característica dura 1 a
5 horas
• Se localiza en epigastrio o
hipocondrio y puede irradiar a
nivel de hombro o entre ambas
escapulas
• Después de comida grasosa
• En caso de duracion mayor de 24
horas sospechar otras patologías
36. Colecistitis Crónica – Diagnóstico
• Prueba diagnostica es el
USG abdominal
• En algunas ocasiones solo
se demuestra lodo biliar,
si el paciente tiene
ataques recurrentes y se
identifica lodo biliar en 2
ocasiones, se justifica una
colecistectomia
• Adenomatosis de vesicula
biliar
39. Colecistitis Aguda - Patogenia
• Secundaria a cálculos
biliares en 90 a 95% de los
casos
• Menos del 1% es causada
por un tumor
• La colecistitis acalculosa
aguda se presenta en
conjunto con otras
afecciones sistémicas
agudas
40. Colecistitis Aguda - Patogenia
• Cuando la vesícula biliar permanece obstruida y sobreviene una infección
bacteriana secundaria, se presenta una colecistitis gangrenosa aguda y se
forma un absceso o empiema dentro de la vesícula biliar. Rara vez se
perforan las áreas isquémicas. La perforación suele contenerse en el
espacio sub hepático por el epiplón y órganos adyacentes.
41. Colecistitis Aguda – Manifestaciones Clínicas
• El 80% de los pacientes tiene antescedentes consistentes con
colecistitis crónica
• Se inicia como colico biliar pero en contraste no remite el dolor,
puede persistir durante varios días
• Presenta fiebre, anorexia, nauseas, vomitos y es renuente a moverse
por inflamación que afecta el peritoneo parietal
• Murphy
• Masa en hipocondrio derecho
42. Colecistitis Aguda – Manifestaciones Clínicas
• Leucocitosis de 12 a 15mil
• Posible elevación de la bilirrubina serica pero menos de 4mg
• En caso de pacientes de edad avanzada y con DM se suele retrasar el
diagnostico por clínica inespecífica, tasa de mortalidad 10 veces
mayor
44. Colecistitis Aguda - Diagnostico
• la prueba radiológica mas útil para el diagnostico es el USG con
sensibilidad y especificidad del 95%
• Murphy sonográfico
• En casos atípicos se suele solicitar una TAC y que puede demostrar
engrosamiento de pared, liquido pericolecístico y presencia de
cálculos biliares
45. Colecistitis Aguda - Tratamiento
• Antibioticos para proteger contra aerobios y anaerobios gram
negativos
• Analgesia
• Tratamiento definitivo colecistectomía, preferible en el transcurso de
2 a 3 días de la enfermedad
46. Colecistitis Aguda - Tratamiento
• La resolución laparoscópica es el tratamiento de elección, aunque es
verdad que la tasa de conversión es mayor en caso del evento agudo
versus el evento crónico
• En pacientes que por alguna razón no son aptos para la intervención,
se tratan con antibióticos y se programan unos 2 meses después.
• El 20% de los casos no responde a la terapéutica medica inicial y
amerita una intervención
• Puede realizarse colecistostomía percutánea o abierta
Notas del editor
La vesícula biliar es un saco den forma de pera, de 7 a 10cm de largo y de 1.5 -4cm de diametro, con una capacidad promedio de 30 ml; cuando se obstruye, puede distenderse en grado notable y contener hasta 300ml. La misma capa peritoneal que recubre al hígado reviste al fondo y la superficie inferior de la vesícula biliar. En su interior tiene un recubrimiento de epitelio cilíndrico alto muy plegado que contiene colesterol y lobulillos de grasa. El recubrimiento epitelial de la vesícula biliar se apoya en una lamina propia. La capa muscular tiene fibras longitudinales circulares y oblicuas, pero sin capas bien desarrolladas. La subserosa perimuscular contiene tejido conjuntivo, nervios, vasos, linfáticos y adipocitos. Tiene la cobertura de la serosa, excepto en el área en que la vesícula biliar esta encajada en el hígado. Desde el punto de vista histológico la vesícula biliar difiere del resto del tubo digestivo porque carece de muscular de la mucosa y submucosa.
