1. La filosofía de las ciencias
de Berkeley.
Pensaba que las ideas, las cualidades
sensibles, los objetos sensibles, o lo
mismo, los objetos y las cosas que
percibimos en torno de nosotros son
objetos pasivos que no pueden ejercer
ninguna influencia real los unos en los
otros. La naturaleza no es activa.
2. Berkeley desarrolla esta idea en una pequeña
obra titulada Sobre el movimiento en este
ensayo no habla de “ideas” o de “cualidades
sensibles”, sino de “cuerpos” y de sus
movimientos. Pero su tesis, que afirma que los
cuerpos son completamente pasivos, difiere
únicamente en su terminología respecto a la
que expone en los Principios. En este ensayo
Berkeley formuló críticas fundamentales contra
la concepción del espacio absoluto de Newton.
El espacio sin cuerpos, piensa, no se distinguiría
de la no-entidad; el espacio debe, pues, ser una
relación de los cuerpos entre sí.
3. Así como no puede haber espacio vacío, así
tampoco existe movimiento absoluto. Según
Berkeley lo que deduce de su concepción del
movimiento es que deben observarse tres
reglas física. En primer lugar, la hipótesis
matemática y la naturaleza de las cosas
deben distinguirse claramente una de otra;
en segundo lugar, debemos desconfiar de las
abstracciones; en tercer lugar, debemos
considerar el movimiento como algo
sensible, o al menos imaginable, y
contentarnos con mediciones relativas.
4. En los países de lengua inglesa hay una
fuerte tendencia a considerar a Berkeley
como un filósofo esencialmente empirista,
que tenía unas preocupaciones religiosas
que los lectores actuales pueden ignorar.
Dentro de esta perspectiva, se le sitúa en la
línea de los filósofos ingleses empiristas que
comienza con Bacon y comprende a Locke,
Berkeley y Hume, para alcanzar su apogeo
con Mill.
5. En apoyo de esta opinión se afirma que Locke
no se dio cuenta de que es todo conocimiento
se funda ideas, no es posible de que todo
conocimiento se funda en ideas, no es posible
continuar considerando las cosas materiales
como entidades distintas y superiores a las
ideas. Berkeley sí se dio cuenta de ello y, en
consecuencia, eliminó de la ontología del
empirismo las superfluas sustancias materiales.
Pero todavía conservaba los espíritus activos, y
Hume le correspondió demostrar que los
espíritus son reducibles a series de ideas y de
sentimientos, reduciendo así el empirismo a sus
elementos fundamentales.
6. La filosofía de la naturaleza de Berkeley
se ha convertido en una metafísica en la
que la inteligencia activa es el punto más
alto del ser.