El documento proporciona instrucciones sobre las técnicas de consejería efectivas, incluyendo establecer confianza, escuchar empáticamente, hacer preguntas para explorar el problema subyacente y encontrar soluciones juntos. Describe cómo el consejero debe aceptar al consultante, reflejar lo que dice para que se sienta comprendido, e interpretar la situación sin juzgar.
1. República Bolivariana De Venezuela
Federación Asambleas De Dios De Venezuela
Registrado 1er. Circuito Del Municipio Libertador
Del Distrito Capital Nº 58 Folio 122 Protocolo 1ero. Tomo 8
Ministerio De Educación Cristiana
2. Las diferentes técnicas.
1. La técnica no directiva.
2. Consejería de apoyo.
3. La técnica directiva.
4. Consejería por confrontación.
5. Información y dirección.
6. Envió del consultante a un especialista.
7. Consejería de grupo.
3.
4.
5.
6.
7. 1. Ganar la confianza de la persona.
Es establecer una relación de confianza
mutua entre el pastor-consejero y el
aconsejado.
Ambos tienen que sentirse cómodos el uno
con el otro.
No se logra esta relación si el asesor trata
con condescendencia al asesorado.
8. 2. Aceptar incondicionalmente al
asesorado.
Aceptar al aconsejado tal como es.
Esto no quiere decir que el pastor deba
aprobar su conducta por mala que sea, sino
que debe aceptar al asesorado como una
persona con valor y dignidad.
No juzgará a la persona ni le predicará un
sermón.
9. 3.Escuchar.
Sólo cuando escucha, puede entender cuál
es la situación del asesorado y cómo se
siente este.
Sólo cuando escucha, puede establecer la
relación entre el pastor y el aconsejado, la
cual es indispensable para llevar a cabo el
proceso de asesorar.
10. 4.Escuchar con empatía.
Se le debe escuchar con «empatía».
La palabra abarca un significado más
amplio que el término «compasión».
Quiere decir: «entrar en los sentimientos de
la persona», sentir lo que ella siente, ver por
sus ojos, "andar en sus zapatos » y, en
cierto sentido, identificarse con ella.
11. 5. Reflejar y responder.
Con frecuencia los consejeros reflejan
verbalmente lo que dice el aconsejado,
para que él sepa que comprenden sus
sentimientos.
Así lo animan a seguir hablando acerca de
su problema.
12. Consideremos un ejemplo:
ASESORADO: Pastor, hace tiempo que deseo hablarle de mi problema, pero
siempre me ha faltado valor para hacerlo.
PASTOR: ¿Le cuesta contar algunas experiencias?
ASESORADO: Así es, pero tengo que contárselo a alguien. Tuve una riña
violenta con mi señora y luego volví a mi viejo vício de beber. Me emborraché.
¡Cuánto lo siento!
PASTOR: Su caída le da mucha pena.
ASESORADO: El problema es que ella es inconversa y ya no tiene confianza en
mí. Piensa que mi conversión era una farsa y que el evangelio carece de poder.
Se ha puesto más dura que nunca.
PASTOR: Mmmmh. (Demuestra preocupación por la señora.)
13. Hay otras maneras de responderle al asesorado sin estos inconvenientes. Gary
Collins nos presenta una lista en la que hay seis métodos:
1) Sondeo: formular preguntas o comentarios para conseguir más
información y estimular una conversación.
2) Comprensión: el consejero comunica su empatía.
3) Apoyo: mediante palabras sustentadoras, procurar reanimar y dar apoyo
al que lo necesita.
4) Interpretación: señalarle al consultante lo que ocurre.
5) Evaluación: apreciar las ideas, actitudes y acciones del asesorado.
6) Consejos de acción: tratar de animar al orientado a hacer algo en particular
para solucionar su problema.
14. a) Preguntas o comentarios para conseguir más información o
estimular la conversación:
-Dígame más acerca de esto.