La arteria cística que riega la vesícula biliar es casi siempre una rama de la arteria hepática derecha (mas del 90% de las veces) y su trayecto cístico puede variar, pero las mas de las veces se encuentra en el triángulo hepatocístico, el área limitada por los conductos cístico y hepático común y el borde del hígado (triangulo de Calot). El retorno venoso se lleva a cabo a través de venas pequeñas que penetran directamente el hígado o, rara vez, en una vena cística grande que lleva sangre de nueva cuenta hacia la vena porta. Los linfáticos de la vesícula biliar drenan en ganglios situados en el cuello de este órgano. Con frecuencia, un ganglio linfático visible recubre la inserción de la arteria cística en la pared de la vesícula biliar. Los nervios de la vesícula biliar provienen del vago y ramas del simpático que discurren a través del plexo celíaco.
Los conductos biliares extrahepáticos están constituidos por los conductos hepáticos derecho e izquierdo, el conducto hepático común, el cístico, y el colédoco. Este ultimo penetra en la segunda porción del duodeno a través de una estructura muscular, el esfínter de Oddi.
El conducto hepático izquierdo ese mas largo que el derecho y tiene mayor propensión a dilatarse cuando existe una obstrucción distal. Los dos conductos se unen cerca de su salida del hígado para formar un conducto hepático común. Este ultimo tiene 1 a 4 cm de largo y un diámetro aproximado de 4mm. Esta situado cerca de la vena porta y a la derecha de la arteria hepática. El conducto hepático común se une en Angulo agudo con el conducto cístico para formar el colédoco
Son importantes en cirugía las variaciones del conducto cístico y su punto de unión con el hepático común. El segmento del conducto cístico adyacente al cuello de la vesícula biliar incluye un numero variable de pliegues mucosos denominados válvulas espirales de Heister. El colédoco tiene alrededor de 7 a 11cm de largo y 5 a 10mm de diámetro. Sigue de forma oblicua hacia abajo dentro de la pared del duodeno 1 a 2 cm antes de abrirse en una papila de membrana mucosa (ampolla de Váter), alrededor de 10cm distales al píloro. Con frecuencia, se une el conducto único. El esfínter de Oddi controla el flujo de bilis, y en algunos casos el del jugo pancreático, hacia el duodeno.
Solo en cerca de un tercio de los pacientes se aplica la descripción habitual del árbol biliar extrahepático y sus arterias. La vesícula biliar puede tener posiciones anormales, ser intrahepática, rudimentaria, tener las formas anómalas o estar duplicada. Ausencia congénita aislada de la vesícula biliar es rara. La duplicación de esta ultima con dos cavidades separadas y dos conductos císticos distintos se presenta en una de cada 4000 personas. Una vesícula biliar parcial o totalmente intrahepática se acompaña de una incidencia mayor de colelitiasis
Los conductos pequeños (deLuschka) pueden drenar de manera directa del hígado al cuerpo de la vesícula biliar. cuando existen, pero no se reconocen durante una colecistectomía, puede ocurrir en el abdomen un escape de bilis con acumulación de esta (biloma). En casi 5% de los pacientes existe un conducto hepático derecho accesorio. Son muy comunes las anomalías de las arterias hepática y cística y se reconocen en la mitad de los pacientes.
El hígado produce bilis de forma continua y se excreta a los canalículos biliares. El adulto normal con una dieta promedio produce dentro del hígado 500 a 1000ml de bilis al día. La secreción de bilis responde a estímulos neurógenos, humorales y químicos. Cuando el esfínter de oddi esta intacto, el flujo de bilis se dirige hacia la vesícula biliar.
La bilis se compone sobre todo de agua, electrolitos, sales biliares, proteínas, lípidos y pigmentos biliares. El sodio, potasio, calcio y cloruro tienen la misma concentración en la bilis que en el plasma o el liquido extracelular. Las principales sales biliares, colato y quenodesoxicolato, se sintetizan en el hígado a partir del colesterol. Se conjugan en ese sitio con taurina y glicina y actúan en la bilis como aniones (ácidos biliares) que el sodio equilibra. El hepatocito excreta sales biliares a la bilis y favorece la digestión intestinal de grasas. Alrededor de 95% del fondo común de ácidos biliares se resorbe y regresa al hígado a través del sistema venoso porta. La llamada circulación enterohepática. 5% se excreta en las heces y permite que una cantidad relativamente pequeña de ácidos biliares tenga un efecto máximo.
En esta Tabla se aprecia como la composición de la bilis hepática cambia con respecto a la bilis vesicular, esta ultima teniendo mas concentraciones de sales biliares, bilirrubina y colesterol principalente
La vesícula biliar, los conductos biliares y el esfínter de oddi actúan de manera conjunta para almacenar y regular el flujo de bilis. La principal función de la vesícula biliar es concentrar y almacenar bilis hepática y llevar la bilis al duodeno en respuesta a una comida.
En el ayuno se almacena en la vesícula biliar alrededor de 80% de la bilis secretada por el hígado. Absorbe con rapidez sodio, cloruro y agua contra gradientes de concentración elevados y concentra la bilis hasta 10 veces, lo que da lugar a un cambio notable en su composición. Las células epiteliales de la vesícula biliar secretan a la luz de este órgano cuando menos dos productos importantes: glucoproteínas y iones hidrogeno. Las glándulas mucosas en el infundíbulo y el cuello de la vesícula biliar secretan las glucoproteínas del moco. Este moco constituye la bilis blanca incolora que se observa en la hidropesía de la vesícula biliar y que resulta de la obstrucción del conducto cístico. El transporte de iones hidrogeno por el epitelio de la vesícula biliar propicia una disminución del pH de la bilis vesicular. La acidificación promueve la solubilidad del calcio y previene en consecuencia su precipitación como sales de calcio
El llenado de la vesícula biliar se facilita por la contracción tónica del esfínter de Oddi, que crea un gradiente de presión entre los conductos biliares y la vesícula biliar. en respuesta a una comida, se vacía la vesícula biliar por una actividad motora coordinada de contracción de la vesícula y relajación del esfínter de Oddi. Uno de los principales estímulos para el vaciamiento de la vesícula biliar es la hormona colecistocinina (CCK), que se libera de manera endógena desde la mucosa duodenal en respuesta a una comida. Cuando se estimula por la alimentación, la vesícula biliar vacía de 50% a 70% de su contenido en el transcurso de 30 a 40 min. Durante los siguientes 60 a 90min se llena de nueva cuenta de manera gradual. Ello se correlaciona con una concentración reducida de colecistocinina (CCK).
El nervio vago estimula la contracción de la vesícula biliar y la estimulación simpática esplácnica inhibe su actividad motora. La distensión antral del estómago causa contracción de la vesícula biliar y relajación del esfínter de Oddi.
En los músculos lisos, vasos, nervios y epitelio de la vesícula biliar se localizan receptores hormonales. La CCK es un péptido que proviene de las células epiteliales del tuvo digestivo alto y se encuentra en las concentraciones mas elevadas en el duodeno. La CCK actúa de modo directo en receptores de musculo liso de la vesícula biliar y estimula su contracción. Asimismo, relaja el conducto biliar terminar, el esfínter de Oddi y el duodeno. El péptido intestinal vasoactivo inhibe la contracción y causa relajación de la vesícula biliar. La somatostatina y sus análogos son inhibidores potentes de la contracción vesicular.
El esfínter de oddi regula el reflujo de bilis y el jugo pancreático al duodeno previene la regulación del contenido duodenal al árbol biliar y deriva bilis a la vesícula biliar el esfínter de Oddi tiene alrededor de cuatro a 6 mm de largo y una presión basal de reposo de unos 13 mm de mercurio arriba de la presión duodenal se relaja cuando aumenta la seca y permite un flujo mayor de bilis hacia el duodeno
Una cifra alta de leucocitos suele indicar o suscitar la sospecha de colecistitis si se acompaña de un aumento en la bilirrubina conjugada, fosfatasa alcalina y aminotransferasa debe sospecharse de colangitis. La colelitiasis una obstrucción del flujo de bilis se caracteriza por un aumento de la bilirrubina y fosfatasa alcalina las aminotransferasa sérica pueden ser normales o ligeramente elevadas de manera característica en pacientes con cólico biliar las pruebas sanguíneas son normales.