-¿Cómo reaccionó su esposa cuando usted le contestó «no»?
-y luego, ¿qué pasó?
-¿Cómo le afectó su firmeza en cuanto a...?
b) Palabras de comprensión:
-Es bastante penoso.
-Entiendo lo que usted dice.
-Usted quiere decir que se desesperó.
15. c) Expresiones que apoyan al consultante:
-No es de extrañarse que usted se afligiera...
-Muchas personas luchan con la misma debilidad.
-Estoy seguro de que su señora comprenderá...
-Esta mala racha tiene que pasar pronto...
d) Interpretación:
-Usted se siente celoso cuando Jorge está cerca de su señora...
-Parece que se preocupa acerca de...
-Ha desarrollado usted la costumbre de depender de...
16. e) Evaluación:
-No era un buen paso, pero...
-La Biblia lo prohíbe terminantemente...
-Me parece que su plan puede dar buen resultado...
-Su reacción fue muy noble...
d) Consejo:
-Si yo fuera usted, haría...
-¿Por qué no volver a su marido?
-Tal vez no le convenga aceptar...
17. 6. Formular preguntas.
Muchos de los problemas humanos tienen
raíces escondidas bajo la superficie.
Los consultantes a veces presentan
solamente los síntomas y no se dan cuenta
del problema verdadero.
Algunos sicólogos creen que cada
problema tiene su fondo.
18. Las características de las buenas preguntas son las siguientes:
a) Conviene formular preguntas que permitan que el consultante tenga
amplia oportunidad de responder con sus opiniones o con más
información.
Por ejemplo, se puede preguntar así:
¿Cómo se sentía usted acerca de los cargos de su vecino?»,
o «¿Qué pasó luego?»
En contraste, se deben evitar las preguntas que limitan la expresión del
asesorado, tales como:
«¿Se sentía usted frustrado porque perdió el negocio?»
«¿Ha dejado de pensar en ella?»
Tales preguntas se contestan con un simple «Sí» o «No», y así puede terminar
muchas veces la conversación de parte del aconsejado. Se debe evitar que se
presenten dos alternativas, que limitan la exploración de un asunto o su
desarrollo más amplio.
19. Las características de las buenas preguntas son las siguientes:
b) No conviene formular preguntas directas que le den al consultante la
impresión de que el asesor lo somete a un interrogatorio.
Por ejemplo, es mejor comentar:
«No se cómo se sentirá una persona que tiene un hijo rebelde», que
preguntar: «¿Cómo se siente usted en cuanto a su hijo rebelde?»
Ambas expresiones muestran el interés del pastor, pero la primera no
chocaría tanto como la segunda.
20. Las características de las buenas preguntas son las siguientes:
c) No conviene formular una serie de preguntas a la vez. Más bien, debe
inquirir acerca de una sola cosa, con una pregunta simple.
Por ejemplo, no debe preguntar de esta manera:
«¿Cuándo comenzó su señora a sospechar que usted le era infiel?» «¿Le
habló acerca de sus sospechas?» «¿Cómo reaccionó usted?»
Si el consejero hace una pregunta tras otra, el aconsejado no sabrá a cuál
pregunta debe contestar y quedará
confundido.
21. Las características de las buenas preguntas son las siguientes:
d) No conviene preguntar «¿por qué?» a menos que la pregunta sea positiva.
Si el pastor pregunta al consultante:
«Por qué no disciplinó usted a los niños?», puede indicar que desaprueba la
conducta del asesorado, y así el aconsejado probablemente se pondrá a la
defensiva.
22. 7. Encontrar soluciones.
El pastor-consejero escucha, formula
preguntas cuando sea necesario para
estimular al asesorado a hablar acerca de
sus sentimientos, y explora las facetas
significativas del problema.
Aclara a veces lo que expresa el
consultante, interpreta, y juntos llegan a
entender el problema.