El ultrasonido es la investigación inicial en cualquier paciente con sospecha de una afección del árbol biliar depende de las habilidades y la experiencia del operador y si es dinámico con frecuencia es posible examinar al mismo tiempo órganos adyacentes puede ser difícil evaluar con el ultrasonido de modo satisfactorio a pacientes obesos enfermos con ascitis y sujetos con intestino distendido.
Un ultrasonido revela cálculos en la vesícula biliar con una sensibilidad y especificidad mayores de 90% los cálculos son densos en términos acústicos y reflejan las ondas de ultrasonido de nueva cuenta hacia el transductor ultrasónico debido a que los cálculos bloquean el paso de ondas sonoras a la región detrás de ellas también pueden producir una sombra acústica. Los cálculos se mueven a sí mismo con los cambios de posición algunos de ellos forman una capa en la vesícula biliar otros un sedimento o lodo un engrosamiento en la pared de la vesícula biliar y la hipersensibilidad local indican colecistitis el paciente tiene colecistitis aguda si se observa una capa de edema dentro de la pared de la vesícula biliar o entre esta última y el hígado. Cuando se obstruye el cuello de la vesícula biliar por un cálculo esta puede tornarse muy grande, pero con una pared delgada. Una vesícula biliar de pared gruesa y contraída indica colecistitis crónica.
Los conductos biliares extra hepáticos también se observan bien con el ultrasonido, excepto la porción retro duodenal. La dilatación de los conductos en un …. Ictericia establece una obstrucción extrahepática como causa. Con frecuencia es posible determinar mediante ultrasonido el sitio de la obstrucción y en ocasiones su origen. A menudo se alojan cálculos pequeños en el extremo distal del colédoco atrás del duodeno y en consecuencia es difícil identificarlos. Muchas veces es fácil diagnosticar con ultrasonido tumores periampollares, pero después de la porción retro duodenal puede observarse muy bien el nivel de la obstrucción y la causa. El ultrasonido suele ser útil en la valoración de una invasión tumoral y el flujo de la vena porta un lineamiento importante para la resecabilidad de los tumores periampollares.
Este procedimiento consiste en la administración oral de un compuesto radiopaco que se absorbe lo excreta el hígado y pasa a la vesícula biliar. los cálculos se observan en una radiografía como defectos de llenado en una vesícula biliar que se visualiza o pacificada. La Colecistografía oral carece de valor en pacientes con malabsorción intestinal vómitos ictericia obstructiva e insuficiencia hepática
Los estudios de abdomen mediante tomografía por computadora son inferiores a la ultrasonografía en el diagnóstico de cálculos biliares el estudio de TAC es la prueba de elección en la valoración de pacientes con sospecha de afección maligna de la vesícula biliar el sistema biliar apático u órganos cercanos en particular la cabeza del páncreas. El uso de la TAC es una parte integral del diagnóstico diferencial de la ictericia obstructiva el examen con TAC helicoidal proporciona información adicional sobre la etapa incluida la invasión vascular en pacientes con tumores periampollares.
Es fácil obtener acceso a un conducto biliar intrahepático por vía percutánea con una aguja pequeña y bajo guía fluoroscopia una vez se confirma la posición en un conducto biliar se pasa a un alambre guía y con posterioridad un catéter sobre este último. A través del catéter pueden obtenerse un colegio grama y llevarse a cabo intervenciones terapéuticas como inserciones de drenes y colocación de prótesis Biliares. La colangiografía trans hepática percutánea es en particular útil en pacientes con estrecheces y tumores de conductos biliares, ya que define la anatomía del árbol biliar proximal al segmento afectado.
Al utilizar las imágenes de resonancia magnética. Con las técnicas y materiales de contraste más recientes, es posible delinear imágenes anatómicas precisas de los conductos biliares y el conducto pancreático. Tiene una sensibilidad y especificidad de 95 y 89% respectivamente. En la detección de coledocolitiasis. Cuando se dispone de ella, la resonancia magnética con colangiopancreatografía de resonancia magnética favorece una prueba no invasiva. Única para el diagnóstico de la afección de las vías biliares pancreáticas.
Con el uso del endoscopio de visión lateral. ¿Es posible que anular el colédoco y llevar a cabo un colegio? Grama mediante fluoroscopia. La grafía endoscópica retrógrada permite observar de forma directa la región de la ampolla y tener acceso directo al COLÉDOCO Distal, con la posibilidad de efectuar una intervención terapéutica. Rara vez se requiere este estudio en la Cole Litiasis no complicada. Una vez que el Colegio grama endoscópico demuestra cálculos ductales, puede practicarse una esfinterotomiía y despejarse los cálculos del colédoco. En manos expertas la tasa de éxito de la canulación y con la geografía del colédoco es mayor de 90% las complicaciones. De la colangiografía Endoscópica retrógrada diagnóstica incluyen pancreatitis y colangitis y se presentan hasta en un 5% de los pacientes.
Un ultrasonido endoscópico requiere de un endoscopio especial con un transductor de ultrasonido en la punta, proporciona imágenes no invasivas de los conductos biliares y estructuras adyacentes. Tiene particular valor en el estudio de tumores y su posible. De resección. Eran 2, copió del Ultrasonido, posee un conducto para biopsia que permite recoger biopsia por aguja de un tumor bajo guía ultrasonográfica.
La afección por cálculos biliares es uno de los problemas más comunes que afectan al tubo digestivo. Informes de necropsia demuestran una prevalencia de cálculos biliares de 11 a 36%. La obesidad, embarazo, factores diabéticos, enfermedad de Crohn, recepción ilegal, terminal operaciones gástricas esferocitosis hereditaria, enfermedad de células falciformes y talasemia se acompañan de un riesgo mayor de la formación de cálculos biliares. Es 3 veces más probable que las mujeres formen cálculos biliares que los varones, además, los familiares de primer grado de los enfermos tienen una prevalencia 2 veces mayor.
La mayoría de los pacientes no muestra síntomas por cálculos biliares durante la vida. Por razones desconocidas, algunas personas progresan a una etapa sintomática. Con cólico biliar por obstrucción del conducto, cístico por un cálculo. La colelitiasis sintomática puede progresar a complicaciones relacionadas con los cálculos. Rara vez el cuadro de presentación es una complicación por cálculos biliares
Los cálculos biliares en personas sin síntomas biliares suelen diagnosticarse de manera incidental. Cerca del 3% de los individuos asintomáticos padece un cólico biliar cada año. Una vez que se presentan los síntomas, los enfermos tienden a tener brotes recurrentes de cólico biliar. En 5 a 3% de los pacientes sintomáticos, se desarrolla una enfermedad por cálculos biliares complicada cada año. Durante un periodo de 20 años, alrededor de 2/3 de los sujetos asintomáticos con cálculos Biliares no evidencian síntomas.
Debido a que pocos pacientes muestran complicaciones sin síntomas biliares previos, rara vez está indicada una colecistectomía profiláctica en personas con cálculos biliares asintomáticas. En adultos de edad mayor con diabetes, personas que estarán aisladas. De cuidados médicos por períodos prolongados y en poblaciones con un riesgo mayor de cáncer de vesícula biliar suele ser aconsejable una colecistectomía profiláctica. La vesícula biliar en porcelana, un Estado maligno raro en el que se califica la pared de la vesícula biliar, es una indicación absoluta para colecistectomía.
Los litos biliares resultan de la falta de solución de sólidos y se clasifican por su contenido de colesterol en cálculos de colesterol o pigmento. Estos últimos pueden clasificarse de modo adicional en negros o pardos. En países occidentales, alrededor del 80% de los cálculos biliares es de colesterol. Y 15 a 20% de Pigmento Negro. Los cálculos de pigmento Pardo sólo constituyen un porcentaje pequeño. Los 2 tipos de cálculos de pigmento. Son los más comunes en Asia.
Los cálculos de colesterol puros son raros y constituyen menos del 10% del total de los cálculos. Por lo general, aparecen en la forma de cálculos únicos, grandes con superficies lisas.
Casi todos los cálculos de colesterol contienen cantidades variables de pigmentos biliares y calcio, pero siempre más de 70% de colesterol por peso. Estos cálculos suelen ser múltiples, de tamaño variable y puede ser duros y facetados o irregulares. En la forma de Mora y blandos los colores varían de amarillo blanquecino y verde a negro. Casi todos los cálculos de colesterol son radiotransparentes. Sean de naturaleza pura o mixta, el acontecimiento primario común en la formación de cálculos de colesterol es la saturación excesiva de bilis con colesterol.
Los cálculos de pigmento negro son casi siempre pequeños, frágiles, negros y en ocasiones especulados. Se forman por saturación excesiva de bilirrubinato de calcio, carbonato y fosfato con mayor frecuencia secundaria a trastornos hemolíticos como esferocitosis hereditaria y enfermedad de células falciformes, y en quienes padecen cirrosis. Al igual que los cálculos de colesterol, casi siempre se forman en la vesícula biliar. Cuando algunas alteraciones incrementan las concentraciones de la bilirrubina es conjugada en la bilis, ocurre su precipitación con calcio. En países asiáticos como Japón, los cálculos negros constituyen un mayor porcentaje y mucho más alto de cálculos biliares que en el hemisferio occidental.
Los cálculos pardos tienen menos de 1 cm de diámetro y son de un tono amarillo, Pardo blandos y con frecuencia pulposos. Pueden formarse en la vesícula biliar o los conductos biliares y se deben casi siempre a una infección bacteriana por estasis biliar. La mayor parte del cálculo se compone de bilirrubina do de calcio, precipitado y cuerpos de células bacterianas de manera característica. Los cálculos para 2 se encuentran en el árbol biliar de poblaciones asiáticas y se vinculan con éxtasis secundaria. A infección parasitaria. En poblaciones occidentales, los delitos pardos aparecen como cálculos primarios de conductos biliares en pacientes con estrecheces biliares u otros cálculos en el colédoco que causan éxtasis y contaminación bacteriana.
Alrededor de 2/3 de los pacientes con colelitiasis presentan colecistitis crónica caracterizada por ataques recurrentes de dolor, que a menudo se describen de modo incorrecto con el término cólico biliar. El dolor se presenta cuando un cálculo obstruye el conducto cístico e induce un incremento progresivo de la tensión de la pared de la vesícula biliar. Las alteraciones anatomopatológicas son variables desde una vesícula biliar, al parecer normal, con inflamación crónica mínima en la mucosa hasta una vesícula biliar encogida, no funcional con fibrosis, transmural notable y adherencias a estructuras cercanas.
el principal síntoma relacionado con litos biliares sintomáticos es el dolor, que es constante, y aumenta de intensidad durante la primera media hora y de manera característica dura una a 5 horas. Se localiza en el epigastrio, cuadrante superior derecho y con frecuencia se irradia a la parte superior de la espalda del mismo lado, o entre las escápulas. El dolor es muy intenso y se presenta de forma súbita, habitualmente por la noche o después de una comida grasosa. Suele acompañarse de náuseas y algunas veces vómitos. El dolor es episódico. El paciente sufre ataques directos de dolor y entre los cuales se siente bien. El examen físico revela hipersensibilidad leve en el cuadrante superior Derecho durante un episodio de dolor. Si el enfermo no tiene dolor, el examen físico no suministra datos relevantes. Los valores de laboratorio como recuento, leucocitario y pruebas de función hepática son normales en pacientes con cálculos biliares no complicados.
Es como una presentación atípica de la colelitiasis. En personas con un cuadro atípico deben buscarse otros padecimientos que causan dolor en abdomen alto, incluso cuando existen cálculos biliares. Si el dolor dura más de 24 horas debe sospecharse un cálculo impactado en el conducto cístico o colecistitis aguda. Un cálculo impactado da lugar a lo que se conoce como hidropesía. En la vesícula biliar. Se absorbe bilis, pero el epitelio de la vesícula biliar no deja secretar moco y se distingue este órgano con material músicos. Por lo regular está indicado una colecistectomía temprana a fin de evitar complicaciones.
la prueba diagnóstica estándar para los cálculos biliares es un ultrasonido abdominal. En ocasiones la ultrasonografía sólo se demuestra lodo en la vesícula biliar. Si el paciente tiene ataques recurrentes de dolor biliar típico y se reconoce el lodo en 2 o más ocasiones, se justifica una colecistectomía. Además del lodo y los cálculos, la colesterolisis y la adenomatosis de la vesícula biliar pueden inducir síntomas biliares típicos y detectarse en la ultrasonografía. En sujetos sintomáticos el tratamiento de elección de enfermos con estos padecimientos es la colecistectomía.
a los individuos con cálculos biliares sintomáticos. Debe aconsejarse les una consistencia laparoscópica electiva. En tanto, aguardan para la intervención o si tiene que posponerse deben evitarse las grasas de la dieta y las comidas abundantes. En diabéticos con cálculos biliares sintomáticos, debe practicarse a la brevedad una colecistectomía, ya que son más propensos a desarrollar colecistitis aguda que muchas veces es grave. Las mujeres embarazadas con cálculos biliares sintomáticos, que no pueden tratarse de manera expectante con modificaciones de la dieta, pueden someterse con seguridad a una colecta laparoscópica durante el segundo trimestre. Esta intervención es segura y eficaz en niños y adultos mayores. La colecistectomía abierta o laparoscópica en enfermos con cálculos biliares sintomáticos proporciona resultados a largo plazo excelentes. En cerca del 90% de los pacientes con síntomas biliares típicos y cálculos desaparecen los síntomas después de la crisis económica. En enfermos con síntomas atípicos o dispepsia (flatulencia, eructos, meteorismo e intolerancia de la grasa a la dieta) los resultados no son favorables.
la colecistitis aguda es secundaria a cálculos biliares en 90 a 95% de los casos. La cual existís a cálculos aguda, es un padecimiento que ocurre de forma típica en enfermos con otras afecciones sistémicas agudas. En menos de 1% de la colecistitis aguda la causa es un tumor que obstruye el conducto cístico. La obstrucción de este último por un cálculo biliar es el acontecimiento inicial que conduce a la distensión de la vesícula biliar, inflamación y edema en su pared. Al inicio, la colecistitis aguda es un proceso inflamatorio. En más de la mitad de los pacientes en los que se practica una colecistectomía temprana por colecistitis aguda no complicada, se comprueba una contaminación bacteriana secundaria. En la cual existís aguda la pared de la vesícula biliar se torna notablemente gruesa y rojiza, con hemorragia subserosa. A menudo hay líquido pericolecístico. La mucosa puede mostrar hiperemia y necrosis en placas. En casos graves alrededor del 5 a 10%, el proceso inflamatorio progresa y conduce a isquemia y necrosis de la pared de la vesícula biliar. Con mayor frecuencia se desaloja el cálculo biliar y se resuelve la inflamación.
Cuando la vesícula biliar permanece obstruida y sobreviene una infección bacteriana secundaria, se presenta una colecistitis gangrenosa aguda y se forma un absceso o empiema dentro de la vesícula biliar. Rara vez se perforan las áreas isquémicas. La perforación suele contenerse en el espacio sub hepático por el epiplón y órganos adyacentes.
: alrededor del 80% de los individuos con colecistitis aguda tiene antecedentes consistentes con colecistitis crónica. La colecistitis aguda se inicia como un ataque de cólico biliar, pero en contraste con este último no remite el dolor. En realidad, no desaparece y puede persistir por varios días. El paciente tiene fiebre y se queja de anorexia, náuseas y vómitos y es renuente a moverse, ya que el proceso inflamatorio afecta al peritoneo parietal. En el examen físico hay casi siempre hipersensibilidad y defensa en el cuadrante superior Derecho. En ocasiones se palpa una masa. La vesícula biliar y el epiplón adherido. Es característico de la colecistitis aguda, un signo de Murphy. Es decir, la detención de la inspiración por la palpación profunda en el área subcostal derecha.
Por lo regular, ahí leucocitosis leve a moderada, de 12 a 15,000 Leucos. Sin embargo, algunos sujetos pueden tener un recuento leucocitario normal. Las químicas séricas hepáticas son normales, pero es posible que haya un aumento leve de la bilirrubina sérica. Menor de cuatro miligramos, junto con un incremento discreto de la fosfatasa alcalina transaminasa amilasa. La actriz grave sugiere cálculos en el colédoco u obstrucción de cálculos biliares por inflamación pericolecística grave secundaria en la implantación de un cálculo en él. Infundíbulo de la vesícula biliar que obstruye mecánicamente el conducto biliar. En individuos adultos de edad mayor y en quienes padecen diabetes mellitus, la colecistitis aguda puede presentarse en forma sutil y ocasionar un retraso del diagnóstico. En estos enfermos es más elevada la incidencia de complicaciones y también tiene una tasa de mortalidad cerca de 10 veces mayor comparada con la de pacientes más jóvenes y sanos.
La prueba radiológica más útil para el diagnóstico de colecistitis aguda es la ultrasonografía. Tiene una sensibilidad y especificidad del 95%. El estudio muestra el engrosamiento de la pared de la vesícula biliar y el líquido periodístico. La hipersensibilidad focal sobre la vesícula biliar cuando se comprime con las ondas sonográfica signo de Murphy sonográfico sugiere Asimismo colecistitis aguda. En casos atípicos. ¿Puede ser útil el examen biliar con radionúclidos? Muchas veces se solicita un estudio de TAC en pacientes con dolor agudo de abdomen. Y puede demostrar engrosamiento de la pared de la vesícula biliar, líquido periodístico y presencia de cálculos biliares y aire en la pared de la vesícula biliar. De cualquier forma, es menos sensible que la ultrasonografía.
los sujetos que presentan colecistitis aguda requieren líquidos intravenosos, antibióticos y analgesia. Los antibióticos deben proteger contra aerobios y anaerobios gran negativos. Aunque en algunos pacientes la inflamación en la col existís aguda puede ser estéril. Más de la mitad revela cultivos positivos en la bilis de la vesícula biliar.
El tratamiento definitivo de la colecistitis aguda es una colecistectomía. Es preferible la intervención temprana en el transcurso de 2 a 3 días de la enfermedad. Que la consistencia de intervalo o tardía que se practica 6 a 10 semanas después del tratamiento médico y la recuperación. La colecistectomía temprana ofrece al paciente la solución definitiva en una hospitalización. Tiempos de recuperación más rápidos y un entorno más temprano al trabajo.
El procedimiento de elección en la cual existís aguda. Es la calistenia laparoscópica la tasa de conversión de una colecistectomía abierta es más alta en casos de colitis aguda respecto. De la crónica el procedimiento es más tedioso y toma más tiempo que en los casos selectivos.
Cuando los pacientes se presentan en un período tardío después de 3 a cuatro días de la enfermedad o no son aptos por alguna razón para la intervención, se tratan con antibióticos y se programa una colecistectomía laparoscópica unos 2 meses después. Alrededor del 20% de los pacientes no responde a la terapéutica médica inicial y amerita una intervención. En quienes no son aptos para la operación, pueden practicarse una colecistostomía percutánea o abierta bajo anestesia local. La falta de mejoría después de la colecistostomía suele deberse a gangrena o perforación de la vesícula biliar. En estos casos es inevitable la operación. En quienes responden después del a Colecistostomía pueden extraerse la sonda una vez que la colangiografía a través de ella muestre un conducto cístico permeable. A continuación, puede programarse una colecistectomía laparoscópica en un futuro cercano.
Solo en cerca de un tercio de los pacientes se aplica la descripción habitual del árbol biliar extrahepático y sus arterias. La vesícula biliar puede tener posiciones anormales, ser intrahepática, rudimentaria, tener las formas anómalas o estar duplicada. Ausencia congénita aislada de la vesícula biliar es rara. La duplicación de esta ultima con dos cavidades separadas y dos conductos císticos distintos se presenta en una de cada 4000 personas. Una vesícula biliar parcial o totalmente intrahepática se acompaña de una incidencia mayor de colelitiasis
Los conductos pequeños (deLuschka) pueden drenar de manera directa del hígado al cuerpo de la vesícula biliar. cuando existen, pero no se reconocen durante una colecistectomía, puede ocurrir en el abdomen un escape de bilis con acumulación de esta (biloma). En casi 5% de los pacientes existe un conducto hepático derecho accesorio. Son muy comunes las anomalías de las arterias hepática y cística y se reconocen en la mitad de los pacientes.